Auren
Visión global y multidisciplinaria
Mariano Alvarado, socio director de Consultoría
Vivimos en un contexto cambiante, acelerado y digitalizado y no hay empresa ni modelo de negocios que no sienta los efectos de estas tendencias disruptivas. Esto obliga a que la consultoría adapte su modelo de negocio a las nuevas necesidades del mercado y de las empresas.
El mundo de la consultoría está inmerso en una transformación tecnológica y el servicio gira hacia la innovación, digitalización y robotización. Estamos frente a un contexto de cambios vertiginosos, frente a una revolución digital, fenómeno de alcance ilimitado que está cambiando profundamente las formas de trabajar, la estrategia, los servicios y el negocio.
Hoy la consultoría debe adaptarse a esta era digital con un visión global e integral, y complementarse con las nuevas competencias para lograr implementar soluciones en un mundo en contante cambio. Es un importante componente del mundo empresarial, una pieza fundamental en el proceso de innovación, crecimiento y desarrollo.
Cada vez más se requiere de equipos y servicios multidisciplinarios, mayor tercerización de procesos, de selección, de digitalización, de innovación para alcanzar los objetivos y optimizar tiempos y resultados. La consultoría continuará creciendo a escala mundial y local y el reto de ayudar a las empresas a transformase y ser competitivas en el mercado es una oportunidad de evolución.
El empresario necesita una solución integral con valor agregado. El consultor debe entender el “todo” de una compañía y brindar servicios multidisciplinarios. Desde asistir en definir la estrategia; realizar estudios de competidores, asesorar en alianzas, absorción/fusión o compra de empresas, definir funciones y responsabilidades, identificar talentos, asistir e implementar herramientas tecnológicas, desarrollar procesos, dar capacitación actitudinal, también asistir en financiamiento, y en el desarrollo de negocios.
Hay nuevos y grandes desafíos en todos los campos de la consultoría, asociados a lograr y mantener el equilibrio entre tecnología, calidad, servicio e innovación.
BDO
Capacitación constante
Sergio Crivelli, Managing Partner
La tendencia global de consultoría apunta a la transformación digital en sentido amplio. Esto significa trabajar con los clientes en analizar cómo podrían impactar en su negocio las nuevas tecnologías, lo que podría derivar en un cambio radical de su estrategia para no desaparecer o bien cómo pueden ser más eficientes y competitivos a través de ellas.
La mayor incidencia de la tecnología también abre un espacio para la consultoría en ciberseguridad.
En nuestro país a partir de los hechos de corrupción se abrió una oportunidad para trabajar con las empresas en programas de integridad que sirvan para prevenir y para crear una cultura ética en las organizaciones. En algunos casos esto será fundamental para recomponer la imagen y subsistir.
Hoy, la velocidad de los cambios requiere que los consultores deban tener una formación más amplia y una gran capacidad de adaptación y aprendizaje. Ya no alcanza con ser un especialista en determinada materia si no se es capaz de innovar en forma continua y reconvertirse a medida que se transforman los negocios.
A su vez, el mayor desafío que se presenta en la consultoría es la capacidad de inversión. Para poder brindar servicios de alto valor agregado es necesario invertir en la capacitación continua de los profesionales y en las nuevas tecnologías.
En general los principales centros de capacitación y las nuevas tecnologías tienen valores de países desarrollados. Por lo tanto, en los momentos en que en la Argentina existe un tipo de cambio alto es un doble esfuerzo para nuestro negocio.
Estudio Mitrani, Caballero & Ruiz Moreno
Mayores niveles de especialización
Siro Astolfi, socio
Pareciera ya bastante claro que la parte del trabajo menos compleja, más commoditizada, donde la contribución que se busca de las consultoras es más el aporte de músculo para manejar picos y logística de volúmenes, se verá afectada primero y más profundamente por la disponibilidad de herramientas tecnológicas que proveerán mucho de ese trabajo. En el otro extremo de la ecuación, los avances en todos los campos, de la tecnología, la economía y de los comportamientos sociales, empujan a nuevos y más profundos campos de especialización y a nuevas modalidades de trabajo, los que, en ambos casos, resultan en exigencias para la consultoría, del valor que se les requerirá para retener clientes y del tipo de oferta que deberán proveer para retener talento.
En línea con lo antes referido, la aceleración en el ritmo del avance en todos los campos del conocimiento y la tecnología impone una necesidad, en lo más profundo, de desarrollar la habilidad de adaptarse al cambio muy frecuente; las materias sobre las que se requiere consultoría devienen obsoletas y reemplazadas por nuevas muy rápidamente. Al mismo tiempo, se requiere una continua profundización en los niveles de especialización y en la adopción de las nuevas que surgen a cada momento. En resumen, cada vez resulta más insuficiente contar con un paquete de conocimientos más o menos estable, porque devienen básicos u obsoletos muy rápidamente y, entonces, aquellos que pierdan la capacidad de esforzarse para recapacitarse y reinventarse constantemente, quedaran relegados y, a lo sumo, se verán limitados a hacer de meros agentes de marketing de otros profesionales dentro de sus organizaciones.
