“El país va a ser sustentable en un régimen de economía abierta”

    -¿Qué son los lineamientos para fortalecer las fuentes de crecimiento económico?


    -Es un proyecto muy ambicioso del Ministerio de Economía que abarca, entre muchas otras cosas, el estudio a cargo de la Cepal. Nuestro análisis no hace referencia a cuestiones centrales de la economía como son la reforma del Estado, las políticas sociales, la infraestructura o los programas de inversiones, sino que pone sobre la mesa nuevos elementos de juicio para que sean tenidos en cuenta a la hora de la toma de decisiones. Explica lo que sucedió en el país en los últimos años y fija lineamientos en términos de fortalecimiento institucional que fomenten el crecimiento. Los esfuerzos de este estudio están concentrados en el sector real de la economía, con especial énfasis en las cadenas agroindustriales.


    -El estudio está en marcha desde julio y la primera etapa -de análisis- finaliza en marzo próximo. ¿Cuál es el balance que puede hacerse hasta el momento?


    -Queremos llegar a marzo con una base informativa que hoy no existe. Estamos realizando encuestas entre 2.500 empresas del ámbito tecnológico, y entre otras 500 grandes empresas en términos estratégicos. Trabajamos con el Ministerio de Trabajo, para la utilización de su base de datos en lo relativo al empleo. Y con el Indec, para el censo agropecuario que se está llevando a cabo. Ambas herramientas, van a posibilitar una mejor base informativa con datos microeconómicos que, a la vez, brinden una perspectiva macro.


    -El primer concepto que plantea el estudio es el de la “nueva identidad productiva” de la Argentina. ¿Qué significa esto?


    -El país ha tenido un avance espectacular en insumos básicos como aluminio, siderurgia y petroquímica. Lo que le ha costado es construir tramas productivas que aprovechen estos recursos para realizar productos diferenciados. Hay algunos elementos que muestran que eso es factible, como pasó con las golosinas, los vinos finos y los aceites. Pero creemos que no existe articulación entre esos recursos y la excelente capacidad humana, residente en la Argentina. La nueva identidad productiva significa aprovechar la mejor infraestructura que tiene el país en telecomunicaciones y energía, en sintonía con la alta calificación de la gente y los excelentes recursos naturales.


    -La idea de captar el mercado internacional a través de las exportaciones está fuertemente presente en el estudio. ¿Cuál piensa que será la postura de la Argentina frente al Alca y el Mercosur y qué cree que hará el gobierno de Lula Da Silva en este sentido?


    -Creo que la Argentina va a ser sustentable en un régimen de economía abierta. La consistencia de la macroeconomía requiere una estrategia exportadora fundamental para el desarrollo. El Mercosur es simplemente la cuestión más elemental del comercio internacional, ya que es nuestro mercado vecino y es enorme. En ese sentido, el estudio se limita a analizar las condiciones de la oferta de productos agrícolas y servicios. En cuanto al Alca, la integración con la Unión Europea y el acceso a los dinámicos mercados asiáticos, creemos que son temas fundamentales pero escapan al alcance del proyecto. De todas maneras, creo cierta la posibilidad de aumentar los mercados existentes y adquirir otros nuevos, aunque primero se tienen que generar cambios en la oferta y, al mismo tiempo, mejorar las relaciones internacionales. Nadie regala sus mercados a productos no diferenciados. Para avanzar en este aspecto es vital desarrollar una fuerte interacción entre el sector público y el privado. Con respecto a Lula, creo que va a apoyar al Mercosur, un espacio muy viable si se lo replantea como de economías de escala y especialización.


    -El documento habla de tender a la especialización y a la diferenciación de productos en las actividades industriales. Además, se menciona el desarrollo de productos de alto valor agregado en el campo de los servicios. ¿Cuáles serían los sectores a incentivar en cada caso?


    -En el caso de los servicios, el desarrollo de software, los bienes culturales y el diseño; pero además hay muchos otros que deben organizar su producción como bienes transables. Por ejemplo, la Argentina tiene fuertes posibilidades en áreas de telemedicina.


    En cuanto a la especialización, cada actividad industrial debe encontrar su patrón. El país posee capacidades competitivas prácticamente en todas las ramas industriales, pero esto no significa que tenga que cerrarse y ser autosuficiente en todo. La Argentina tiene mucho para hacer en metalmecánica, en bienes de capital y en la química fina. En definitiva, debe encontrar un patrón de especialización que no esté concentrado en pocas actividades.


    -¿Cuáles son los bienes y servicios factibles de ser sustituidos?


    -Éste es un tema muy interesante. La tendencia habitual es a pensar que se cerró la economía y que ahora se va a producir como 20 años atrás. No se tiene la menor idea de la dinámica del cambio. Ha habido procesos de aprendizaje; la gente conoce dónde está la frontera técnica internacional. Y la capacidad para producir de la Argentina está cercana a esa frontera. Muchos empresarios se sorprenden de cómo se están generando algunos procesos de sustitución, con productos que responden a criterios de calidad y diseño de una economía abierta. Yo no creo que haya una persona que haga una inversión y tome recursos humanos, pensando que la Argentina va a tener una economía cerrada a largo plazo.


    -¿Qué dice hasta ahora el estudio sobre la evolución del mercado de trabajo? ¿Cómo se revertirán las cifras que hoy indican el nivel de desempleo en el país?


    -Vamos a trabajar en el tema del empleo pero, lamentablemente, no creemos que sea una cuestión que se pueda resolver rápida y fácilmente. A largo plazo nuestra propuesta descansa en generar un aparato productivo que sea un fuerte inductor para la creación de empleo formal basado en la calificación del recurso humano. Pero no somos ingenuos como para creer que porque uno tenga clara esa estrategia, en pocos meses se resolverá el tema. La Argentina tiene un problema muy serio en el mercado de trabajo donde, además de esta especialización natural y sustentable en el tiempo, se deben buscar todo tipo de mecanismos para que la gente recupere la dignidad en el corto plazo. En verdad, hay muchas actividades que no responden a los criterios de alto valor agregado y diferenciación en las que se pueden encontrar nichos para crear empleo. Ése debe ser un punto central en la agenda de política económica.


    -¿Cuál es su opinión sobre la receptividad que tendrá el estudio en el próximo gobierno, sea cual fuere su presidente? A propósito, ¿se lo han presentado a alguno de los precandidatos?


    -Este proyecto puede servir para cualquiera de los precandidatos. Es un bien público que estará disponible. A todos aquellos que participen de la contienda electoral se les suministrará la información que surja. Varios de ellos están al tanto del estudio, pero no hay un vínculo particular con ninguno, como tampoco existe exclusión alguna.


    -¿Qué recursos económicos existen para este proyecto?


    -El proyecto cuenta con la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo que aportó US$ 500.000. Pero, además, el organismo de crédito analizará los resultados del estudio para la futura implementación de programas de apoyo.