ANÁLISIS | Entrevista
Por María Teresa Lavayén
Walt M. Macnee
Foto: Gabriel Reig
MasterCard Worldwide, la compañía global de pago electrónico, viene desde hace tiempo tomando la delantera en métodos avanzados de pago. Montándose sobre la ola de la revolución móvil busca captar ese inmenso mercado que constituye la famosa “base de la pirámide”.
Sus novedosas soluciones electrónicas ya se implementan en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Brasil y otros países. El sistema de pago “sin contacto” –porque con sólo acercar el producto de pago el lector se captan los datos– conecta el teléfono con el banco y acepta operaciones de crédito, de débito o prepagas. Hace apenas dos meses MasterCard Worldwide lanzó su MasterCard Partners in Prepaid –una nueva iniciativa para estimular la colaboración de socios y clientes en el crecimiento de productos prepagos. Walt M. Macnee, presidente de Mercados Internacionales de MasterCard Worldwide y responsable de todas las operaciones fuera de Estados Unidos, explicó en Buenos Aires que la idea es hacer los pagos más rápidos, más fáciles y más seguros.
–MasterCard está introduciendo innovaciones que le permiten diferenciarse de la competencia.¿Qué es el Mobile Payments Gateway y dónde se aplica?
–Se calcula que hay 2.000 millones de celulares en todo el mundo. En algunos lugares, el teléfono móvil se está convirtiendo en un banco, porque la gente accede a sus cuentas desde su móvil. Eso nos interesa mucho. Todos están experimentando; las telefónicas, los bancos y también nosotros. El Mobile Payments Gateway (MPG) es uno de los programas piloto que tenemos en el mundo. Es el trabajo que estamos haciendo en el sur de Brasil, un emprendimiento conjunto entre un banco, una compañía telefónica y un fabricante de teléfonos.
La idea es brindar servicios bancarios mediante el móvil; más precisamente conectar el teléfono con el banco. Los primeros resultados son muy alentadores y creo que es porque en todo el mundo los consumidores buscan siempre cosas que les simplifiquen la vida; este programa nos está mostrando que todo lo que simplifica la vida despierta interés.
Pago “sin contacto”
–¿Qué es PayPass? ¿Forma parte del MPG?
–Es un concepto de pago que llamamos “sin contacto” (contactless) porque se paga apenas apoyando o acercando una tarjeta, teléfono, reloj, etc. a un terminal, para pagar servicios de costo relativamente bajo.
–¿Con PayPass la transacción es de crédito, de débito o pre-paga?
–Puede ser cualquiera de las tres.
–¿Pero la gente tiene que estar bancarizada o es para los que no tienen cuenta bancaria?
–Puede ser ambas cosas. Entre las personas no bancarizadas la tarjeta prepaga es muy popular, porque no requiere una relación formal con el banco. La relación bancaria está basada en esa tarjeta, que es el sustento de la transacción en el teléfono móvil.
La tecnología “sin contacto” significa que en lugar de deslizar la tarjeta, sólo hay que apoyarla ligeramente.
–Para la gente que ya tiene una tarjeta de crédito MasterCard, ¿significa otra tarjeta? Hay gente que no quiere más tarjetas, otro dolor de cabeza. ¿Qué beneficio tiene para comerciantes y consumidores?
–Depende de la tarjeta que usted tenga. PayPass es una tarjeta con chip y antena incorporada que da la posibilidad de conexión por radiofrecuencia (RFID). Pero me gusta la expresión dolor de cabeza. Porque ésa es nuestra motivación: simplificar la vida de los dos participantes clave en nuestro mundo: compradores y vendedores. Eliminar dolores de cabeza.
Hoy la gente tiene un celular en el bolsillo y una billetera con muchas tarjetas; nosotros simplificamos poniendo la función de la tarjeta en el teléfono. Por supuesto que es un servicio que no va a convencer a todos los consumidores, pero sí a muchos. Hay gente que no va a querer combinarlos: prefiere que el teléfono siga siendo teléfono y la tarjeta, tarjeta.
Nosotros le damos a la gente la posibilidad de elegir si quiere o no combinar funcionalidades. La motivación es simplificar convirtiendo el teléfono en un canal de pagos.
Desde la perspectiva del comerciante hay dos aspectos. Por un lado, están las compañías telefónicas que venden aparatos y minutos. A ellas las ayudamos facilitando la recarga del teléfono. Por otra parte, están los otros comerciantes; si alguien entra a un punto de venta y paga acercando su teléfono, o una pulsera con chip, o un reloj con chip, o una tarjeta PayPass, eso es bueno para su negocio porque el pago se hace más rápido y la cola se mueve más. Por eso ya los han adoptado en muchas partes, restaurantes de comida rápida, estacionamientos, cines, teatros…
Muchos modelos de negocio
–La gente que no tiene cuenta bancaria está acostumbrada a pagar todo en efectivo. Ese es un hábito que habrá que cambiar para que se acostumbren a usar el teléfono. ¿Tienen alguna estrategia específica de adopción para introducirlos al sistema?
–Sí, pero varía según el país. Vietnam, por ejemplo, tiene una población de 90 millones de personas de las cuales sólo 14 a 16% está bancarizada; pero hay más de 90 millones de celulares. La gente allí usa efectivo y también trueque.
En una situación así, nuestra primera aplicación es la tarjeta prepaga: se carga y con ella se paga. Con el tiempo cargarán el teléfono y pagarán con el teléfono. La razón por la cual combinamos con tecnología PayPass es que no se puede deslizar el teléfono por el posnet. Hace falta alguna forma de realizar la transacción.
–Se necesitan terminales especiales.
