Hosting es el servicio de alojamiento de portales y sitios web en la infraestructura tecnológica de un proveedor externo, que ofrece servicios de espacio en servidores, comunicación y protección frente a problemas de seguridad. Hay distintos tipos de hosting. Están los “compartidos”, que son aquellos que almacenan distintas cantidades de páginas en un mismo servidor, y también está el hosting “dedicado”, que posee un servidor exclusivo del cliente por cuestiones de seguridad o de necesidad operativa.
Si bien este servicio se realiza para los portales más conocidos, también se brinda para aplicaciones bancarias (todo lo relacionado a la banca electrónica), y para aplicaciones que son accedidas por terceros a través de intranets o extranets. Por este servicio, generalmente, se pauta un abono mensual que está asociado a la cantidad de megas que ocupa la información que se está sosteniendo.
Hace unos meses, la decisión de hostear en un país o en otro estaba relacionada con el lugar en el que se encontraba la mayor cantidad de usuarios que accedían al portal. La idea era estar cerca de los usuarios. “Como la Red se genera en Estados Unidos, cuanto mejor interconectado estás con ese país, mejor respuesta va a tener el sitio en cuestión. Por interconectividad y por costos, en una paridad uno a uno, muchos se volcaban a hostear allí”, señala Roberto Castro, director de Cuentas Corporativas de Netizen.
Sin embargo, frente a la necesidad de mantenerse en la estructura de costos locales, sitios empresariales y particulares hospedados en el exterior comenzaron a regresar a la Argentina. “Apenas empezó la devaluación, relanzamos el servicio de hosting. Hicimos planes más económicos, bajando los precios en pesos. Y realmente la respuesta fue muy buena,” señala Diego Babenco, gerente de Marketing de Inter.net.
“Hay muchos casos de repatriación de sites porque, ahora, en Estados Unidos los precios resultan 100% más caros. Por otro lado, muchos tratos se cerrarán en el país al no poder enviar divisas al exterior”, completa Babenco. Los pasos para modificar el alojamiento de un sitio son simples y no deberían tomar más de 72 horas. Además, migrar un site de Estados Unidos a la Argentina no implica un cambio de dominio. La compañía puede seguir utilizando su terminación “.com” y hostear acá, sin tener que resignar ese dominio y cambiarlo por “.ar”. Lo único que debe hacerse es avisar a la Cancillería argentina dónde está hosteado el sitio de marras.
Tecnología disponible
Tras el desarme económico y la ruptura de la paridad uno a uno, las empresas observaron que los servicios brindados en nuestro país eran razonablemente similares. Esto es así porque la tecnología del hosting creció en gran medida en la Argentina. “En cierta forma, la crisis se ha transformado en un beneficio; es lo mismo que ocurre con otros productos que se fabrican aquí. Debido a una ventaja de costos, originalmente era usual contratar servicios de este tipo en el exterior. El impacto de la devaluación dificultó la continuidad de las contrataciones de hosting en el exterior”, indica Babenco.
Finalmente, al dispararse los precios en dólares, el hosting nacional resultó una muy buena opción porque la tecnología para brindar un servicio de calidad está disponible. “Este es un rubro en el que puede competir con un alto nivel de calidad y de precio. Somos una opción absolutamente válida para cualquier tipo de solución, desde la más chica a la más grande”, enfatiza Castro. “Si bien hay insumos de hardware en dólares, la operatividad hace que la oferta pueda ser pesificada”, finaliza el directivo de Netizen.
