Construir valores y procesos sociales

    Por Nadia Vallory


    Fernando Tezanos Pinto

     

    La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronostica un estancamiento del crecimiento para los próximos 50 años y 40% de aumento de la desigualdad en los países ricos.
    Además, los datos económicos de los últimos años han demostrado que el bajo crecimiento económico y la mayor inequidad en el reparto de los ingresos han erosionado el consenso en favor de la globalización y de la integración regional.
    Frente a este pronóstico y coyuntura, hay quienes apoyan a la sustentabilidad como el motor que logre impulsar al tren del capitalismo. “La globalización hasta el momento fue dada principalmente por el mercado de capitales. Ahora, es el turno de que el sector político ayude a que la globalización sea sustentable económica y humanamente”, asegura el presidente de Auren, Fernando Tezanos Pinto.
    Para el ejecutivo la clave está en que, tanto el capitalismo como los políticos, piensen en factores claves como la pobreza y la integración social para el desarrollo. “Uno de los mayores desafíos es construir valores y procesos sociales que aseguren un compromiso consensuado desde la política, los empresarios y la sociedad”, enfatiza.

     

    Cuestionamientos

    Algunos escándalos recientes en materia de reputación y prestigio, y de violación de normas éticas, hacen suponer a mucha gente que sustentabilidad y Responsabilidad Social Empresaria son ejercicios cosméticos.
    “Los escándalos de reputación y prestigio, y de violación de normas éticas se originan en la dirección de la empresa y en los políticos de turno. Justo las personas que deberían ser ejemplos de la convicción genuina y de la transparencia”, dijo Tezanos Pinto consultado acerca de cómo se hace para trasladar a la sociedad estas ideas.
    “Hoy la percepción en general del empresario es que estamos saliendo de una cultura donde la corrupción era parte de la misma, y la esperanza está en que estos mismos líderes empresarios sean los que acepten cambiar de la corrupción al bien común para el beneficio de su propia empresa y su comunidad”, recalcó.
    Por otra parte, también existe la creencia de que la RSE es solamente un buen ejercicio de relaciones públicas y que no surge como una profunda necesidad que la sociedad le pide a sus actores. “Aquellas organizaciones que realicen la RSE como un buen ejercicio de relaciones públicas no van a ayudar a producir un cambio en la sociedad”, afirmó el ejecutivo sobre ese punto.
    Tezanos Pinto dijo en ese sentido que la responsabilidad social empresaria es un síntoma de que cambian las demandas y exigencias de los consumidores. En la experiencia de Auren clientes y proveedores “ayudan a cumplir con lo que predicamos de RSE”.

     

    Tecnología sustentable

    La tecnología ha sido siempre una fuerza disruptiva. Hoy en día, emerge una variedad de descubrimientos potencialmente dramáticos en robótica, nanotecnología y medicina.
    Estamos yendo hacia la sociedad del conocimiento que permite a las empresas y a la sociedad generar innovación de manera acelerada, que aporte soluciones tecnológicas para resolver también problemas sociales. La sustentabilidad juega un papel importante en esa partida.
    Tezanos Pinto considera que en la actualidad, los avances tecnológicos y la sustentabilidad ya deberían forman parte de nuestro “día a día” y de la estrategia de mediano y largo plazo. Es que para el ejecutivo, ambas involucran al crecimiento económico y la segunda también al bienestar de las personas en comunidad.
    De todas maneras, pronostica que la tecnología va a seguir siendo una fuerza disruptiva. “Cada vez más se va a alinear con más puestos de trabajo en tareas que no puede reemplazar la robótica. En la actualidad la juventud orienta su trabajo hacia esa línea en forma natural”, dijo en ese sentido el ejecutivo.
    “El desafío va a estar en que la sociedad impulse a empresarios y políticos a que desarrollen espacios y estrategias de Investigación, innovación y pensamientos”, afirmó sobre esa temática a modo de conclusión.

     

     

    La transparencia, la apertura y el consenso

    IRAM participa en alianzas facilitando el estudio de normas que apoyan la difusión de buenas prácticas empresariales y las relaciones entre los agentes económicos. Son, además, el soporte de buenas prácticas ambientales y de la eficiencia energética.

