Dos senadores demócratas acusaron al secretario de Hacienda, Paul O´Neill, de causar “confusión internacional”, con la imprecisión de sus comentarios. Señalaron a Brasil y la Argentina, entre otros, como los más perjudicados.
El subsecretario John Taylor, encargado de conducir la política exterior de O´Neill, sostuvo que Hacienda había asumido la decisión de cooperar con los gobiernos que adoptaran “buenas reformas fiscales”. Eso alcanzaba a Brasil y otras naciones. El cruce ocurrió en una audiencia convocada por el panel de Comercio Internacional y Finanzas para escuchar a fuentes oficiales y analistas privados sobre la política hacia Latinoamérica.
Los senadores Evan Bayh y Paul Sarbanes, presidentes del panel y la comisión respectivamente, leyeron varias declaraciones de O´Neill que, luego, la propia oficina del secretario tuvo que “aclarar” para evitar una aun peor repercusión internacional. Sarbanes mencionó a Brasil como el mercado más afectado luego de que O´Neill dijera, el 21 de junio, que no le parecía una “idea brillante” destinar dinero de los contribuyentes a un país con incertidumbre política. Tres días después, Hacienda “aclaró” que Brasil estaba implementando “políticas económicas apropiadas”.
En julio, previo a la visita a Brasil, la Argentina y Uruguay, manifestó su preocupación porque la ayuda exterior a esos gobiernos no “terminase en cuentas suizas”. La tensión diplomática con Brasil casi anula el viaje. Tres días más tarde, el propio O´Neill “aclaró” sus afirmaciones. Días después, sin embargo, Brasilia recibía del FMI una línea de crédito sin precedentes por
US$ 30.000 millones, y Montevideo logró una ampliación de la suya a US$ 1.500 millones.