En la nueva edición de este “Fuera de serie” que Mercado publica en noviembre, se incluye en el primer capítulo un ranking multistakeholders de empresas en responsabilidad y gobierno corporativo, realizado por la empresa española Merco para su publicación exclusiva en estas páginas. Este ranking sirve para conocer cuál es el diagnóstico respecto de las variables que en este caso son de responsabilidad y de gobierno. La originalidad del informe Merco de las 100 empresas más responsables y con mejor gobierno corporativo reside en su perspectiva multistakeholder. Es decir, consulta la opinión de diez diferentes grupos vinculados a la investigación.
El segundo capítulo indaga sobre el debate global en materia de RSE. Las tendencias, los lineamientos; “el estado del arte”.
También en esta misma edición aparece, en el capítulo III, la octava encuesta y ranking de empresas socialmente responsable que desde hace años realiza la consultora DatosClaros para Mercado. El eje del trabajo es indagar qué piensa la gente común, el ciudadano de a pie, sobre este concepto de la responsabilidad social y cuáles son las empresas que –a juicio de este importante segmento de opinión– son realmente responsables y por qué razón.
En este capítulo, el cuarto, aparecen voces destacadas; referentes de empresas que llevan adelante programas y acciones en materia de RSE, con reconocida trayectoria. El testimonio de 52 ejecutivos responsables de área, que brindan su perspectiva enriquecedora sobre una temática que parece estar siempre abierta.
Arcor
El desafío consiste en construir puentes
Es una confirmación. En el ranking de este año –igual que en el del año anterior– de “Las 100 mejores empresas en RSE”, ocupó el primer lugar. Sus directivos insisten en que no es una tarea exclusiva de las empresas: hay que trabajar de manera articulada con el sector público y el privado, con consumidores, proveedores y todos los eslabones de la cadena de valor.
Claudio Giomi
Si las empresas pretenden entender su rol en este mundo, está claro que la RSE emerge como respuesta a este nuevo escenario. Se trata de leer los cambios y articular la visión de negocios con una perspectiva de largo plazo. No importa el tamaño, todas las empresas tendrán que encontrar una respuesta y que puedan hacerlo o no dependerá de la comprensión que demuestren y de la conciencia que adquieran en el camino, sostiene Claudio Giomi, gerente corporativo de Sustentabilidad de Grupo Arcor.
–Las empresas necesitan la fidelidad de los clientes, la confianza de accionistas e inversores, de la motivación de los empleados, y mantener una buena imagen entre los medios y líderes de opinión. ¿Cuál es la estrategia adecuada para relacionarse con grupos tan diversos y ganar la aceptación de todos ellos?
–Considero que las empresas deben generar una gestión responsable con todos los públicos con los que se vinculan, apuntando a desarrollar con cada uno de ellos una gestión basada en una relación duradera, de confianza, que permita trabajar a favor de la construcción de intereses que contribuyan al desarrollo de la sociedad. En este sentido, desde Arcor hablamos de una gestión responsable orientada a la sustentabilidad.
Para ello es importante relevar cuáles son las expectativas, intereses y preocupaciones que tienen los diferentes públicos. El desafío que las compañías tienen por delante es el de integrar en la gestión de su negocio la mirada de estos grupos y la perspectiva de un contexto mayor en donde se desarrollan. El objetivo es que se incorporen de tal forma que el interés de la compañía no esté en contradicción sino alineado con el de esos otros actores y de la sociedad en su conjunto.
De esta manera, la estrategia radica en pensar de manera integral la gestión, no con acciones o programas aislados con alguno de estos públicos, sino entenderla como un factor decisivo que supone una nueva forma de gestionar los negocios, comprendiendo justamente que la relación con todos estos públicos forma parte de los desafíos que tiene una empresa de cara a este nuevo escenario.
–Se dice que los líderes de las empresas están obligados a revisar continuamente el rol que sus respectivas compañías tienen en el mundo y su impacto en la sociedad. ¿Hay conciencia de esta realidad?
–Las empresas y sus líderes han desarrollado esta capacidad de revisar sus propias estrategias de negocios en relación con su impacto en la sociedad, y aquellas que no han tenido esta capacidad no han podido desenvolverse exitosamente. Actualmente se enfrentan además con que el contexto mundial cambió, con recursos naturales restringidos, con condiciones sociales específicas, que definitivamente conducen a reconsiderar el rol de las empresas.
En este sentido, el movimiento de la Responsabilidad Social Empresaria emerge como un marco de respuesta para este nuevo escenario de negocios. Es un movimiento de avance progresivo en el que hay compañías que están tomando estos nuevos elementos, tratando de leer los cambios y articulando la visión de negocios con una perspectiva de largo plazo.
Más tarde o más temprano, sin importar el tamaño, la ubicación ni las características, todas las empresas van a tener que dar respuesta a este nuevo escenario.
Que puedan hacerlo o no va a depender de esa comprensión y de la conciencia que adquieran. Las empresas que puedan entender y leer este escenario de futuro y prepararse para ello van a tener mayores condiciones de crecimiento y desarrollo que las que no. Considero que muchas empresas están en ese camino y lo están entendiendo de manera más integral y cabal, otras reaccionan más con un criterio de oportunidad o de situación coyuntural, pero en líneas generales existe un movimiento en ese sentido que se va consolidando.
–Entre las ventajas potenciales de la RSE, los expertos ponen a las alianzas inteligentes entre empresas y organizaciones privadas o públicas. ¿Es este un modelo que funciona, según su experiencia y conocimiento?
–El desafío conceptual que supone esta nueva época es que la generación de la renta no puede ser a costa de la generación de situaciones de contexto desfavorable: no se puede pensar el éxito de una compañía en un contexto en el que no ocurre. Los objetivos del negocio no son contrapuestos con los objetivos de desarrollo de la sociedad y por lo tanto deberían ser pensados de manera articulada con otros actores.