Así, uno de los principales desafíos es adaptar la organización interna de modo de poder ofrecer modalidades de trabajo y colaboración nuevas y más flexibles, que permitan seducir y retener el talento que hace falta, cuando ese talento lo proveen personas de todas las generaciones y culturas, cuyas formas de trabajar y aspiraciones de vida varían con la velocidad de los cambios que ocurren en la sociedad.
Deloitte
Necesaria agenda digital
Por Alejandro Adem, socio líder del Departamento de Consultoría
Estamos enfrentando un desafío global crítico: un abismo en rápido crecimiento entre un mundo tecnológicamente avanzado y millones de personas que no están preparadas para participar en él. Esta división amenaza no solo a la economía global, sino también al bienestar de la sociedad y de nuestras comunidades. Cuando las personas no están preparadas para triunfar en el mundo laboral, no se puede alcanzar el máximo potencial, y esto provoca que las empresas y la sociedad se empiecen a preocupar por la pérdida de talentos.
Para poder impulsar la prosperidad individual y colectiva, las empresas necesitan una nueva mentalidad para la acción.
Para Deloitte, esa mentalidad se centra en el compromiso de ayudar a las personas a prepararse para el trabajo de la cuarta revolución industrial. Esto beneficia a los clientes, nuestra gente y la comunidad. Teniendo cuenta que nuestro principal activo en el mercado son los más de 280.000 profesionales a escala mundial, es esencial que preparemos y gestionemos a los profesionales y talentos del futuro. Es por esto que nuestro modelo integra los negocios y la tecnología canalizando la fuerza del activo más valioso, el talento, para ayudar a las personas a desarrollar las habilidades necesarias para poder alcanzar el éxito. Porque cuando la sociedad prospera, el negocio prospera.
En relación a la cuarta revolución, la principal tendencia que observamos, en el universo de consultoría, es en lo referente a temas de diseño e implementación de una agenda para la transformación digital, la búsqueda de la calidad y la eficiencia de los procesos a partir de la automatización robótica (RPA), la transición y adopción de nuevas soluciones cloud y el uso de la ciencia de datos y analítica de negocios. Estos temas ponen en relieve, una vez más, la necesidad de construir una agenda digital para la adopción de estas nuevas tecnologías en beneficio y en función del negocio.
Esta revolución trae consigo un proceso de transformación, innovación y cambios permanentes donde confluyen varias de estas nuevas tendencias. Para tener éxito, uno de los desafíos es construir equipos multidisciplinarios orientados a procesos de negocios donde Deloitte, como consultor de confianza y socio estratégico, brinda un impacto medible para los clientes, su gente y la sociedad gracias a una estrategia global sólida y un Modelo de Negocios Multi-Disciplinario entre las cinco líneas de servicios que brinda la firma: Auditoría, Consultoría, Asesoría Financiera, Asesoría de Riesgos e Impuestos y Legales.
El principal desafío que vemos para las organizaciones es poder diseñar e implementar casos de negocios concretos para la adopción de estas nuevas tecnologías digitales con beneficios tangibles.
Lisicki Litvin y Asociados
Anticipar tendencias
César Litvin, CEO
Las nuevas tendencias en el universo de la consultoría y auditoría añaden otras soluciones vinculadas a la detección y prevención de fraudes. El cumplimiento normativo en los negocios es una práctica de crecimiento muy significativo en este último tiempo.
A su vez la transformación digital está acercando nuevas formas de hacer negocios y las tendencias globales se centran en la seguridad y la protección de datos.
La consultoría de empresas se ha transformado en un sector fundamental para la actividad empresarial. En los últimos años, los desafíos del mercado y las coyunturas macroeconómicas han ido mutando y la consultoría gerencial estratégica permite a las compañías tener claridad en su negocio, definir nuevos mercados, lanzar con éxito productos, reposicionar marcas y muchas otras opciones dependiendo de la visión de cada organización.
El consultor actual requiere los conocimientos específicos para enfrentar la disrupción digital, la volatilidad económica a escalas nacional e internacional y la capacidad de interpretar las variables de los negocios a través de las nuevas tecnologías.
En la actual coyuntura, en la que las empresas enfrentan la desaceleración de la economía, la consultoría se encuentra desafiada a lograr una máxima eficiencia en toda la cadena de valor.
Las consultoras deben redoblar sus esfuerzos para mantener participación en el mercado y dar a las empresas el respaldo adecuado en los tiempos de crisis.
Además las consultoras tienen el desafío de abstraer a las empresas de su “cotidianeidad” y ayudarlas a prepararse o anticiparse a las tendencias y cambios en la industria en un entorno estratégico y mantener o modificar el rumbo del negocio teniendo claridad sobre cuál es el objetivo a largo plazo
Molteni Consulting Group
Abordaje único y holístico
Raúl Molteni, CEO
En la actualidad, se pueden nombrar dos grandes desafíos –relacionados entre sí– que las organizaciones deben enfrentar: la agilidad y las personas. Es decir, que deben lidiar con demandas y comportamientos cambiantes y acelerados de los clientes, cambios tecnológicos, nuevos competidores, innovación permanente, incertidumbre de los mercados, velocidad e inmediatez, el cliente interno, la cultura, entre otros.
