Por Leandro Africano
Rodrigo Loran
Según datos de la Cámara de Software y Servicios Informáticos en la Argentina se dispuso de un presupuesto cercano a los US$ 2 millones para la implementación de sistema de ERP. Por su parte el observatorio del sector, Evaluando ERP, estimó que de las empresas que tenían decidido asumir inversiones en ERP los motivos mas importantes que tenían se repartían de la siguiente manera: 47% estaba disconforme con su actual sistema, 30% debía mejorar la gestión y 17% necesitaba cubrir necesidades de integración de sus sistemas.
Estos datos habla de un mercado maduro pero que aun busca su punto de equilibrio. Rodrigo Loran, especialista en ERP de Oracle Argentina, señala que “contrariamente a lo que se puede pensar, el mercado de ERP en la Argentina tuvo mucho movimiento en todas las áreas, migraciones, ampliaciones de la base instalada y hasta compulsas de precios para nuevas implementaciones. El mercado continúa en expansión sobre todo en determinadas áreas como por ejemplo logística y funcionalidades avanzadas en la cadena de abastecimiento. Definitivamente sigue siendo un mercado lleno de oportunidades para quienes estuvieran atentos”.
Desde Buenos Aires Software, empresa que es pionera en el sector desde 1978, destacan más la maduración del mercado que las oportunidades. “Si bien no observamos que el mercado de ERP local presente una actividad especialmente destacada, notamos mayor madurez en los requerimientos y consultas de los clientes. Llegan prospectos con necesidades más estudiadas, que ponen énfasis en las facilidades para la gestión y valoran más la información que esperan obtener del sistema. Esta es una tendencia que comenzó hace un par de años y parece consolidarse. Por otro lado, si bien se ha hablado mucho de la nube, como eje del negocio, no observamos que exista mayor interés de parte de la generalidad de los clientes”, apunta Juan Ruggero, presidente de BAS.
Las compañías que desarrollan sistemas de gestión en la Argentina ya tienen una trayectoria superior a 30 años –la mayoría floreció en los años 80– y siguen produciendo software de muy buena calidad. “En este mercado de ERP se pueden encontrar 10 o más players –de igual importancia y jerarquía entre sí– que hacen que la competencia sea exigente, obligando a la industria a tener niveles de excelencia y altísima eficiencia en términos de línea de código, difícilmente visto en el resto de la región. Lo anterior ha sido catalizador para que el software argentino traspase las fronteras”, considera Guillermo Vivot, director general de Softland Argentina.
Asimismo, la exitosa experiencia de productos locales y la necesidad de los clientes de invertir y desarrollar mercados fuera, han posicionado al software argentino en otros países de Latinoamérica con resultados igual de exitosos. “Actualmente países como Perú y Ecuador están con procesos de inversión más activos que el resto de los países de la región, este mayor dinamismo generado por el crecimiento de los mercados a partir de la estabilidad macroeconómica se ve reflejado también en la inversión que las empresas de esos países realizan en proyectos de IT”, agrega Vivot.
Para Mercedes Fantón, gerente comercial de Axoft la compañía que desarrolla y comercializa el software Tango, uno de los más implementados en las Pyme de la Argentina, en el último año el mercado ERP en general ha mantenido el crecimiento por encima de la inflación. “Esto se debe a que es una herramienta crítica y lo es más en tiempos de crisis donde tener el control sobre todos y cada uno de los movimientos de la empresa se hace absolutamente imprescindible. Por otra parte los mayores controles impositivos por parte del Estado como, por ejemplo, la factura electrónica, obligatoria para todos los rubros desde el 1 de julio, hace necesario que los clientes sigan comprando y actualizando su ERP”.
Según Fantón “entre las nuevas demandas de los clientes, lo principal son las aplicaciones basada en cloud, ya que los clientes están acostumbrados a utilizar las aplicaciones bajo esta modalidad y eso se traslada al mundo ERP”.
