Por Ricardo Quesada (*)
La llegada del nuevo Gobierno abre las puertas para que los inversores empiecen, lentamente, a ver a la Argentina como un destino confiable para hacer negocios, según opinan las principales firmas de auditoría.
Para ello, claro está, el presidente Mauricio Macri deberá dar los primeros pasos hacia una normalización de distintas variables, entre las más importantes se encuentran la normalización de Indec y la creación de estadísticas confiables, una negociación con los holdouts, que cierre definitivamente el default en el que cayó la Argentina en julio de 2014 y el levantamiento del cepo cambiario.
Con estas señales, el mercado argentino podría empezar a parecer atractivo para, en un país necesitado de obras de infraestructura y con gran potencialidad en sectores tan diversos como tecnología y agronegocios.
Después de un 2015 con poco movimiento en el área de fusiones y adquisiciones (M&A, según su sigla inglesa), los auditores coinciden en que el segundo semestre de 2016 se verá una reactivación. Ya desde antes de las elecciones habían comenzado las consultas de potenciales compradores que están a la búsqueda de compañías que aún tienen baja valuación y constituyen una buena oportunidad de negocios. Lo que ahora se espera es que a partir del segundo semestre, ya empiecen a concretarse las primeras operaciones.
Los auditores esperan que las nuevas autoridades permitan rediscutir la Ley de Mercado de Capitales (26.831) que obliga a la rotación del auditor cada tres años y generó gran cantidad de críticas, porque, según coincide la mayoría de los profesionales, constituye un problema para las firmas y no asegura una mejor calidad de la auditoría.
Aunque a partir de este año deben comenzar a rotar los equipos de trabajo y el año próximo empezaría la rotación de firmas, ya se logró una primera reforma que permite extender ese plazo por tres años más, siempre y cuando se cuente con la decisión de la asamblea y el consentimiento del comité de auditoría, con lo que la rotación solo se haría efectiva a partir de 2020. Sin embargo, el objetivo de máxima es lograr una revisión que establezca plazos más prolongados y que se fije en modelos como el europeo, donde la rotación se hace cada 10 años, que se pueden extender por otro decenio.
Las firmas coinciden en que tal como está regulado ahora, en el momento en que el auditor empieza a conocer el cliente y podría empezar a trabajar mejor, está obligado a cambiar, con lo que se resentiría la calidad de los informes, que es lo que la ley pretende evitar.
El mercado de capitales
Con el restablecimiento de la confianza que se vislumbra para este año, será el momento para que las empresas empiecen a pensar en el crecimiento. Y para ello necesitarán recurrir al mercado de capitales, tanto local como internacional. Una vez que se haya llegado a un acuerdo con los holdouts las empresas locales podrán acceder a financiación externa en tasas similares a las del mercado.
Vaca Muerta es otra de las grandes oportunidades que esperan ser aprovechadas. Incluso en momentos en que el precio internacional del petróleo es bajo y la explotación de uno de los yacimientos de shale oil y shale gas más importantes del mundo no es rentable, la perspectiva de una mejora en la cotización de los hidrocarburos permitirá que ingresen en el país una gran cantidad de divisas destinadas a la cuenca neuquina.
Pero no es solo en el sector petrolero en el que se vislumbra la llegada de capitales. La puesta en marcha del Plan Belgrano que prevé la construcción de carreteras, vías férreas, viviendas y servicios para el noroeste del país, el inicio de obras hidráulicas en la provincia de Buenos Aires, todo ello supone inversiones millonarias y ofrece posibilidades de reactivar el mercado de capitales.
También se empiezan a abrir oportunidades en compañías de exportación de servicios de valor agregado, especialmente en IT, donde es diferencial el talento y el grado de calidad. Con un salario en el que dólar pasó de ser de $9,60 a los tipos de cambio que se manejan hoy, el sector empieza a ser competitivo con otros centros como Polonia, Manila, India o China.
En las previsiones de las principales firmas de auditoría se encuentran una revisión del actual sistema impositivo, que tal como está diseñado hoy resulta engorroso y poco eficiente. Se trata de una discusión que llevará tiempo y deberá analizarse detenidamente, para hacerlo de manera racional y evitar volver a los parches reglamentarios que llevaron a la situación actual.
Por último queda el desafío de lograr bajar la inflación, que los consultores prevén todavía elevada para este año. Sobre todo porque la actualización de tarifas que estaban muy atrasadas y la devaluación tendrán casi con seguridad un reflejo en el índice de precios al consumidor. Sin embargo, si el Gobierno logra que se moderen las expectativas inflacionarias, una negociación salarial razonable y el sinceramiento de las estadísticas oficiales, es posible evitar una escalada en el corto plazo y llegar a un dígito en los próximos años.
El cambio de signo político sirvió también para alcanzar un cambio en las perspectivas que ofrece el país de cara a 2016. Aunque los profesionales estiman que el primer semestre aún habrá muchas compañías e inversores en stand by a la espera de los efectos de las medidas tomadas por el Gobierno, la previsión es que el segundo semestre comience una reactivación que deje atrás cuatro años en los que la economía local no mostró crecimiento.
(*) El informe completo de auditoría y todas las entrevistas que siguen son de la autoría del periodista Ricardo Quesada (con la excepción de la entrevista a KPMG que está firmada por Miguel Ãngel Diez).
PwC Argentina
Palanca para el crecimiento de toda el área de consultoría
“2015 fue un año con bastante incertidumbre en términos de nuestros clientes. No tuvimos mayor actividad en término de decisiones, sobre todo sobre el final del año hubo muchas que se demoraron, como si hubieran estado esperando la concreción del proceso eleccionario”.
Santiago Mignone
Esta es la opinión de Santiago Mignone, socio a cargo de PwC Argentina desde julio pasado. Todo esto influyó en que la firma viera un freno en sus servicios de consultoría, que a pesar de todo pudo mostrar un leve crecimiento respecto de 2014. Sin embargo la perspectiva para este año es que las empresas empiecen, finalmente, a tomar las decisiones que se demoraron y que se empiece a apreciar una reactivación.
“Creo que el primer semestre va a tener algo de reacción de todas las decisiones demoradas. Justamente esa demora en las decisiones sobre el final de 2015 da la impresión que en 2016 va a haber una resolución de esos temas que están acumulados, con lo que va a haber una especie de reacción favorable en términos de actividad. No solo en nuestro negocio, sino en el mundo económico, porque decisiones de inversión e incluso de mantenimiento que estaban demoradas se van a empezar a regularizar, con lo que se va a hacer el catch up entre 2015 y 2016”, estima Mignone.
-¿Se demoraron mucho las decisiones en espera del balotaje del 22 de noviembre?
-Todo lo que tiene que ver con negocios de exportación o importación tiene tanto del lado de los pagos, como del lado transaccional, una serie de trabas o de afectaciones a la actividad, que precisan de una definición de cómo iba a seguir. ¿Continuarán las declaraciones juradas anticipadas de importaciones? La definición por sí o por no hacía a la respuesta operativa que se podría tener, a la necesidad de hacerse de stock, a decisiones que tienen que ver con la operación.