Frente a esto, hay dos cuestiones claves a la hora de brindar consultoría y que responden a lo que las organizaciones necesitan: por un lado, lograr una clara interpretación de las necesidades y oportunidades reales de esa organización. Hay que ayudar a diferenciar si las iniciativas son por responder a “modas” o a necesidades y oportunidades reales. Por el otro, que la consultoría aborde tanto el aspecto técnico como el humano de una manera integral y holística. Se debe partir de un diagnóstico integral de sus procesos, modelos de gestión y su cultura y, por el otro lado, del desarrollo de una visión y objetivos claros de a dónde quieren ir, para luego poder realizar las intervenciones necesarias desde todos los aspectos, integradamente, para lograr los objetivos estratégicos de esa organización.
Este enfoque holístico es hoy el gran diferencial en un servicio de consultoría, ya que permite abordar los verdaderos retos actuales de las organizaciones. Es aquí donde la necesidad de agilidad frente al cambio exponencial y permanente demanda mucho más a las personas que las conforman, generando mayores resistencias frente a la necesidad de adaptación constante a esos cambios.
La consultoría genera una disrupción cuando este abordaje holístico, además, se realiza de manera única para cada organización con un fuerte foco en el cambio cultural para lograr los objetivos. No se trata solo de acompañar a las organizaciones en uno, dos o tres “cambios”; se trata de ayudarlas a transformar su cultura hacia una que les permita responder de la mejor manera a la transformación permanente.
Augmenta Consulting
Nuevo modelo de negocios
Néstor Ivaldi, fundador
El negocio de la consultoría está cambiando a ritmo acelerado. La globalización, las crisis económicas y las nuevas tecnologías y con ellas la inclusión de los nativos digitales como actores sociales emergentes obligan al negocio de la consultoría a repensar–se su modelo de negocios.
El principal reto será aprender y adaptarse a las nuevas demandas del ecosistema de negocios del futuro, el cual estará dominado por tres instancias específicas;
• Tecnología con aplicación de minería de datos y business intelligence como herramienta disruptiva de análisis de data.
• Procesos estandarizados que circulan de manera fluida por toda la organización apalancados en los sistemas tecnológicos.
• Capital humano altamente calificado ávido de incorporar nuevos conocimientos, necesitado de la inmediatez constante e intercomunicado de manera omnicanal con sus múltiples interlocutores.
Consideramos que la Human Resources Business line consolidará aún más su importancia dentro de la organización incluso superando la etapa de “socia del negocio” para convertirse propiamente “en el negocio” absorbiendo un rol de toma de decisión clave en la estructura organizacional.
El consultor deberá acompañar estos cambios y para ello deberá dominar la competencia de aprender y desaprender incluso sobre escenarios inciertos. Además, la mayor ventaja competitiva será la puesta en práctica de las competencias conversacionales, la escucha activa –para hacer un claro diagnóstico de la problemática a resolver– y la comunicación asertiva para inter-relacionarse con su cliente interlocutor en pos de la implementación de la consultoría a realizar.
Con relación a esto, el negocio de consultoría en general, pero de recursos humanos en particular, se dirige hacia un servicio de alineamiento constante entre el consultor experto y RR.HH., donde permanentemente deberá entregar soluciones, siendo absolutamente creativo para “ver el bosque por sobre los árboles” y logrando la mejor “experiencia de consultoría” de su empresa cliente.
Crowe
Propuestas a medida
Eduardo Pestarino, Chairman
En sentido amplio, bajo el término consultoría se incluye a una gran variedad de servicios de apoyo al desarrollo de las empresas, entre las que se destacan, la tecnología, la administración de riesgos, los aspectos financieros, la operación, etc.
Pero en una economía digital, la consultoría debe ayudar a transformar a las empresas y a posicionarlas para que obtengan el éxito con inteligencia y madurez digital. Allí es donde los especialistas debemos trabajar para liderar el camino a la transformación, mediante nuestra visión, innovación y capacitación.
Indudablemente, el desarrollo de la tecnología es un factor clave para esta disciplina ya que permite desarrollar soluciones que aligeran la carga de trabajo rutinario y focalizar la actividad del empresario en aquellos aspectos propios del negocio, que él conoce mejor que nadie. Así, el foco estará puesto en remplazar sistemas antiguos; reinventar procesos y agregar inteligencia y visión a cada proceso de las empresas.
Por otro lado, si consideramos el momento actual de nuestra economía y las necesidades del segmento medio de las empresas en la Argentina, vemos que lo que nos están solicitando es ayuda para lograr eficiencia en la gestión, tanto en los aspectos operativos como financieros. Y ello requiere no solo conocimiento técnico y del sector, sino visión global y sentido común.
El principal desafío, entonces, es adecuarse a las circunstancias, elaborando propuestas alcanzables, hechas a la medida de los clientes y con el foco puesto en la eficiencia y la competitividad.