Desde la perspectiva de Marcelo Di Chena CEO de Mastersoft, la coyuntura tuvo un impacto en la demanda de soluciones de ERP: “Entendemos que si bien la demanda se contrajo levemente, la aparición de diferentes exigencias impositivas (generalización de factura electrónica, RG 3685 y otras) han empujado la demanda de este semestre. Cada año, la integración con los aplicativos de AFIP es mayor y este tipo de exigencias alcanza hoy día prácticamente a todas las empresas de la Argentina, no solo a las medianas y a las grandes compañías”.
Acercando un poco más de contundencia a este diagnóstico, Blas Briceño, presidente de Finnegans, uno de los principales proveedores de software de gestión, señala que “el mercado sigue consolidándose y los principales actores asumen una participación mayor de conjunto sobre las ofertas menos consolidadas.
Nuestro crecimiento se mantiene en los niveles de años anteriores, a pesar de que el mercado global tiene una tasa de toma de decisiones que se desaceleró. Estamos repitiendo un crecimiento de más de 20% en moneda constante en este último año, ganando participación global en el mercado aceleradamente, ya que vemos una demanda que no creció”.
Marcelo Di Chena
Oferta y demanda
El mercado local, atado a las reformulaciones que con frecuencia plantea la AFIP, sus demandas de producto y servicio en los ajustes que deben hacerse sobre los sistemas instalados. Estructurado así, las empresas argentinas ya se han acostumbrado a contratar software como servicio más que enlatados rígidos.
Para Oracle, conviene hablar de demandas funcionales y operativas. “Desde el punto de vista funcional, en general las nuevas demandas vienen ligadas a funcionalidades avanzadas de compras, análisis financieros e indicadores. También a soluciones de logística tanto para transporte como para administración del inventario no solo en los almacenes sino en los playones. Desde el punto de vista operativo hay una fuerte tendencia a la reducción de Opex y poder reducir drásticamente los tiempos de implementación”, argumenta Loran.
Por su parte BAS observa que los clientes están haciendo un mejor aprovechamiento de sus plataformas para mejorar sus negocios y esto repercute en mejoras constantes de su producto. “Nuestros usuarios han madurado lo suficiente como para profundizar en el aprovechamiento de la inmensa cantidad de información disponible a través del ERP. En muchos casos demandan nuestra ayuda para implementar soluciones de BI. En otros surge la necesidad de implementar nuevos circuitos o mejorar y ampliar la utilización de los mismos. En definitiva, estamos percibiendo un uso más amplio y profundo de las funciones del ERP, tanto en la gestión como en la explotación de la información”.
Varias empresas consultadas coinciden en que el sector de servicios está siendo, por el momento, el más demandante mientras que en 2014 el sector de distribución comercial fue el que tuvo un crecimiento más significativo en el primer trimestre de 2015. “Los segmentos verticales que están invirtiendo más este año son, además de los Servicios, el de Distribución Comercial, manteniendo la tendencia del año pasado, seguido del de la Construcción. Paralelamente, segmentos como los de Alimentos y Bebidas, Industria Textil e Industria Química se están incorporando a la demanda de ERP de este año”, afirma Vivot.
El mercado está pidiendo cada vez más soluciones en la nube, de tecnología web nativa, esencialmente por las ventajas de deployment y costos que representan. “Los proyectos son más abarcativos, cubriendo necesidades de CRM o HCM conjuntamente, en la medida en que la propuesta de valor del fabricante del ERP tiene soluciones adecuadas en esas funcionalidades. Nuestra propuesta de valor que incluye un BPM (business process management) integrado al ERP acompaña la necesidad de formalizar procesos y mejoras relacionadas que el mercado está demandando. Planteado así, sigue mejorando la percepción de valor que se le asigna al resultado de un enfoque del ERP basado en procesos, y no una herramienta de backoffice autónoma”, puntualiza Briceño.