Y lo mismo el flujo de pagos. ¿Qué iba a pasar con el stock de pagos que hay por importación? ¿Qué iba a pasar con el flujo? Y eso también tiene una incidencia sobre la operación de la compañía.
Todas aquellas compañías que tienen una relación con el exterior estaban esperando definiciones.
Lo que hay que hacer también para un mejor desenvolvimiento del negocio y sostener la competividad de la economía es actuar sobre la inflación, porque eso termina de distorsionar cualquiera de los factores de los que estamos hablando.
-PwC es ahora la firma más grande del mundo de auditoría, ¿cuál es el próximo paso para el crecimiento en el mundo y en la Argentina?
-A escala mundial, sobre todo el último año, se dio un paso estratégico profundo, que nos diferencia respecto de la competencia: la adquisición de la ex Booz, que es una reconocida consultora de estrategia, con lo que PwC en el negocio de la consultoría va a trabajar buscando su crecimiento principalmente desde la estrategia, de la implementación. Somos hoy la única firma que puede plantear ayudar tanto en la etapa de la estrategia, como para implementarla. Y eso lo que da es una palanca importante para el crecimiento de toda el área de consultoría.
Y la otra diferencia estratégica que tiene PwC fue decidir ser una empresa apalancada en la tecnología, trabajar fuertemente en el negocio de la tecnología. No tanto de los fierros en sí, sino de la tecnología como habilitador de los procesos de cambio. Toda el área de digitalización, toda el área de ciberseguridad… Tenemos todo lo que tiene que ver con procesos basados en la tecnología, que permitan tener una compañía con mejor desarrollo.
-Precisamente en materia de tecnología, hay quienes dicen que compañías como Amazon o Google, que procesan cada vez más datos, podrían aparecer como un competidor inesperado en un plazo no muy largo.
-En el caso específico de Google, nosotros tenemos una alianza con ellos, en la prestación de servicios basados en la tecnología, porque también en el área de la auditoría estamos dando un salto tecnológico importante: hacer auditoría con una visión de data mining más relevante, donde la revisión de datos pueda ser hecha sobre la totalidad el universo y no sobre muestras, que es la auditoría tradicional.
-El data mining ¿permitirá realizar una auditoría total?
-Creo que la auditoría total no se va a lograr, porque no todo lo que es auditoría requiere de revisión de datos. Hay cosas que no son datos sino intenciones de. O sea, si uno hace algo con un objetivo, va a haber datos detrás, pero ellos no van a dar la respuesta.
Hay operaciones, como derivados financieros o transacciones de contratos complejos, donde no sirve el data mining; lo que hay que analizar es la intención de la operación que se está haciendo. Esto nunca se va a poder resolver mediante análisis de datos, por lo que la auditoría total no la va a llegar a hacer nunca, pero sí se puede tener un aseguramiento mucho mayor en la medida que todos esos universos atomizados se puedan analizar a 100%. Y sin duda mejora la calidad de la auditoría.
-¿Cómo ven el panorama para deals en 2016?
-Bien, creo que va a tener un repunte. 2016 va a tener movimientos por varias razones.
Primero porque si la Argentina puede cerrar sus conflictos con los mercados internacionales, las empresas locales van a tener la necesidad y la oportunidad de salir a fondearse, porque para poder crecer se necesita financiamiento y ese financiamiento va a estar disponible en los mercados internacionales.
Y después va a haber movimiento en el área empresaria local. Consolidación de algunos sectores para hacerlos más eficiente y adquisición de compañías, que es un movimiento que ocurre normalmente cuando los países están en la discusión internacional.
-Y ¿qué sectores creen que atraerán más inversiones?
-Va a depender un poco de las áreas de la economía que tengan mayor crecimiento. Sin dudas debería esperarse mayor movimiento en el sector financiero, en el sector agroalimentario y después en toda la industria más pesada. Y en toda el área de tecnología.
-A escala global las Big Four están empezando a mirar a las Pyme como potenciales clientes. ¿Es posible darles el mismo servicio y garantizar la misma calidad que a una empresa grande?
-La verdad es que siempre se les prestó servicios a empresas pequeñas. Las empresas más chicas tienen algunas cuestiones que permiten eficientizar el proceso. Nosotros basamos toda la auditoría y la documentamos en sistemas. Pero para las empresas chicas hay una simplificación. No en el sentido de que documentamos menos, sino que se hace de forma más fácil algunas cuestiones que en empresas grandes ameritan más detalle. Y después tenemos equipos especializados en middle markets, que tiene una gimnasia de trabajo en empresas chicas, que es distinto de lo que se requiere para una empresa grande.
En la Argentina estamos divididos en ocho actividades o sectores. Middle markets es nuestra octava y la tomamos así pese a ser un sector que atraviesa diferentes industrias, porque requiere una especialización.
EY
Estabilidad y que no cambien las reglas
“Creo que 2016 se va a dividir en tres cuartos. En el primero, ¿va a haber mucha actividad? No creo, aunque si sacan las retenciones hay mucha gente que tiene activos acumulados que se pueden liquidar. Pero, ¿van a venir una gran masa de capitales? No, el primer cuatrimestre no, la gente va a estar mirando qué pasa”, asegura Eduardo Coduri.
Eduardo Coduri
Las perspectivas cambian cuando el Country Manager Prtner de EY Argentina habla del segundo y el tercer cuatrimestre. Para el segundo período vaticina que la Argentina empezará a captar inversiones extranjeras y ya en el tercero avizora el inicio de la curva ascendente de actividad.
“Si las cosas se hacen bien”, aclara,y agrega que hacer las cosas bien es convertir a la Argentina en un país confiable que mantenga las reglas de juego para los inversores.
-¿Cómo fue 2015 para la firma?
-Fue un año bueno, consolidamos crecimiento en varias prácticas. Entre ellas, auditoría tuvo una buena performance, con crecimiento en términos de necesidades de clientes de tener información confiable, en medio de una inflación que distorsionaba algunos datos. Entonces, con la auditoría se podía llegar a dar información respecto de los temas del negocio.
También hubo una muy buena performance del área de fraude. Se advierte que hay preocupación en los niveles gerenciales por atacar el fraude. Que hoy tiene un componente de IT muy importante: todo lo que sea ciberseguridad, con la personalidad que hoy tienen terceros de ingresar en nuestros sistemas, de manipular datos y obtener información y provocar desvíos de recursos.
El sector de impuestos también creció bastante. Está claro que este es un sistema impositivo que no es sencillo de entender: incluidos los impuestos internacionales, aduana, comercio exterior y las demandas que algunos clientes iniciaron por la distorsión que les causó la imposibilidad de ajustar por inflación. Todo esto generó un volumen de operación importante.