Es por ello que necesariamente se debe incluir en la gestión esta posibilidad de pensar con otros grupos porque las empresas somos parte de la solución para ese contexto. Por eso hablamos de construir juntos un futuro sustentable porque entendemos que no es una tarea exclusiva de las empresas sino que hay que trabajar de manera articulada con organizaciones del sector público y del privado, con consumidores, proveedores, con todos los eslabones de la cadena de valor.
Como los miembros de estas alianzas mantienen lógicas distintas, intereses distintos, motivaciones distintas, el desafío consiste en trabajar para construir puentes que posibiliten encontrar el interés común por el desarrollo de una sociedad más inclusiva y equitativa. Por supuesto, que estos intereses confluyan es el resultado de un trabajo y aprendizaje mutuo.
–Dentro de la agenda de temas que se plantean al hacer RSE, ¿cuáles son los elegidos por su empresa, en qué programas ponen el foco?
–Desde Arcor hemos desarrollado una política de sustentabilidad que está basada en cinco compromisos específicos en relación a temas que consideramos estratégicos para el aporte al desarrollo en términos de sustentabilidad.
Se refieren al uso racional del agua; al uso eficiente de la energía y la minimización del impacto climático; el compromiso y respeto por los derechos humanos; el uso racional del packaging; y la promoción de la vida activa y nutrición saludable. Para cada uno de estos cinco compromisos hemos establecido líneas prioritarias y estratégicas de acción para llevarlos adelante y lo que procuramos con esto es integrar la sustentabilidad a la estrategia del negocio y hacerlo de manera transversal a todas las áreas que componen la compañía.
–Los temas de RSE que ocupan a la empresa, ¿deben estar conectados a su core business o pueden ser temas de interés general, como educación o salud?
–Desde Arcor entendemos que uno gestiona de manera responsable tratando de alinear los objetivos de la compañía con el desarrollo de la sociedad. En este sentido creemos que la contribución que una empresa hace está dado tanto desde un aspecto específico de su core business como desde los temas que contribuyen al bienestar de la sociedad en su conjunto.
Banco Galicia
RSE, el camino para la sustentabilidad
Está en el top ten de este año –séptima posición– y es la única entidad financiera en posición tan encumbrada. El banco desarrolla una estrategia de inversión social basada en tres ejes principales: educación, promoción laboral y salud. Con programas propios con el apoyo de especialistas. Y con organizaciones sociales en carácter de alianza.
Constanza Gorleri
La continuidad del esfuerzo es central para lograr resultados. Por eso, cuando la situación económica es desfavorable hay que seguir e ignorar las prácticas de otras empresas que reducen sus presupuestos en RSE. El compromiso es continuo ya que –en la visión del Galicia– la inversión social y la gestión de la sustentabilidad debe ser un modo de gestión independientemente de las variaciones económicas, afirma Constanza Gorleri, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de la entidad.
–Las empresas necesitan la fidelidad de los clientes, la confianza de accionistas e inversores, de la motivación de los empleados, y mantener una buena imagen entre los medios y líderes de opinión. ¿Cuál es la estrategia adecuada para relacionarse con grupos tan diversos y ganar la aceptación de todos ellos?
–Buscamos relacionarnos con nuestros clientes, proveedores, empleados y toda la comunidad no solamente desde un aspecto comercial sino impactando positivamente en su desarrollo. Buscamos generar un diálogo y entender las expectativas e intereses de cada uno de nuestros públicos para ser tomados en cuenta y generar propuestas diferenciales y acordes a sus demandas.
Con cada grupo asumimos un compromiso que renovamos permanentemente. Nuestros compromisos son: con nuestros accionistas teniendo un buen desempeño, con nuestros clientes a través de la ética comercial y excelencia en el servicio, con los colaboradores asegurando su desarrollo, con los proveedores construyendo lazos sólidos, con la comunidad trabajando en el progreso y la equidad social y con el ambiente realizando una gestión eficiente de recursos. Estos compromisos nos ayudan a relacionarnos con cada grupo de una manera superadora.
–Se dice que los líderes de las empresas están obligados a revisar continuamente el rol que sus respectivas compañías tienen en el mundo y su impacto en la sociedad. ¿Hay conciencia de esta realidad?
–Sí, hay conciencia de esto. Los líderes de las organizaciones ya entendieron que “no existen empresas exitosas en sociedades que fracasan”.
Los bancos cumplen una función vital para el desarrollo de la sociedad: son el eje central de las actividades vinculadas al ahorro, la inversión y el crédito, prestando servicio no solo a las personas sino también a las empresas, Gobiernos y a distintas organizaciones. Es por eso que creemos necesario definir los objetivos como miembro de la comunidad a la cual brindamos este servicio.
–En general, en las empresas, ¿hay verdadero compromiso con el tema de RSE por parte de la alta conducción de la empresa? ¿O cuando hay crisis los presupuestos del área casi desaparecen?
–Tanto el gerente general como todos los directores de las distintas áreas que componen la alta gerencia del banco cuentan con objetivos de sustentabilidad orientados a cada grupo de interés.
Su compromiso es continuo y no depende de la situación del mercado porque estamos convencidos de que la inversión social y la gestión de la sustentabilidad debe ser un modo de gestión independientemente de las variaciones del desempeño económico de la organización.
–Dentro de la agenda de temas que se plantean al hacer RSE, ¿cuáles son los elegidos por su empresa, en qué programas ponen el foco?
