Dos Anclas, de la sal hacia una marca de alimentos

    ¿Por qué una marca centenaria y
    líder en su mercado se arriesgó hacia otros segmentos con fuertes
    competidores? Vislumbramos que el de sal de mesa es un mercado maduro que
    crece solamente por el aumento de la población, con dos marcas muy bien
    posicionadas y fuertes. Por eso quisimos incursionar en nuevos mercados a
    través de la marca Dos Anclas como paraguas, explica Sergio López,
    gerente comercial de la compañía.
    Las nuevas ideas implicaron modificar el negocio, de la sal hacia el sabor, y
    buscar un posicionamiento con el eslogan Dos Anclas da vida al sabor
    a tus comidas.
    Los primeros lanzamientos, a fines de los 80, fueron los de sales con
    hierbas, a los que debían seguir otros en plazos relativamente cortos, pero
    la crisis económica y la hiperinflación congelaron los proyectos. En 1993 la
    compañía lanzó la sal con menor contenido de sodio, un segmento que López
    caracteriza como no muy grande en volumen pero sí muy bueno en términos de
    valor agregado y de un producto más sano. Tres años más tarde, la firma
    volvió a apostar a esa incipiente diversificación con líneas de especias en
    sobre.
    Después de esos lanzamientos, hicimos estudios para ver hasta dónde podíamos
    expandir la marca Dos Anclas, y los resultados fueron muy buenos,
    porque es una marca muy sana, muy reconocida, vinculada a las comidas y al
    sabor. Lo que más cerca estaba eran los sazonadores líquidos, vinagres,
    acetos, aceite de oliva, expresa López.
    Primero sacaron los vinagres clásicos de vino, alcohol y manzana y, a fines
    del año pasado, los tres productos gourmet: un aceto,
    un vinagre de cabernet
    sauvignon
    y un aceite de oliva extravirgen.
    Los aderezos líquidos se diferencian con la marca Alta Vía, pero
    siempre bajo el paraguas de Dos Anclas, que sigue figurando en el
    packaging.

    Crecer poco a poco
    Con la incursión en nuevos segmentos, también se modificaron los
    competidores. López destaca que en sal la marca es líder con 42% del mercado,
    con un competidor fuerte (Celusal) y marcas
    regionales que presentan una dura competencia. En los vinagres clásicos
    agrega, hay un competidor, Cocinero, con muchos
    años en el mercado y una marca muy fuerte, pero no hay otras marcas muy
    posicionadas. El mayor desafío es en el aceite de oliva. La competencia es
    durísima. Hay marcas muy fuertes y muy bien posicionadas, reconoce. El
    objetivo de la firma para el primer año era alcanzar 6% del mercado y, según
    López, lo están logrando.
    El próximo lanzamiento será un nuevo envase de aceite de oliva, aunque la
    idea es ir más allá con otros productos. La marca todavía tiene
    potencialidad para crecer hacia otro tipo de alimentos, pero necesitamos
    tiempo para que el consumidor pueda percibir los beneficios de estos
    productos y nos vaya dando valores para seguir apoyándonos en nuevas
    propuestas para que Dos Anclas sea una marca de alimentos. Para poder
    crecer en otros segmentos, primero tenemos que fortalecernos en los que
    tenemos, dice el gerente, que reconoce que es más fácil ganar mercado y
    crecer en volumen que afianzar la marca en la mente del consumidor.
    Tiene que haber por lo menos dos años para poder hacer equilibrio en este
    nicho de mercado y que estemos preparados para otro tipo de productos. Ponerle
    plazos es complicado y depende un poco de las cosas que hagamos bien para
    acelerar estos procesos, pero a veces hay que corregir las estrategias,
    señala. Y concluye: Para ser creíble es fundamental ir creciendo poco a
    poco.