Randstad
Anticipación y visión del negocio
Alejandro Servide, director de Professionals y RPO
Los continuos cambios de mercado, de contexto e incluso de perfiles profesionales, hacen que el segmento de consultoría de RR.HH. sea hoy muy dinámico. Con el impacto de la tecnología en los procesos y la digitalización de la economía, estamos seleccionando perfiles que hace cinco años aún no existían, y a la vez, tenemos la responsabilidad de guiar a los clientes en el desarrollo de las habilidades que serán demandadas a futuro.
En este contexto, no hay dudas de que la capacidad de adaptación, de anticiparse a las necesidades del mercado, de los clientes y de los candidatos es el gran desafío al que nos enfrentamos en la práctica de consultoría en Recursos Humanos.
La cercanía del consultor, y su toque humano único, son activos cada vez más valiosos para asesorar, acompañar y ayudar a los clientes a innovar en una disciplina con un futuro incierto, en la que los paradigmas que rigen el mundo del trabajo y la gestión del talento están en medio de cambios profundos. Están en jaque las competencias que requieren los puestos de trabajo, asoman las brechas de habilidades actuales y futuras, se complican los planes de sucesión y cada día nuevos cambios sociales y tecnológicos inciden en los diferentes ámbitos de la gestión del talento.
En medio de esta revolución, los consultores generan valor con el aporte de una mirada externa y un conocimiento híper–especializado, sustentados en un profundo conocimiento de la dinámica y particularidades del negocio de cada cliente, para ayudarlos a tomar mejores decisiones.
En esta línea, el rol del consultor se fue transformando por la misma demanda de los clientes que requieren consultores con alto profesionalismo que establezcan un buen balance entre el know how muy específico, informado, involucrado, tomando el desafío con integridad. Podríamos decir como un verdadero socio estratégico de negocio que ejerza un rol tal que su aporte genere un diferencial único y contundente.
RSM
Facilitador de decisiones
Fabián López, socio de Consultoría
En cuanto a las tendencias en el negocio, en la actualidad, las compañías están tomando mayor conciencia acerca de la importancia de la seguridad de la información.
Los conocidos ataques de ransomware y filtraciones de información, sumado a las nuevas normativas, exigen tomar medidas preventivas tales como análisis de ciberseguridad y tests de vulnerabilidades.
En ese sentido, es importante recordar que este año entró en vigencia el Reglamento General de Protección de Datos europeo, cuyos requisitos se extienden a las empresas subsidiarias transnacionales, y conlleva fuertes multas ante incumplimientos. Adicionalmente, en el ámbito local, hace pocos días el Poder Ejecutivo envió al Congreso Nacional un proyecto de ley para actualizar la normativa local que ya cuenta con unos añejos 17 años de antigüedad, una eternidad en términos tecnológicos. Es de esperar que en el futuro cercano se generen necesidades de asesoramiento referido a este tema.
Por otra parte, la tecnología blockchain seguramente tendrá un gran impacto en la manera de hacer negocios. Hay que seguir muy de cerca los avances en esta materia.
En otras áreas, destacamos una tendencia en cuanto a compliance ético, específicamente en la implementación de programas de integridad anti-corrupción, las empresas quieren reducir los riesgos asociados a la corrupción.
Por supuesto, existen cambios en el rol del consultor. Como era de esperarse, más allá de ciertos productos tradicionales de consultoría, la tecnología es preponderante en los negocios. Es por ello que debemos mantener un alto nivel de profesionalismo, capacitarnos constantemente y estar atentos a las necesidades que se generan para brindar soluciones oportunas.
Hoy, el rol del consultor externo es fundamental, aporta una mirada fresca, ya sea para reducir el riesgo, o bien, para identificar oportunidades de mejora que se desaprovechan. Hay que escuchar a los clientes, entender sus objetivos y llevar ideas que faciliten su toma de decisiones.
Grant Thornton
Fuera de la zona de confort
Alejandro Chiappe, socio Advisory Services de Argentina
El negocio de la consultoría es de evolución permanente y responde a las demandas de los distintos actores de la economía y tendencias de los negocios en los distintos sectores y demandas sociales.
Es una línea de servicios muy sensible a los vaivenes del ambiente de negocios por lo que requiere de profesionales con múltiples habilidades que puedan adaptarse a estos cambios y de un importante nivel de inversión en herramientas tecnológicas y de capacitación que sostenga esa versatilidad. El negocio en sí tiene muchas vertientes por lo que no evoluciona necesariamente hacia un único horizonte pero es cada vez más dependiente del componente tecnológico que nos permite trabajar sobre universos cada vez más amplios (big data, blockchain, data analitics, ciberseguridad, etc.).
Así, el profesional dedicado a la consultoría está en una permanente evolución ya que las metodologías de trabajo no son estancas, requieren acompañar a los negocios de nuestros clientes y hace necesario capacitarse en forma permanente absorbiendo los más variados conocimientos con una mente abierta. Las destrezas en materia de uso de la tecnología y capacidad de análisis de datos y asociación de ideas para trabajar en equipos multidisciplinarios nos hacen diferentes.
