Por Rubén Chorny
La colección de la revista Mercado remonta a 1996 la calificación de “negocio del año” al régimen que instituyó la obligatoriedad del seguro contra los accidentes de trabajo. Un año más tarde, aparecieron registradas 344.476 empresas con la cobertura de 3.557.004 trabajadores.
Las compañías aseguradoras le habían prendido una vela a un rubro que movía el péndulo del derecho desde la desaprensión laboral al abuso judicial, y por lo tanto abría las puertas a suculentas facturaciones de pólizas.
Aunque también se cumplió el viejo axioma de “hecha la ley, hecha la trampa”, y los juzgados se atiborraron de expedientes por doble ventanilla: la civil y la laboral.
Medrar con la desgracia es una tenebrosa temática que hasta inspiró a Santiago Mitre, Martín Mauregui, Alejandro Fadel y Pablo Trapero a escribir el guión de “Carancho”, una dramática película que pinta a una Argentina en la que por entonces morían al año en accidentes más de 8.000 personas, a un promedio de 22 por día, y más de 120.000 resultaban heridas.
Éxito de taquilla en 2010, coincidentemente terminó instalada como la antesala de una ley de riesgo de trabajo, cuyo principal objetivo era dejar al sistema alineado con la palabra de la Corte Suprema, que en 2004 había cuestionado tres aspectos de la anterior norma: la acción civil, la habilitación a los juzgados laborales para dirimir las controversias y el pago en renta de las prestaciones dinerarias.
Al anunciar el envío del proyecto al Congreso, también la presidenta Cristina Fernández de Kirchner invocó en 2011 la existencia de una “industria del juicio” en las demandas por accidentes de trabajo. Las estadísticas están de su lado: desde que asumiera su esposo en 2003, los mayores gastos operativos y de cobertura por la mayor conflictividad judicial y administrativa por los juicios ingresados habían sido de $2.937 millones, que en 2011 se transformaron en 57.624 millones, con un incremento de 2.000%. A ese impresionante porcentaje habría que descontarle que, en ese lapso, las coberturas de trabajadores hayan crecido 80% y las empresas que entraron casi se duplicaran.
Litigiosidad
En recientes declaraciones, el superintendente de Riesgos de Trabajo, Juan González Gaviola, sentenció al clausurar la 11 Semana Argentina de la Salud y Seguridad en el Trabajo: “El aumento de los juicios socava el sistema y, a su vez, produce perjuicios para trabajadores, empresarios y la sociedad en general”.
Esa mayor siniestralidad afirma sufrirla en carne propia el gerente general de Prevención Riesgos del Trabajo, Guillermo Davi, quien la vincula al significativo aumento de las indemnizaciones que fija la Ley de Riesgos del Trabajo para las incapacidades permanentes. “El mercado no ha logrado el suficiente nivel de primas para afrontar estas nuevas erogaciones, que, en gran parte, obedecen al sostenido crecimiento de la judicialidad”, subraya.
No obstante estas vicisitudes, el negocio de las ART alcanzó en el último año unos $22.000 millones y aún restaría incorporar entre 400 a 900.000 usuarios provenientes del personal doméstico, más el potencial latente de 37% de la masa de asalariados que UART espera que alguna vez sea blanqueado para que surjan empleos de mayor calidad.
En tal sentido, evalúa que hoy por hoy 91,6% de la prima vuelve en prestaciones directas (médicas y dinerarias), ubicándose 19,8% sobre diciembre de 2007, y 9,6% arriba de la variación de 2012. Se le suman otros servicios, como la actividad de asesoramiento en prevención y la administración de los casos. Son 10,6 puntos más que hace cinco años.
Desde el grupo Sancor Seguros, cuya ART Prevención lidera la facturación del sector, Davi agrega otra faceta optimista: “Nuestra tasa de frecuencia siniestral, con la que medimos la cantidad de accidentes cada 100 trabajadores en un año, ha venido disminuyendo a lo largo de los últimos 12 meses, como así también los accidentes mortales”. Lo atribuye “al importante trabajo en materia de asesoramiento y capacitación en higiene y seguridad que históricamente venimos realizando, bajo el objetivo de fomentar ambientes laborales sanos y seguros”.
