7,2% de crecimiento en 2008
El motor: 2007 fue el año del consumo público y privado
La actividad económica local se mostró muy dinámica en
2007, fruto de un consumo público y privado creciendo a niveles récord.
La dinámica del año pasado estuvo fuertemente marcada por las
elecciones presidenciales y precios internacionales altos.
En el primer caso, la aceleración del gasto público y el consumo
privado impulsaron la actividad comercial, sectores industriales relacionados
con el consumo privado y los servicios de transporte y comunicación,
aunque la incertidumbre hizo mella en la evolución de la construcción.
El contexto internacional y un buen clima hicieron del sector agrícola
el gran protagonista de 2007, que pasó de explicar 1% del crecimiento
en 2006 a 6% en 2007. Si bien las perspectivas para el sector son favorables,
subyacen algunas preocupaciones que ponen dudas en su evolución de mediano
plazo aun en un contexto internacional cada vez más favorable.
El arrastre estadístico para 2008 es alto (+3,6%) y esperamos que las
variables que impulsaron el crecimiento en 2007 se mantengan dinámicas
aunque en desaceleración. Estimamos para 2008 un crecimiento en torno
a 7,2%.

Cuentas nacionales
Crecimiento quinquenal que seguirá en 2008
La actividad económica se mostró muy dinámica el año
pasado, fruto de un consumo público y privado creciendo a niveles récord.
El arrastre para este año es alto. Por su parte, la inversión
continuó en alza aunque con un menor ímpetu al mostrado en años
anteriores, dejando abiertos algunos interrogantes de cara a 2008/09.
La actividad económica siguió mostrando gran dinamismo durante
2007. La misma registró una expansión de 8,7% en el tercer trimestre
y se espera crezca 8,6% en todo el año, superando nuevamente las expectativas
previas. De este modo se alcanzaría el quinto año de crecimiento
consecutivo, lo que constituye toda una novedad en la historia económica
argentina de los últimos 30 años.
La demanda con claros ganadores y perdedores
Como era de esperarse en un año electoral, se profundizó el sesgo
hacia el consumo. El consumo público y privado en conjunto mostraron
un incremento de 8,9% en 2007, aproximadamente 0,3 puntos porcentuales por encima
del incremento del PIB. Esto explica en parte el deterioro de los saldos comerciales
reales (en cantidades) y la aceleración de la inflación. De este
modo, ambos consumos mostraron un aumento en el aporte al crecimiento, explicando
6,8 % de los 8,6 % del crecimiento económico, mientras que en 2006 este
guarismo era de 5,6 % sobre 8,5 %.
La campaña electoral aceleró de manera notable el gasto público,
erosionando inevitablemente el superávit primario. Éste se ubicó
en 2,4% del PIB, cuando el año anterior fue de 1,2 puntos porcentuales
menos ($11.600 millones), recursos que se volcaron directamente al mercado local.
Así, el consumo público registró una predecible aceleración
durante todo el año, y alcanzó 8,4% interanual en el tercer trimestre.
El aumento del gasto estuvo explicado por las subas en las remuneraciones, jubilaciones,
subsidios e inversiones.
Por el lado del consumo privado, éste creció a un ritmo en torno
a 9% durante todo el año. Si bien muestra cierta estacionalidad política,
ya que parte del incremento del gasto se traslada al consumo privado, la mayor
parte del aumento está explicada en una masa salarial creciente vía
mejores sueldos y mayor empleo y un crédito al consumo creciendo a un
ritmo de 50% anual.
La inversión continuó su sendero expansivo, registrando un aumento
de 13,3% anual. De esta forma, la Inversión Bruta Interna Fija (IBIF)
consiguió una participación en el PIB de 22,5%, superando en 1,4
puntos porcentuales el máximo registrado en 1998.
Por su parte y continuando con la dinámica decreciente, las exportaciones
netas reales se redujeron 55% en 2007. Dicha reducción en el saldo comercial
real se debió a una demanda que crece muy por encima de la oferta y cuyo
mecanismo de ajuste es la caída en los saldos comerciales y una mayor
inflación.
Los últimos dos bloques, la inversión y la demanda externa, fueron
los grandes perdedores de un 2007 electoral. El aporte conjunto de estos dos
rubros al crecimiento pasó de 33,6% en 2006 a 20,8% en 2007.