–Como parte de nuestro trabajo con la comunidad, desarrollamos una estrategia de inversión social basada en tres ejes principales de intervención: educación, promoción laboral y salud. Desarrollamos nuestras acciones articulando dos metodologías de trabajo. Por un lado, programas propios que implementamos con el apoyo de especialistas y organizaciones sociales. Y mediante el segundo modelo acompañamos a organizaciones sociales en proyectos que estén alineados con nuestros ejes de intervención social en carácter de alianza.
Para impulsar una inversión eficiente en nuestro trabajo con la comunidad desarrollamos una matriz de análisis de la inversión social, con 70 indicadores claves que nos permite evaluar a la organización aliada, el programa implementado y su impacto directo e indirecto.
Consideramos como principales ejes de inversión social a: “Valor a tu futuro” – Educación.
Nuestros dos programas principales son el de “Promoción de la Educación Superior” y el de “Educación Financiera”. A través del primero promovemos el acceso a la universidad de estudiantes de comunidades vulnerables. Tenemos alianza con organizaciones sociales como Grupo Puentes, Fundación Maristas, Fundación Integrar, Fundación Forge, y Cimientos y convenios con las principales universidades del país.
Impulsamos el “Programa de Educación Financiera”, con la Asociación Civil Conciencia, a través del cual llegamos a todo el país con capacitaciones a jóvenes que cursan el último año del secundario.
A su vez, celebramos más de 15 alianzas para el impulso de programas con 27 organizaciones de la sociedad civil, buscando fomentar oportunidades de aprendizaje de jóvenes en riesgo, mejorar la calidad de la educación y las capacidades de los docentes y organismos de gestión educativa. En 2011 fueron beneficiarios de estos programas 271 entidades, 340 escuelas, más de 68.000 alumnos y 1.274 docentes.
“Valor a tu desarrollo” – Empleo
Llevamos adelante el programa “Del Emprendimiento a la Pyme”, con el acompañamiento de Fundes, con el objetivo de promover la formación de micro y pequeñas empresas a partir de emprendimientos sustentables. Tenemos una línea de crédito para instituciones de microfinanzas y el programa de inclusión laboral para personas en situación de vulnerabilidad o discapacidad.
Reconociendo la importancia del trabajo como fuente fundamental de sustento y factor de dignidad de las personas, a estos programas de alcance nacional sumamos 15 programas en todo el país, junto a 19 OSC a través de las cuales hemos contribuido con más de 5.113 emprendedores y 6.682 personas sin empleo.
“Valor a tu salud” – Salud
Los programas que diseñamos desde el banco son el de Prevención de la Desnutrición Infantil para líderes sociales de todo el país, que llevamos adelante junto a la Fundación Conin; y el de Mejora de Hospitales y Centros de Salud para el que contamos con el asesoramiento de Cáritas Nacional.
Junto a 27 OSC colaboramos en todo el país para que más de 100.000 pacientes de 595 entidades reciban apoyo y 52.000 alumnos de escuelas, docentes y líderes comunitarios sean capacitados para promover hábitos saludables.
Nuestra estrategia de cuidado ambiental.
En el marco de nuestra política ambiental y de distintos compromisos internacionales a los que hemos adherido, trabajamos en el cuidado ambiental optimizando los recursos que utilizamos, midiendo nuestra huella de carbono para poder reducirla, evaluando el impacto social y ambiental de los créditos que otorgamos y ofreciendo financiamiento para mejoras ambientales y acompañamos a investigadores y OSC en su trabajo de conservación ambiental.
Contamos con un sistema de gestión ambiental que se encuentra certificado bajo la norma ISO 14.001. En 2012 hemos inaugurado la primera sucursal diseñada desde la infraestructura con criterios sustentables que cuenta, entre otros, con sistemas de energías renovables y recupero de agua de lluvia además de los programas de concientización para los colaboradores que trabajan en dicha sucursal.
–Los temas de RSE que ocupan a la empresa, ¿deben estar conectados a su core business o pueden ser temas de interés general, como educación o salud?
–El compromiso de Banco Galicia con una gestión sustentable nace de la convicción de que un desarrollo económico sólido solo puede alcanzarse si se considera el ambiente y el entorno social, que se plasma en la misión del banco de “prestar servicios financieros integrales de excelencia con base en la calidad, colaboradores altamente capacitados y motivados, orientados hacia la satisfacción de nuestros clientes, buscando rentabilidad y contribuyendo al desarrollo sustentable del país”.
Es por eso que en Banco Galicia, donde entendemos a la RSE como el camino para alcanzar la sustentabilidad, esta está alineada con los valores de la empresa, nuestra manera de ponerlos en práctica y los resultados que obtenemos a través de una gestión responsable. Esto es para nosotros absolutamente central.
Toyota Argentina
“Business as usual” es parte del pasado
Cuidar los recursos del planeta y respetar el ambiente ya no es una elección. Esta es la convicción de la única automotriz –puesto 18– en el top 20 de “Las 100 más responsables” de Merco. La tendencia es a incorporar medidas que velen por la transparencia en los procesos, toma de decisiones y en la relación con los actores externos.
Eduardo Kronberg
Hay conceptos novedosos que todavía, en muchos casos, no han sido percibidos. La propia comunidad ha ganado una nueva voz a través del fenómeno de las redes sociales y cada vez tiene una mayor influencia para relacionarse con el mundo empresarial. Las empresas líderes ponen especial atención a la hora de medir reputación, el valor de las marcas y el desempeño como actor social, como advierte en forma rotunda Eduardo Kronberg, gerente de Relaciones Públicas, RSE y Comunidad de Toyota Argentina.
–El concepto de RSE ha tenido en estos años una drástica transformación. Las empresas entendieron que, además de tener rentabilidad, es necesario incorporar valores como la ética y la sostenibilidad. ¿Cree que hoy hay consenso sobre este punto en el ámbito empresarial?