Después de muchos años de falta de aportes, a algunas empresas frente a la perspectiva de cambio, se les imponía alguna inversión en el área de sistemas y en logística, para entender cómo hacer más eficientes los procesos con la incorporación de tecnología. Entonces, nuestras áreas de consultoría también crecieron, con pie en IT, en logística y supply chain.
Por último, en fusiones y adquisiciones hubo idas y vueltas, hay ciertos activos en la Argentina que comparativamente con América latina y el mundo, en general, presentan oportunidades importantes, porque hay múltiplos de Ebitda bajos y un enorme talento argentino en la fuerza laboral y en el management en general, pero con limitaciones en el movimiento de capitales, donde no había acceso al mercado de capitales.
–Unificado el tipo de cambio, ¿hay interés en traer inversiones?
–Muchísimo, en áreas en las que hay transacciones que ya están avanzando, como en agronegocios, en todos sus rubros: en agroquímicos, incorporación de tecnología a la producción. También en compañías de exportación de servicios de valor agregado, especialmente en IT, donde es diferencial el talento y el grado de calidad, y con un salario en el que dólar pasa de ser de 9,60 a los tipos de cambio que se manejan hoy, pasás a ser competitivos con otros centros como Polonia, Manila, India o China. Entonces, con el diferencial del talento argentino hace que realmente seamos elegidos y tengamos un margen de exportación importante.
En ciertos sectores de la industria automotriz, más allá de la baja que hoy tiene el sector. Aunque más en motos que en autos, porque hoy autos está muy afectado por Brasil, que no esperamos que se recupere hasta 2017 o 2018, así que 2016 no va a ser el año.
–¿Cómo imagina la actividad del año dividido en semestres?
–Me cuesta pensar que las inversiones vayan a llegar rápidamente. Cuando uno ve los países de América latina advierte que hay lugares donde el inversor tiene estabilidad, por ejemplo, en Brasil, que no cambia las reglas. Pueden gustar o no, pueden afectar más o menos la rentabilidad, pero uno sabe cuáles son. Colombia tiene estabilidad fiscal, cuando uno ingresa como inversor extranjero puede acordar con el Estado cuáles son las reglas de juego que se aplican a la actividad. Y entonces, uno sabe que, por más que cambien, van a cambiar para los otros, no para uno.
–¿Esperan que las reglas de juego fijadas ahora se mantengan al menos por un período de cuatro años?
–Si se mantienen o mejoran las condiciones, las cosas van a andar bien, Si empeoran, nuevamente la Argentina va a despertar esa luz roja de que no somos creíbles, confiables, razón por la cual los inversores no se sienten obligados a venir a la Argentina.
–Más allá de la ciberseguridad, ¿hay interés de las empresas en combatir el fraude corporativo?
–Sin dudas. Es uno de los principales temas de directorio. Y lo notamos en las políticas internas, en que están reforzando los códigos de ética y en el conseguence management, es decir que si identifico que alguien, por más importante que sea como empresario o dentro de la organización, cometió un fraude, lo denuncio y lo persigo penalmente.
–¿Cómo están divididos hoy los ingresos de la firma?
–Más o menos debemos tener 40% de auditoría, 20% de consultoría, 25% de impuestos y 15% por transacciones. ¿Qué pensamos para el futuro? Que el crecimiento se tiene que dar por el lado del mercado de capitales. No puede ser que la Argentina se haya cerrado a este recurso.
–Pero para salir al mercado de capitales es necesario cerrar el tema de los holdouts…
–Hay que arreglar con los holdouts, con los organismos internacionales y reformar la ley de mercado de capitales.
Y arreglar las estadísticas, aunque eso es algo que se da por descontado. Pero eso es lo que primero van a ajustar, porque es, yo diría, hasta inaudito. Si hay un responsable distinto en Indec, hay gente en la línea que es muy profesional. No es un turnaround enorme como el que hay que hacer en Aerolíneas.
–Hoy las Big Four se están volcando más a atender clientes Pyme, ¿es posible darles la misma calidad de servicio que a las grandes empresas?
–Sí, nosotros tenemos un grupo de empresas que se llama family business, que no necesariamente son Pyme, pero hay muchas que sí lo son, y se les puede dar el mismo nivel de servicio, porque el tipo de problemática que tienen ellos es notablemente más simple que el de las grandes empresas. Entonces, con todo el bagaje de conocimientos que uno tiene es muy sencillo darles una solución y acompañarlos en ese crecimiento para que pasen de Pyme a middle market y de middle market a gran empresa.
KPMG
Transformadas en los proveedores de valor
Por Miguel Ãngel Diez
Ricardo De Lellis
El negocio de auditoría es ahora también de consultoría. Atendiendo a los ingresos que generan estas firmas, tal vez sea más correcto decir: negocio de consultoría y auditoría, en todo el mundo e incluso en nuestro país. Siempre hay –dicen algunos analistas– riesgo de conflicto de intereses entre ambos roles.
Esa fue, precisamente, la razón que esgrimió hace más de una década la autoridad regulatoria de Bruselas para separar ambas actividades al menos en Europa.
“Hay un evidente auge del negocio de consultoría, que se suma al de auditoría y en algunos casos llega a ser tan importante como el de auditoría. En algunos lugares, especialmente en Europa, puede haber riesgo potencial de conflictos”. Pero hoy es un tema muy regulado. “Las compañías y los auditores, ambos, se cuidan mucho de no pisar ni siquiera la línea amarilla” advierte Ricardo De Lellis, socio director ejecutivo de KPMG.
En todo caso, hay otro tema que en Europa preocupa más y es la rotación obligatoria de los auditores, al cumplirse un determinado número de años en la relación con el cliente. Las firmas con protagonismo en el negocio, no creen que la rotación sea una solución eficiente (no existe tal obligación en Estados Unidos).
–¿En Argentina va a haber ahora rotación?
–Solamente para las compañías públicas, las que cotizan en Bolsa. Lo estableció por resolución la Comisión Nacional de Valores (la norma fijaba tres años, con la posibilidad de extender el plazo por otros tres años; en Europa es de ocho o nueve años, según los países). Por ahora no hay fecha de comienzo para el nuevo sistema.
Será interesante ver qué van a hacer los bancos. Los bancos públicos deberían rotar, pero el Banco Central todavía no ha emitido ninguna resolución al respecto.
De cualquier manera lo que veo es que en general la firma que hace una auditoría a una empresa no es la misma que le hace la consultoría. Es más, creo que nuestras firmas se han transformado en proveedores de valor.
–¿Cómo es eso?
–Digamos que es acompañar a la compañía en todo lo que pueda requerir un servicio profesional, que cada vez se extiende más. Cada vez la línea divisoria es más clara. Ahora ocurre que el cliente quiere decidir, por ejemplo, para qué quiere a KPMG. Nos dice: a ustedes los quiero solo como auditores. O los quiero como consultores. Las compañías deciden y nosotros aceptamos ese veredicto.
Lo que todas las compañías como la nuestra intentan hacer es estar: o de este lado o de este otro lado, pero estar.