La oferta y los acontecimientos relevantes
La evolución de la oferta no hizo más que reflejar los dos elementos
sobresalientes de 2007. Por un lado, el comportamiento de la demanda que, fruto
del año electoral, mostró un notable sesgo hacia el consumo local
y principalmente de bienes no comerciables. El segundo elemento fueron las abultadas
cosechas de 2007, sumadas a precios de commodities agrícolas
en niveles muy elevados. De este modo, la producción de bienes primarios
y el bloque de comercio y turismo explicaron 26,4% del crecimiento del producto
bruto (8,5 pp más que en 2006).
En la vereda de enfrente se ubicaron la construcción y la industria,
las cuales explicaron 24,9% del crecimiento de la producción (7,3 pp
menos que en 2006), aunque en realidad sus performances no han sido
malas. Ambos bloques están alcanzando una etapa de “maduración”
luego de cinco años de fuerte crecimiento. Para que vuelvan a tener la
relevancia de años anteriores deben darse ciertas condiciones macro que
garanticen un flujo de inversión mayor y de mejor calidad.
Perspectivas para 2008
La dinámica explicitada del PIB estaría dejando un arrastre estadístico
de 3,5 puntos porcentuales. Éste es el crecimiento que registraría
la economía de no desarrollarse ningún aumento en la serie desestacionalizada
durante 2008. De este modo, la actividad crecerá en 2008 7,2%, sustentada
en la continuidad de los altos precios de los commodities, la inversión
y el incremento del consumo que generará la reducción de la tasa
de desempleo a niveles cercanos a 7%.
Más allá de estos favorables guarismos, la dinámica de
2007 mostró algunos elementos preocupantes. Como hemos expuesto, el consumo
público y privado le quitó espacio a la demanda externa y a las
inversiones, justamente todo lo contrario de lo que han hecho países
que encararon proyectos de desarrollo exitosos. No quedan dudas de que mucho
tuvo que ver el año electoral, por lo que es esperable que se revierta
levemente este comportamiento en 2008, aunque no de manera significativa.
Mirando el largo plazo, si se desea continuar con tasas de crecimiento elevadas,
es importante generar un sesgo explícito hacia las exportaciones y las
inversiones.






| ¿Hay inversión productiva Si bien el actual proceso inversor es perfectible y tiene mucho para Cuestionamiento 2: La inversión en maquinaria y equipos Cuestionamiento 3: El componente público de la inversión Conclusiones 1- El ratio Q es el cociente entre el valor de mercado de
|
Sector fabril
La industria creció 7,3% y promete repetir
La actividad manufacturera consolidó su crecimiento, si bien en un escalón
menor respecto a 2006 (8,3%); lo que se explica tanto por las restricciones
energéticas como por el agotamiento de la capacidad ociosa y, por ende,
la necesidad de nuevas inversiones para seguir creciendo.
La actividad industrial tuvo un incremento en torno a 7,3% en 2007, mostrando
un menor dinamismo que en 2006, en gran parte debido a la desaceleración
exhibida entre junio y julio. Esta disminución en junio y julio estaría
configurando una “nueva” estacionalidad por las restricciones energéticas.
En octubre y noviembre se observó un adelantamiento de la producción
con el fin de generar stock para los meses más calurosos.
Por otro lado, se destacan fuertes disparidades dentro del Estimador Mensual
Industrial (EMI), sobresaliendo la industria automotriz. Si al EMI se le sacan
los aportes de la industria automotriz, se observa que el crecimiento promedio
se ubica en torno a 5%. Es decir, el crecimiento del “resto” de
la industria es 2 puntos porcentuales inferior al promedio total incluyendo
el sector automotor.
En términos sectoriales, la industria automotriz siguió liderando
el crecimiento y tuvo una expansión de 25%. Este sector se vio favorecido
por la devaluación del dólar en el mundo frente al resto de las
divisas y por el aumento sostenido de la demanda interna. Para el próximo
año se espera que esta dinámica continúe apoyada en mayores
exportaciones y en una mayor penetración en el mercado interno.
En el “resto” se destacó el crecimiento de las metalmecánicas
(9,2%) y la producción de caucho y plástico (8,3%). Por otro lado,
los sectores con peor performance fueron metálicas básicas
(–3,8%), papel y cartón (1,4%) mientras alimentos y bebidas se
ubicó algo por debajo del promedio del “resto”, con 4% de
variación. En la misma situación se encuentra el sector tabacalero,
que tuvo una variación de 4,9%. Sin embargo, este sector es muy volátil
por los cambios continuos en los impuestos que generan perturbaciones en la
demanda y la producción. En el caso de las metálicas básicas,
se registraron paradas para la ampliación de la capacidad instalada y
fue el sector que más se vio perjudicado por la falta de energía.
