Para los observadores internacionales, la gran transformación que se avecina en este campo es el llamado de “medicina de precisión”. Tanto en las actividades vinculadas al cuidado de la salud como en la industria farmacéutica. Un proceso que promete muchos beneficios para la sociedad y que puede ofrecer beneficios en la generación de ingresos para algunos sectores, pero elevar los costos para otros.
Mediante la utilización de tecnología de realidad virtual, profesionales ubicados en distintos puntos del planeta pueden participar activamente –y con toda la información a mano– de un proceso de consulta previo a una operación, o presenciar en primera fila de una intervención quirúrgica.
En buena medida, este es el futuro de la medicina. Con una más profunda comprensión y entendimiento de las enfermedades, y recurriendo a analytics de avanzada puede formularse un tratamiento a medida para el caso específico, en lugar de aplicar tratamientos estándares que surgen de la experiencia en el tratamiento de mayores poblaciones. Será la medicina de uso cotidiano en poco tiempo más.
Incluso antes de que los síntomas se hayan manifestado, se puede actuar preventivamente para identificar –con el uso de analytics– riesgos del paciente.
En teoría, estos desarrollos deberían llevar en mejor tratamiento del paciente y en menores costos para el sistema de salud.
Si el cambio impera en todas las disciplinas, los expertos señalan que en la medicina y en la biotecnología se producirán los más significativos.
Un lustro decisivo
Se supone que los próximos cinco años serán decisivos para las empresas que operan en estos campos: o bien se acomodan a los cambios, sobreviven y ocupan posiciones de liderazgo, o son lentas en su reacción y pierden terreno frente a nuevos actores que aprovechan a pleno la disrupción tecnológica.
Novedades que llegan en un escenario complicado. Nada menos que 10% del PBI global se dedica al cuidado de la salud. La población es cada vez más longeva, lo que la hace más numerosa en especial en edades más avanzadas. Como telón de fondo, hay mayor incidencia de las enfermedades crónicas, que amenazan con ser 60% del total para el año 2025.
Una reciente encuesta entre ejecutivos del sector salud en Estados Unidos demuestra que los protagonistas del sector están al tanto del nuevo escenario. 92% vislumbra que la “medicina de precisión” será una gran oportunidad, y 84% la están asumiendo dentro de la agenda corporativa.
Aprecian también otras ventajas sobre los métodos actuales, como más velocidad en acceder al mercado y dar más velocidad al proceso de investigación y desarrollo.
Lo que puede hacer más lento este proceso, se advierte, es la mayor presión regulatoria, en especial con reglas pensadas para la generación previa de cuidado de la salud, y de la recolección de datos, sin las herramientas ahora disponibles.
En el campo de la biotecnología y la medicina se parte del uso de células vivas para investigar y luego desarrollar productos farmacéuticos y de diagnóstico que ayuden a tratar y prevenir enfermedades humanas.
Es una actividad en veloz transformación por la aparición de tecnologías disruptivas que facilitan un diagnóstico temprano y una intervención terapéutica más eficiente.
A principios de este año, tres grandes empresas (Amazon, JP Morgan Chase y Berkshire Hathaway) anunciaron que unían fuerzas para dar mejor servicio y a costo más bajo que el actual, exclusivamente a su personal.
Pero esta puede ser una primera etapa. Una vez que este grupo entienda el negocio y cómo operarlo, puede entrar en abierta competición con empresas especializadas en ciencias de la salud.
La salud, un campo muy competido
Las perspectivas que abre el sector atraen a todas las grandes plataformas del mundo digital y las IT. Pero según algunos expertos, la marca que más posibilidades tiene de ganar es Apple con su fenomenal caballo de Troya: el Apple Watch. El dispositivo promete realizar mucho más que medir la presión o la glucosa en sangre. Y además de hacerlo con eficiencia lo hará con elegancia.
Parecería extraño pues el de la salud es uno de los sectores más regulados de la actividad humana, uno en el que el cambio viene de la mano tanto de los avances tecnológicos como de las leyes nacionales.
Pero el territorio se está poblando de competidores. Como se dijo, Amazon se asoció a JPMorgan y Berkshire Hathaway para formar una compañía independiente de salud para sus empleados en Estados Unidos. Verily, de Alphabet, está entrando al negocio de los seguros de salud. Y Cigna, la gran firma se coberturas de salud, acaba de anunciar que compra Express Scripts.