Guillermo Vivot
¿Maldita o deseada coyuntura?
El impacto de la coyuntura económica y política no se puede despreciar en un sector tan sensible como la gestión de los negocios de las empresas. Para algunos proveedores es un viento de cola, para otros un motor fuera de borda. “Hoy tenemos una coyuntura muy favorable con empresas como Oracle que han volcado su estrategia a productos en la nube ya que con las condiciones actuales, las empresas buscan reducir sus costos operativos, llevar adelante implementaciones mucho más rápidas y eficientes y requieren actualizaciones automáticas que no afecten la operación. En definitiva ser más ágiles al momento de dar soluciones a los usuarios y contar con funcionalidades modernas que les permitan diferenciarse de sus competidores. Todos componentes indiscutibles en la solución Oracle Cloud”, afirma Loran de Oracle.
Ruggero, de BAS, mucho más racional y conocedor como pocos de la industria, explica que “la presión fiscal provoca el doble efecto de acelerar las decisiones relacionadas con el cumplimiento de las nuevas normas y a la vez de demorar los proyectos que podrían significar mejoras reales de la competitividad de las empresas clientes. Asimismo, la expectativa de cambios políticos provoca en algunos casos alguna inversión anticipada aunque en la mayor parte de los casos son más las consultas que las efectivas concreciones.
Para Softland, a diferencia de 2014, el comportamiento de la demanda nueva se mantuvo estable “y esto demuestra que una crisis es una invitación a repensarnos, a pesar de ser un año electoral, en donde rige la incertidumbre tanto política como económica, las empresas aún apuestan a inversiones tecnológicas que le permitirán un mayor rendimiento y eficiencia del negocio. Esta realidad del mercado, sumada al crecimiento sostenido, es la que nos permite seguir invirtiendo en el desarrollo de nuestras soluciones”, concluye Vivot.
Más cerca o más lejos de los vaivenes coyunturales, la inversión en ERP ha pasado de ser una inversión que puede elegirse cuándo hacerse, a una necesidad de primera instancia en casi todo el sector empresarial. “En este contexto, si bien algunas decisiones de cambio pueden demorarse, no se está viendo un impacto en la demanda como el que se observaba, por ejemplo, hace 10 años”, argumenta Di Chena de Mastersoft.
Tampoco quedan dudas que las empresas necesitan ganar eficiencia y que un software de gestión ajustado al tamaño y características del negocio es uno de los drivers esenciales para alcanzarla. Desde este punto de vista Briceño señala que “es ahí donde tenemos una mayor demanda. Pero la toma de decisiones está ralentada por la incertidumbre del mercado respecto de la política y la economía, con lo cual eso genera retracción. En definitiva, es neutro el resultado en la demanda, sin crecimiento, tal vez un poco a la baja”.
Invertir en ERP
Todo empresario evalúa si invertir o no siguiendo una regla simple: podré recuperar el dinero destinado y cuánto tiempo tomará. Estas dos preguntas también aparecen cuando se piensa si vale la pena comprar una plataforma ERP.
Ahora bien, hay que tener en claro que cuando una empresa quiere integrar un ERP a su estructura no es algo que se haga en pocos días, ni que tampoco lleve un mes en demostrar su eficacia. Es necesario atravesar un proceso de flexibilidad, practicidad y cuyos resultados irán dependiendo en gran parte del proveedor que sea elegido.
Obviamente se busca equiparar precio-calidad. No siempre ahorrar es un buen negocio, pero sí se busca no gastar de más proyectando los beneficios que esta herramienta puede dar en el futuro.
También hay que ser consciente de que no siempre los resultados se pueden medir cuando manejamos tecnología de la información. Muchos directivos consideran que invertir en un ERP es un gasto innecesario, algo que no pueden contabilizar. Sin embargo, los expertos advierten que bien utilizado es un recurso que puede generar importantes beneficios.