A la vanguardia en RSE

    Dos de las empresas que se han caracterizado desde hace tiempo por su comportamiento de vanguardia en este vasto territorio –Banco Galicia y Sancor Seguros– dieron a conocer en las últimas semanas sus informes anuales de sustentabilidad centrados en la Guía G4 de GRI.

    Global Reporting Initiative (GRI) es una organización que impulsa la elaboración de memorias de sostenibilidad en todo tipo de organizaciones. GRI produce un completo marco para la elaboración de memorias de sostenibilidad. Este marco, que incluye la guía para la elaboración de los informes, establece los principios e indicadores que las organizaciones pueden utilizar para medir y dar a conocer su desempeño económico, ambiental y social. 
    El objetivo de la Guía G4 es que las organizaciones informantes se concentren en el análisis de sus impactos económicos, sociales y ambientales, especialmente en los negativos; incluyendo la descripción del diálogo con sus grupos de interés; el involucramiento de la alta dirección; los compromisos adquiridos, y los mecanismos de seguimiento de las acciones de mejora.

    Banco Galicia

    La clave es profundizar en los indicadores de mayor incidencia

    Su actual informe de sustentabilidad fue presentado bajo los lineamientos de la Guía G4, la última versión del Global Reporting Initiative. Sus resultados en la gestión de la sustentabilidad se advierten como consecuencia de la trayectoria y madurez acumuladas, pero más en virtud de la dirección estratégica de la organización.


    Constanza Gorleri

    Banco Galicia representa uno de los máximos referentes, entre el universo de las empresas que operan en el país, que se ubica a la vanguardia de la responsabilidad social. Sin dudas, la trayectoria acumulada en la materia es un factor clave a la hora de buscar respuestas al posicionamiento logrado por la compañía financiera cuando habla de RSE en la Argentina. Banco Galicia es la cuarta empresa en la región y duodécima en el mundo en implementar la Guía G4, la última versión del Global Reporting Initiative (GRI), de conformidad, y cumplir con todos los indicadores de manera exhaustiva.
    La gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Banco Galicia, Constanza Gorleri, cuenta cómo fue el recorrido hasta alcanzar la opción exhaustiva in accordance de la Guía G4 en su último informe de sustentabilidad. “Nuestro informe tiene el sello Materiality Matters Check, que nos otorgó Global Reporting Initiative por haber alcanzado la opción exhaustiva “de conformidad –cuenta Gorleri–. Esto quiere decir que uno presenta su metodología ante el GRI, tanto en el análisis de materialidad, el informe, como la grilla de indicadores, y ellos responden, por sí o por no, si se cumplimentan con las expectativas en términos del proceso”.

    –¿Cuál es el fin de los reportes sustentables para Banco Galicia?
    –Cuando empezamos a trabajar desde un área específica la estrategia de sustentabilidad en 2005, nos propusimos generar un plan de trabajo y sus objetivos a partir de la definición de una política de sustentabilidad y a la vez comunicar esos trabajos, estrategias y políticas. Es decir, que en los cimientos del pensamiento de la estructura del área estuvo pensado gestionar y comunicar, como los dos aspectos centrales de la estrategia.

    –¿Cómo se dio el nacimiento del primer informe de RSE en Banco Galicia?
    –Para gestionar de una manera consecuente y medible, identificamos que el modelo GRI nos aportaba una respuesta interesante y empezamos a utilizar sus lineamientos en 2005 de manera muy incipiente. En aquel entonces presentamos el informe in accordance, para luego utilizarlos como un aspecto central dentro de nuestra estrategia.
    Desde el inicio, utilizamos dos modelos complementarios al GRI. El banco fue grupo promotor del Pacto Global de Naciones Unidas en la Argentina en 2004 e integró el equipo que promovió la adopción de dichos principios en el país, con lo cual la respuesta a la evolución a los 10 principios a los cuales nos habíamos adherido estuvo contenida adentro del informe.
    A ello se sumó una discusión interna, respecto de la percepción que el modelo GRI no terminaba de dar una respuesta a temas cuantitativos, en términos de inversión, que sí ofrecía el modelo IBASE que también incorporamos a nuestro informe.
    Entonces, cuando publicamos nuestro primer informe, lo hicimos de acuerdo a los lineamientos GRI, dando respuesta a la comunicación para el progreso del Pacto Global de Naciones Unidas y completando una grilla numérica que refleja a través de indicadores sociales y ambientales, internos y externos, nuestra performance.