Expansión para las prepagas
A través de la atención de accidentes y enfermedades profesionales, 600.000 trabajadores por año reciben cobertura médica integral y de calidad, un filón del que abrevan las prepagas para mutarse de proveedoras del servicio de salud que generan las contingencias laborales, a administradoras de un seguro que reúne bajo una misma cartera a los asociados que se pasan de las obras sociales al sistema privado. El exponente más destacado de esa movida de ampliación de carteras fue Galeno, que empezó comprando Consolidar ART (la escolta de Prevención en el ranking sectorial) y ahora incorporó el paquete de Mapfre Salud.
También la aseguradora de riesgos del trabajo de la firma australiana QBE, desde 2010 viene sumando tamaño: adquirió a su rival CNA Art a Financial Corporation, y sumó a La Buenos Aires Compañía de Seguros.
El director de Planeamiento Estratégico y Actuarial de QBE Seguros La Buenos Aires, Gastón Aranovich, da cifras: “A diciembre de 2013 alcanzamos una producción de $4.309 millones, creciendo alrededor de 17% respecto del mismo periodo del año anterior. Dentro del negocio de ART, nuestra producción fue de casi $1.600 millones. Crecemos a un promedio de 22%”.
Añade que “el mercado de riesgos del trabajo continúa con una tendencia ascendente en volumen de primas y cápitas asegurables, y para el corto y mediano plazo esperamos que se mantenga, ya que influye positivamente en nuestro mercado asegurador”.
Aunque admite que “en términos de rentabilidad mantuvimos un resultado positivo, observamos que la industria aún necesita mejorar las tasas, ya que en el total la rama ART sigue operando con resultados técnicos negativos”.
En ese mismo tenor de inquietud se manifiesta Daniel Arias, gerente general de SMG Seguros, décima en el ranking de facturación del sector y que a diciembre del año pasado superara $1.800 millones de prima.
Diferencia, eso sí, a la rentabilidad técnica de la financiera. “La primera es la que da sustentabilidad al negocio y la segunda es coyuntural, y más considerando la alta volatilidad del mercado financiero argentino”, compara. A las superutilidades obtenidas en el manejo de los fondos atribuye la mejora de 43% en la rentabilidad lograda durante 2013.
Refiriéndose al resultado técnico, sindica las pérdidas como importantes, “producto de variables como la elevada judicialidad inserta en el sistema, que el cambio de ley no pudo contener, ya que las cifras mostraron un importante crecimiento respecto del año anterior, y la deficiencia de tarifa, consecuencia no solo del mayor riesgo, sino también del incremento de la prestación introducido por el cambio de ley y no trasladado a precio”.
Prevenir antes que curar
Por primera vez, la Argentina dispone de índices comparables a los de países con tradición en materia preventiva, como el caso de Chile, o de seguridad social, como lo es el caso de España. La caída reflejada en los índices de fallecimientos representa haber evitado más de 6.000 muertes.
Así como González Gaviola rescató la importancia de la prevención y las tareas de control del Estado nacional y las provincias, que produjeron una “disminución significativa de los accidentes de trabajo”, las distintas mesas cuatripartitas que funcionan en la órbita de la SRT se entusiasman con los Programas Nacionales de Prevención de Actividad por Rama: diseñaron un Diagrama de Flujos y Manuales de Buenas Prácticas que permite difundir por todo el país los principales riesgos existentes en un establecimiento laboral y la manera de prevenirlos o corregirlos.
En ese aspecto, el director general de Omint, Marcelo Mancini, definió como principal objetivo de la unidad ART capacitar a sus clientes en prevenir los accidentes de trabajo, brindar cobertura integral en riesgos laborales y asegurar una respuesta eficaz ante la existencia de un accidente de trabajo o una enfermedad profesional. A lo que el gerente comercial, Juan Pedro Casañas, agrega que “percibimos una exigencia cada vez más alta en los clientes en cuanto a tiempos de resolución y calidad de prestación, y desde allí Omint ART presenta una propuesta que cuenta con el aval de más de 47 años brindando prestaciones de calidad tanto a escala nacional como internacional, lo cual le permite al grupo posicionarse favorablemente como un nuevo jugador en el mercado”.