     

    Por Luis Trama (*)

    El IRAM, como organismo normalizador de la Argentina y miembro de ISO, ha tenido un rol muy activo durante la etapa de estudio de la Guía ISO 26000 sobre Responsabilidad Social. Cabe destacar dos hechos muy importantes a lo largo de este proceso, que culminó con la publicación de la Guía en 2010. La Argentina estuvo siempre representada, desde el mismo inicio del trabajo, por los seis stakeholders participantes. Además, se involucró activamente y trabajó en grupos asesores y en el área de comunicación creada.
    En 2004, cuando aún estaba en estudio la Guía ISO 26000, el IRAM en su carácter de asociación civil sin fines de lucro, adhirió a los 10 principios del Pacto Global, iniciativa de Naciones Unidas. Integramos el primer grupo de 200 organizaciones de nuestro país en adherir a ella.
    Durante 11 años hemos publicado nuestras comunicaciones de progreso, si bien no era obligatorio. Este hecho ha sido destacado por el Pacto Global y en esas comunicaciones el IRAM ha mostrado cómo, con sus muy diversas actividades, ha contribuido a los principios mencionados. Actualmente, estamos trabajando con los nuevos lineamientos que el Pacto Global ha establecido para las Comunicaciones de Involucramiento (COE) para las organizaciones no empresariales.
    Hacia fines del año 2015 se puso en marcha el Programa Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), plan de acción tendiente a cambiar el actual modelo de desarrollo. Los ODS integran los aspectos económicos, sociales y ambientales y reconocen los vínculos que existen entre ellos para lograr el desarrollo sostenible. Alcanzarlos dependerá de una alianza mundial con participación activa de los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y el sistema de las Naciones Unidas.
    IRAM participa de esta alianza facilitando el estudio de normas que, por ejemplo, apoyan la difusión de buenas prácticas empresariales y las relaciones entre los agentes económicos. Dichas normas son el soporte de buenas prácticas ambientales y de la eficiencia energética y contribuyen a la protección de los consumidores, la salud y otros intereses sociales que requieren de normas técnicas o de gestión de los productos y servicios.
    A su vez, elaboramos nuestro plan anual de estudio de normas en base a las necesidades de normalización manifestadas por los diversos sectores productivos, de servicios, del gobierno, de las entidades científico-técnicas y académicas, así como de los consumidores y los distintos sectores sociales del país.
    La transparencia, la apertura y el consenso constituyen la base que garantiza que nuestro Instituto es un socio de confianza para el desarrollo de normas que contribuyan al logro de los ODS.

     

    (*) El ingeniero Luis Trama es asesor de la Dirección General de IRAM.

     

     

    Toyota Argentina

    Desafío 2030 y sus objetivos

    Los retos para la firma automotriz japonesa tienen tres puntos principales: mejores autos, mejores procesos productivos y enriquecer la vida de las comunidades. Se busca avanzar sobre tres ejes de acción: seguridad vial, ambiente y educación.

     

    Por Nadia Vallory


    Eduardo Kronberg

     

    “La sustentabilidad es uno de los principales conceptos en los que se apoya el sistema de producción de nuestra compañía”, afirmó el gerente de Responsabilidad Social y Comunidad de Toyota Argentina, Eduardo Kronberg.
    Y este fue el punto de partida para explicar que, en línea con la Agenda 2050 para el Desarrollo Sostenible, discutido hace poco más de un año por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Toyota Motor Corporation publicó a escala mundial el Desafío 2030.
    Se trata de una ambiciosa serie de objetivos que aspira a optimizar los procesos de fabricación, mejorando los vehículos y promoviendo sociedades en armonía con la naturaleza. “El Desafío 2030 tiene tres puntos principales: mejores autos, mejores procesos productivos y enriquecer la vida de las comunidades”, explicó.
    Dentro de este marco y, realizado bajo los lineamientos de la guía G4 del Global Reporting Initiative (GRI), la compañía también dio a conocer su Reporte de Sustentabilidad que repasa los avances sobre sus tres ejes de acción: seguridad vial, ambiente y educación. “Nosotros vendemos autos y sin duda la seguridad vial es un tema que nos preocupa. Por esto, trabajar en la seguridad vial es una de nuestros ejes”, dijo Kronberg.
    El segundo de los ejes es el medio ambiente. “Trabajamos en la conciencia ambiental dentro de las escuelas primarias. Lo hacemos con chicos de quinto grado de Zárate y Campana”, sostuvo el ejecutivo.
    El tercero, y muy importante en la Argentina, es la educación. “Aquí, puntualmente, nos hemos focalizado en la empleabilidad para los empleados de Toyota y para toda la comunidad”, afirmó.