–Sí, lectores especiales. Ya está construida la infraestructura. Por eso mencioné a los comerciantes. Lo que estamos viendo en todo el mundo es una situación de huevo-gallina. No podemos ser todo gallina y ningún huevo. O sea, aceptación (de comerciantes) y emisión. Los países que ya adoptaron la tecnología “contactless” son aquellos donde por lo general hay un grupo de comerciantes que se entusiasman con el sistema, crean aceptación y obtienen emisión; y así el público compra esta idea de simplicidad y valor utilitario.
Cuando alguien ve que con sólo apoyar su tarjeta sale el ticket al instante, no quiere volver al viejo estilo. El proceso se realimenta solo. Crece la aceptación y crece la emisión.
Luego está el tema de los no bancarizados. Con ellos, la conexión entre móvil y prepaga es una forma de saltear generaciones de historia bancaria. La gente pobre no tiene necesidad de banco porque no crea ahorros. Pero sí tiene necesidad de hacer transacciones. La posibilidad de crecer en ese negocio es enorme por el tamaño de esa población en todo el mundo.
–Entonces, al apuntar a la base de la pirámide en países en desarrollo con transacciones que no implican financiamiento, ¿podría ser que MasterCard está buscando avenidas de crecimiento distintas del negocio de crédito, tan castigado después de la última crisis?
–Sí. Estamos expandiéndonos en todo el mundo. Porque además de los no bancarizados hay gente por debajo de ellos. En África subsahariana, por ejemplo, muchos viven con uno o dos dólares por día, pero tienen teléfono móvil. Las situaciones son tan diferentes según el país que hay que ser creativo y entender cada situación.
–MasterCard parece ser la primera en usar el teléfono como medio de pago. Eso le da gran ventaja competitiva, aunque sólo hasta que la competencia la imite. ¿La competencia se atrasó en la tecnología del chip?
–Es una carrera armamentista. Tratamos de ganarles a nuestros competidores en ideas, en innovación. Eso es muy bueno porque compitiendo se inventa y se innova. Y en el fondo lo que tratamos de hacer es la vida más sencilla, no más complicada. Para eso tenemos que respetar las otras innovaciones, los otros avances. A medida que los teléfonos avanzan en funcionalidades, nosotros avanzamos con ellos. Trabajamos con ellos.
En Gran Bretaña tenemos otra sociedad: el banco es Barclay’s, la firma de teléfonos es Orange, la fabricante de teléfonos es Nokia y nosotros somos la marca de pagos. Los cuatro estamos trabajando juntos y eso implica innovación en aparatos y también en cómo va a funcionar todo el sistema con los comercios y todo lo demás.
Pero lo que sirve para Gran Bretaña no funciona en el Congo, o Vietnam o la Argentina. Son diferentes modelos de negocios.
–¿Entonces tienen estrategias diferentes para cada país? Me interesan las estrategias de adopción, porque estas cosas son tan revolucionarias que requieren un poco de educación por parte de la compañía hacia los potenciales consumidores, sean comerciantes o usuarios.
–Sí, es cierto, pero de nuevo, tratamos de guiarnos por la simplicidad, porque si necesito muchas palabras para explicar la utilidad de una idea nueva, no sirve.
Cuál es el negocio
–Entonces, con todas esas innovaciones, si yo le preguntara en qué negocio está MasterCard hoy día, ¿cuál sería la respuesta?
–Nos hacemos mucho esa pregunta. Estamos en el negocio de conectar compradores y vendedores. Ese negocio nos coloca en el corazón mismo del comercio. Para realizar bien esa tarea de conexión en el mundo actual tenemos que hacerla fácil, porque sólo si es fácil será útil a compradores y vendedores. Internet se está convirtiendo en un mercado inmenso entre compradores y vendedores y queremos que sea fácil operar en el mundo digital y también en el físico.
Si por ejemplo el sistema de subterráneos es el vendedor de ese servicio queremos que a los consumidores les resulte fácil comprarlo: por eso el “toco y me voy”, contacto mínimo. Pero además de conectar a compradores y vendedores damos información. Esa es un área que estamos explorando cada vez más. Le doy un ejemplo.
Una novedad muy poderosa es algo que se llama “en control”. Es un producto que fue ofrecido por una compañía irlandesa, de Dublín, y que permite al dueño de la tarjeta poner parámetros en su gasto. Usted puede decidir, por ejemplo, que no quiere gastar más de US$ 300 por mes en restaurantes. Cuando llega a US$ 295, le llega un SMS en su teléfono o un e-mail. Esa es sólo una utilización de parámetros.
–¿Cómo ve el futuro del negocio del crédito? ¿Hay margen de crecimiento? ¿Dónde?
–Uno de los grandes factores que están generando crecimiento en el mundo es el engrosamiento de las clases medias en todo el planeta. Todos los días hay gente que entra a la clase media por primera vez. Gente que obtiene empleo formal, que por primera vez está en nómina y necesita cuenta bancaria, crédito y ahorros. Ese movimiento de la sociedad en la clase media crea gran crecimiento en la tarjeta de de crédito.
Martin Lang, Country Manager, de Argentina “Venimos con atraso” Todos estos productos revolucionarios todavía no aterrizan en nuestro país –dice el CEO de la Argentina–. Tenemos programas de marketing que están en la vanguardia. En nuestro país el usuario es muy estimulado por emisores de tarjetas y por comerciantes, lo cual explica el fuerte uso que advertimos en estos últimos años. Podemos ver un increíble conjunto de beneficios que tal vez no sean tan fuertes en otras partes del mundo y hay muchos artilugios financieros para que la gente compre en cuotas. |