Pero Apple sigue vendiendo el Apple Watch en grandes cantidades y todo indica que tiene muchos planes para su reloj inteligente. A finales de febrero pasado consiguió la patente para un cargador estilo Airpods (los auriculares sin cable) que puede alojar un reloj pero también varias correas. Pero no son simplemente un accesorio de moda. Las pulseras son inteligentes, o sea, dispositivos electrónicos.
¿Por qué querría Apple que la gente compre varias pulseras para un reloj? Pues porque tal vez la próxima generación de dispositivos médicos va a ser para enfermedades que necesitan más que una medición fisiológica, como presión arterial o glucosa en sangre y que medir esas señales no va a ser posible con un solo dispositivo wearable.
El año pasado Apple también sacó patente para una nueva manera de medir la presión arterial con un Watch que detecta detalles no logrados con el método tradicional. Y la lista no se agota acá.
Se supone también que la compañía de la manzana está pensando en incursionar más profundamente en el área de la diabetes, la prediabetes y todas las mediciones necesarias.
Lo que ya se percibe con bastante claridad es que el Apple Watch es el dispositivo central desde donde Apple se dispone a librar las batalles en la plataforma de salud.
Las entrevistas de este Dossier fueron realizadas por la periodista Florencia Culshaw.
OSDE
Mega-proyecto en Mendoza
El Estado no debería desentenderse de los enfermos crónicos y pasarle la responsabilidad a las empresas del sector, sostienen desde la compañía. Se da respuestas a los pacientes, pero la solución –afirman– estaría en una mejor articulación entre los sectores público, privado y la seguridad social.
Por Fabiana Culshaw
Tomás Sánchez de Bustamante
Mientras tanto, adelanta inversiones en infraestructura. Tomás Sánchez de Bustamante, presidente de Osde, considera que el crecimiento de la institución debe ir de la mano con los nuevos desarrollos que mejoran el diagnóstico y tratamiento de los pacientes.
En esa línea, adelantan la construcción de un sanatorio polivalente, con todas las especialidades médicas y tecnología de punta, en la ciudad de Mendoza. Llevará el nombre de “San Ignacio de Loyola” y se tratará de un edificio autosustentable, edificado bajo parámetros internacionales del cuidado del medio ambiente, con energías alternativas y eficiencia de recursos, y amplios espacios libres.
La realización del proyecto requiere una inversión de US$ 100 millones. Dicho desembolso corresponde a Osde en 80%, y el 20% restante al grupo ASE, dueño de Medifé. Se prevé su inauguración a fines del año 2019.
Cabe señalar que Osde y Medifé, ambas asociaciones civiles, compiten en el sector de la medicina prepaga pero se aliaron para llevar adelante este proyecto, con la aspiración de que el nuevo sanatorio sea un centro de referencia internacional que también atraiga a personas de países vecinos.
Sánchez de Bustamente ha declarado en varias oportunidades que este sanatorio constituirá un hito en la historia de Osde y de la medicina prepaga en el país. En entrevista con Mercado recorre varios otros temas de interés, sobre todo las dificultades que atraviesa el sector.
–En 2017, ustedes señalaron que el sector vivía un serio problema por los altos costos y la falta de camas. ¿Ha cambiado la situación?
–No se han producido cambios estructurales, de manera que el diagnóstico es el mismo. Nos aquejan los mismos problemas. La falta de camas se debe a la falta de inversión, que a su vez necesita incentivos.
Los costos crecientes se deben tanto a cuestiones macroeconómicas como a otras propias del sector, como el impacto del costo de investigación, desarrollo y patentes, que requiere regulación estatal urgente. Por eso insistimos en la necesidad de aprobar la Agencia Nacional Evaluadora de Tecnologías de Salud.
Todo el sector espera con expectativa la creación por ley de una agencia en esta materia, inspirada en otras similares que funcionan muy bien en distintos países. Esa sería la respuesta más seria y científica posible a un problema global. Una agencia así liberaría también a los funcionarios judiciales de una responsabilidad que los excede. Cualquier otra cosa será un parche.