A pesar de que alimentos y bebidas tuvo un crecimiento inferior al promedio
y que productos químicos lo hizo en torno a la media, estos sectores
se destacan por la gran participación que tienen en el índice.
En efecto, representan 36,7% del EMI y aportaron, en conjunto, 2 puntos porcentuales.
Del crecimiento de los sectores durante 2007, podemos extraer que las principales
desaceleraciones se observaron en los sectores productores de minerales no metálicos,
tabaco y vehículos automotores, que registraron una disminución
en su ritmo de crecimiento de 7,7; 7,6 y 7,2 puntos porcentuales respectivamente.
Por otro lado, los sectores que mejoraron su dinámica en relación
a 2006 fueron el resto de las metalmecánicas al crecer a un ritmo de
9,2% desde un guarismo de 5,4% el año precedente; caucho y plástico
aumentó su ritmo en 2,3 puntos porcentuales y se ubicó en un andarivel
de 8,3% y; edición e impresión creció 7,2% en 2007 incrementando
su dinamismo en 1,7 puntos porcentuales respecto al año anterior.
La utilización de la capacidad instalada se ubicó en un promedio
de 73,9% durante 2007, aumentando 0,1 punto porcentual respecto de 2006. De
esta forma, el incremento en la actividad industrial se explicó por nuevas
inversiones. Como se puede apreciar en el gráfico inferior, la capacidad
instalada implícita creció 7,2% en el promedio de 2007.
Desde el punto de vista sectorial, se destaca el alto nivel de utilización
de la capacidad instalada en la industria de refinación de petróleo,
que se ubicó en 95,8% al aumentar 3,4 puntos porcentuales respecto de
2006. La otra industria que supera la barrera de 80% de utilización de
la capacidad instalada es la metálica básica. Sin embargo en este
sector se redujo la utilización desde un guarismo de 93,5% en 2006 hasta
uno de 88,5% en 2007, debido a las paradas para ampliación de las plantas.
También cabe destacar que, por las características de este sector,
la utilización de la capacidad instalada siempre se situará por
encima de 80%.
Por otro lado, el sector productor de caucho y plástico aumentó
3,6 puntos porcentuales la utilización de la capacidad instalada y se
ubicó en 2007 en 67,4%. Por su parte, la industria automotriz y el resto
de las metalmecánicas registran bajos porcentajes de utilización
de sus plantas, ubicándose en 53,1% y 62,2% respectivamente.
De cara a 2008, el crecimiento de la industria se ubicará en torno a
6,7%, motorizado por la dinámica del sector alimentos y bebidas y la
producción de sustancias químicas. Además, la industria
automotriz seguirá con su excelente performance, pudiendo aportar 2 puntos
porcentuales al incremento del EMI y el resto de las metalmecánicas continuará
con su dinamismo, principalmente por el mayor consumo interno.


Servicios públicos
El sector creció por la telefonía
El mayor crecimiento en el área se debe, en parte, al cambio de metodología
que remplazó la generación de gas y electricidad por el concepto
de demanda. A esto se agregó el fuerte aumento de la demanda de transporte
de pasajeros y de carga.
Apoyada en la demanda de servicios de comunicación y transporte, los
servicios públicos continuaron creciendo a buen ritmo. En 2007 el Indicador
Sintético de Servicios Públicos (ISSP) acumuló un incremento
en torno a 13,5% respecto a igual período del año anterior, mostrando
un comportamiento más dinámico que en 2006. Así, el ISSP
exhibió durante 2007 una aceleración de 3,9 puntos porcentuales
respecto al crecimiento registrado en 2006 (9,6%).
Al igual que en años anteriores, la telefonía fue el principal
motor del crecimiento y registró en 2007 un incremento de 23,1% interanual,
apoyado en la fuerte expansión de la telefonía celular que en
el período aumentó 30%. El sector de telefonía explica
7,2 puntos porcentuales (más de 50% del crecimiento del total de los
servicios) mientras que el resto de los servicios públicos explicaron
6,3 puntos. Así, la telefonía aportó 0,8 puntos más
que en 2006 y el resto aumentó su contribución en 3 puntos porcentuales.
