Pero desde la perspectiva de lo fáctico, no siempre es fácil responder con celeridad y con la estrategia adecuada. Comprender intelectualmente es una cosa y reaccionar de inmediato y con la estrategia oportuna, es otra muy distinta.
Esta reflexión tiene un buen marco cuando se repara en tres investigaciones que se desarrollan en esta edición. Productos periodísticos usuales en Mercado, pero que obligan a cambios sustanciales en el trabajo periodístico. Hay grandes cambios en todos ellos, de un año para el otro.
El primero de estos capítulos está referido a los bancos, al tránsito de lo tradicional a lo novedoso, a la cooperación y competencia con las fintech.
(A partir de la página 16)
En la última década, las expectativas de los consumidores evolucionaron de forma radical y los servicios al cliente limitados a las horas de atención al público de sucursales ya no son aceptables ni están a la altura de sus necesidades dinámicas. La tecnología financiera (“Financial Technology”) está en ascenso, acelerando los caminos para que los clientes satisfagan sus deseos y revolucionen el “status quo”.
Según un estudio de PwC Argentina, la cooperación se fortalece rápidamente: el 75% de los bancos y fintech mantienen una relación de colaboración, tendencia que se incrementó especialmente en los últimos dos años.
“Siempre que llovió paró”, repiten usualmente los directivos del sector bancario, aludiendo a la enorme capacidad de reinvención del negocio. El futuro es siempre incierto y suele generar angustia. Pero en el territorio financiero, menos.
A pesar de ser un sector tradicional, caracterizado como antiguo y conservador, ha demostrado rapidez e imaginación en abrazar nuevos modelos de negocio y en actualizarse muy velozmente.
Transformaciones en una actividad tradicional. El “nuevo” negocio del seguro.
(Se despliega desde la página 34)
En el actual escenario, hay tres actores que juegan un papel central en la tradicional actividad de seguros. Uno es el avance de las insurtech, compañías de tecnología en seguros, que han establecido una nueva marca de recaudación a escala global. Luego la crisis de Covid–19 que aceleró la necesidad de una transformación digital en el sector.
Si algo ha quedado claro a raíz de esta crisis, es que la tecnología está jugando un rol cada vez más importante en la evolución de la actividad de seguros. Y los distintos actores del sector deberán adaptarse rápidamente, si es que quieren mantenerse a flote en el mundo post pandemia.
Las insurtech son objetivos de adquisición para una variedad de empresas, incluidas las aseguradoras tradicionales, las fintech e incluso otras insurtech. Así en 2020 se vio una actividad sostenida de fusiones y adquisiciones.
En la Argentina, frente a la pandemia y la crisis económica, las compañías aseguradoras reaccionaron rápidamente al cambiar los seguros clásicos por otros más específicos, que pueden modificarse en cualquier momento de acuerdo a las oportunidades de negocios o capacidad productiva de sus clientes.
Fue así como se impusieron los seguros “a medida”, en los que el asegurado puede cambiar o dar de baja módulos en cualquier momento –no necesariamente cuando venza la póliza– de acuerdo a sus oportunidades de negocios o capacidad productiva.
Nueva versión del Quién es qué: redefinición del sector consultoría
(Se desarrolla desde la página 64)
Podría llamarse “la gran disrupción”. Se personalizaron las interacciones con los clientes y hubo un cambio total en las cadenas de suministro. Una de las consecuencias –poco analizadas– ha sido una nueva concepción en el desarrollo del negocio de consultoría general.
Los clientes han entendido que para comprender lo que pasa y cubrir las necesidades de talento digital, de inmersión en procesos innovadores y de estrategias de desarrollo sustentable, hay que recurrir a los consultores tradicionales, pero para hacerles nuevas preguntas. Al mismo tiempo, el clásico paradigma de la consultoría está mutando.