     

    Rendir cuentas

    Para evaluar estas y otras políticas, Toyota cuenta con un comité global que se reúne en Japón. “Cada una de las empresas rendimos cuentas y siempre nos comparamos contra la mejor planta a escala mundial; la que obtuvo la mejor performance en cada indicador es adónde se apunta”, dijo y agregó con gran orgullo que la planta de la Argentina obtuvo un doble premio de oro en las bajas emisiones de componentes volátiles orgánicos (VOC), modelo que buscan imitar el resto de las compañías.
    También mantienen un plan quinquenal y año a año reportan los cumplimientos en cada uno de los indicadores. “Nos resulta mucho más sencillo contar con Social Contribution, el sector de RSE de la firma emplazado en Japón”, admitió Kronberg. “Nosotros tenemos la suerte de estar insertos en una casa matriz que tiene lineamientos muy claros y eso nos da una perspectiva de ‘hacia donde debemos apuntar’”, recalcó.
    La casa matriz cuenta con 110 personas que se desempeñan en el área de sustentabilidad. “La visión a largo plazo es clásica de los japoneses, sobre todo en una industria como la nuestra”, dijo y explicó que con ese apoyo, también les resulta mucho más fácil encarar el Desafío 2030.
    “Todo este tipo de iniciativas demuestra el importante rol que juega la sustentabilidad y la Responsabilidad Social Empresaria para la compañía automotriz a la que represento”, sintetizó el ejecutivo tras explicar los diferentes conceptos sobre los que trabaja la compañía.
    Por último, consultado acerca de si cree que la iniciativa que lleva adelante su empresa es replicada por otras firmas más pequeñas, Kronberg respondió: “no sé si realmente es tan exitosa como se pensaba en cuanto a cantidad de empresas de ese tamaño, pero hay iniciativas mundiales y eso ya es algo”.
    Más allá de la estrategia de cada firma, el ejecutivo volvió a destacar que las estrategias mundiales para alinear a las empresas son sumamente importantes, en claro ejemplo a las indicaciones sobre políticas sustentables de organizaciones internacionales.
    “El pacto global es una clara muestra de que las compañías quieren adherir a esta tendencia”, dijo y agregó: “en los últimos años la sustentabilidad creció y hubo una predisposición de las grandes empresas a tener un área que maneje los programas y acciones, pero que además atienda las necesidades de la comunidades cercanas y de las familias de empleados. A futuro va a ser creciente y cada vez más empresas van a estar adentro”, dijo optimista a modo de conclusión.

     

     

    Unilever

    La base son modelos de negocios sustentables

    Tras obtener el primer puesto en su sector en el Ãndice de Sustentabilidad Dow Jones 2015, la firma se propone nuevas metas para 2020. Sus fábricas ahorraron € 600 millones a escala mundial desde 2008 a la fecha, por desempeñarse de manera eficiente en el plano ambiental. Las marcas sustentables de la compañía representan casi 50% del crecimiento anual.

     

    Por Florencia Culshaw


    Karen Vizental

     

    Karen Vizental, vicepresidenta de Comunicaciones y Sustentabilidad de América latina y el Cono Sur de Unilever, cuenta las estrategias de la compañía para Mercado.

