Por Vicente Amadeo (*)
En estos tres años se ha observado un avance impresionante del posicionamiento de los ODS como agenda global del desarrollo. Resulta muy alentador y desafiante el lugar que en esta agenda se ha otorgado al sector privado, y en particular, el ejercicio de las empresas de alinear sus estrategias a estos objetivos, indicadores y metas. A diferencia de sus antecesores, los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacen un llamado explícito al sector privado para que aplique su creatividad e innovación a fin de resolver los retos del desarrollo sostenible. Así, se reconoce, por primera vez, que el desarrollo no es privativo de los Gobiernos sino que las empresas tienen también un rol protagónico y pueden ser agentes del cambio.
En la Argentina, el Consejo para el Desarrollo Sostenible (Ceads) lleva adelante la agenda de conexión entre los ODS y el sector privado y presentó en noviembre de 2018 la plataforma virtual www.ods.ceads.org.ar que reúne 186 iniciativas, presentadas por 64 empresas, las cuales abordan 16 de los 17 ODS. Los sectores industriales que más contribuyeron a la plataforma fueron el de alimentos y bebidas (17%), petróleo y gas (15%), agroindustria (13%) y tecnologías de la información y de las comunicaciones (11%).
Los ODS 12 “Producción y consumo responsables”, 4 “Educación de calidad” y 8 “Trabajo decente y crecimiento económico” fueron los que mayor cantidad de contribuciones recibieron (31, 26 y 22, respectivamente). Este año, el 94% de las iniciativas presentadas contaron con indicadores, mientras que en 2016 y 2017 solo el 50% de las iniciativas recibidas contaban con algún tipo de medición.
Las herramientas que debe utilizar el sector privado en la agenda 2030 existen y están disponibles. Es un camino de mucho trabajo que ya comenzó pero que debe ser una apuesta continua al largo plazo por parte del empresariado; trabajando los programas sociales y ambientales con medición de resultados y de impacto, con análisis y aprendizajes a partir de casos de buenas prácticas, con metodologías relevantes y comprobadas, creando valor compartido con organizaciones de la sociedad civil y con diseño y evaluación de proyectos relevantes para sus comunidades de origen.
Conocer la nueva agenda global
Desde Ledesma, entendemos que es estratégico conocer de primera mano esta nueva agenda global y comenzar a adoptar sus lineamientos, ya que es una oportunidad para anticiparse y alinearse a las regulaciones. Tenemos la convicción de que trabajando localmente esta agenda global podremos aportar nuestra contribución con el desarrollo local de toda la región de valles de la provincia de Jujuy. Para ello, priorizamos un enfoque local de la agenda de trabajo con la comunidad, elaborando programas que son moldeados por sus actores regionales y por parte de la comunidad a la que pertenecen. Ellos son quienes mejor conocen los problemas porque son los que viven en la comunidad y quienes pueden pensar mejor las soluciones al estar cerca de los desafíos.
En el caso de Ledesma, contamos con nuestras propias ventajas comparativas regionales: Jujuy es rica en cultura y espíritu de solidaridad. En esta región trabajamos con veinte profesionales dedicados full-time a la implementación de programas sociales con la comunidad. Apoyamos a una diversidad de emprendedores rurales y emprendedores tecnológicos, apuntando estratégicamente a fortalecer la empleabilidad y las competencias de los jóvenes jujeños.
Lo hacemos porque estamos convencidos de ello. Más allá de que a medida que siga creciendo el interés social por las prácticas ambientales y socialmente responsables, las empresas más sustentables se beneficiarán más, ya que con sus políticas estarán contribuyendo a una sociedad más justa y sustentable.
(*) Jefe de Relaciones con la Comunidad de Ledesma