–La Ley N° 26.682 amplía los derechos de los usuarios pero ha generado algunos problemas, sobre todo por los costos vinculados a los enfermos crónicos. ¿Cómo están enfrentando esa situación?
–Al sancionarse la ley, el Estado le transfirió la responsabilidad de los enfermos crónicos al sector privado. Hoy queda claro que esa responsabilidad, para prepagas y obras sociales, es excesiva e inabarcable.
Con una masa de dos millones de afiliados, Osde es la institución que mejor puede hacer frente a esta coyuntura, pero aun así nos complica. Otras entidades, con menos espalda, tienen problemas. No estamos en contra de la ampliación de derechos, al contrario. Estamos en contra de cualquier decisión que se tome sin un previo estudio de impacto.
–¿Dónde están poniendo el énfasis actualmente, además del sanatorio en Mendoza?
–Trabajamos en dos frentes. Uno es, justamente, la construcción del sanatorio San Ignacio de Loyola de Mendoza, que generará 1.000 empleos directos y otros 1.000 indirectos. El otro es la incorporación de sistemas de telemedicina, diagnóstico y tratamiento remoto, de vital importancia para proteger a nuestros socios que trabajan en zonas mineras, petroleras o rurales. El futuro de la medicina en cualquier parte del mundo pasa en gran parte por la telemedicina.
Medifé
En el sector hay crisis profunda
El mayor debate de las empresas de la medicina prepaga está enfocado en cómo hacer frente a los altos costos de la salud y en la necesidad de rever el Plan Médico Obligatorio (PMO) al que se le han ido adicionando obligaciones sin tener en cuenta los problemas de financiamiento que acarrea al sector.
Por Fabiana Culshaw
Jorge Piva
Así lo señaló Jorge Piva, director general de Medifé, entre otros cuestionamientos y aportes mientras hacía una puesta al día sobre el sector y de la compañía en materia de novedades y tendencias.
–¿Cuáles es la situación del sistema de medicina prepaga actualmente?
–El aspecto más fuerte es que brinda la posibilidad de elegir libremente adónde direccionar los aportes, en un país cuyo sistema de salud pública está desbordado y no puede cubrir las necesidades y exigencias de la población. A su vez, el carácter comprensivo de las coberturas, único en el mundo, constituye un frente de alta vulnerabilidad del sistema en su conjunto.
–¿Cómo se podrían solucionar esos problemas?
–Lamentablemente, todo el sector de la salud está atravesando una profunda crisis en nuestro país debido a varias razones. Por un lado, los costos médicos se incrementan muy por encima de la inflación, hecho que es tendencia a escala mundial. El año pasado, por ejemplo, han surgido nuevos tratamientos con valores anuales del orden de los US$ 750.000, imposibles de afrontar.
Por otro lado, la falta de una política integral de salud, que se evidencia, entre otras cosas, en la ausencia de una Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías como las existentes en países como Uruguay. Contar con un ente de estas características permitiría evaluar las nuevas tecnologías en términos de costo/beneficio, analizar en qué condiciones conviene utilizarlas y establecer posibles formas de financiamiento.
A esta situación se suma el incremento de los casos judicializados, que en su mayoría llegan a esa instancia, obligando al cumplimiento de prestaciones que exceden el contrato o el Plan Médico Obligatorio (PMO).
Por lo antedicho, la propuesta de solución requiere una revisión profunda del sistema de salud, en conjunto con un Estado que redefina el PMO, permita planes parciales o con copagos, y establezca quién está en condiciones de financiar las nuevas tecnologías.
–Medifé ha inaugurado algunas sucursales recientemente, ¿cómo siguen los planes en ese sentido?
–Hemos trasladado algunas sucursales y abierto otras, como las de la zona del Microcentro porteño en Córdoba y Suipacha, Palermo y Caballito.
Próximamente vamos a incorporar el servicio de Médico online, una opción para el segmento más joven que necesita solucionar sus consultas desde un celular. En materia tecnológica, seguimos avanzando en la implementación de sistemas que permiten mayor eficiencia y seguridad.
–Ustedes estaban enfocados en desarrollar más servicios transaccionales por la web y atención al paciente por las redes. ¿Qué resultados están teniendo?