    –El Dow Jones Sustainability Index pregunta a las empresas si han diseñado algún programa orientado específicamente a solucionar necesidades sociales. ¿Existe algo así en su compañía?
    –Contamos con un Plan de Vida Sustentable, que consta de objetivos: mejorar la salud y el bienestar de millones de consumidores y personas que integran nuestra cadena de valor, y reducir el impacto ambiental de nuestro negocio.
    En el plano social, un foco importante para la compañía son los negocios inclusivos, con objetivos medibles para el año 2020. Un ejemplo es nuestro trabajo con la marca Knorr en el desarrollo de los agricultores de la zona de Cuyo, en Mendoza. A través de un programa de agricultura sustentable, los apoyamos con capacitación, asesoramiento, tecnología para implementar el riego por goteo y financiamiento al capital de trabajo.
    Tenemos indicadores para gestionar el impacto del proceso, como ser en: consumo de agua, energía y materiales, uso del suelo, residuos, emisiones y efluentes, indicadores de salud y seguridad ocupacional.

    –Hay quienes creen que las empresas abordan programas de responsabilidad social para corregir errores del pasado, o bien mitigar el impacto negativo sobre la marca si algo malo ocurriera. ¿Corresponde alguna de estas dos posiciones a su empresa?
    –No. Nosotros creemos que no es posible tener un negocio sólido en un mundo de desigualdad, pobreza y cambio climático. Nuestra estrategia es asegurar el crecimiento del negocio a largo plazo y para lograr esto nos basamos en modelos de negocios sustentables. Durante los seis años de vida que lleva nuestro plan, podemos demostrar que no existe contraposición entre la sustentabilidad y el crecimiento rentable. En síntesis, hacer el bien es lo correcto, es estratégico y es buen negocio.

    –¿En Unilever se hace algo para alentar el espíritu de social intrapreneurs y retener a los empleados que piensan en valores de sustentabilidad?
    –Nuestros principales aliados son los empleados. El Plan de Vida Sustentable impacta directamente en la forma de trabajo y en la fijación de objetivos. No se trata simplemente de la función de un área aislada, sino que implica una transformación transversal en todas las áreas de la compañía: impacta en la innovación, en la investigación, en el trato con proveedores, clientes, consumidores. A lo largo del año, desarrollamos talleres para canalizar el aporte de nuestros empleados a los objetivos del Plan y cómo este impacta en sus vidas.

    –Algunos escándalos recientes en materia de reputación y prestigio, y de violación de normas éticas hacen suponer a mucha gente que sustentabilidad y RSE son ejercicios de maquillaje, cosméticos. ¿Cómo se hace para trasladar a la sociedad la idea de convicción genuina y de transparencia permanente?
    –En nuestro caso, trasladamos a la sociedad nuestra convicción con hechos. Tenemos métricas concretas que reflejan los resultados de nuestros avances en los compromisos asumidos. En línea con esta visión, el año pasado lanzamos los desodorantes comprimidos y decidimos compartir la tecnología que se utiliza en esos productos, de manera abierta y gratuita. También hemos compartido una guía sobre cómo conseguimos llegar de “cero residuos” a “rellenos sanitarios”, práctica que –de ganar escala– tiene un impacto enorme en la gestión ambiental y en las comunidades.

    –¿Cómo se beneficia su empresa de sus iniciativas en el terreno de la sustentabilidad y la RSE? 
    –Desarrollamos un esquema sencillo de cuatro puntos: mayor crecimiento, costos más bajos, menor riesgo y más confianza. Con respecto a los beneficios tangibles, el mayor crecimiento del negocio lo logramos a través de nuestras marcas sustentables. Logramos costos más bajos gracias a la reducción de los desechos y el uso eficiente de la energía, las materias primas y los recursos naturales en general. Con respecto a los intangibles, aspectos como la reputación o la confianza, son fundamentales en sociedades transparentes. Atraen los mejores talentos y las mejores tasas de competitividad del mercado.

     

     

    Edisur

    Triángulo de la sustentabilidad

    Toda empresa que social, ambiental y económicamente sea productiva crea relaciones más sólidas con su público de interés. También da mejor respuesta al mercado y genera productos para atender necesidades. Sin ese cambio general, no solo que no crecerá la empresa, sino que no crecerán el resto de los actores.