–Cada vez existe una mayor conciencia en las empresas con respecto al rol que deben cumplir como ciudadanos corporativos responsables. A la vez, es más común ver programas de responsabilidad social más completos y abarcativos, en contraposición con acciones individuales inconexas. Esta tendencia se da a escala mundial, no solamente en la Argentina.
Si bien la sostenibilidad es un tema más incipiente en la agenda empresarial, creo que existe un consenso generalizado dentro de las empresas en que el modelo del “business as usual” forma parte del pasado y que cuidar los recursos del planeta y respetar el ambiente ya no es una elección, sino que debe ser visto como un elemento central en cualquier plan de negocios a largo plazo.
En este nuevo escenario puede observarse que existe una lenta pero progresiva tendencia al interior de las empresas –principalmente las multinacionales– de incorporar medidas que velen por la transparencia en sus procesos, toma de decisiones y en su relación con los actores externos.
–Entre las ventajas potenciales de la RSE, los expertos ponen a las alianzas inteligentes entre empresas y organizaciones privadas o públicas. ¿Es este un modelo que funciona, según su experiencia y conocimiento?
–La articulación multi actoral, tanto público-privada, como con el tercer sector y otras empresas suele ser muy beneficiosa a la hora de potenciar los resultados y el alcance de una acción o un programa de RSE. Una proporción importante de los programas que lleva adelante Toyota Argentina están formulados justamente sobre esta base dado que en la mayoría de los casos la alianza de actores brinda un resultado superior a la acción individual.
En esta línea, Toyota forma parte de AcercaRSE, una alianza de empresas que trabajan articuladamente en la promoción del desarrollo comunitario de Zárate. Este proyecto nació en 2009 con cinco empresas y desde entonces se desarrollaron programas tendientes al fortalecimiento institucional de escuelas, ONG y al financiamiento de proyectos sociales. En 2013, ya con 14 empresas integrantes del grupo, se llevó adelante la 2° edición del programa “La Basura Sirve”, para contribuir al cuidado del medio ambiente, promoviendo la separación y reciclado de residuos en las escuelas de la zona.
–Se dice que los líderes de las empresas están obligados a revisar continuamente el rol que sus respectivas compañías tienen en el mundo y su impacto en la sociedad. ¿Hay conciencia de esta realidad?
–El management ha evolucionado notablemente en los últimos años y hoy en día es muy difícil imaginar una empresa líder que no tenga en cuenta su propio rol dentro de la comunidad, el país en el que opera. A la vez, la globalización y la híper conectividad han acelerado enormemente el flujo de los productos y de la información misma, desdibujado las fronteras, requiriendo por parte de las empresas una atención constante para asegurarse de que sus operaciones sean correctas a todo momento y en cada territorio.
Por otra parte, la propia comunidad ha ganado una nueva voz a través del fenómeno de las redes sociales y cada vez tiene una mayor influencia para relacionarse con el mundo empresarial. Todos estos factores han contribuido a que exista un alto nivel de atención por parte de las empresas líderes a la hora de medir su reputación, el valor de las marcas y su desempeño como actor social.
–Dentro de la agenda de temas que se plantean al hacer RSE, ¿cuáles son los elegidos por su empresa, en qué programas ponen el foco?
–Toyota Argentina busca contribuir con el desarrollo sustentable de la sociedad a través de diferentes programas de RSE que se desarrollan tanto en las zonas de influencia de la planta industrial en Zárate, como también en el plano nacional.
En línea con la política de casa matriz y de la política de Responsabilidad Social, Toyota Argentina trabaja en tres ejes principales de acción: la educación, el ambiente y la seguridad vial.
Dentro del primer eje, la educación, Toyota desarrolla dos programas que persiguen el objetivo común de mejorar la empleabilidad de jóvenes, en especial a través del trabajo con las escuelas. El programa M.E.T.A. se realiza vinculando a un concesionario de la Red Oficial de Toyota con una escuela técnica elegida por el propio concesionario en su zona de influencia. A lo largo del año, 2 a 4 alumnos por escuela participan de prácticas profesionales aprendiendo sobre los diferentes roles. Al finalizar las prácticas los concesionarios tienen la posibilidad de sumar a su equipo a los alumnos que concluyeron la experiencia.
M.E.T.A se inició en el año 2008 y a la fecha 43 jóvenes que pasaron por el programa han sido incorporados a los concesionarios. La segunda iniciativa, “Educación sobre ruedas”, fue lanzada en 2013 y consiste en un programa de donaciones de vehículos de producción a diferentes entidades educativas técnicas del país, con el objetivo de colaborar con el aprendizaje de los alumnos con vehículos de última generación. En el corriente año se entregarán 25 vehículos.
Desde el punto de vista ambiental, la empresa desarrolla dos campañas de educación, llamadas “Conciencia Ambiental” y “Semillas de Cambio”. La primera está dirigida a alumnos de quinto grado de escuelas de Zárate y Campana, con el objetivo de introducir conceptos de cuidado ambiental. Fue lanzada en 2004 y ya alcanzó a más de 9.100 chicos pertenecientes a 17 escuelas. Por su parte, “Semillas de Cambio” es un programa dirigido a docentes de escuelas secundarias, cuyos ejes son la biodiversidad y el cambio climático. En las seis ediciones llevadas a cabo hasta la fecha, han participado más de 174 docentes de 75 escuelas en 35 ciudades de Buenos Aires y Misiones. El programa cuenta con puntaje docente otorgado por la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Luján participa en el dictado de las clases.