–Cada vez más estamos facilitando a los socios la opción de realizar la gestión y el seguimiento de los trámites, consultas y solicitudes a través de la web. Durante 2017, registramos 1,7 millones de sesiones de usuarios (lo que representa un crecimiento de 162,5% respecto del mismo período el año anterior) y 857.700 usuarios (165,5% de alza). También hemos creado un perfil oficial en Spotify, dirigida a las nuevas generaciones. Ahora estamos trabajando en el desarrollo de una nueva plataforma que mejore la experiencia del usuario en general.
–El año pasado, en este mismo dossier sobre medicina prepaga, ustedes señalaron que no hubo crecimiento. ¿Ha cambiado en algo la situación?
–El crecimiento del mercado no ha sido significativo. En el caso específico de Medifé, hemos incrementado la población cubierta en 3,9%, producto de nuestra mejora continua en la oferta de servicios y por los esfuerzos de las áreas de marketing y el sector comercial.
–¿Están trabajando en algún programa de salud con especial énfasis?
–Argentina tiene el índice de obesidad infantil más alto de la región y desde Fundación Medifé estamos trabajando fuertemente en un programa con el que aspiramos ayudar a revertir esa situación, colaborando en la toma de conciencia sobre la problemática, capacitando y acercando literatura a padres y niños.
William Hope
Lo que sostiene al sector son las afiliaciones corporativas
La empresa ha crecido, en forma modesta pero rentable, en base a una fidelización importante de sus afiliados. La meta es seguir en esa dirección, enfocándose principalmente en el sector corporativo. Asimismo están atentos a las posibles señales de reactivación de la economía que generarían la incorporación de nuevos actores al sistema.
Por Fabiana Culshaw
Aldo Favia
Aldo Favia, gerente general de William Hope, responde a Mercado.
–Las empresas de medicina prepaga están cumpliendo funciones que les correspondería al Estado, según dicen algunas firmas del sector. ¿Qué piensa al respecto?
–Eso sucede en algunos casos particulares, más precisamente cuando se agregan coberturas de tratamientos a las obligaciones de las empresas de medicina privada (incluyendo a las obras sociales) sin determinar el financiamiento o, mejor dicho, atribuyéndole el financiamiento a los privados.
El mercado está estable y varía en función del empleo y el poder de compra de los consumidores. William Hope enfrenta esta situación ofreciendo mejor calidad de servicio y atención especializada.
–En 2016, 40% de la población no tenía cobertura de medicina prepaga, sino que acudía al sistema público. ¿La situación se mantiene?
–Sí, es la misma. La situación cambiará cuando mejore el poder de compra de la gente y cuando, desde el lado de la oferta, se puedan diagramar nuevos planes más accesibles para el público, siempre y cuando se modifiquen algunas regulaciones del sistema.
–¿Piensa que el actual Gobierno tiene mejor escucha sobre las necesidades del sector, o no necesariamente?
–El Gobierno actual ha demostrado preocupación por el sector y, en general, está de acuerdo con las medidas que se sugieren. Faltaría un envión para concretarlas, si bien no depende solamente de su voluntad.
Una iniciativa interesante es la creación de la Agencia de Evaluación de Tecnologías. De concretarse, permitiría una mejor distribución de los recursos, como sucede en otros países más adelantados en la materia.
–Definidos, incluso por ustedes mismos, como “pequeños entre grandes”, ¿cuál es la estrategia de William Hope para competir en los próximos años?
–Independientemente del tamaño, todos estamos compitiendo por la misma poción de la torta, producto del retraimiento de la actividad económica y la reducción del mercado formal laboral.
Hoy ponemos el foco en la fidelización de los afiliados que ya tenemos, a través de la personalización del servicio. Dado el entorno dinámico y fluctuante, nos es difícil proyectar estrategias a largo plazo, por lo cual vamos ajustas las actuales y estamos atentos a las nuevas oportunidades que se nos presentan. El ser más chicos que los principales líderes del sector nos permite tener mayor flexibilidad para readaptar las estrategias y corregir sobre la marcha.
–¿El impacto de los impuestos en las empresas es uno de los factores que más preocupan?
–Ese factor es importante, pero los que más nos movilizan son: la creciente judicialización de las prestaciones, alcanzar una verdadera industria en operación y el costo de las nuevas tecnologías sanitarias, que no parece tener límite ni justificación en muchos casos. Eso nos pone en estado constante de alerta.