El negocio cambia porque la auditoría tiene un techo, mientras que la consultoría se está expandiendo cada vez más. Nuevas áreas, nuevos temas, la tecnología ha abierto estas compuertas. Lo que vendemos es confianza pública. Ese es nuestro rol primario, el que la sociedad nos llama a ejercer.
–Es vital el grado de actualización o de obsolescencia de la tecnología porque, esto de que en un banco de primera línea alguien aprieta un botón y mande US$ 6.000 millones equivocados a otro banco –como realmente ocurrió– es increíble.
–Algo de eso ha ocurrido siempre. Algunos dicen que en los bancos esto ha pasado porque siempre han estado preocupados por otras cosas. Todo ha quedado un poco desactualizado, y si uno lee sobre los avances de la tecnología, advierte lo disruptivo que ha sido este tema de los bitcoins y lo que hay detrás con el tema de block change. Los bancos perciben que su negocio puede estar amenazado, y los propios reguladores siempre vienen muy detrás.
–Con respecto a este nuevo 2016, ¿existen posibilidades de que se aumente la regulación o que exhiba mayor flexibilidad?
–Se necesita flexibilizar las regulaciones por las necesidades de la propia Argentina. Todos estos años hubo un modelo fuertemente regulado, como producto de que los ingresos estaban asegurados, por el contexto internacional, y en especial por el valor de los commodities.
Hay que flexibilizar; si no, las inversiones no van a venir.
–¿No aparecerán contendientes de las auditoras que ustedes no pueden imaginar en este momento? ¿No habrá alguien que compita con ustedes en los próximos años y que a lo mejor viene del mundo de la tecnología?
–Sin duda. Algunos creen que una de las profesiones que está llamada a desaparecer es la de los auditores. No lo creo. Habrá que reinventarse. Manejo de big data, darle sentido a millones de datos será un gran desafío.
Pienso que Amazon solo nos puede reemplazar en la medida en que haya una inteligencia artificial tal que permita saber leer información, aplicar el criterio para analizarla, analizar sesgos.
Deloitte
El cambio no es solo en la economía: es también político
“Hay enormes expectativas, porque se ve un cambio no solo en materia económica, sino en el plano de la política en general, que permitirá reconstruir la confianza y atraer inversiones. Cuanto antes se cierre un acuerdo, antes vienen las inversiones, así que me imagino que en la agenda de relaciones exteriores y de economía de la Nación, esto es prioritario”.
Miguel Maxwell
Esta es la opinión rotunda de Miguel Maxwell, presidente de Deloitte Argentina y CEO de Deloitte LATCO. Según su percepción, en 2016 las empresas argentinas van a volver a apuntar al crecimiento acá y en el extranjero, algo que las obligará a recurrir a los mercados de capitales. Sin embargo, para ello es necesario que el país cierre el capítulo de los holdouts.
–¿Cómo fue 2015 para la firma y cómo vieron el mercado?
–2015 fue en general estable y ahí puedo hacer una diferenciación en nuestras líneas de negocios. Las líneas más estables son auditorías e impuestos. Y dependen mucho más del nivel de actividad y de decisiones de inversión las líneas de asesoramiento financiero y seguridad informática.
De todos modos, diría que en las cinco líneas que tenemos nosotros, el nivel de actividad ha estado bastante estable. Respecto de rentabilidad, la cuestión es un poco distinta, porque ha habido importantes aumentos, sobre todo en nuestro principal componente de costo, que son los salarios, y trasladar eso a precios en un momento de no crecimiento es casi imposible. Que no creo que sea distinto a lo que ha pasado en general en el mercado. Uno ve los balances que son públicos y en general la caída de rentabilidad es lo más normal.
–¿Cómo hicieron para compensar la pérdida de rentabilidad que supone aumentar más los salarios que las tarifas?
–Innovación y eficiencia. Algo en lo que permanentemente estamos trabajando. En todas las líneas. Ideas innovadoras que permitan generar mejorar en el producto profesional, por un lado, pero también, eficiencias en hacer la entrega de los productos, porque siempre hay posibilidad de hacerlo. Trabajamos en eso para tratar de no perder la misma rentabilidad que perdemos, por ahí en el precio.
–¿Cómo prevén 2016?
–Con enormes expectativas, porque vemos que hay un cambio importante en la política. No solo en la economía, sino en la política, en el fortalecimiento de las instituciones, educación, seguridad. En el posicionamiento de la Argentina en el mundo, con la ministra de Relaciones Exteriores [Susana Malcorra] se dio una clara señal de que la Argentina quiere normalizar las relaciones con los países que están liderando el mundo, que están creciendo, que tienen buenas democracias y que invierten. Creo que la Argentina tiene las condiciones para ser un país previsible.
Y un país previsible, con oportunidades de inversión como tiene este, que son enormes, hay buenos negocios para los inversores, así que creo que vamos a empezar a recibir inversiones pronto. Y eso genera mucho trabajo para nosotros en todas las líneas de negocios.
–Para ir a los mercados es necesario, de una u otra manera cerrar el capítulo de los holdouts…
–Absolutamente. La Argentina tiene que ser previsible y eso es un requisito indispensable para volver a ser confiable; no se puede tener todavía abierto el tema de la deuda.
–¿Cuál sería un plazo razonable para cerrar un acuerdo?
–Vengo de una reunión internacional de Deloitte y la gente nos está mirando. Cuanto antes la Argentina solucione el tema de la deuda, el Indec, el cepo, que los capitales sepan que pueden venir y después puedan salir, obviamente cumpliendo con todas las disposiciones legales locales, antes van a venir las inversiones.
–Dividamos 2016 en períodos, ¿cómo imagina cada uno de ellos?
–Veo un primer semestre con todas estas negociaciones, estas medidas de generar confianza y a partir del segundo semestre ya sí, el flujo positivo de capitales para generar movimiento en la economía. Si hablamos en términos de crecimiento, no veo al país creciendo en el primer semestre, pero sí en el segundo.
–¿Inflación?
–Van a tener que bajarla de a poco. Hay algunas medidas que van a tomar que son inflacionarias. Corrección de tarifas, por ejemplo, pero son medidas necesarias y que van a tener un impacto en el índice. Las tarifas, sobre todo las de electricidad y de gas, están muy atrasadas. Hay que actualizarlas ordenadamente, respetar la tarifa social, porque hay gente que no puede pagar un aumento, pero eso va a generar inflación.
Después hay que bajar expectativas y bajar el déficit.
–¿Qué inversiones podrían llegar a venir?
–Infraestructura, sobre todo. Hemos recibido consultas en todo lo que sea obras que articulen lo público con lo privado, creo que hay mucho para invertir en el rubro: caminos, trenes, generación de energía, obras hidráulicas en la provincia de Buenos Aires, como las que se hicieron en la ciudad… Ese es un rubro que va a generar ingreso de capitales.
Después hay actividades como tecnología, energía, hay mucho para invertir en petróleo, gas.