En el caso puntual de Grant Thornton, nuestros profesionales tienen características que los hacen aptos para estos desafíos. Nuestro estado de confort es estar justamente fuera de la zona de confort por lo que nos adaptamos rápidamente a distintos ambientes y demandas. La capacidad de integración a equipos multidisciplinarios y multinacionales favorece claramente el acompañamiento a las empresas que enfrentan nuevos desafíos y demandas.
Afortunadamente hoy tenemos demandas de trabajos consolidados en todas las líneas de servicio que componen nuestra división de consultoría. Diría que desde temas de desarrollo de banca virtual hasta crecientes demandas en el campo de tareas de revisiones forenses y de transacciones pasando por los servicios en el ámbito del sector público. Con referencia a cambios destacados en los últimos años me parece interesante destacar el hecho de la aparición de demandas variadas en proyectos de mayor sofisticación con cada vez más incidencia tecnológica.
Los desafíos que se presentan están en la generación y retención de nuestros talentos que son los que nos acompañan en el desarrollo de la práctica. La inversión en capital humano es y ha sido desde nuestros comienzos en este campo crítica y nuestra mayor reserva de valor. La capacitación, la inserción en un ámbito profesional de clase mundial con posibilidad de participación en proyectos internacionales son atributos que requieren un alto nivel de inversión y constituyen una ventana de oportunidad para el crecimiento tanto profesional como personal que arrastra positivamente a la firma a un nuevo estadio en su evolución y reconocimiento en el mercado.
Oxford Business Group
Anticipar y prever
Jaime Pérez-Seoane de Zunzunegui, Regional Editor
Con toda la lógica del mundo, veo al negocio encaminado hacia una mayor especialización. En nuestro caso, utilizamos una red de conocimiento global para producir recomendaciones a escala local. Las comparativas con experiencias en otras geografías y en otros tiempos ayudan a aprender, y creo que mientras se está globalizando la forma de hacer consultoría, la dirección es a un ejercicio más especialista y personalizado.
Respecto de las nuevas destrezas requeridas a los consultores, considero que, como la data es más accesible que antes, ahora lo que importa (antes también lo era) es la capacidad de análisis objetivo sumado a la sensibilidad, al conocimiento real de las cosas. Los números dicen mucho, pero las proyecciones y las estrategias se fundamentan cada vez más en las personas, en sentimientos y en culturas.
Para los clientes, las fronteras son cosa del pasado. Hoy hay menos temor en dar el salto desde por ejemplo Ãfrica a América; México a Argentina o España a China. Los mercados se homogeneizan y los estándares se alinean, y eso multiplica las oportunidades y la competencia
La situación actual de las empresas las enfrenta a desafíos de distinta índole. Lo vertiginoso de las transformaciones en distintos planos (los negocios, el mercado internacional, la gestión, el management, las generaciones que conviven), sumados a la disrupción tecnológica, las nuevas modalidades de trabajo, etcétera.
Además, como en todos los sectores y negocios, hay intrusismo, mucho humo. ¡Y una competencia feroz! La tecnología está cambiando la forma de ver las cosas, por eso el enfoque debe darse más al análisis sensible que a la data; la data ya la entiende el robot.
Entonces, ¿de qué manera la consultoría externa ayuda a las compañías en este proceso de transformación permanente? Bien hecho, un soporte de consultoría puede suponer un alto en el camino. Los empresarios andan con los cuernos metidos en el negocio, no levantan la cabeza porque las necesidades del mismo, y el ritmo con el que todo evoluciona, no lo permiten. El buen consultor es el que mira con él por encima de las nubes, al largo plazo, el que anticipa riesgos y prevé.
SMS – San Martín Suárez y Asociados
Cooperación más que competencia
Mariano Joaquín Fernández, gerente BRM– Business Risk Management
Las firmas de consultoría nunca han visto su modelo de negocio tan desafiado como en este tiempo. No es solo adaptarse a nuevas necesidades de clientes y aparición de nuevos competidores, sino que ahora la forma de organizarse y prestar el servicio también está siendo cuestionada.
En este orden, las estructuras de los equipos sufren los primeros embates: en lugar de requerirse grandes equipos de consultores junior, se evoluciona hacia un modelo de pequeños grupos de consultores experimentados. El conocimiento se ha democratizado y es fácil de acceder, pero la experiencia es personal y se capitaliza, y eso marca la diferencia.
Este esquema de organización va acompañado de nuevos modelos de contratación y colaboración: un consultor experimentado no necesariamente pertenece a una firma, sino que participa en varias iniciativas y se solicita para servicios puntuales. El networking se ha vuelto un activo cada vez más valioso. La colaboración ha reemplazado a la competencia, los profesionales se respetan, se recomiendan y aprenden unos de otros, entendiendo que uno no puede poseer todo el conocimiento.