–¿Cómo ve el futuro de la medicina prepaga para el próximo quinquenio?
–Va a seguir creciendo en tanto aumente el poder de compra de la gente y se den los cambios necesarios para la continuación del sistema. Actualmente está soportado, en gran medida, por los planes corporativos, donde los empleadores se hacen cargo del costo de la prestación, por lo que, si mejora la ecuación de resultados en las empresas, seguramente crecerán los beneficios de salud para el personal.
–¿Qué tan lejos está la medicina prepaga en Argentina en comparación con los países más avanzados de Europa o Estados Unidos?
–La medicina privada en la Argentina ofrece un menú casi incomparable en relación a otros lugares del mundo a un precio bastante menor. Lo malo es que mucha gente no puede acceder a este beneficio por un tema económico. Una iniciativa interesante de esta administración ha sido la creación de una cobertura universal, la cual podría mitigar esa brecha en la atención médica.
Sancor Salud
A favor de la apertura de precios
La empresa ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos años, se ha expandido con nuevos puntos de atención e invierte en innovación de productos. Asimismo, trabaja en la ampliación de sus propuestas de cobertura a nuevos segmentos de la población y procura alinearse con las últimas tendencias en el sector.
Por Fabiana Culshaw
Fernando Werlen
Fernando Werlen, director general de Sancor Salud, aporta sus ideas y hace una puesta al día sobre la compañía que representa, la cual tiene más de 40 años de fundada, cuenta con unos 80 centros de atención regional y 500 entidades de servicios personalizados en localidades pequeñas. Su red de prestaciones suma 100.000 profesionales e instituciones sanatoriales y sigue creciendo.
–El sector planteó una reforma de la Ley de Medicina Prepaga, ¿han tenido alguna respuesta últimamente?
–La reforma es un tema que está latente y ha surgido más de una vez en las conversaciones con el Gobierno. Desde nuestra perspectiva, consideramos que es necesario que se generen instancias de diálogo para que podamos manifestar nuestras necesidades, problemáticas y realidades. A partir de allí, podremos comenzar a definir qué puntos de la ley –ya sea en lo vinculado a su contenido como a su aplicación– son necesarios revisar para contar con un sistema de salud eficiente.
En relación con la apertura de precios específicamente, consideramos que esta medida será positiva para las empresas de medicina privada. Si bien liberar el mercado lo hará más competitivo, seguramente implicará generar nuevas estrategias para sostener el crecimiento. Lo vemos como un instrumento y un desafío a la vez.
–¿Cómo está funcionando la ecuación de los sistemas público, privado y seguridad social en medicina prepaga en este momento?
–Si nos enfocamos en el sistema de medicina privada, la estabilidad está dada por el equilibrio entre ingresos y prestaciones, por eso el escenario es complejo. En muchas ocasiones, la rentabilidad presenta importantes variables entre los objetivos previstos y el rendimiento alcanzado.
En paralelo, el sistema público y de seguridad social tienen incompatibilidades y falta de sinergia con el sector privado y de las obras sociales, por lo que el sistema de salud global presenta falencias, tanto cuantitativa como cualitativas.
–En 2017 Sancor Salud estaba en plena expansión y su meta era reforzar el segmento corporativo, ¿lo están logrando?
–Como grupo de medicina privada, hemos incorporado nuevos modelos de comercialización para dar repuesta a diferentes clientes corporativos, ya que en este segmento evidencian necesidades particulares muy marcadas. Hoy, nuestra propuesta ha sido aceptada con éxito por un importante número de decisores, y los resultados alcanzados ratifican que las acciones que llevamos adelante fueron acordes con la estrategia.
–¿Cómo avanzan en sus programas de cronicidad y gerontología en los que han decidido poner énfasis?
–En base al creciente avance en materia de la medicina, ciencia y tecnología, y su impacto en la cotidianeidad, la proyección es que la gente vivirá más tiempo. Con ese panorama, consideramos que la apuesta por la población de adultos y adultos mayores debe estar direccionada a trabajar con medidas preventivas y detección de factores de riesgo de las patologías más frecuentes. Esto se debe a que el enfoque en la prevención y la realización de los tratamientos adecuados impacta positivamente en la calidad de vida. En este sentido, los programas de cronicidad se ligan directamente al tratamiento temprano y al seguimiento directo de los casos de los pacientes.