–¿La Argentina es hoy un mercado atractivo para cerrar deals?
–A la salida de una crisis siempre hay dos oleadas de inversiones. Hay unas que son más de riesgo y que están dispuestas a venir ahora con la expectativa de que cuando se solucionen los problemas que tiene la economía el mercado esté más caro. Luego hay una segunda oleada que solo viene cuando están dadas las soluciones de fondo.
Yo estoy notando que se está moviendo un poquito más, no digo en concreto, en la etapa del due dilligence, pero sí consultas o gente que está mirando, de todos lados.
–Hoy las Big Four salen a competir con fuerza en el mercado de Pyme, ¿pueden ofrecer la misma calidad de servicio que las grandes organizaciones?
–Sí. Y hace tiempo que estamos en el mercado de Pyme. Se las atiende, obviamente, con equipos que trabajan de manera similar, aunque en algunos casos con capacitación diferente. Si estamos hablando de una gran empresa, como puede ser una que cotiza acá y en Estados Unidos, necesita capacitación en normas locales y estadounidenses. Si se habla de una Pyme que opera localmente, necesita que esté capacitado solo en normas locales. Después, el servicio que se le busca ofrecer es el mismo.
–¿Cómo afecta la calidad de servicio la capacidad de análisis de datos que hay en la actualidad?
–Mejora enormemente la calidad de la auditoría. Nosotros estamos trabajando con Analytics, que son herramientas que permiten generar interrogación de archivos y unas revisiones analíticas extraordinarias, e incluso generar una muy buena calidad de reportes para los clientes, con mucho valor agregado, que genera mucha más eficiencia. Se trabaja con todo el universo. Se va reduciendo lo que antes eran muestras y hoy se analiza electrónicamente toda la documentación. La auditoría en el futuro se va a basar mucho más aún en la tecnología.
–¿Existe la posibilidad que las firmas se enfrenten a un nuevo mercado como la gestión de datos en general, no solo los contables, y empezar a competir con gigantes tecnológicos?
–Haría una diferenciación entre el análisis del dato y auditar la calidad de ese dato. La auditoría lo que tiene que hacer es centrarse primero en que ese dato que está auditado es de calidad. Que la información financiera que se presenta para su análisis tiene real sustento, que ese es el enfoque que tiene hoy la auditoría: verificar que no se produzca errores en los estados financieros.
Después, auditados los datos, la variedad de análisis que se puede hacer hoy es enorme. Hoy se pueden comparar miles de empresas y sacar tendencias o hacer benchmark, con bastante facilidad. Después lo que hay que ver es que los datos de las empresas sean confiables.
BDO
Garantizar la gobernabilidad
“En 2014, para noviembre, estábamos frente a un escenario que creíamos que en 2015 ya iban a empezar a venir inversiones, porque se vislumbraría algún cambio de Gobierno. Pero eso se frenó totalmente, porque en algún momento cambiaron las expectativas y se creía que no iba a haber un cambio de signo político o un cambio de modelo económico”.
Sergio Crivelli
Por ese motivo, Sergio Crivelli, socio director de BDO Argentina, augura que en 2016, especialmente en el segundo semestre, deberían empezar a verse signos de reactivación económica, siempre y cuando empiecen a verse los efectos de las medidas del Gobierno de Mauricio Macri y se alcance un pacto de gobernabilidad.
“Si todo va como uno espera, puede ser que en el segundo semestre se dispare. De todos modos no espero un 2016 con un crecimiento significativo, en el mejor de los casos puede llegar a ser de 3%. No estoy esperando un boom”, sostiene.
–¿Qué perspectivas tienen para 2016?
–Los primeros meses del año van a ser meses complicados, con un nivel de actividad no muy alto, porque todo el mundo va a estar expectante a ver qué pasa con las nuevas medidas, qué resultados empiezan a dar y cómo se empieza a conformar el nuevo escenario político y económico.
–Pero ya en la segunda mitad de 2015 estuvo todo prácticamente paralizado, ¿esto significa que el país va a estar prácticamente todo un año casi sin actividad?
–Sí, es así. Yo no sé si todo el segundo semestre de 2015. Pero se acentuó más a medida que aumentó la incertidumbre y que se acercaban las elecciones sin que fuera claro el panorama de quién iba a ganar y cuáles iban a ser las medidas.
Eso pasó a mediados de 2015, cuando todos creían que iba a haber continuidad y, por lo menos, nosotros acá percibimos que no hubo interés de recibir inversiones extranjeras.
En una firma como la nuestra, que es una firma global y, a diferencia de alguna otra local, tenemos muchos más clientes internacionales, cuando hay ingresos de inversiones extranjeras a nosotros nos genera una serie de trabajos adicionales. Todo lo que sea divisas, compra de compañías, nuevas empresas que se establecen en la Argentina, nuevos negocios. Y hace cuatro años que no hay nada de eso y se esperaba que el segundo semestre de 2015 se reactivara, pero no.
–¿No prevén que el cambio de Gobierno pueda generar una expectativa mayor que lleve a sondear el panorama a futuros inversores?
–Creo que el triunfo de Macri aumenta la expectativa entre los empresarios y en los potenciales inversores extranjeros, pero creo que eso no va a ocurrir hasta que vean realmente que hay gobernabilidad y que las políticas empiecen a funcionar.
Más allá de las medidas económicas, hay una enorme incertidumbre, porque el Gobierno no cuenta con mayoría en el Congreso y va a tener que negociar.
Y habrá que esperar hasta que el Gobierno termine el inventario de la situación y logre un armado político que le garantice gobernabilidad, algo que no creo que ocurra hasta marzo, porque además el período legislativo recién empieza ahí.
–¿Y esperan que la inflación se modere?
–Que la inflación se modere depende mucho de qué otras medidas se tomen además de una devaluación. Pero si se acompaña con otras medidas, creo que pueden controlarla. Y ahí es donde juegan muy fuerte las expectativas. Si lo que se muestra es un plan económico o simplemente una devaluación.
Si es solo una devaluación, posiblemente pase lo que pasó en enero de 2014. Se devaluó 40% y a los tres meses ya estábamos igual; el tipo de cambio real era el mismo. Si la expectativa cuando se devalúa es que el dólar va a seguir aumentando, el campo no va a liquidar el stock, las compañías se van a seguir cubriendo, es decir, vas a seguir teniendo problemas.
–En caso de que la situación sea favorable en el segundo semestre, ¿qué rubros son los que más probablemente traigan inversiones a la Argentina?
–Me imagino que los principales rubros tienen que ver con las economías regionales y aquellos sectores que tienen más potencial. Los sectores que más sufrieron el tipo de cambio atrasado fueron vitivinicultura, la fruticultura, el campo, la minería, y creo que van a ser los primeros en verse beneficiados, porque es donde un extranjero puede venir a buscar negocios a la Argentina.
También hay expectativas en petróleo, con Vaca Muerta, que todavía no arrancó como se esperaba.
–Pero el precio del petróleo hoy no hace rentable explotar Vaca Muerta.