Los protagonistas de este gran negocio que se insinuaba para las ART en los años 90 prenden una vela a los juzgados para que taponen la doble vía de reclamos que la nueva legislación intentó unificar, y curen al mercado de la ligitiosidad aguda que padece.
Las áreas más conflictivas
La industria de la construcción continúa siendo el sector de actividad económica con mayor incidencia de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, registrando 111,7 trabajadores accidentados por cada mil trabajadores cubiertos, si bien verifica un baja de 13% respecto del valor alcanzado por este indicador en 2011.
También la desagregación de la accidentabilidad de la “Construcción” por jurisdicción geográfica muestra una caída de la incidencia en la provincia de Mendoza, después de al menos dos años consecutivos de registrar los valores más altos a escala nacional. Esto se debe a un incremento de 36% de la cobertura y a una caída de 18% de los accidentes. La provincia con mayor accidentabilidad en este sector en el 2012 es Córdoba, seguida de Mendoza y Entre Ríos.
En relación a la mortalidad, excluyendo los accidentes in itinere, “Explotación de minas y canteras”, “Construcción” y “Electricidad, gas y agua” registran, en 2012, los índices más altos, alcanzando respectivamente 278, 259 y 257 casos mortales por cada millón de trabajadores cubiertos; valores que se ubican muy por encima de los obtenidos el año anterior. “Transporte, almacenamiento y comunicaciones”, que registraba el índice más elevado en 2011, muestra un descenso de 16%.
La asistencia médica integral en números
• Cerca de 2 millones de prestaciones asistenciales: 860.000 consultas, 640.000 atenciones farmacéuticas, 210.000 estudios complejos, 59 cirugías, 128.000 días de internación.
• 450.000 sesiones de rehabilitación y 2,3 millones de traslados.
• Más de 600.000 beneficiarios: 600.000 trabajadores atendidos, 250.000 trabajadores rehabilitados y 5.000 trabajadores recalificados.
• De los 2.787 trabajadores atendidos a abril de 2014, cerca de dos tercios vuelve a reinsertarse en el mercado laboral. (30% reinsertados y 34% reubicados).
• 767.854 trabajadores examinados, 170% más que en 2001.
• 955.854 trabajadores citados por las aseguradoras, de los que 188.000 no han podido ser examinados por razones ajenas a la ART (ya sea por decisión de la empresa, del trabajador o por fuerza mayor).
Una ley con puntos suspensivos
La Unión de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (UART) evaluó la aplicación de la reforma de la Ley sobre Riesgos del Trabajo, la N° 26.773, fuertemente resistida por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli, y sacó estas conclusiones:
El relevamiento poslegislación de la entidad empresaria sería:
• El sistema cubre cerca de 9 millones de trabajadores.
• El índice de fallecidos en el lugar de trabajo cayó 26% en el último año.
• Aumentaron 165% los pisos de las prestaciones y las sumas fijas en pesos, actualizadas por un índice de salarios informado por el Ministerio de Trabajo.
• Las demandas civiles contra el empleador cesaron, aunque se iniciaron unas 80.000 hacia las ART durante 2013, 22% más que en 2012, ya que si bien optaron por el sistema tarifado en lugar del reclamo civil, después presentaron discrepancias con el porcentaje de incapacidad y, en menor medida, con interpretaciones de la aplicación de la norma.
• A pesar de haberse reducido los gastos comerciales y de explotación, el resultado técnico de las compañías conforme al último balance (a junio de 2013) fue 6,1% negativo.
• Por las condiciones y medioambiente laboral se incrementó el peso porcentual de los accidentes de trayecto respecto de los de trabajo, al igual que las enfermedades profesionales.
• El ausentismo laboral, que comprende a todas las provincias, tanto en el orden de lo privado como de lo público, siguió en ascenso.
Marcelo Mancini
Gastón Aranovich
Daniel Arias
Guillermo Davi