Lejos aún de la transformación digital

    Para realizar este estudio, que se enmarca en el lanzamiento de la nueva unidad de DDB (Deep Digital Business) de Llorente y Cuenca (LLYC), se ha consultado a más de 200 ejecutivos de marketing y comunicación de grandes compañías pertenecientes a 16 sectores y 12 países de Europa y América.

    El documento trata de descubrir en qué etapa se encuentran las empresas dentro del viaje que supone la transformación digital, que va más allá de la digitalización, ya que implica un cambio cultural. Para ello, se establecen cuatro fases, desde la actividad mínima de la marca en el entorno digital hasta la evolución máxima que una compañía puede alcanzar en la automatización de sus procesos. Aunque el 41% de los encuestados se percibe avanzado o experto, el informe arroja las siguientes conclusiones:

    • El 34% de las empresas desarrolla prácticas propias del estado más inicial de la transformación digital (Digital Being).
    • El 22,2% se ubica en el segundo nivel (Digital Optimization), afinando herramientas y procesos digitales.
    • El 33% considera que está en un estado avanzado (Digital Data Driven), en el que se adaptan al entorno digital las actividades de sus diferentes áreas de negocio, así como procesos o plataformas.
    • El 10,8% alcanza el grado más alto (Deep Digital) y opera ya con una visión de planificación y ejecución completamente digital.

    Es decir, la mayoría de las compañías no ha llegado todavía a la mitad de su proceso de transformación digital.

     

    Turismo y entretenimiento, a la vanguardia

    Por sectores hay grandes diferencias. Turismo y Ocio (aerolíneas, plataformas de viaje o empresas de entretenimiento) es el mejor ubicado. Un 30% de las empresas encuestadas de ese segmento está en la fase más alta. Le siguen Tecnología y Telecomunicaciones y Consultoría y servicios legales, con casi un 20%. En cambio, el sector público aparece como el más retrasado, con un 70% de las compañías en el estado más inicial de la transformación digital.

    Del informe se pueden extraer otros datos:

    • El 57% de las empresas se enfocan más en ellas mismas que en las personas (clientes, empleados o stakeholders), cuando son los protagonistas de su negocio y la base de su éxito. La mayoría no tiene una estrategia people centered.
    • Las empresas con un mayor grado de transformación digital generan más negocio a través de sus canales digitales: más del 70% de las compañías que se encuentran en la fase de Deep Digital ya genera más del 20% de los ingresos por esa vía.
    • A pesar de que su papel es clave, el 73% de los equipos de Marketing y Comunicación no utiliza modelos de inteligencia artificial en sus comunicaciones o campañas.

     

    Todavía falta centrarse en las personas

    El estudio concluye que las empresas e instituciones necesitan desplazar el foco de atención de ellas mismas hacia las personas para conectar con ellas. Además, deberían intensificar su viaje hacia un auténtico proceso cultural de transformación digital que implica el Deep Digital Journey para crecer en la generación de su negocio digital. Solo las empresas que evolucionen en esa dirección estarán preparadas para este momentum digital y para anticiparse a su entorno.

    Adolfo Corujo, Chief Strategy and Innovation Officer de LLYC, sostiene: “La verdadera transformación digital que implica el Deep Digital Journey está ligada a procesos complejos de transformación cultural y no solo a avances tecnológicos o a la digitalización de ciertas prácticas. Las empresas están haciendo un enorme esfuerzo para evolucionar y adaptarse a la disrupción digital, pero en el camino se encuentran con resistencias lógicas de un cambio que es más profundo y radical de lo que parece”.

    Por su parte, Ibo Sanz, Global Tech & Digital Strategy de LLYC, destaca: “Los departamentos de Marketing y Comunicación tienen un rol fundamental en el fenómeno de la transformación digital y en los avances en los procesos de digitalización. Su trabajo como responsables de la interacción entre las marcas y las personas que les importan los sitúan en el centro de la exposición de la disrupción provocada por las tecnologías exponenciales”.