Pero el cliente pretende también que el conocimiento se convierta en aprendizaje para su organización y eso se logra con equipos integrados, consultor–personal interno, que apliquen metodologías ágiles y una serie de pequeños entregables en corto plazo que no sean traumáticos sino fácilmente asimilables.
Otro gran cambio que enfrentamos es que lo disruptivo sea ético, transparente y no contrario a normativa cada vez más exigente. Con la modificación de modelos de negocio, aparecen nuevos riesgos –de lo más variado– que requieren especialistas en identificación y gestión de riesgos. A los equipos de consultores hay que incorporarles horas de compliance officers, y auditores en su rol de consultor, previniendo y alertando sobre el impacto económico, reputacional y normativo de un servicio ad hoc.
Las incumbencias ya no son exclusivas de una profesión. Se ha vuelto transversal, por lo que ya un título profesional no es condición indispensable para un servicio de consultoría. El cliente valora el enfoque interdisciplinario para el abordaje de los problemas, tanto como el cuestionamiento a las soluciones prefabricadas.
Puede decirse que finalmente, a la consultoría también le llegó su Uber.
PwC Argentina
Alinear estrategia y ejecución
Norberto Montero, socio a cargo de la práctica de Consultoría
Con la disrupción de las nuevas tecnologías y el impacto que estas generan en la experiencia con el cliente, las empresas deben repensar sus modelos de negocios, y somos los consultores quienes debemos estar listos para aportar valor en este proceso, poniendo sobre todo el foco en lo que tenga que ver con el Front Office, ya que es donde se da el momento de la verdad entre las empresas y sus clientes.
Hoy en día, todos queremos sentir que nos conocen, que saben qué queremos y cómo lo queremos. Esto es posible debido a las nuevas tecnologías, que permiten que la relación entre las empresas y los clientes sea cada vez más próxima y por ende de más valor. Repensar a las organizaciones desde el punto de vista de la experiencia que entregan implica replantearlas desde el corazón del modelo de negocios hasta le ejecución de sus procesos. Estos cambios requieren empresas con mucho foco en los datos/ analítica (inteligentes) y dotadas de procesos muy apalancados en tecnología (ágiles y eficientes) y solo se pueden sostener si logramos una cultura que los abrace y motorice.
Las empresas que trabajan en sus procesos de transformación en general requieren soluciones rápidas, ya que los cambios son tan vertiginosos, que muchas veces no hay tiempo para soluciones de largo aliento. Esto lleva a tener que buscar soluciones de corto plazo que puedan testearse y escalarse (basadas en metodologías ágiles y en el desarrollo de MVP– Producto Mínimo Viable).
Teniendo en cuenta este contexto, desde el punto de vista de consultoría debemos trabajar alineando estrategia y ejecución, tanto en el mundo físico como en el digital. Para ello en nuestros equipos debemos complementar las destrezas denominadas “blandas” (donde podemos encontrar diseñadores, antropólogos, psicólogos, creativos, etc.) con habilidades “duras” (formaciones relacionadas con las matemáticas, estadística, programadores, arquitectos de tecnología y de datos, etc.). El valor que podemos aportar se encuentra en la combinación de equipos cada vez más diversos que puedan complementarse en armonía, construir desde las miradas diferentes y sobre todo emprender y recuperarse rápidamente de los problemas.
Como consultores hoy por hoy tenemos el desafío de ser agiles y versátiles para adaptarnos a los cambios y tener una oferta de servicios adecuada a las demandas del mercado actual. Pensando en la rentabilidad del negocio, es importante mantener un adecuado equilibrio entre recursos propios, freelance, y es clave desarrollar un ecosistema de alianzas con partners estratégicos.
Russell Bedford Argentina
Un puente hacia el conocimiento y la tecnología
Daniel Ryba, Partner
Las nuevas tecnologías como inteligencia artificial, big data, internet de las cosas, la multiplicidad de medios de comunicación, entre otros fenómenos de la era moderna generan un acercamiento entre la empresa y el usuario final y tal posibilidad de segmentación de clientes, objetivos y mercados hace que la consultoría externa deba ser cada vez más innovadora, pero especialmente estar al tanto de esas disrupciones tecnológicas que cambian en años o, tal vez, en meses, cuando antes cambiaban en décadas. Además la implementación de las nuevas tecnologías es cada vez más fácil y rápida. Por lo tanto, la consultoría externa está mutando hacia construir el concepto/idea más apropiado a la empresa y ayudar a definir sus necesidades. En el pasado, en cambio, la consultoría estaba más basada en la implementación de una tecnología existente.
Las empresas contratan servicios de consultoría en virtud de dos necesidades. Una, cuando necesitan conocimiento para mejorar alguno o varios aspectos de su negocio. La otra es por falta de tiempo o recursos para llevar adelante un proyecto. Este último es un commodity donde lo más relevante es el precio al que se ofrece el servicio. Sin embargo, cuando la contratación se realiza basada en la necesidad de un conocimiento específico se valora mucho más la diferenciación por especialización y conocimientos del mercado o actividad específica.