     

    Por Guillermina Fossati


    María Marta Toniutti

     

    Para María Marta Toniutti, directora de Comunicación y Marketing de Grupo Edisur, la rentabilidad de una empresa va ligada, directamente, con la responsabilidad en el área ambiental y social. Por separado es imposible alcanzar el éxito. Y la sociedad también tiene que involucrarse
    Para María Marta Toniutti, directora de Comunicación y Marketing del grupo, la rentabilidad de una empresa va ligada, directamente, con la responsabilidad en el área ambiental y social. Por separado es imposible alcanzar el éxito. Y la sociedad también tiene que involucrarse.
    Grupo Edisur es una empresa que está abocada de manera integral al desarrollo inmobiliario, desde los estudios de factibilidad de la tierra hasta la venta de los inmuebles y la postventa. Por ahora, su foco de negocio se encuentra en Córdoba, pero no descartan extenderse hacia otras provincias.
    Para el vocero de la firma, la política de Responsabilidad Social Empresaria y sobre sustentabilidad tiene una característica singular: no hay un área especial dedicada a estos temas, porque son aspectos transversales que abarcan a toda la compañía. Es por eso que no creen oportuno centralizarla en un departamento específico.

    –Si no tienen área especial para estos temas, ¿cómo operan en la empresa?
    –Para nosotros no es un tema de fondo, pero sí de forma. Si bien encaramos este trabajo y lo formalizamos a través de reportes, el grupo no tiene un área específica porque es un tema transversal. Al ser una compañía de desarrollo inmobiliario que abarca desde los estudios de la tierra hasta la gestión de las obras, construcción, marketing, venta y postventa, lo que hacemos es identificar las necesidades de cada área y luego las potenciamos y alineamos. No solo a partir de un reporte de RSE una empresa debe ser responsable y sustentable. Lo somos desde que nacimos; la formalización solo ayuda a la industria y la economía. De esta manera, en cada división del negocio, identificamos el impacto que tienen en lo económico, social y ambiental y a partir de ahí actuamos.

    –¿Cuál es el impacto más grande de una empresa que lo que hace es comprar una tierra virgen y finalmente transformar el lugar, con una nueva construcción?
    –En general se habla de impacto ambiental, pero también puede ser económico o social. Reconvertimos un espacio, tenemos que pensar que haya servicios, como será el cambio urbanístico, que hay iluminaria y conectividad.
    Estamos interviniendo 1.200 hectáreas hacia el sur de Córdoba y eso genera un movimiento en la ciudad. Hay que pensar cómo será integrado a sus alrededores.

    –¿Consideran que puede haber crecimiento económico sin RSE y sin ser sustentable?
    –Si no se es rentable económicamente, no se es sustentable. Si una empresa no puede convivir con otros actores no puede sobrevivir. Pero yo creo que la importancia de ambos conceptos unidos no se da a futuro, sino que viene desde el pasado.

    –Entonces crecimiento económico y sustentabilidad no se pueden disociar?
    –Exactamente, estaríamos errados si pensamos que solo hay que atacar a la empresa. No se puede pensar en acciones meramente publicitarias, sino que tienen que ser comprometidas en el tiempo, y no son únicamente responsabilidad del empresario. Es importante generar una nueva relación.

    –Y ¿qué opinan sobre las acciones del empresariado al respecto?
    –Sobre cuánto lo tienen incorporado, probablemente falte. Durante mucho tiempo no le pusieron el foco que debía tener para el crecimiento. Ahora existe una visión conjunta, compartida, que se retroalimenta y es constructiva. Las empresas tienen que trabajar más en el triángulo que es sustentabilidad económica, social y ambiental. Algunas hicieron más hincapié en uno de los aspectos, pero deben buscar el equilibrio entre los tres vértices y el crecimiento debe ser más sólido.

     

     

    Banco Patagonia

    La digitalización de productos y servicios

    La entidad orienta su negocio hacia la innovación tecnológica, adaptándose a las nuevas necesidades de la sociedad. La educación financiera digital es otro de sus desafíos en materia de inversión social. El Informe de RSE 2015 se hará bajo los lineamientos GRI G4.

     

    Por Florencia Culshaw


    Marcelo Muzlera

     

    Marcelo Muzlera, superintendente de Desarrollo Humano y Clima Organizacional del Banco Patagonia, muestra su visión sobre la sustentabilidad y da a conocer los logros de la institución en esa materia.