Por último, la seguridad vial ocupa un lugar de relevancia dentro de los esfuerzos de RSE de Toyota Argentina. La principal iniciativa es “Toyota y Vos. Manejar seguros está en nuestras manos”, un curso teórico y práctico gratuito dirigido a jóvenes con registro y a sus padres. Ofrece a los jóvenes la posibilidad de realizar sesiones prácticas sobre un vehículo donde viven distintas situaciones de manejo bajo la supervisión de instructores profesionales. Mientras, los padres intensifican sus conocimientos sobre conducción y conocen en detalle los riesgos y las consecuencias de un choque en un simulador de impacto. El programa constituye un espacio de reflexión entre padres e hijos en relación a nuestros hábitos de manejo.
A partir del año 2012, también se desarrolla el programa “Toyota y Vos Kids”, en el cual se brindan conceptos de seguridad a niños de 5 a 10 años. Durante el 2013, esta actividad se llevará a cabo en las ciudades de Zárate, Corrientes y Chaco. Al día de la fecha se han llevado a cabo 91 clínicas, con una participación superior a los 2.550 jóvenes y 2.300 niños.
–¿Cómo se alimenta la agenda de los temas que son o pasan a ser centrales en materia de RSE?
–Un primer punto a la hora de definir el eje de los programas es el geográfico, es decir la zona en la cual la empresa desarrolla sus actividades. El trabajo con las comunidades cercanas suele ser el principal foco en la mayoría de las empresas.
En el caso de Toyota, se han realizado estudios de relevamientos de necesidades con distintos actores sociales de la comunidad. El primero, llevadoa cabo en 2004-2005, y el segundo, de 2008 a 2009, han permitido mapear y dirigir las acciones de RSE y filantropía hasta el presente. Actualmente se está diseñando un nuevo estudio para 2014.
Como segundo punto de referencia se ubica la actividad que desarrolla la empresa y su estrategia de negocio. En el caso de Toyota, eso se traduce en la gran atención en programas ambientales y de manejo seguro. Finalmente, la mejora de la educación y la empleabilidad son para la mayoría de las empresas un eje general de sus acciones.
Unilever
La sustentabilidad superó a la RSE
Siempre en el pelotón de vanguardia. Este año, tercero en el ranking de “Las 100 más responsables socialmente”, el conglomerado global es precursor en convertir a lo sustentable en eje de sus múltiples negocios, en todo el planeta, respaldado y exigido por el número 1 de Londres y también por los directivos locales.
Tarcisio Mülek
La firma tiene en claro que el camino es hacia un modelo de producción y consumo responsable, articulando esfuerzos para generar alianzas estratégicas, como bien lo explica Tarcisio Mülek, líder de Sustentabilidad y Responsabilidad Empresaria de Unilever Cono Sur.
–El concepto de RSE ha tenido en estos años una drástica transformación. Las empresas entendieron que, además de tener rentabilidad, es necesario incorporar valores como la ética y la sostenibilidad. ¿Cree que hoy hay consenso sobre este punto en el ámbito empresarial?
–Para Unilever la sustentabilidad como modelo de negocios superó a la RSE. Este concepto, más integral en nuestra agenda de negocios, nos permite entender el mundo a través de una visión holística en la que, sin la reducción del impacto ambiental, la mejora de la calidad de vida y el desarrollo económico no podemos seguir generando valor.
Cada vez más empresas, organizaciones y gobiernos entienden que solo se triunfa trabajando en conjunto con transparencia. La demanda de los consumidores nos empuja hacia un modelo de producción y consumo responsable de parte de todos los actores de la cadena de valor.
–Entre las ventajas potenciales de la RSE, los expertos ponen a las alianzas inteligentes entre empresas y organizaciones privadas o públicas. ¿Es este un modelo que funciona, según su experiencia y conocimiento?
–Aquellos proyectos que hemos realizado en conjunto con organizaciones de la sociedad civil y/o Gobiernos locales han sido los más exitosos en materia de impacto social, económico y ambiental.
Nuestras marcas van descubriendo las ventajas de generar valor articulando esfuerzos con organizaciones que trabajan para el desarrollo humano. Sin duda las alianzas estratégicas son una herramienta que beneficia a todos los actores que componen la mesa. Las alianzas potencian nuestro trabajo, ya que sin su colaboración nuestro trabajo quedaría incompleto.
–Para muchos estudiosos del tema, es ya un axioma que los ejecutivos que eligen ignorar el debate sociopolítico no advierten la dimensión del riesgo. Cuando un negocio –dicen– no percibe el cambio del viento político o social, puede ser tomado por sorpresa y señalado culpable de pecados que desconoce. ¿Coincide con este diagnóstico?
–En nuestra agenda global y local encontramos externalidades que influyen y modifican nuestros negocios mientras se vuelven cuestiones inherentes a nuestras operaciones. Cambio climático, estrés hídrico o superficies cultivables ya no son temas de otros sino de nuestra misma industria.
Trabajar para reducir nuestra huella ambiental en todo el ciclo de vida de nuestros productos es una respuesta y una forma de reducir riesgos como una oportunidad competitiva. La agenda sociopolítica ya aborda problemas ambientales y sus consecuencias sociales y económicas y queremos formar parte de la solución.
–En general, en las empresas, ¿hay verdadero compromiso con el tema de RSE por parte de la alta conducción de la empresa? ¿O cuando hay crisis los presupuestos del área casi desaparecen?
–Tanto la alta dirección como los equipos de trabajo planifican y llevan adelante el negocio desde la mirada social, económica y ambiental. Solo concebimos nuestra cadena de valor en línea con el desarrollo sostenible. Las decisiones del negocio en cada nivel incluyen variables como la mejora de las comunidades, la reducción del impacto ambiental y la mejor calidad de vida de nuestros grupos de interés.
Invertir en el negocio significa hacerlo bajo este modelo de sustentabilidad. No hacerlo de esta forma, para nosotros, significaría que nuestros consumidores dejen de poder utilizar nuestros productos debido a los problemas de la agenda global y local que mencionamos anteriormente.