Pero al mismo tiempo los clientes aprecian mucho la actitud de ponernos en sus zapatos y vivir como si fueran ellos las situaciones que los desafían o los aquejan.
Al mismo tiempo esperan que les ayudemos a mejorar sus negocios copiando lo bueno de su competencia, implementándola mejor o más rápido y captando las nuevas tecnologías antes y mejor que el mercado.
Estos conceptos fueron siempre así y no ha cambiado mucho.
Lo que ha cambiado es la velocidad en que las tecnologías y el conocimiento se viralizan. Por lo tanto lo que es novedoso en materia de consultoría es que los proyectos son más cortos pero con mucho más impacto que antes. Es decir, con mayor valor agregado con menos esfuerzo físico.
Esta velocidad y profundidad de los cambios de tecnología y la viralización de la información compiten con la disrupción permanente de las nuevas herramientas tecnológicas y digital por lo que los clientes nos exigen cada vez más innovación, y profundizar la creatividad en las sugerencias disruptivas, compatibilizando negocio, contexto, necesidades, oportunidades y especialmente herramientas y nuevas tecnologías.
Una manera de destacarnos es ayudar a adaptar o usufructuar las nuevas tecnologías en elementos diferenciales a nuestros clientes. Por ejemplo, desde hace muy poco tiempo existen empresas que instalan nano satélites que con muy baja inversión relativa podrán obtener una inmensidad de información que tal vez nadie imaginó al momento de iniciar esa epopeya de poblar el espacio. El desafío es transformar esa cantidad y diversidad de información para industrias o negocios que era improbable imaginar. Y lo más revolucionario de eso es el bajo costo de acceso a semejante mina de oro (información) virtual.
Los consultores debemos ayudar a unir esos conceptos tecnológicos creados para algunas actividades en aquellas industrias que conocemos. Deberíamos tender ese puente de conocimiento y tecnología.
Ghidini Rodil
Ojo certero en el mercado
Diego Ghidini, Partner
La tendencia relevante en el universo de la consultoría es centrarse cada vez más en el negocio, analizado desde sus variables claves que hoy por hoy son el conocimiento claro y preciso del mercado en el que la empresa cliente opera, mercado directo y/o indirecto, y los instrumentos para entenderlo y acceder a él.
Dentro del mercado nos referimos al análisis de sus variables claves clásicas: dimensión, características cualitativas, futuro, grado de competencia y competitividad expuestas y dentro de los instrumentos nos interesa destacar además de los clásicos: investigación, evaluación y prospección de las variables mencionadas, al análisis de la calidad de los recursos humanos de que se disponen y su capacidad para el manejo del negocio.
Las demás técnicas de análisis pueden diseñarse fácilmente pero el análisis de las actitudes y capacidades potenciales de los recursos humanos, aunque exhaustivos, metódicos y científicos, no aseguran respuestas uniformes, de allí la importancia y relevancia de una buena actitud consultora en ese tema.
El trabajo del consultor no sabemos si ha cambiado, pero ciertamente hoy no es concebible un consultor-espectador ni tampoco un consultor que no haya tenido experiencia previa de línea, operativa. Un externo que opine, juzgue y audite acciones solamente no debiera tener espacio. Tiene que integrarse, guardar objetividad, pero embarrarse los pies. Ciertamente para ejercer este tipo de rol se necesitan, además de conocimientos, habilidades personales centradas en la humildad, la firmeza, la franqueza y una comunión conceptual respecto de cuál es el negocio y los resultados.
El mayor desafío para los consultores hoy, no necesariamente el único, es comprender los dos negocios: aquel al que asesoran y/o consultan y el de ellos propio. Deben conocer y respetar los límites de ambos y movilizar. Movilizar, de manera sinérgica, los talentos que moran en los dos ámbitos. En apariencia parecieran tener distintos objetivos pero en esencia coinciden. La ecuación cliente–consultor tiene iguales variables e incógnitas y exige similares propuestas de solución.
Mindshare
Tecnología, velocidad y análisis
Ariel Pelliza, Business Planning Director
La industria ha cambiado de forma rotunda y nos obliga a los consultores a dotarnos de nuevas destrezas y conocimientos. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son aspectos fundamentales.
En el escenario actual, es clave que nos orientemos a buscar soluciones que entiendan y se adecúen a las necesidades de los clientes (lo cual exige un conocimiento profundo del negocio en el que están inmersos).
En este punto, encuentro el principal desafío al que se enfrenta el sector: muchas más variables disponibles para analizar, modificaciones en el comportamiento del consumidor y cambio cultural de la sociedad a partir de las nuevas tecnologías que permiten democratizar las opiniones. Esto exige un mayor trabajo ad hoc para analizar las distintas formas de interactuar con el consumidor.
Sin perder rigurosidad estadística, es necesario comprender que volvernos estructurados y ceñirnos a un formato preestablecido nos alejará del cumplimiento de las metas. Si somos lo suficientemente valientes para pensar de forma creativa, romper el statu quo y utilizar las múltiples e innovadoras tecnologías disponibles, nuestras posibilidades de encontrar insights diferenciales y dotados de una riqueza real se van a incrementar.