    –¿Qué pasó con los siguientes?
    –Con el tiempo fuimos incorporando cambios en la gestión que se tradujeron en mejoras de los niveles de alcance a la hora de comunicar. Del G2002 in accordance pasamos a utilizar los indicadores, luego el G3, el G3.1 y sus versiones C, B y A, hasta que alcanzamos el máximo nivel de aplicación y dimos el salto al modelo G4, nivel comprenhensive o exhaustivo actual.

    –El trabajo cuenta además con un informe de verificación por parte de un auditor externo.
    –Fue un tema que se planteó como un aspecto cross dentro de la organización: que la valoración del informe sea tal que tenga el mismo nivel de rigurosidad en términos de verificación externa que el que tiene la memoria financiera. Así que desde el inicio nuestros informes han sido verificados por una consultora.

    –¿Por qué Galicia decide implementar el G4?
    –Porque nos parece que esto tiene que servir para entusiasmar a otros a adecuarse a este modelo. El G3.1 es un modelo que propone un nivel muy amplio y general de respuestas a indicadores, tiene muchos indicadores de todos los temas con un nivel de expectativas de respuestas bastante general, que por supuesto se profundiza a medida que uno va avanzando en los niveles de alcance.
    Pero la realidad es que ya el mundo evolucionó de manera tal que no alcanza con ser un buen generalista, no alcanza con tener tildado relativamente bien cada uno de los temas que abordamos, sino que donde uno puede hacer una buena diferencia es profundizando en aquellos temas que son más importantes para su gestión. Esto es la materialidad de los temas.

    –¿Qué supone la propuesta de la Guía G4?
    –El G4 propone justamente que a partir de una amplitud de indicadores, se emplee un proceso a partir del cual, junto con los grupos de interés, en un proceso de construcción participativa, se pueda definir los temas centrales de la compañía, y avanzar en la exhaustividad de análisis de preguntas.
    El modelo G3 te lleva a trabajar en la optimización del uso de los recursos naturales. Nosotros, como banco, usamos el agua, el gas, la energía… pero, ¿es lógico dedicarle atención a la gestión de agua, gas y energía en nuestro caso? Claramente es mucho más estratégico en nuestra actividad gestionar metas energéticas o gestionar papel, que gestionar el agua. Lo que no quiere decir que no gestiones el agua, pero el agua que consumimos no es un insumo productivo. Es muy distinto al uso que le da una empresa productiva, donde el agua es un insumo básico.
    Entonces, consideramos que es lógico que tengamos un criterio base para todos los indicadores pero también es muy necesario que se reporte aún más acerca de aquellos sobre los que se puede lograr una mayor incidencia.

    –Es allí donde el G4 hace especial hincapié en la gestión de la materialidad.
    –Exacto. Lo que dice G4 es que partimos de un modelo en el que se preguntaba prácticamente de todo, un modelo amplio, abarcativo y completo. Sin subestimar, el G4 construye sobre aquello y, a su vez, pretende profundizar sobre aquellos temas identificados por la empresa y los grupos de interés como más trascendentes para concentrarse ahí.

    –¿Qué permite esta metodología de trabajo?
    –Permite ser más eficiente en la gestión, al estar concentrado en gestionar los temas que son materiales para la compañía. Conduce un proceso mucho más participativo, donde la construcción de los temas relevantes surge de una agenda común y consensuada, con un énfasis que permite mayor fuerza de vinculación de escucha y de diálogo entre los grupos de interés y permite en términos de comunicación ser más claros, cortos y sencillos. De hecho, el último informe es el más corto, lo que no impide que hayamos realizado un informe complementario, que está alojado en la página web, donde nos propusimos, como principio, seguir respondiendo a todos los temas.
    Es un gran atractivo para las compañías que todavía no se lanzaron a aplicar este modelo.

    –¿Qué dificultades implicó la implementación del G4, si es que las hubo?
    –El nivel exhaustivo tiene la contracara de rigurosidad que un modelo generalista no tiene. Cuando los grupos de interés identifican un tema relevante, es preciso estar a la altura de la gestión. En cierto modo, el G4 empuja hacia una forma de gestión más profesional.
    Luego, más que dificultad, porque operativamente requiere un esfuerzo distinto, es la construcción más participativa mencionada. Es muy distinto cuando uno gestiona y decide algo solo. En cambio, cuando la decisión surge a partir de un proceso en el que se va integrando la opinión de muchos, la situación cambia.
    En el caso del banco hicimos una descripción de los pasos de la materialidad, donde hay un primer paso de identificación, un segundo paso de priorización y un tercer paso de validación, que insume mucho tiempo en términos de identificación, que luego debe ser gestionada.

