Las políticas públicas más innovadoras en perspectiva

    Gonzalo Diéguez

    Por Gonzalo Diéguez (*)

    Estudiar casos innovadores de políticas públicas es uno de los ejes que concentra los esfuerzos por reactivar y potenciar el papel de las administraciones gubernamentales frente a la complejidad de los nuevos escenarios emergentes del siglo 21. Pero el tema ha sido poco explorado en la administración y la gestión de políticas públicas de nuestro país y la región.

    Echar un vistazo por otras latitudes puede resultar un poco más esclarecedor. Al respecto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pondrá en funcionamiento para mediados del año 2014 un Observatorio de Innovación del Sector Público (OPSI) que recoge y analiza experiencias de innovación en el sector público para ofrecer asesoramiento práctico a sus países miembros.

    Se destacan como ejemplos relevantes de políticas públicas innovadoras algunos casos de implementación exitosa de tecnologías de información y comunicación (TIC) en la reconfiguración de los circuitos y procedimientos de trabajo de las burocracias estatales, lo que optimiza los tiempos en la prestación de bienes y servicios públicos a la ciudadanía.

    Un caso destacado por la OCDE se sitúa en Dinamarca, donde en el período 2012 – 2013 registraron un ahorro de hasta 70% en las arcas públicas al reconfigurar la prestación de los trámites administrativos personales y reemplazarlos por canales de autoservicio en línea. Así, los ciudadanos pueden resolver sus diligencias administrativas e interactuar con un Estado 24 x 7 (las 24 horas del día, los 7 días de la semana).

    El impacto de la incorporación de tecnologías de información y comunicación (TIC) en las organizaciones estatales supone cambios profundos en el interior de sus estructuras, desde la lógica de asignación de tareas y funciones hasta los roles de autoridad, pasando por los flujos de comunicación internos y externos.

    Por eso, incorporar TIC en la órbita estatal resulta una condición necesaria pero no suficiente para hablar de innovación en políticas públicas, ya que su concepción supone dimensiones analíticas mucho más complejas.

     

    Positiva experiencia europea

    Otra iniciativa destacable se registra en la Unión Europea, que a comienzos de 2013 puso en marcha el proyecto piloto Innovación Europea del Sector Público (EPSIS), para mejorar la capacidad de comparar el rendimiento de la innovación del sector público en Europa. En su última publicación titulada Trends and Challenges in Public Sector Innovation in Europe afirman de manera contundente que la innovación en la administración pública tiene efectos positivos en la mejora de acceso a la información para los ciudadanos, la mejora de la satisfacción de los consumidores y la prestación más rápida y efectiva de los servicios y bienes públicos para los usuarios y las empresas. Citan como ejemplos los casos de la Unidad Central para la Reforma de la Administración Pública en Rumania; el Programa de Eficiencia Energética en la ciudad de Stuttgart, Alemania; la Agencia Nacional Española para la Evaluación de Políticas y Calidad de los Servicios, y el programa irlandés de Medicina de Alta Complejidad.

    En nuestra región, el Premio Interamericano a la Innovación para la gestión pública efectiva y la guía de estrategias y mecanismos para la gestión pública, que otorga la Organización de Estados Iberoamericanos (OEA) sugiere que en algunas instancias la innovación pareciera asemejarse simplemente a una buena gestión de la organización estatal o una experiencia exitosa de implementación de políticas públicas. Los casos “Chile Atiende” y “Bogotá como vamos” parecerían confirmar este línea de trabajo.

    Por todo ello, resulta fundamental que la Argentina propicie y genere instancias de intercambio de prácticas de gestión pública entre las distintas jurisdicciones y niveles de gobierno, focalizando la atención en las fases de diseño e implementación de las políticas públicas, ya que las etapas de monitoreo y evaluación resultan mucho más complejas de considerarse, debido a la dificultad de contar con información fidedigna y actualizada.

     

    (*) Gonzalo Diéguez es director del Programa de Gestión Pública de CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento). www.cippec.org @CIPPEC