En este contexto, hay ciertos pilares a considerar.
El primero es la tecnología, la velocidad con la que proliferan las herramientas nos exige estar predispuestos a un proceso de aprendizaje permanente y además estar preparados para sacarles provecho. Invertir en tecnología es una condición impostergable y el ecosistema digital nos ofrece la oportunidad de encontrar soluciones que no siempre implican una inversión onerosa. La puesta en práctica de las nuevas tecnologías, desarrollar aquellas que aún no existen y saber en qué momento hacerlas jugar marcará la diferencia.
El segundo pilar tiene que ver con lo humano: el rol del analista sigue vigente y la impronta del mismo será fundamental para que el trabajo de consultoría llegue a buen puerto. Este rol deberá mantener vivo el espíritu analítico y saberlo combinar con las herramientas adecuadas. Es fundamental en este punto el trabajo en equipo interdiciplinario para obtener mejores resultados.
El tercer pilar es la velocidad, la dinámica actual nos obliga a utilizar los recursos de forma inteligente en pos de agilizar el proceso.
Interbrand
Una nueva propuesta de valor
Máximo Rainuzzo, President, Southern Cone
Nuestros clientes cada vez más nos piden que estemos involucrados en sus negocios; que todo lo que hagamos tenga impacto directo en su negocio.
Ese impacto en el negocio debe estar basado siempre en ayudar a las organizaciones a adaptarse a los cambios, a los entornos futuros, que son el gran desafío que están encarando las empresas hoy en día. Ya no es importante lo que hiciste ¡sino lo que vas a hacer de ahora en más!
En ese proceso estamos, sobre todo, en etapa de innovación y adaptación a las nuevas tecnologías, cómo estas impactan en las personas y cómo construir una visión enfocada en el cliente. Sin él en el centro será muy difícil desarrollar negocios a futuro.
Como todo en la vida, los cambios son necesarios y en nuestra forma de aportar valor como consultores a las empresas también lo son. Ayudar a las empresas a la transformación digital es parte de nuestro desafío actual por lo que la incorporación de talento orientado a una visión digital es fundamental dentro de nuestros equipos de trabajo.
Dado el nuevo contexto competitivo de argentina respecto a la posibilidad de exportar, será nuestro desafío como consultoras acompañar a nuestros clientes en ese proceso. Las marcas tienen una gran oportunidad de desarrollarse y generar una propuesta de valor que les permita competir en otros mercados.
Quién es qué en consultoría
Rasgos propios e intransferibles de los principales protagonistas
La mayoría de estas firmas operan en el campo de management, marketing, recursos humanos, marketing online, tecnología (en casi infinitas variaciones), consultoras globales internacionales, auditoras y consultoras financieras.
Casi todo el mundo está familiarizado con la expresión “quién es quién” para tipificar a un grupo de personas o de empresas. La variante introducida por Mercado (quién es qué) apunta a caracterizar los rasgos singulares, intransferibles de una organización dedicada a la tarea de consultoría. A definir qué es lo que la hace diferente a las demás.
Así como la disrupción digital está llevando negocios a las consultoras y que la mayor disponibilidad de datos está permitiendo análisis más profundos de lo que está ocurriendo en los negocios de los clientes, las consultoras enfrentan crecientes presiones para ofrecer combinaciones más convincentes de asesoramiento estratégico.
La oportunidad llega de la mano de la tecnología, que a su vez trae cambios que amenazan los modelos de negocios tradicionales de los clientes. Las mismas fuerzas que transformaron tantos negocios están transformando también el de la consultoría. Es el impacto del cambio tecnológico en el mundo empresarial.
Gran parte del crecimiento se produce en áreas de tecnología, data analytics y cíber seguridad. Es la transformación digital la que está provocando un cambio fenomenal. Las fronteras con las firmas de tecnología, que también tiene un brazo de consultoría estratégica, están desapareciendo.
En las actuales circunstancias, el debate interno del mundo de la consultoría atraviesa algunos temas comunes, cualquiera sea la especificidad y actividad de cada firma. En la medida en que los cambios tecnológicos esfuman las antiguas fronteras de la especialidad, atraen nuevos e insistentes competidores.
Pero además, en las actuales circunstancias, el debate interno del mundo de la consultoría atraviesa algunos temas comunes, cualquiera sea la especificidad y actividad de cada firma. En la medida en que el nuevo contexto económico, el nuevo ámbito competitivo, y los cambios tecnológicos, esfuman las antiguas fronteras de la especialidad, atraen nuevos e insistentes competidores.
En esencia, este es un servicio al lector. Todas las empresas que atendieron el llamado de Mercado, nos enviaron los datos básicos de su quehacer, especialidad y rasgo diferencial, que se publican en este capítulo –online– de forma gratuita. Para facilitar su consulta hemos clasificado esta sección conforme a la especialidad más relevante en cada firma consultora.
El pdf con el directorio completo de Quién es qué en consultoría se podrá descargar desde nuestra página web, edición de octubre 2018 (www.mercado.com.ar)