    –¿Considera que el reporte debería ser obligatorio?
    –Creo que no; que la publicación de los reportes no debería ser obligatoria porque justamente la gestión de sustentabilidad, que se da por encima del marco del cumplimiento de la ley, es un aspecto que debiera ser un diferencial que surja voluntariamente de las compañías y que haga que los clientes o consumidores suban la vara. La vara no se sube a partir de la obligación legal, sino que la vara en esta temática se sube a partir de la búsqueda de las compañías de hacer más y mejor el trabajo que hacen.

    Sancor Seguros

    Foco en la cadena de valor y en los derechos humanos

    La mejora en el proceso de diálogo con los grupos de interés fue clave, en el inicio, para abordar con éxitos la práctica de RSE y dar cuentas de los resultados a partir de los reportes de sustentabilidad. En la actualidad, el grupo asegurador es pionero en la adopción de la Guía G4, la última versión del estándar internacional Global Reporting Initiative.


    Betina Azugna

    La estrategia perseguida por el grupo Sancor Seguros está enfocada en el diálogo con los grupos de interés, la seguridad, la prevención y la salud. Se trata de una estrategia amplia cuya temática abarca la economía del conocimiento e incluye el cooperativismo y el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social (Cites), inaugurado a fines de 2013. Consciente de la vocación de estar identificados con las últimas tendencias en materia de RSE, la empresa ha sido una de las primeras en adoptar la última herramienta de reporte desarrollada por GRI, la flamante Guía G4. “Tratamos de estar siempre a la vanguardia de todos los estándares internacionales porque es una variable clave de nuestra estrategia”, cuenta Betina Azugna, responsable del área de RSE del grupo Sancor Seguros.

    –Hasta llegar a la implementación de la Guía G4, ¿qué pasó en el medio?
    –Sin saber lo que significaba realmente la RSE, y aunque en Sancor Seguros ya contábamos con una historia de diálogo interno, en 2005 descubrimos la importancia del diálogo en un proceso de RSE. A raíz del diálogo, recabando expectativas de nuestros grupos de interés, implementando planes de acción y pensando indicadores para las mediciones, sucedió que fuimos evolucionando.

    –¿Con qué herramientas de medición iniciaron el proceso de reportes?
    –Comenzamos a partir una selección de todas las herramientas disponibles en aquella época, que permitiera dar respuestas a indicadores sociales, medioambientales y económicos. Entonces decidimos optar por GRI, que tenía a disposición la versión 2002. Luego, elegimos implementar también AA1000 y el Stakeholder Engagement, dos estándares que consideramos indicados para llevar adelante el proceso de diálogo y la verificación de nuestros propios estándares.
    En 2009 identificamos el Pacto Global de Naciones Unidas y tuvimos la necesidad de implementar la iniciativa que tenía nivel internacional y que contenía 10 principios fundamentales que se podían linkear de manera natural con el GRI y la AA1000. Durante todo este tiempo, a medida que el GRI avanzaba, nosotros fuimos migrando a la par: del 2002, al G3, del C, al B, con un salto muy cualitativo en el tema de gobierno corporativo, luego al A y más tarde al G3.1.
    A fines de 2010 se lanzó la ISO 26000, que fue una herramienta importantísima a escala mundial que aportaba una pauta muy clara sobre la gestión del proceso de RSE y también decidimos adoptarla.

    –Entonces apareció el modelo G4 del GRI.
    –Cuando se lanzó en mayo de 2013, creo que ni siquiera estaba la versión en español y nosotros ya la estábamos analizando y habíamos seguido todo el proceso. Identificamos muchos puntos que teníamos en común y que nosotros estábamos poniendo en práctica desde hacía un tiempo, como el diálogo con los grupos de interés o el análisis de la materialidad de nuestra estrategia. O sea que fue un paso cualitativo y cuantitativo porque incluimos varios indicadores más, pero fue como la evolución natural que ya venimos haciendo con la ISO 26000 y la AA1000.

    –¿Qué ventajas aporta la implementación del G4?
    –El modelo G4 permite a la empresa identificar sus temas materiales y sus temas estratégicos. A su vez, facilita a que esta se nutra de sus grupos de interés para hacer un análisis estratégico de los temas materiales que se piensa llevar adelante o que guían la estrategia de la empresa. Entonces, ya no hablamos de informes de 200 hojas, donde se reportaba todo y que cuanto más se reportaba mejor era, sino que ahora está enfocado en lo que es realmente importante, tanto para la empresa como para sus grupos de interés.
    Además de ser una herramienta de comunicación de estrategia, el reporte es una herramienta de gestión, por lo tanto, G4 permite enfocar estratégicamente toda la gestión durante todo el ejercicio económico de la empresa.