    –En los últimos años el gran debate sobre el capitalismo se centró en tratar de definir exactamente qué es una empresa y cuáles son sus obligaciones para con la sociedad en su conjunto y para con los stakeholders. ¿Cuál es su visión en torno a este debate?
    –Para desarrollar una estrategia de negocio viable es imprescindible escuchar y analizar las necesidades de los clientes, de los colaboradores, de los accionistas, de los proveedores y de toda la comunidad. Esto significa que una empresa no puede desarrollarse correctamente si no es tomando en cuenta a la sociedad. Por otra parte, las compañías son actores de alta relevancia en el entramado social y deben asumir su rol, con conciencia del lugar que ocupan y la responsabilidad que esto conlleva.

    –La misión de Banco Patagonia se refiere explícitamente a esos aspectos, ¿verdad?
    –Sí, la misión institucional en Banco Patagonia es “un banco universal, cercano a sus clientes… en constante búsqueda de creación de valor para sus accionistas, colaboradores y para la sociedad en su conjunto”. Alineada con la misión, la estrategia de RSE es el compromiso voluntario que la entidad asume con sus grupos de interés de brindar respuestas simples y claras a sus necesidades, además de garantizar la transparencia del gobierno corporativo, promover el desarrollo de los colaboradores y acompañar el crecimiento de las economías regionales.

    –Existe cierto consenso en que la sustentabilidad es impulsada por varios tipos de innovación: nuevos productos, nuevos métodos de producción, nuevas fuentes de oferta, acceso a nuevos mercados, otras formas de organización. ¿En cuál de ellas se concentra Banco Patagonia?  
    –Este banco tiene como estrategia de mediano y largo plazo orientar el negocio hacia una innovación basada en la digitalización de los productos y servicios que ofrecemos. Esta mirada de largo plazo se adapta a las nuevas necesidades de la sociedad, previendo las nuevas tendencias. La digitalización repercute positivamente en la reducción del uso de papel relacionado con la operatoria comercial y en la posibilidad de ampliar el acceso a los productos y servicios. Asimismo, la educación financiera digital es un desafío que, desde nuestra estrategia de inversión social, estamos abordando como plan de largo plazo.

    –¿Para qué es útil el análisis de riesgo socio-ambiental de operaciones de crédito?
    –La adopción de esa metodología de análisis le permite a la institución estar posicionada para la obtención de líneas de crédito a largo plazo que poseen estas exigencias por parte de organismos multilaterales de crédito. El banco es agente financiero de la provincia de Río Negro y, en ejercicio de este rol, lleva adelante distintas acciones para promover el desarrollo de los rionegrinos, que incluyen productos específicamente orientados al bienestar de la comunidad.

    –Existe coincidencia en que las empresas deben rendir cuentas con sus reportes de sustentabilidad, incluyendo el triple resultado: financiero, social y ambiental. En el banco, ¿qué características tienen los reportes de sustentabilidad?
    –Este banco elabora anualmente su Informe de Responsabilidad Social Empresaria desde el año 2007. Ese reporte da cuenta de la gestión económica, social y ambiental de la institución. Desde 2013 lo hace según los lineamientos internacionales GRI G3.1 y estamos próximos a emitir el Informe de RSE 2015 bajo los lineamientos GRI G4.
    A partir de la incorporación de la metodología GRI G4, realizamos un proceso de definición de los aspectos materiales (económicos, ambientales, sociales y de gobierno corporativo) con mayor impacto en el negocio e influencia en nuestros grupos de interés. El análisis de materialidad resultante de este proceso tendrá beneficios no solo en la forma en que comunicamos nuestro desempeño en el Informe de RSE, sino también en la guía que otorgará a nuestra gestión futura.

     

     

    Carrefour

    Constante lucha contra el derroche

    La firma de retail implementa una política de máximo aprovechamiento de recursos y compras responsables, dando prioridad a los proveedores y productos que respeten la biodiversidad. También fomenta el consumo de productos locales procedentes de las pequeñas y medianas empresas, productores y agricultores de la región. El desafío a futuro es producir más con menos.