–Igual puede haber inversiones, con más certidumbre, si las empresas extranjeras pueden girar dividendos y tener un flujo de capitales normal.
Además, si se concreta el plan de infraestructura de Macri, ahí también pueden venir muchas inversiones. En rutas, autopistas, ferrocarriles. Todo eso requiere mucho capital que no está en la Argentina.
–Y para eso hay que salir al mercado de capitales y emitir deuda.
–Antes que eso hay que arreglar el problema de la deuda argentina. De una forma o de otra hay que negociar con los holdouts, lo que va a abrir la posibilidad de volver a endeudarse.
Hoy la Argentina es uno de los países que tiene una mejor tasa de endeudamiento contra PBI y eso le permite poder salir a tomar préstamos, pero eso es imposible si no se soluciona el tema de los holdouts.
Si esto pasa, es esperable que se pueda tomar deuda a una tasa de alrededor de 6%, no creo que inmediatamente se logre el 3 o 4% de interés. Pero hay capacidad para tomar préstamos.
–Las empresas grandes de auditoría se vuelcan cada vez más a un cliente Pyme. ¿Se le puede ofrecer la misma calidad de servicio que a una gran empresa?
–Creo que es imposible atender a dos mercados completamente distintos, como pueden ser una Pyme y una gran corporación, con la misma gente, con la misma capacitación de esa gente y con las mismas herramientas o procesos de auditoría. Eso es algo que ha sido muy discutido. Hay que segmentar a los clientes y segmentar el tipo de approach que se va hacer con ese cliente.
Grant Thornton
Cómo restablecer la confianza y recuperar “inversiones atrasadas”
“Creo que a corto plazo vamos a estar volando por las tormentas del cambio, llamémoslo así, que son inevitables. O sea, los ajustes de la economía, de alguna manera van a estar impactando. Pero creo que a mediano plazo el incremento de la confianza en general en el país, y eso es clave para nosotros, va lograr que vengan nuevas inversiones extranjeras”.
Arnaldo Hasenclever
Este es el vaticinio de Arnaldo Hasenclever, Managing Partner de Grant Thornton Argentina. La clave será restablecer la confianza, que permita que los capitales lleguen al país y se puedan realizar las “inversiones atrasadas” en infraestructura, petróleo, minería y agronegocios.
“Seguramente va a haber muchos proveedores que van a estar acá intentando aprovechar las oportunidades. Nosotros tuvimos muchas consultas en el pasado que no se han concretado, que están en standby, entonces si esas empresas ven que la Argentina se está volviendo un país confiable, previsible, es posible que las inversiones se concreten”, agrega.
–¿Cómo fue 2015 para la firma?
–2015 en realidad fue un año bastante bueno para nosotros, básicamente con un crecimiento del sector de consultoría. Los otros sectores se han expandido, aunque no tanto, así que básicamente se debe a consultoría, que ha influido en toda la firma.
Siempre tenemos el mismo desafío de ajustar los salarios por inflación sin poder trasladar ese aumento íntegramente a nuestros clientes. Nosotros aumentamos 30%, que más o menos coincide con lo que los gremios pactaron en paritarias.
Tenemos inflación alta y, al mismo tiempo, el problema de la retención de la gente, lo que se vuelve un gran desafío.
–Es un mercado con gran rotación, ¿cómo afectó esto a Grant Thornton?
–Hemos perdido gente no con otras firmas de la profesión, sino más bien con el mercado en general. La búsqueda de gente capacitada siempre ha sido un desafío, sobre todo para nosotros, porque hay industrias como la petrolera o la bancaria, que han absorbido mucha gente a la que le pagan un salario mucho mejor. Evidentemente, la búsqueda de esas firmas se centra en gente con experiencia a nivel no de gerente, sino senior. Ahí tenemos el gran desafío de retener a la gente con otras cosas.
–Es difícil competir en materia de salarios.
–Sí, entonces hay que buscar otros recursos, como tiempos de trabajo más flexibles, brindar oportunidades de futuro. Mandamos a mucha gente a hacer experiencia fuera del país, también tenemos gente del exterior trabajando con nosotros. Hay que ofrecerles cosas distintas y siempre desafíos interesantes y nuevos. Eso hace todo un paquete que puede llegar a compensar en parte las diferencias salariales.
–Decía que habían recibido consultas para inversiones, ¿en qué sectores?
–De los más diversos, desde empresas mineras hasta empresas de productos de cosmética, medicinales. Son empresas que traen nuevas tecnologías al país. Son todos temas que estaban en espera.
–¿Cuál es la clave para que esas inversiones efectivamente se concreten?
–Creo que el panorama ha mejorado. Algunos ya se adelantaron, pero otros van a esperar algunos meses. Recibimos muchos llamados de afuera con entusiasmo porque ven que las cosas están cambiando en la Argentina.
También en la industria petrolera, aunque el precio del crudo ahora no ayude, pero son inversiones de larguísimo plazo, por lo que podrían empezar a traer capitales ahora. El precio del petróleo de hoy no es el que importa, sino el que vamos a tener dentro de tres años.
Entonces, me da la impresión de que lo más importante es el entorno que se genera en el mercado. Y la gente que se puso como referentes diplomáticos y económicos, me parece que es de gran ayuda. Normalizar las relaciones con el exterior, conseguir créditos para financiar este cambio es clave.
La segunda mitad, si eso se logra con cierta velocidad, se va a traducir en un resultado positivo.
–Hoy las Big Four empiezan a mirar el mercado de Pyme, ¿cómo afecta esto a las firmas más pequeñas?
–Por el momento no lo estamos sintiendo. Sabemos que existe esta tendencia, pero también hay una ansia nuestra de captar clientes de las Big Four; creo que ahí hay un desafío mutuo de ganarse esos clientes. Y en muchas oportunidades Grant Thornton convive con las Big Four, por ejemplo, en el área de banca la auditoría externa la hace una de ellas y nosotros la auditoría interna. Y convivimos muy bien, porque ellos prefieren tenernos a nosotros y no a otra de las cuatro grandes.
–Hoy hay una capacidad de análisis de datos que hace apenas cuatro años no existía, ¿cómo afecta eso el trabajo de las auditoras?
–La tecnología sigue siendo una herramienta, hay softwares nuevos de auditoría en la nube que van a ayudar a acortar los tiempos y a bajar los costos. Evidentemente, con plataformas tecnológicas que, por ejemplo con outsourcing, contemplan una nueva relación con los clientes y que son muy desafiantes.
De hecho muchas consultoras en el exterior están empezando a hablar de que son gestoras de datos más que auditoras.
–Entonces acá podrían empezar a competir con gigantes como Google o Amazon.
–No sé si vamos a competir con esas dos compañías, pero la tecnología es distinta y los servicios pueden ser totalmente distintos, incluso servicios que hoy no existen. Dicen que de los servicios que se brindarán dentro de 10 años 80% todavía no existe, son servicios nuevos. Así que puede cambiar bastante.