    –¿Y dificultades?
    –El G4 trae a la agenda la evaluación de toda la cadena de valor y los derechos humanos. Temáticas que se están abordando recién ahora en las empresas, tales como derecho laboral, del niño, trabajo forzoso, etc.
    Es algo que el GRI introduce para que la empresa lo tome en cuenta sí o sí. De todos modos, los derechos humanos están presentes en cada capítulo, al igual que la cadena de valor, que también tiene una presencia muy fuerte, donde la empresa se tiene que hacer cargo de todo lo que significa brindar su producto o servicio al mercado, y eso involucra a la relación con los proveedores.
    Entonces, más allá de que la empresa tenga una reputación perfecta, el vínculo comercial que lo une a un proveedor que adopta prácticas irregulares en términos de derechos humanos también puede involucrarlo.

    –En rigor, las dificultades representan mayores desafíos.
    –Sí, exactamente. Pareciera que el G4 es más difícil pero lo cierto es que tiene más desafíos. Y además es algo que se hace paulatinamente, paso a paso. Hoy somos G4 core; el nivel certificado básico más todos los indicadores del core, pero todavía no llegamos al comprehensive, que representa para nosotros un desafío más.

    –Al mencionar la expresión “paso a paso”, pienso en la idea de madurez como condición para la implementación del G4.
    –Sí, es posible, pero igual cualquiera puede empezar con los indicadores básicos del G4. Lo más importante es tener el compromiso de la alta dirección porque de lo contrario es imposible llevar adelante los procesos de RSE. También toda la colaboración de todas las áreas. Nosotros tuvimos fuertes desafíos con el G4, donde muchos indicadores corresponden a RR.HH., que hubo que ampliar por género, edades, etc., y que precisó de la colaboración, la identificación y el compromiso de otros sectores de la empresa.
    Es bueno contar con un grupo estratégico de RSE, como es el caso de Sancor Seguros, donde hay gerentes y directores de diferentes áreas que se reúnen cada dos meses para evaluar los planes y las estrategias, y luego son ellos mismos los que pueden bajar los lineamientos a cada sector.

    –¿Por qué el G4?
    –Nuestra premisa es monitorear siempre los estándares internacionales que están a la vanguardia. De tal modo que la apuesta sea adoptarlos o adaptarnos para su implementación lo más pronto posible para crecer en un ciclo de mejora continua. Si sabemos que se está trabajando en una nueva versión, vamos hacia la nueva versión. Y también monitoreamos desde nuestro espacio de stakeholders. Somos Organization Stakeholder del GRI y desde allí sabemos lo que se está haciendo. Entonces, ni bien hubo un grupo para evaluar el G4 nosotros estábamos dentro, junto a otras empresas de todo el mundo, participando de las videoconferencias o aportando nuestras opiniones. Lo mismo sucedió con la ISO 26000, donde buscábamos los avances de comités para comprobar que efectivamente fueran útiles para nuestra gestión.
    Se trata de herramientas innovadoras y eso es lo que queremos para Sancor Seguros.

    –Está claro que hay una decisión de la alta dirección de ser referentes. ¿Se genera a su vez un compromiso con la exigencia?
    –Generalmente decimos que somos los primeros. Los primeros en haber implementado AA1000, la ISO 26000. Siempre tratamos de marcar la tendencia en sustentabilidad dentro del mercado asegurador y dentro del mercado argentino.

    –¿Hay respuestas de los grupos de interés sobre este último reporte?
    –Todavía no lo hicimos este año. Estamos esperando el Materiallity Check del GRI. Al ser Organization Stakeholders nos hacen un análisis y estamos esperando la devolución que sería oficial.

    –¿Cuáles son los desafíos a futuro para Sancor Seguros en RSE?
    –Una de las temáticas es el desarrollo de los proveedores. Estamos por implementar una herramienta de desarrollo de proveedores y tenemos un desafío muy grande porque contamos con 28.000 proveedores y algunos de ellos son muy pequeñitos. Entonces, nuestro próximo desafío es la cadena de valor.
    En el tema de derechos humanos también tenemos una posición sobre el tema del derecho a la seguridad y a la vida y, en base a eso, identificamos grupos vulnerables. Todo está relacionado a la seguridad vial y a las muertes e incapacidades por siniestros de tránsito.
    En tal sentido, el último reporte tiene un crecimiento en ese aspecto porque ya no solamente hay un capítulo destinado a derechos humanos, sino que también hay temas de derechos humanos que se tratan en los otros capítulos, tales como las prácticas laborales, comunidad, etc.
    También hay temas de cambio climático que están empezando a afectar la actividad del seguro, que ya se están tratando porque se repiten cada vez más, pero que todavía constituyen desafíos a futuro.