–¿Cómo se alimenta la agenda de los temas que son o pasan a ser centrales en materia de RSE?
–Los temas centrales en cuanto a sustentabilidad son de negocio, entran por lograr una ecuación mejor de valor entre rentabilidad, impacto ambiental y social y entran como una variable de estrategia de largo plazo de la compañía.
Por ejemplo: inversiones productivas o tecnología que van a generar valor de aquí a cinco ó 10 años. Para nosotros, los temas son higiene y salud, nutrición, reducción de uso de energía, agua, residuos, fuentes sustentables y negocios inclusivos con cadena de valor.
Un programa para la India rural
Más de 70% de la población de India reside en villorios rurales esparcidos en grandes áreas geográficas con muy bajas tasas de consumo per capita. Para las multinacionales, el costo de llegar y atender a esos mercados rurales es alto porque no funcionan allí los métodos típicos de la distribución urbana.
El Proyecto Shakti de Hindustan Unilever Limited (HUL), mediante una comprensión profunda de las necesidades organizacionales del país, logró superar esos desafíos. HUL se asoció con tres grupos de autoayuda, cuyos miembros eran nombrados emprendedores Shakti en villas elegidas. Esos emprendedores eran mujeres, puesto que uno de los objetivos clave de la asociación era ayudar a la población rural femenina a desarrollar independencia y autoestima. Estas emprendedoras recibieron amplia capacitación y préstamos de sus grupos de autoayuda para comprar productos HUL, que luego vendían en sus pueblos. Para el año 2008, Shakti brindó empleo a 42.000 mujeres emprendedoras que cubrían un área de casi 130.000 pueblos y 3 millones de familias por mes. En el mismo año, las ventas de HUL logradas a través del proyecto se acercaron a US$ 100 millones. Dalip Sehgal, entonces director ejecutivo de New Ventures de HUL, dice que “Shakti es la iniciativa win-win por excelencia porque logró superar desafíos en muchos frentes. Es una iniciativa de ventas y distribución que genera crecimiento, de comunicación que crea marcas, de microempresas que crea modos de subsistencia, social que mejora el nivel de vida y lleva bienestar a la India rural. El proyecto Shakti es sostenible porque es bueno para HUL y también para la comunidad”.
Molinos
Hábitos saludables y seguridad alimentaria
La estrategia de sustentabilidad de la empresa busca contribuir a que las personas mejoren su calidad de vida y bienestar a través de productos que promuevan una alimentación saludable, buscando garantizar la seguridad alimentaria, y reducir el impacto ambiental de la producción.
Inés Kracht
También generar capacidad instalada y conocimiento para un mayor desarrollo del capital humano y del entorno comunitario, como lo explica Inés Kracht, responsable de Sustentabilidad.
–El concepto de RSE ha tenido en estos años una drástica transformación. Las empresas entendieron que, además de tener rentabilidad, es necesario incorporar valores como la ética y la sostenibilidad. ¿Cree que hoy hay consenso sobre este punto en el ámbito empresarial?
–Sí, por supuesto. Hay excepciones, pero hoy nadie puede ser ajeno a esta percepción generalizada. En Molinos, por ejemplo, la sustentabilidad forma parte del ADN de la compañía y ha sido definida explícitamente como la capacidad de perdurar en el largo plazo haciendo las cosas bien, cada vez mejor.
Sin duda, llevar adelante un modelo de gestión sustentable supone compromisos y responsabilidades mayores que no hacerlo, pero la complejidad se ve compensada por una apuesta al futuro que permite minimizar los impactos ambientales y establecer vínculos fructíferos con los stakeholders con los que una compañía necesariamente interactúa.
–Entre las ventajas potenciales de la RSE, los expertos ponen a las alianzas inteligentes entre empresas y organizaciones privadas o públicas. ¿Es este un modelo que funciona, según su experiencia y conocimiento?
–La articulación es una de las claves de RSE, que enriquece y contribuye a la construcción de conocimiento y crecimiento colectivo. En este sentido, la comunicación funciona como efecto multiplicador de las acciones que cada compañía realiza individualmente, generando un cambio conjunto en la comunidad y creando oportunidades de colaboración entre distintos organismos, públicos o privados.
–Se dice que los líderes de las empresas están obligados a revisar continuamente el rol que sus respectivas compañías tienen en el mundo y su impacto en la sociedad. ¿Hay conciencia de esta realidad?
–Hoy un líder empresarial no puede estar ajeno a los impactos que su organización genera en la comunidad y el medio ambiente, que están vinculados al core business de su negocio y a la dimensión de la compañía. Esto se ve reflejado en que, cada vez más, stakeholders clave para la compañía –como los accionistas– solicitan este tipo de información.
Por ejemplo, Molinos es consciente de que, por tratarse de una de las principales empresas alimentarias de la Argentina, genera un gran impacto en la dieta de los consumidores al desarrollar mejoras en el perfil nutricional de los productos, como ser la reducción de sodio y azúcar, sustitución de grasas trans o incorporación de vitaminas y minerales.
En este sentido, la comunidad en general y, en particular aquella presente en las áreas de influencia de la compañía, se beneficia en forma directa de la promoción de hábitos de vida saludable, de la contribución de la empresa a la seguridad alimentaria y energética, y de los esfuerzos permanentes orientados a la disminución de los impactos ambientales.
–Dentro de la agenda de temas que se plantean al hacer RSE, ¿cuáles son los elegidos por su empresa, en qué programas ponen el foco?
–Molinos cuenta con cuatro prioridades en materia de sustentabilidad, a través de las cuales genera vínculos con la comunidad, sus empleados y el medio ambiente, con el fin de mejorar las condiciones existentes y avanzar cada vez más en el camino de la sustentabilidad.