    Cambios profundos tras la pandemia

    Los desafíos de la digitalización en salud

    Con mayor o menor velocidad, las instituciones de salud del mundo están avanzando hacia la transformación digital. Pero este fenómeno es relativamente nuevo. Mientras el retail y otros sectores abrazaron ya hace tiempo la digitalización, el sector de la salud se encontraba más rezagado.

     

    Por André Felipe De Souza Silva (*)

    Tanto en el proceso de admisión como en la estadía de los pacientes, el 70 % de la información que recibían las instituciones sanitarias correspondían a documentos impresos como órdenes de tratamientos, credenciales, historias clínicas y estudios médicos.

    Fue el inicio de la pandemia mundial de Covid–19 lo que cambió el comportamiento social de las personas y aceleró el proceso de digitalización en las empresas sanitarias.

    Un informe reciente del Instituto Global McKinsey proyectó un crecimiento exponencial tanto de la digitalización de las historias clínicas como de los dispositivos personales que permiten monitorear variables médicas y las farmacias online, entre otros ítems.

    Pero ya en abril de 2019, la Organización Mundial de la Salud publicó sus primeras directrices para mejorar la atención en el área a través de las tecnologías digitales, herramienta que considera con un potencial clave para contribuir a alcanzar la cobertura universal de salud. Entre sus múltiples ventajas, la digitalización en materia sanitaria puede hacer más precisa la atención, garantizar el acceso y empoderar a los pacientes.

    La telemedicina, la punta del iceberg

    Hasta hace un poco más de un año hablar de telemedicina parecía un evento de ciencia ficción mientras que hoy la consulta virtual es moneda corriente y permitió en muchos casos sostener la atención médica durante los períodos más duros de aislamiento.

    Sin embargo, la telemedicina es solo la punta del iceberg de la digitalización de la salud, porque la misma implica también capitalizar las alternativas tecnológicas disponibles, ya sea a través de aplicaciones, páginas web, sistemas de información digitalizados, realidad virtual, robótica, inteligencia artificial y análisis de datos.

     

    Captura inteligente de datos

    En este sentido, los desafíos para las instituciones del sector están relacionados con la gestión eficiente de datos y la disponibilidad inmediata de la información para poder ser enviada; siempre teniendo en consideración el requisito de confidencialidad que preserva la privacidad y seguridad de los pacientes.

    Es por eso que todos los establecimientos de salud del mundo están avanzando hacia la captura inteligente de datos. Según información recopilada recientemente, el 75% de las organizaciones ven como importante o muy importante para su organización la automatización de los procesos.

    Al digitalizar los documentos que llegan de fuentes externas o aquella documentación que se genera durante la estadía en el hospital, se reducen los riesgos de errores en un 50%, se agilizan los procesos, se garantiza el almacenamiento seguro de datos y se aumenta la productividad en un 41%.

    El proceso de automatización puede darse tanto en la digitalización de las historias clínicas –centralizando datos claves de cada paciente que se encontraban en distintos formatos– como en el back office abarcando los sectores de personal, finanzas y farmacia.

     

    Cinco predicciones para 2025

    Todas las empresas del sector deben tomar conciencia de que seguir apostando por la digitalización resulta clave para mantener la competitividad y que la demora en su aplicación supone perder una ventaja competitiva.

    Las cinco predicciones sobre el sector salud para 2025 son:

    • Muchos de los contactos médico–pacientes se realizarán de manera virtual y serán informados con evidencias del entorno real.
    • Los individuos estarán mejor informados sobre su perfil genético, su salud actual y posibles enfermedades futuras.
    • El hogar será el lugar habitual para el cuidado/seguimiento rutinario de la salud. Los hospitales y clínicas estarán reservados para el tratamiento especializado, traumatología y emergencias.
    • Las autoridades gubernamentales de cada país buscarán fomentar la digitalización del sistema de salud a escala nacional, para lograr un sistema solidario y federal, en el que todos los ciudadanos tengan acceso a la información.
    • Más del 70% de las personas realizarán una consulta virtual por telemedicina.

    La digitalización de la salud ha llegado para quedarse y promete grandes beneficios tanto para los profesionales sanitarios como para los pacientes.

     

    (*) Especialista Técnico de Kodak Alaris