Diferenciamos mucho entre lo que es la auditoría tradicional y el resto de los servicios. Consultoría y outsourcing tienen una proyección enorme y pueden generar mucho, mucho trabajo.
SMS, San Martín Suárez
Inversiones: infraestructura de base, energía, y agroindustria
“El Gobierno debe recuperar la senda de crecimiento económico en un entorno internacional poco favorable y sin capacidad ociosa. El financiamiento de capital de trabajo y la inversión en infraestructura será la clave que marcará la agenda económica de este ciclo de Gobierno”, expresa Pablo San Martín, presidente de la firma.
Pablo San Martín
En ese sentido, después de un 2015 signado por la incertidumbre del proceso eleccionario, es esperable que se empiece a ver un cambio en el nivel de actividad y, sobre todo, en fusiones y adquisiciones, “ya que existen innumerables oportunidades en el país y los activos argentinos se encuentran muy baratos en términos relativos”.
–¿Cuál es el balance de 2015 y qué esperan para 2016?
–2015 fue un año dominado por la incertidumbre propia de los años de recambio presidencial. Estamos finalizando un año que fue un desafío en términos económicos pero de importantes avances en el desarrollo de nuestras prácticas profesionales. Esperamos continuar creciendo durante 2016 en un entorno que sea propicio para el desarrollo de negocios.
–¿Cuáles serán los principales ejes de trabajo en 2016?
–Continuaremos trabajando cerca de nuestros clientes en los tres ejes que nos caracterizan que es la calidad de nuestros servicios profesionales, el entrenamiento permanente de nuestro personal y la incorporación de nuevos talentos. Sobre esta base hemos logrado el reconocimiento por parte de nuestros clientes y que nos inviten a participar de nuevas oportunidades para brindar servicios profesionales de alta calidad.
–¿Qué rubros ven con más posibilidades de atraer inversiones?
–Infraestructura de base, energía, agroindustria y vemos que existe un potencial muy grande para fondos direccionados al Equity Investment.
–¿Cuál es el grado de preocupación que existe por el fraude corporativo? ¿Las empresas están trabajando en la detección y prevención?
–Las empresas han tomado nota de la importancia de incorporar procedimientos de prevención y detección temprana de fraude en las organizaciones. Las modificaciones regulatorias que apuntan al fortalecimiento del gobierno corporativo, los procesos de administración de riesgo y las mayores demandas por la transparencia junto con la implementación del reporte han hecho que las empresas presten mucha atención a la prevención del fraude corporativo.
–Hoy compañías como Google y Amazon, que manejan grandes cantidades de datos, se perfilan, según indican algunos especialistas, como potenciales e impensados competidores para las firmas de auditoría en un plazo no muy lejano. ¿Cree que esto es posible? ¿Cómo se anticipan a este posible nuevo escenario?
–Empresas del estilo de Google y Amazon se complementarán con las firmas de auditoría que serán quienes sigan brindando servicios de aseguramiento y consultoría. El nivel de vigilancia pública y transparencia que hoy tienen las firmas de auditoría hace improbable que en el corto plazo puedan existir competidores que vengan del área tecnológica.
Auren
Expansión regional y un crecimiento consolidado
“El próximo Gobierno tendrá por delante el desafío de encauzar a la Argentina en el crecimiento sostenido. Para ello, deberá promover las inversiones nacionales y extranjeras, públicas y privadas, contar con una moneda fuerte a escala internacional”, indica Fernando Tezanos Pintos, presidente de la firma auditora.
Fernando Tezanos Pintos
Las condiciones necesarias para lograr estos objetivos demás son la generación de un mayor nivel de empleo, la baja de subsidios y, fundamentalmente, el restablecimiento de relaciones con la comunidad internacional, garantizar la seguridad jurídica y disminuir de la presión tributaria.
“Otro de los desafíos que esperan al próximo Gobierno es la reorganización de la administración pública, de tal manera que realmente exista un plan de carrera y no tantos puestos políticos que sigan generando una imagen de corrupción, y no de libre competitividad en el mercado”, agrega Tezanos Pinto.
–¿Cuál es el balance de 2015 y qué esperan para 2016?
–El ADN de Auren es crecer con nuestros clientes, ya que es el mercado quien nos pide un servicio altamente profesional, innovador y cercano para ayudarlos en su crecimiento.
Por este esencial motivo, en 2015 a pesar de la incertidumbre reinante, crecimos más de 40% en nuestra facturación ya que orientamos los servicios multidisciplinarios para transformar la complejidad de los negocios en propuestas simples y con resultados concretos.
También tuvieron una gran influencia en nuestro crecimiento las acciones orientadas a la sustentabilidad, principalmente a la comunidad, el sector social en conjunto con nuestros stakeholders y voluntarios de Auren.
Sabiendo que nuestro mercado es sumamente competitivo, para 2016 contamos con un plan de integración a escala nacional (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Salta y Tucumán) de manera que nuestros clientes actuales y potenciales perciban por un lado una mejor calidad en los servicios, y por el otro la atención personalizada con socios locales.
Esperamos un cambio significativo para 2016 donde consideramos que se van a materializar las expectativas, y será un año base de crecimiento consolidado para el país, atrayendo de esta manera flujos de inversiones significativas y muy por encima del promedio respecto al PBI de la última década.
–¿Cuáles serán los principales ejes de trabajo en 2016?
–Los principales ejes de trabajo estarán orientados a brindar los servicios multidisciplinarios a empresas medianas en la Argentina y Latinoamérica, ya que vemos que en los próximos años habrá una mayor integración comercial entre los países.
Con nuestra presencia en 15 países de Latinoamérica, para 2016 trabajaremos para que aquellos clientes que deseen posicionarse en la región cuenten con un servicio personalizado y altamente profesionalizado.
–Después de un año con poca actividad en M&A, ¿cuáles son las expectativas para 2016?
–Consideramos que será una de las actividades con mayor crecimiento exponencial en las consultoras corporativas. Notamos un interés creciente de consultas de clientes internaciones que nos solicitan información actualizada sobre la coyuntura local y de los cambios que está comunicando el nuevo Gobierno.
Para 2016 hemos conformado un equipo de trabajo internacional con especialistas de alto nivel para brindar servicios y respuestas precisas a los requerimientos de las empresas que tengan dentro de su estrategia el posicionamiento en la Argentina y Latinoamérica.
–¿Qué rubros ven con más posibilidades de atraer inversiones?
–En el sector privado, el rubro con más posibilidades de atraer inversiones es la energía renovable, en el corto plazo. También las entidades financieras y, en el mediano plazo, la energía no renovable (petróleo), el sector de agribusiness y real estate.
En el sector público, posiblemente algunas de las prioridades para las inversiones son la infraestructura (autopistas, puertos), transporte y comunicaciones.
–¿Cuál es el grado de preocupación que existe por el fraude corporativo? ¿Las empresas están trabajando en la detección y prevención?