–¿Cuáles son los próximos planes de Sancor?
–Los objetivos estratégicos que nos habíamos planteado para este año ya han sido superados. El crecimiento sostenido que logramos tiene su apoyatura en la estructura de la compañía, por eso acompañamos la expansión con la incorporación de nuevos puntos de encuentro en todo el país y trabajamos en la especialización y profesionalización de las áreas de atención.
Actualmente nos encontramos trabajando en las directrices que van a guiar nuestro desempeño en los próximos cinco años. La meta es consolidarnos como una de las alternativas de medicina prepaga más calificadas y prestigiosas del mercado.
Omint
Avance de la telemedicina y digitalización de los servicios
Esta marca ya cumplió 50 años en el mercado argentino de la salud. Se considera pionera en el desarrollo e instrumentación de las consultas médicas por video llamada en el país y no cesa en invertir en tecnología, buscando una orientación más ágil hacia los pacientes y resolver sus consultas.
Por Fabiana Culshaw
Marcelo Mancini
Este año amplía sus servicios y presenta otras novedades. Marcelo Mancini, gerente general de Grupo Omint, recuerda que cuentan con 2.600 integrantes en las unidades de salud y brinda servicio a más de 300.000 asociados. Invierte 1% de la facturación total en actualización tecnológica, con la meta de permanecer alineados con el continuo avance de la telemedicina y la digitalización de los servicios.
–¿Cuál ha sido la rentabilidad del negocio de la medicina prepaga en el último año?
–La rentabilidad del sector se ha deteriorado paulatinamente. Los mayores costos que vive la actividad no pueden ser trasladados en su totalidad al precio de las cuotas médicas de los planes de salud. Los altos costos son producto de las nuevas tecnologías, los más recientes procedimientos de diagnóstico y tratamiento, y los medicamentos que han surgido para contribuir con una mayor expectativa de vida. A esto se le agregan la mayor cantidad de prestaciones que se suman al Programa Médico Obligatorio (PMO) y el creciente número de amparos de la justicia.
–¿Cómo incide el aumento de los casos de litigios en las prepagas?
–Se ve cada vez con más frecuencia la aparición de amparos que ordenan dar cobertura a prestaciones que no se encuentran incluidas ni en el PMO, ni en el plan contratado.
–¿Qué piensa sobre una Comisión Nacional de Evaluación de Tecnología (Conetec)?
–La reciente resolución que determina la creación de la Conetec es un paso adelante. Es necesario que exista un organismo que regule la relación costo– eficiencia de la provisión de nuevas tecnologías y esperamos que traiga orden y criterios científicos rigurosos de cobertura.
–¿Qué inversiones está realizando Omint?
–Tenemos previsto continuar invirtiendo en las clínicas propias, tanto en la Clínica Santa Isabel como en el Centro Médico Bazterrica, y mantendremos la actualización tecnológica de todo el grupo.
Consideramos prioritario seguir innovando y transformando el sector de la salud argentina, teniendo en cuenta las tendencias globales que buscan brindar una mayor accesibilidad y mejor servicio a los afiliados. Sin embargo, la ley de regulación del sector no contribuye a una expansión mayor.
–¿Dónde ve las limitaciones?
–Creemos que es importante que haya legislación, pero estamos convencidos de que debe mejorarse la ley que nos regula, para permitir el desarrollo del sector. Uno de sus puntos negativos es el control de precio que se traduce en la dificultad del traslado de mayores costos a los precios, en tiempo y forma. A pesar de ello, hemos hecho muchos esfuerzos por adaptarnos y seguimos trabajando para mantener un diálogo abierto y acercar las problemáticas del sector.
–¿Qué innovaciones ha presentado el grupo últimamente?
–Continuamos expandiendo Omint Médico Online, que se encuentra disponible hace más de un año, para poder brindar mejor servicio en la atención médica, y hemos sumando nuevas especialidades, tales como dermatología, deportología y ginecología.
Asimismo hemos lanzamos un plan médico innovador, dirigido a jóvenes de entre 18 a 35 años, que permite la afiliación desde la web, sin tener que realizar trámites presenciales, y con acceso inmediato al plan de salud. Este sistema resuelve fuertemente la burocracia a la hora de asociarse a un plan.