Las mayores aceleraciones se registraron en los rubros relacionados al transporte.
Por un lado, el transporte de carga aumentó su crecimiento desde un guarismo
de 3,7% en 2006 a 12,2% en 2007. Así, su contribución al crecimiento
del ISSP pasó de 0,1 punto porcentual en 2006 a un andarivel de 0,4 puntos.
Dentro de este tipo de transporte, se destaca la suba que tuvo la carga transportada
en el servicio de aeronavegación comercial, que registró un aumento
de 65,2% mientras la carga transportada por ferrocarril subió sólo
4,4%. Por otro lado, el transporte de pasajeros exhibió una aceleración
de 7,3 puntos porcentuales, acumulando un incremento de 10,1%, y aportó
al aumento del ISSP 2,7 puntos porcentuales (en 2006 la contribución
había sido de 0,8 puntos porcentuales). También se destaca el
gran dinamismo en el servicio de aeronavegación comercial que registró
un aumento de 16,5%.
A su vez, la demanda de electricidad, gas y agua tuvo un aumento de 7,2%, apoyado
en las aceleraciones de las demandas de electricidad y gas natural, que registraron
aumentos de 7,7% y 8,3%, respectivamente (en 2006 los aumentos promedio habían
sido de 4,8% y 5,8% respectivamente). A este respecto cabe destacar que un mayor
aumento en la demanda no es necesariamente positivo, ya que se carece de la
infraestructura para poder satisfacerla.
Finalmente, el rubro peajes mostró un crecimiento de 6,8% en 2007, levemente
inferior al registrado en 2006. Sin embargo, por la baja participación
de este sector en el índice, su aporte fue igual al guarismo del año
anterior, 0,3 puntos porcentuales.
Para el presente año, el crecimiento continuaría sólido
(+10%) aunque en desaceleración. Los rubros que impulsaron los servicios
en 2007, transporte de carga y telefonía, continuarán dinámicos
de la mano de una producción industrial creciente y de la profundización
de todos los servicios derivados de la telefonía celular.


Construcción
Siguió la expansión, pero a menor ritmo
El sector creció en 2007 5,4% interanual, desacelerándose 10,3
puntos porcentuales respecto del crecimiento de 2006 consecuencia de problemas
puntuales en la Ciudad de Buenos Aires y cierta incertidumbre político-económica.
La construcción continuó con su expansión durante 2007,
pero a un ritmo inferior. En agosto de 2006 la actividad de la construcción
empezó su proceso de desaceleración, y en 2007 se ubicó
en un nuevo andarivel en torno a 6%. Esta baja en el ritmo de crecimiento fue
generalizada, ya que todos los rubros que componen al Indicador Sintético
de la Actividad de la Construcción (ISAC) registraron una merma en su
ritmo de crecimiento.
Las construcciones de viviendas y de otras edificaciones tuvieron un crecimiento
de 5% y 7% respectivamente, mientras que para 2006 dichos guarismos fueron de
15,7% y 19,4% respectivamente. La fuerte desaceleración en estos rubros
tuvo gran repercusión en el ISAC ya que estos dos tipos de construcciones
representan 77,4% del índice. Así, “viviendas” explica
6,5 puntos porcentuales de la disminución de 10,4 puntos en el ritmo
del ISAC y “otras edificaciones”, 2,4 puntos.
En el caso de las viviendas, las causas para la pobre expansión estuvieron
relacionadas con un factor estructural y otro coyuntural. La construcción
de viviendas se concentró en los últimos años en el segmento
premium, el cual en la actualidad se encuentra prácticamente
cubierto. Paralelamente, la rentabilidad que surge de construir y vender disminuyó
en los últimos años. Desde el punto de vista coyuntural, los inconvenientes
surgidos en varios barrios de la Ciudad de Buenos Aires en relación a
los permisos de edificación frenaron obras y detuvieron proyectos que
todavía no estaban en marcha, principalmente en los barrios de Caballito
y Palermo.
El rubro “otras edificaciones”, vinculado principalmente con actividades
productivas, detuvo su marcha fruto del año electoral y por las escasas
señales dadas por el ejecutivo en relación a la economía
post-electoral.