–El fraude corporativo es una cuestión recurrente y creciente en el ámbito de las organizaciones; cada vez estos desfalcos son más sofisticados y las empresas no lo mitigan con inversión en software y con ambientes de controles fuertes y preventivos, por el contrario, se apoyan en la confianza de sus empleados. Esto es una cultura en Latinoamérica por lo que hay que trabajar fuertemente.
–Hoy compañías como Google y Amazon, que manejan grandes cantidades de datos, se perfilan, según indican algunos especialistas, como potenciales e impensados competidores para las firmas de auditoría en un plazo no muy lejano. ¿Cree que esto es posible? ¿Cómo se anticipan a este posible nuevo escenario?
–La incorporación de la tecnología en los encargos de auditorías es fundamental y necesaria para la realización efectiva, eficiente y de bajo costo para los clientes.
Sí, creo que no solo es posible sino que está pasando a escala mundial. Para anticiparse a este escenario, estamos en el camino a la concentración a través de las fusiones y compras de empresas y estudios de servicios profesionales. Por este motivo, seguramente en el mediano plazo habrá menos competidores y con servicios muy semejantes, por lo tanto la clave estratégica va a estar en brindar servicios diferentes y requeridos por el mercado, en nuestro caso de empresas medianas, dentro de un contexto sumamente complejo.
Lisicki Litvin y Asociados
Contra el fraude, hay que generar un entorno de control
“2015 fue un año de paréntesis. 2016 va a ser un año complejo, sobre todo el primer semestre, después de la devaluación, que va a generar cierta recesión y una caída en el consumo y el ingreso real. Y eso lo van a sentir las empresas, que probablemente tengan un primer semestre malo, aunque una buena expectativa para el segundo”.
Martín Ghirardotti
Según la opinión de Martín Ghirardotti, socio de Lisicki Litvin y Asociados, y CEO de Resguarda, los primeros meses de la presidencia de Mauricio Macri serán fundamentales para corregir el rumbo que tenía la economía argentina. El saldo de casi US$ 10.000 millones para pagar de importaciones, el éxito de los probables blanqueo y moratoria que disponga el Gobierno serán claves para que después de julio vuelva a crecer la actividad.
“No es un problema grave, porque la Argentina no tiene un problema de endeudamiento, pero es un tema que hay que manejar. El déficit fiscal de 2015 está entre los más altos de la historia”, indica Ghirardotti.
–¿Qué balance hacen de 2015?
–En general las empresas que invirtieron lo hicieron sobre la base del apoyo estatal, que lograron a través de todos estos programas de crédito, que dio el Gobierno. La inversión privada genuina no fue demasiada y un poco lo que se generó fue que los empresarios esperaron a ver qué pasaba y si realmente iba a haber un cambio. Y recién a partir de eso, decidir qué inversiones realizar.
En cuanto a las auditoras, es un mercado que es muy competitivo. Están las cuatro grandes, BDO y después venimos nosotros, Lisicki Litvin, Grant Thornton, Crowe Horwath, San Martín Suárez…
Entre 10 estudios se reparten casi todo el mercado de las empresas más grandes, que necesitan firmas internacionales.
Lo que tendría que hacer la actividad es alinearse cada vez más a las normas internacionales de auditoría, para que el estándar que usa la Argentina sea el mismo que se usa en el mundo y, de esa forma, cualquier dictamen que se haga acá se pueda leer en el mundo e interpretar de la misma forma.
Lo mismo para las normas contables. Deberíamos volver al proceso de las normas internacionales de información financiera (NIIF), que solo se aplican para empresas que están en la Comisión Nacional de Valores (CNV), y deberían ampliarse para todos los estados contables. De esa forma, si se hace un estado contable en la Argentina, se puede leer en Alemania o en el Reino Unido, y puede ser entendido, porque la norma contable que se usa es la misma.
–¿Cómo ven la situación de fraude en la Argentina? ¿Hay compromiso de las empresas en combatir el fraude?
–Con respecto al fraude, en la región la situación es dispar. En principio es muy grande el fraude en América latina. Hay determinados países que ya están dictando legislación que en contra de esa tendencia, como Brasil, México y Chile, que ya aprobaron leyes. Falta el Poder Judicial, que por ejemplo en Brasil está mucho más fuerte.
Lo más importante para corregir en el tema de la corrupción es que exista un Poder Judicial fuerte que castigue. Porque la mayoría de los seres humanos, se va a comportar en función de cómo el sistema los castigue y los movilice a hacer determinada cosa.
Si se analiza la Argentina, la corrupción privada y pública es un problema grave, de igual magnitud en ambos ámbitos. Depende de la industria, las empresas están perdiendo entre 1 y 5% de su facturación a raíz del fraude.
Pero lo peor no es que lo pierdan, sino que lo presupuestan para el año siguiente porque no lo detectan. Y el fraude que no se detecta, cuando se hacen los números para el año siguiente, ya se empieza a presupuestar fraude dentro de los estados contables.
–¿Cómo se hace para prevenir y, una vez ocurrido, para detectarlo?
–Para prevenir hay varias vías. La más barata es la capacitación, tener una adecuada estructura administrativa, que esté balanceada, tener un equipo de auditoría realmente independiente y fuerte, que tenga un enfoque bien basado en riesgos en la forma de trabajo, con un programa y con mucha independencia, para que vaya directamente a los más altos niveles, de manera que ningún gerente pueda bloquear sus posibilidades de control.
Hay que generar entorno de control, es decir, que la gente piense que si comete un fraude, lo pueden detectar. Cuando la gente piensa eso, lo piensa dos veces.
Para la detección, hoy en el mundo lo que es más eficiente, la herramienta número uno según la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE) son las línea de denuncia, que les permiten a los empleados denunciar fraudes las 24 horas, los 7 días de la semana, en forma anónima.
Gracias a estas líneas de denuncias hoy en el mundo se detecta 45% de los fraudes. Y el costo por fraude promedio si existe una línea de denuncia se reduce 60%. Y el plazo de detección baja a la mitad.
–¿Cómo ven la posibilidad de deals en 2016?
–Lo vemos bien porque antes de las elecciones ya habían empezado a sonar los teléfonos. Hay un montón de plata en el mundo. Y la Argentina necesita trenes, carreteras… Todo lo que al mundo le sobra es lo que la Argentina necesita.
Entonces, si generamos cierta confianza, y cierta posibilidad de tener crédito hay muchas posibilidades de que la Argentina reciba inversión extranjera directa.
–¿En qué sectores?
–Hay muchas oportunidades en muchísimos rubros. Y además, el empresario argentino tiene vocación de venta y para los inversores las empresas argentinas todavía están baratas.
En todo lo que tenga que ver con agroindustria, minería y empresas de servicios va a haber oportunidades interesantes. En lo relacionado con el consumo, un poco menos en primera instancia.
También en empresas de logística. Van a tratar de entrar en empresas que tengan mucha potencialidad a futuro pero que en el pasado no les haya ido tan bien, porque así se puede comprar barato.