     

    Por Florencia Culshaw


    Candela Arias

    Candela Arias, gerente de Sustentabilidad y Responsabilidad Social Empresaria de Grupo Carrefour en Argentina, explica sus puntos de vista sobre la sustentabilidad, y los de la empresa de la que forma parte.

    –Sobre el crecimiento económico hay dos posiciones. Están quienes creen que es permanente, para siempre. Y, por otro lado, los que piensan que habrá un crecimiento menor que el promedio histórico del siglo pasado, y que la idea de la sustentabilidad transformará esa visión antigua del progreso indefinido. ¿A cuál de las visiones adhiere usted?
    –Creemos que crecimiento económico y la sustentabilidad no son opuestos. Las empresas buscan ser rentables, pero ese crecimiento económico no puede ser a cualquier precio. En Carrefour nos comprometemos con la sociedad desde nuestra propia estrategia, buscando una adecuada relación con el entorno, construimos nuestra política de sustentabilidad sobre un análisis exhaustivo del negocio, sus riesgos e impacto sobre los grupos de interés.

    –El bajo crecimiento económico y la mayor inequidad en el reparto de los ingresos ha erosionado el consenso en favor de la globalización y de la integración regional. ¿Puede la sustentabilidad dar una salida a esta encrucijada?
    –Creemos que la sustentabilidad puede aportar a esta encrucijada, pero también es necesaria la formulación de políticas públicas y un Estado presente que consolide y trabaje codo a codo con la industria para afrontar este desafío.

    –Se dice que invertir en sustentabilidad crea valor, pero la realidad muestra que no siempre es así. La consultora McKinsey agrega: cuando está bien manejada. ¿Qué hace su empresa en este particular asunto?
    –Somos conscientes del impacto que, como retail, tenemos en el medio ambiente. Nuestra estrategia se basa en los siguientes ejes: abastecimiento responsable, optimización de la logística y reducción de emisiones de CO2, programa de eficiencia energética, disminución de residuos y reciclado, deforestación, pesca y ganadería sustentable y disminución del uso de bolsas plásticas.
    Entre las áreas se destaca nuestra “lucha contra el derroche” para romper la tendencia de despilfarro en modelos de producción y consumo. Otro de los ejes es la protección de la biodiversidad, cuyo objetivo es reducir nuestra huella ambiental, incluso a través del abastecimiento.

    –Más de 90% de empresas encuestadas por McKinsey pudieron señalar un riesgo o acontecimiento específico que las llevó a comprometerse con la sustentabilidad. Más de la mitad citaron riesgos de largo plazo: daño a la reputación, problemas regulatorios, riesgos operativos. ¿Hay alguna experiencia similar en su empresa?
    –Contamos con una exhaustiva política de prevención y gestión de riegos. La organización de la gestión de riesgos dentro del grupo es descentralizada y está en manos de los directores ejecutivos de cada país. El Comité Ejecutivo (Comex) es responsable de la seguridad del patrimonio material e inmaterial de la empresa y garantiza la seguridad de las personas en nuestras tiendas. Para hacer frente a situaciones extraordinarias que pueden impactar en la continuidad del negocio y la ejecución de nuestros objetivos, el Comex establece herramientas para tratar los escenarios posibles a través de un comité de crisis, un manual de comunicación de crisis y capacitación.

    –Una nueva ola de innovación básica comenzó; se habla de una “cuarta revolución industrial”. Muchas de esas innovaciones están ocurriendo en marcas conocidas. ¿Ocurre algo similar en Carrefour?
    –La innovación es fundamental. Por año, pasan millones de clientes con gustos y necesidades diferentes que debemos satisfacer. La tecnología evoluciona rápidamente y los cambios se suscitan con una velocidad nunca antes vista. Las empresas tenemos que estar al pie de la evolución y debemos buscar nuevas oportunidades de negocios, nuevos servicios, nuevas maneras de mejorar la experiencia de compra de los clientes. Hay que aprovechar cada tecnología, cada innovación a disposición que nos permita reducir nuestro impacto en el medio ambiente u optimizar los procesos productivos.