Estos cuatro pilares o prioridades son: 1) salud, bienestar y calidad de vida; 2) desarrollo humano y entorno comunitario; 3) desarrollo ambiental sustentable; 4) seguridad alimentaria y energética
Nuestra estrategia de sustentabilidad busca contribuir a que las personas mejoren su calidad de vida y bienestar a través de productos que promuevan una alimentación saludable, buscando garantizar la seguridad alimentaria, reducir el impacto ambiental de nuestra producción y generar capacidad instalada y conocimiento para un mayor desarrollo del capital humano y del entorno comunitario.
En materia de RSE, el programa de Relaciones con la Comunidad, llamado Nutrir Cuerpo y Alma, engloba propuestas de educación alimentaria y orientación educacional para las escuelas y comedores de bajos recursos económicos, cercanos a las plantas productivas de Molinos. La principal iniciativa de este programa es Comer Rico, Comer Sano, a través del cual se llegó a más de 5.600 alumnos de 84 escuelas durante 2013.
–¿Cómo se alimenta la agenda de los temas que son o pasan a ser centrales en materia de RSE?
–Muchas veces surgen de forma reactiva, producto de dar una respuesta a problemáticas vigentes en nuestra sociedad. En otros casos, son los stakeholders de las compañías los que expresan su preocupación por ciertas temáticas, a las que se busca dar respuesta desde la escucha activa, el diálogo y la generación de nuevos programas de RSE. También son las mismas compañías las que, en un acto de autoevaluación, analizan el impacto social y medioambiental de su negocio.
En todos los casos, la comunicación es el factor clave en la retroalimentación de la agenda de RSE, a través de la difusión de temáticas y de soluciones propuestas.
Tras la mejora continua
Un desafiante modelo de negocios
Siempre lo remarcamos, en Kimberly-Clark la sustentabilidad es la esencia de nuestra estrategia corporativa. Atraviesa cada una de las áreas de nuestra compañía, y nos ha hecho consolidar nuestras operaciones y negocios, contribuyendo al mismo tiempo a la creación de valor compartido.
Por Fernando Hofmann (*)
Estamos orgullosos de gestionar sustentablemente hace 21 años en la Argentina y más de 140 años en los países del mundo en los que estamos presentes.
Para nosotros, llevar adelante nuestra operación de manera sustentable implica producir cuidando el medio ambiente, brindar condiciones excelentes de desarrollo a nuestros colaboradores, apoyar a las comunidades donde operamos y ofrecer productos innovadores y de calidad a nuestros clientes. Nuestra larga tradición con el cuidado de las personas y del ambiente y la fortaleza de nuestras marcas nos permiten ser una empresa líder tanto a escala local como internacional.
El compromiso con nuestro entorno nos propone una mirada sobre nuestra manera de gestionar la operación que nos lleva a la búsqueda permanente de la mejora continua y asumir los desafíos constantes que plantea el camino de la sustentabilidad.
Distintos estudios e investigaciones de mercado tanto en el plano global como local demuestran cómo año a año los conceptos de Responsabilidad Social Empresaria y sustentabilidad empiezan a ser tenidos cada vez más en cuenta por los consumidores a la hora de elegir un servicio o producto. Este nuevo consumidor responsable comienza a interesarse, de manera paulatina, no solo por los beneficios del producto que está adquiriendo sino también sobre cómo fue producido, si la compañía que lo produce contempló por ejemplo criterios ambientales y sociales. Y esto está empezando a tener incidencia en la decisión de compra.
Quienes lideran esta nueva tendencia son los jóvenes de la generación “millenials”. No solo tienen en cuenta estos criterios de sustentabilidad a la hora de comprar un producto sino que también toman en cuenta estas variables a la hora de elegir dónde trabajar y desarrollarse profesionalmente. Esta nueva generación nos desafía y nos estimula en la búsqueda constante de mejora en nuestros procesos y propuesta de valor, en cómo comunicamos nuestro accionar. Al hacer públicos los esfuerzos, por ejemplo, en el cuidado del medio ambiente se asume un compromiso mayor para seguir trabajando en ese sentido. Esto además permite el intercambio con otros actores para compartir prácticas o trabajar en conjunto.
En este sentido, es importante resaltar la importancia de articularnos entre empresas, ONG y el sector gubernamental ya que es sumamente positivo y hay casos concretos de éxito que demuestran que cuando cada uno aporta desde su experiencia y rol, complementándose, se logran resultados positivos en pos de un objetivo común.
Como actores y promotores de este nuevo modelo de gestión sustentable de negocio, contamos además con la responsabilidad de contribuir a educar e incorporar hábitos de vida sustentables en todos los públicos con quienes trabajamos. La colaboración es fundamental en todo este proceso. De esta manera se genera un círculo virtuoso, en el cual las empresas llevan a los consumidores a ser más sustentables y viceversa. Sin dudas, esta será claramente la nueva ventaja competitiva para el negocio a mediano y largo plazo.
(*) Fernando Hofmann es director de Asuntos Legales y Corporativos de Kimberly-Clark Región Austral.
Procter & Gamble
Desarrollo, inversión y el medio ambiente
Las metas se traducen en resultados medibles. Se ha logrado mejorar la vida de cerca de 400 millones de niños alrededor del mundo entre 2007 y 2012 con la causa global centrada en mejorar la salud y educación. También se redujo en 25% las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de energía, por unidad de producto, en las tres plantas en la Argentina.
Cecilia Bauza
Hay que tener en cuenta que los objetivos establecidos para esos cinco años eran reducir en 20% estos índices. Pudo conseguirse este resultado a través de importantes inversiones, sumado a un cambio cultural que abarcó a toda la organización. Estos resultados contribuyen a una reducción a escala mundial que es de 16% en uso de energía y 14% en emisiones de CO2, según acota Cecilia Bauza, directora de Comunicaciones de la firma.