A principios del año también concretamos una alianza comercial con Avantrip y lanzamos Omint Viajes, una plataforma de turismo diferencial que permite ampliar la oferta de servicios a todo el mercado argentino y en especial a nuestros socios, quienes acceden a condiciones preferenciales.
Galeno
Estar en la vanguardia es continuar invirtiendo
La empresa de más de treinta años, de capitales nacionales y que siempre ha apostado al crecimiento, mantiene la meta de crecer en forma racional. Consideran que la medicina privada en la Argentina debería volver a tener al menos dos puntos más de rentabilidad para salir de la difícil coyuntura.
Por Fabiana Culshaw
Juan Funes
Juan Funes, director comercial de Galeno, afirma que a pesar de las dificultades que sufre el sector de la medicina prepaga en el país, siguen invirtiendo dado que así se requiere para competir.
La intención es estar a la vanguardia, lo que requiere desembolsos sostenidos en el tiempo, fundamentalmente en tecnología. En actualización tecnológica, precisamente, invierten entre US$ 30 y US$ 40 millones anuales (sin contar los nuevos equipos).
Esta compañía cuenta con siete sanatorios y siete centros médicos propios y una red de 6.200 sanatorios e instituciones de diagnóstico y tratamiento contratados. En 2016, agregaron consultorios externos y ampliaron algunos servicios. Actualmente suman alrededor de 68.000 médicos y más de 750.000 afiliados.
Las tendencias internacionales del sector de la medicina muestran mayor cantidad de servicios de atención personalizada y más rápida, así como énfasis en el diagnóstico precoz y en la telemedicina. Galeno procura seguir esas tendencias que están cambiando el negocio.
–El sector realizó una propuesta al Gobierno que incluye que los afiliados participen en las prestaciones a través de algún tipo de pago. ¿Obtuvieron alguna respuesta, o piensa que habrá algún cambio en ese frente?
–En la primera mitad del año pasado se avanzó mucho al respecto. Se presentaron distintos escenarios posibles para poder mitigar los aumentos de costos médicos debido a la inflación, a las nuevas tecnologías médicas y al constante avance en medicamentos monoclonales.
Algunas de las propuestas fueron incorporar copagos en prácticas ambulatorias y en estudios diagnósticos ya que, en el caso de la internación, entendíamos que no era viable implementar el copago. Si bien se conversó sobre diversas propuestas al respecto, finalmente ninguna prosperó. Entendemos que en este punto queda aún camino por recorrer y trabajar.
–El año pasado ustedes señalaron que uno de los principales problemas del sector era no poder fijar las tarifas en forma libre. ¿Sigue siendo el punto crítico?
–Este un sector que compite libremente para brindar coberturas y servicios de calidad, intentando fidelizar a los asociados para que mantengan su prepaga y proponiendo a los potenciales asociados incorporarse al sistema. Cabe aclarar que la libertad de precios no implicaría que los usuarios reciban aumentos injustificados y que no se relacionen con el costo de los mismos. El actual Gobierno permite un buen diálogo y tanto el Poder Ejecutivo como la mayoría de los legisladores conocen la problemática. Asimismo, comparten la proyección sobre la inviabilidad del sector a futuro, de no hacerse los cambios que se requieren.
–¿Qué hacen otros países para enfrentar este tipo de dificultades?
–A escala mundial, las prestaciones generalmente están dadas por los Gobiernos, como en los casos de Inglaterra y España. En otros países también existen sistemas de seguros médicos en los cuales el asegurado paga una prima mensual (cuota) y por cada prestación médica que recibe debe abonar un copago compensatorio para cubrir la totalidad del costo de la prestación.
–¿Qué tan difícil ha sido el año 2017 en el mercado local?
–El 2017 ha sido un año complejo para el sector por el impacto del crecimiento del gasto en las prestaciones. Entre varios factores, creció la demanda de cobertura de medicamentos de alto costo que no han sido incorporados al Plan Médico Obligatorio (PMO). El incremento en la tasa de uso de estudios de diagnóstico, las tecnologías de última generación que han ido surgiendo y la incorporación de coberturas sin el necesario financiamiento, complican a todos los financiadores, especialmente a las empresas de medicina prepaga con bajo volumen de asociados.