Las obras viales y las otras obras de infraestructura crecieron por encima del
promedio. El primer tipo de construcción, principalmente ligado a la
obra pública, se incrementó 7,5%, mostrando una desaceleración
de 4,6 puntos. Las obras de infraestructura tuvieron una merma en su crecimiento
de 11,4 puntos porcentuales y en 2007 mostraron una expansión de 7,4%.
Las construcciones petroleras continuaron con su magra performance,
mostrando una variación acumulada de 11 meses de 2,4% que compara con
3% en el promedio de 2006. La disminución en el ritmo de crecimiento
de este sector probablemente no haya alcanzado su piso, ya que por los cambios
en las retenciones esta situación se podría agravar.
Por el lado de los aportes al crecimiento, se destacan las construcciones para
viviendas y para otros edificios que, por su alta ponderación en el índice,
explicaron 3,9 puntos porcentuales del crecimiento de 5,3% que registró
el ISAC. Así, a pesar de que las obras viales y otras infraestructuras
mostraron un incremento superior a 7%, sus aportes fueron de 0,5 y 0,8 puntos
porcentuales respectivamente, contribuyendo conjuntamente en 1,3 puntos porcentuales.
Finalmente, las construcciones petroleras, que representan 5,1% del índice,
aportaron 0,1 puntos al crecimiento del ISAC.
Las proyecciones para 2008 son positivas con un crecimiento que rondará
7%. Los rubros significativos del ISAC mostrarían una leve aceleración
en función de la resolución de los problemas en la Ciudad de Buenos
Aires y un horizonte político económico un poco más despejado.


| A la búsqueda de nuevos negocios El modelo de crecimiento de los últimos cinco años está Proyección 2008 Oportunidades de mediano plazo
|
Sector agropecuario
Fuerte crecimiento por todos los cultivos
Si bien el sector creció a una tasa promedio de 10,6% interanual impulsada
por la excelente campaña agrícola, los sectores pecuario y lechero
muestran tendencias preocupantes de mediano plazo. Más allá de
los crecientes precios internacionales, las perspectivas para 2008 son conservadoras.
La actividad del sector agropecuario tomó impulso en 2007, creciendo
a tasas mayores que las del año anterior. La expansión de 6,4%
del tercer trimestre muestra una aceleración de 2,3 puntos porcentuales
respecto del tercer trimestre de 2006 (4,1%). Cabe señalar que el pico
de crecimiento del sector se da generalmente en el segundo trimestre, impulsado
por la liquidación de la cosecha gruesa (soja, maíz, girasol).
Por ello, si se consideran los primeros tres trimestres del año, el incremento
interanual asciende a 10,6%, 9,7 pp más que en el mismo período
de 2006 (0,9%).
Los precios internacionales en valores récord
En el año que pasó, los factores climáticos resultaron
muy favorables para la campaña 2006/2007 la cual concluyó con
un incremento de la producción de sus principales cultivos de 22,4% y
7,3% para el área sembrada, lo que implica una mejora en la productividad
por hectárea.
Dentro de los principales cultivos, la soja sigue liderando la producción
con un total de 47,5 millones de toneladas, seguida por el maíz, que
en esta campaña, presentó una mejora de 50,3% (21,8 millones de
toneladas). Por su parte, el trigo registró una producción de
14,6 millones de toneladas, la que lo ubica 15,9% por encima de la registrada
en la campaña anterior. En sentido contrario, el girasol mostró
una caída de 7,0% en su producción (3,5 millones de toneladas).
En los últimos años, se ha observado un importante crecimiento
del área sembrada total que pasó de 27,4 millones de hectáreas
en la campaña 2002/2003 a 30,7 millones de hectáreas en la actualidad.
No obstante, en el período se acentuó la tendencia al monocultivo,
pasando la soja de ocupar 46,1% del área sembrada a 52,6% en la campaña
2006/2007. Por otro lado, esta expansión de la frontera agraria implicó
un desplazamiento de la producción ganadera a tierras marginales.
Tensión en el mercado de la leche
En los primeros diez meses de 2007, la faena (sector vacuno) creció a
10,3% interanual, impulsando la producción hasta 2,6 millones de toneladas
res de carne (+4,7% anual). Estos resultados implican una aceleración
en el ritmo de crecimiento del sector, aunque cabe destacar que se incrementó
la participación de hembras en la producción, la cual promedió
47,1% en 2007; 5,4 puntos más que el año anterior. De mantenerse
esta tendencia en el tiempo se terminaría por comprometer la productividad
del sector como consecuencia de una reducción en los vientres.