Swiss Medical
A pesar de todo, sí se invierte
En 2017 la firma puso en marcha un servicio de orientación médica telefónica y en este mes de mayo estrena su consultorio virtual o telemedicina, integrado a una plataforma que permite registrar esos datos en la historia clínica digital y consultar en tiempo real los archivos de imágenes.
Por Fabiana Culshaw
Miguel Blanco
Miguel Blanco, director general de Swiss Medical Group, pasa revista a los recientes desembolsos de la empresa, dentro de su plan de inversión, del orden de US$ 100 millones.
–¿Qué inversiones están haciendo, además del reciente centro médico en Lomas de Zamora?
–Estamos encarando obras de infraestructura por un monto superior a los US$ 100 millones. La reciente apertura del centro médico en Lomas de Zamora requirió una inversión mayor a US$ 9 millones y trae a dicho municipio la máxima complejidad diagnóstica ambulatoria disponible. Asimismo, ya se iniciaron las obras de construcción del sanatorio de Nordelta, con una inversión estimada de US$ 80 millones.
–¿Qué están haciendo en materia digital?
–Venimos desarrollando un fuerte programa de innovación digital, incorporando tecnología en todas nuestras unidades de atención, así como otros avances en conectividad digital y móvil con nuestros asociados y prestadores.
Desde 2016 hemos encarado el proceso de implementación de una plataforma operativa integral en nuestros sanatorios y centros ambulatorios cuya primera fase culminará este año, vinculando todo nuestro sistema de atención, unificando los registros clínicos, permitiendo el seguimiento de los estudios y solicitudes de los pacientes en cualquiera de nuestros dispositivos en forma concurrente.
–¿Cuántas personas interactúan con esa plataforma?
–Lo hacen más de 7.880 profesionales de salud dentro de nuestra red de sanatorios y centros ambulatorios, en forma diaria.
–¿En qué consiste “Guardia Ãgil”?
–Es nuestro más reciente desarrollo; permite evitar las colas en la guardia, pudiéndose hacer una fila virtual fuera del sanatorio y asistir en el momento indicado para atención inmediata. Esto no solo mejora el servicio y jerarquiza el tiempo de los pacientes, sino que reduce significativamente el riesgo de contagio en las salas de espera.
–En 2016 Swiss Medical cerró con una rentabilidad de $300 millones, lo que no llegaba al 1,5% de incremento en relación a 2015. ¿Cuáles son las cifras al cierre de 2017 y cómo ve el panorama para 2018?
–Las cifras de 2017 son similares a las de 2016, pero de no tomarse las medidas necesarias el pronóstico para 2018 es preocupante.
–¿A qué se refiere?
–El sistema privado de salud lleva años de precios controlados con costos crecientes. La inflación médica no ha podido ser íntegramente trasladada a las tarifas que percibe el sector, lo que ha venido deteriorando la rentabilidad del sistema. Al mismo tiempo, la inacción histórica en encarar profundas reformas estructurales sigue afectando negativamente al sistema de salud.
–¿Cuáles deberían ser esas reformas?
–Actualizar el Plan Médico Obligatorio, crear una Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología, una instancia de cobertura de enfermedades catastróficas, reformular la ley de Empresas de Medicina Privada, encarar las reformas fiscales y tributarias que aplican al sector en forma arbitraria e inequitativa.
–¿Piensa que se aprobará un sistema de co-pago con los afiliados y deducibles obligatorios, como muchas empresas del sector reclaman?
–Más que una fuente de ingresos adicionales al sistema, vemos al co–pago como una forma de que los afiliados lo usen cuando realmente lo necesitan. Un ejemplo del uso indiscriminado del sistema es lo que ocurre con el pedido de médico a domicilio que, en otros países, no existe como servicio.
–¿Se han dado mayores inversiones extranjeras en el sector como en algún momento se proyectó?
–No solo no hay nuevas inversiones extranjeras, sino que las pocas que hubo se han retirado del país.
–¿Qué tan útil es realmente la telemedicina?
–Mucho; la telemedicina se va a desarrollar como una alternativa más en la atención de los pacientes y es particularmente útil para una segunda consulta, la interconsulta con especialistas y la atención en lugares remotos o del interior del país.