En cuanto a la producción de leche, durante el segundo trimestre las
abundantes precipitaciones provocaron inundaciones en la zona productora por
lo que se contrajo fuertemente su oferta, lo que impactó en los precios
finales. Dado que se trata de un bien sensible en todas las canastas de precios,
en febrero de 2007 se creó el “Programa de estabilización
de precios de productos del sector lácteo destinados al mercado interno”.
Con el mismo se buscó evitar una suba del precio y una mayor contracción
de la oferta en el mercado interno a través de nuevos subsidios e imposiciones
a la exportación.
Paralelamente, se produjo una importante suba en el precio internacional de
la leche en polvo, producto de una caída en los subsidios que reciben
los productores de algunos países europeos, alcanzando a US$ 5.500 por
tonelada. Rápidamente, las autoridades fijaron un precio de corte de
US$ 2.100 por tonelada. Los productores que exportaron percibieron ese monto,
mientras que el excedente pasó a formar parte del fondo de compensaciones.
Así, la cantidad de leche en polvo vendida al exterior cayó 55%
en el año. El precio de corte acaba de elevarse a US$ 2.770 por tonelada.
Controles de precios
Los controles de precios en el sector vacuno y lácteo se están
traduciendo en datos que ponen en duda el abastecimiento normal de estos bienes
en el mediano plazo. El avance de la agricultura sobre la ganadería y
la liquidación de vientres ponen de manifiesto el desinterés de
los productores en ofrecer la “carne argentina”, producto que ganó
cierto espacio en los últimos años. En el caso lechero, el cierre
de 2.000 tambos en los últimos tres años (–15%) es una señal
de que la rentabilidad está menguando y está empezando a impactar
en la producción primaria que en 2007 caería 9%. De modo que,
medidas que buscan congelar precios, podrían tener un efecto estructural
contrario en 1 ó 2 años.
El único bloque primario que no muestra consecuencias graves relacionadas
con las políticas intervencionistas de la actual administración
es el productor de granos y sus derivados, consecuencias de los elevados precios
internacionales. Recordemos que en vistas a los elevados precios internacionales,
a mediados de noviembre de 2007 el Gobierno nacional autorizó un aumento
de los derechos a la exportación para los principales productos primarios
y las manufacturas de origen agropecuario (MOA). De todos modos, no habría
que perder de vista la profundización de la tendencia al monocultivo
sojero, que erosiona la tierra y reduce su productividad.
Perspectivas conservadoras para 2008
Por el lado de la campaña agrícola 2007/ 2008, las estimaciones
de producción hablan de un posible crecimiento de 5% para este año,
que volvería a alcanzar un valor récord en toneladas. Sin embargo,
la falta de agua en las principales zonas productoras estaría poniendo
en peligro las cosechas de trigo, maíz y soja, que podrían resultar
en pérdidas de entre 20% y 40% de no llover en los primeros días
de 2008.
El fenómeno de la Niña (la corriente marítima) no sólo
reduciría la producción sojera argentina sino que también
tendría efectos en Brasil, especialmente en el estado de Rio Grande do
Sul. De no mejorar el régimen hídrico en la región, se
resentirá la productividad. Esta incertidumbre sobre la evolución
climática empujó al alza a los precios internacionales.
Otro acontecimiento climático de importancia fueron las heladas que afectaron
la cosecha de trigo, generando una dispar reducción de los rindes –aun
dentro de una misma zona– según la etapa evolutiva del cereal en
el momento en que transcurrieron.
Por su parte, el mercado de las carnes también se enfrentará a
estímulos cruzados. Desde fines de noviembre, China reconoce a la Argentina
como libre de fiebre aftosa autorizando la importación de bovinos, porcinos,
ovinos y sus subproductos. Esta medida podría repercutir de forma positiva
en el país aunque no mejoraría significativamente los rendimientos
de los productores, los cuales continúan enfrentando restricciones para
exportar.
Para el caso del complejo lechero, no se esperan cambios significativos. El
levantamiento de los productores, buscando un precio que les garantice una rentabilidad
razonable, no despeja un horizonte lleno de dudas. De este modo, no debería
sorprender que la producción de leche primaria siga cayendo en 2008.



| El precio de los commodities Factores de corto y largo plazo confirman que la escalada de los precios ¿Qué factores incidieron en la suba de los commodities? Factores estructurales:
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