–Entre las ventajas potenciales de la RSE, los expertos ponen a las alianzas inteligentes entre empresas y organizaciones privadas o públicas. ¿Es este un modelo que funciona, según su experiencia y conocimiento?
–Para P&G, la sustentabilidad se basa en asegurar una mejor calidad de vida para todos, y para las generaciones que vendrán, preservando los recursos naturales del planeta y contribuyendo al desarrollo de las comunidades donde vivimos y trabajamos.
Es así que nuestra política de sustentabilidad integra desarrollo económico, protección del medio ambiente e inversión en responsabilidad social.
La sustentabilidad está en el corazón del modelo de negocios de P&G. Para nosotros los temas de sustentabilidad son oportunidades de negocios, no barreras. Sin duda, la cooperación entre los diferentes sectores de la sociedad, tanto del ámbito privado, como del ámbito público y de la comunidad en general es fundamental. Específicamente en cuanto al desarrollo social, estamos convencidos de que trabajar en alianza con otros sectores es importantísimo para conseguir mayores impactos y optimizar la inversión social.
–Cuando un negocio –dicen– no percibe el cambio del viento político o social, puede ser tomado por sorpresa y señalado culpable de pecados que desconoce. ¿Coincide con este diagnóstico?
–Creemos que cada miembro de la sociedad debe adoptar la responsabilidad que le corresponde según el impacto que tiene con su actividad. Siendo la mayor compañía de consumo masivo del mundo, asumimos el rol que tenemos y la responsabilidad de ser cada vez más sustentables y comprometidos con nuestros consumidores y con las comunidades con las que interactuamos.
La mejor manera de contribuir para que se generen cambios es dando el ejemplo, empezar por uno mismo.
Siendo una de las mayores compañías de consumo masivo del mundo, tenemos la responsabilidad de operar en forma sustentable.
Todo esto nos mueve a la innovación para poder ofrecer al consumidor todo lo que quiere. Es por ello que destinamos a escala mundial alrededor de US$ 2.000 millones al año a nuestra política de Investigación y Desarrollo, 60% más que nuestro competidor directo y más de lo que lo hacen la mayoría de nuestros competidores combinados.
–Dentro de la agenda de temas que se plantean al hacer RSE, ¿cuáles son los elegidos por su empresa, en qué programas ponen el foco?
–P&G ha logrado tocar y mejorar la vida de cerca de 400 millones de niños alrededor del mundo entre 2007 y 2012 con su causa global centrada en mejorar la salud y educación de las familias que más lo necesitan.
En la Argentina las acciones de inversión social de P&G y sus marcas, son llevadas a cabo principalmente a través de la Fundación Caminando Juntos, de la cual P&G es socia fundadora, y junto a otras reconocidas organizaciones. Desde 2008 hasta fines de 2012, Caminando Juntos impactó en la vida de más de 5.000 familias, 10.000 niños y más de 500 jóvenes de bajos recursos.
Adicionalmente, en el plano medioambiental, P&G Argentina logró superar en 5% dos metas de sustentabilidad 2007-2012, al reducir en ese período 25% tanto las emisiones de dióxido de carbono como el consumo de energía, por unidad de producto, en sus tres plantas en la Argentina. Los objetivos establecidos para esos cinco años eran reducir en 20% estos índices. Esto pudo conseguirse a través de importantes inversiones, sumado a un cambio cultural que abarcó a toda la organización. Estos resultados contribuyen a una reducción a escala mundial que es de 16% en uso de energía y 14% en emisiones de CO2.
Por otra parte, en lo que se refiere a oficinas generales, P&G Argentina ahorra 70.000 kilowatts de energía por año fomentando el uso de las escaleras, reduce las emisiones de dióxido de carbono con el uso de paneles solares, y aprovecha 340.000 litros de agua de lluvia al año. Logramos también reducir el uso de 202.000 vasos plásticos por año, y realizamos la separación diaria de residuos para ser entregados a cooperativas y empresas de reciclado. Todo esto nos ha permitido obtener reconocimientos locales de nuestras oficinas como “oficinas sustentables” por parte de P&G Global.
Una nueva lógica
El camino a la sustentabilidad
Hacer buenos negocios hoy implica generar valor económico a la par de valor social, minimizando el impacto medio ambiental, y además producir pensando en el mañana, en las generaciones futuras, contribuyendo con la generación de un buen clima interno, siendo transparentes y éticos.
Por Florencia Salvi
Florencia Salvi
Por Florencia Salvi (*)
Es más que una tendencia, es una realidad en respuesta a las nuevas demandas o exigencias globales. Se trata de una nueva lógica que nos permite repensar la responsabilidad de cada actor y de cada sector, de cara al crecimiento y el desarrollo común.
Incorporar la mirada a largo plazo, ser transparentes en la relación con los distintos grupos con los que se relaciona la empresa, dialogar, rendir cuentas, incluir a la comunidad y hacer más eficientes los procesos, incluyendo la sustentabilidad como brújula, es la respuesta que hoy está dando el sector privado a los grandes desafíos que enfrentamos como sociedad. En este marco, nadie podrá pensar un mercado en el futuro que no incorpore una gestión integral que tome en cuenta lo sustentable, donde las empresas sean parte de las soluciones ante las complejidades que deberá enfrentar nuestra sociedad.
Las compañías que se han embarcado en este camino han podido ver cómo sus esfuerzos han dado sus frutos en reconocimiento por parte de sus grupos de interés. Cuando los aportes que efectúan las empresas en el marco de sus estrategias de sustentabilidad generan un verdadero crecimiento para las comunidades que las rodean, todos los actores involucrados perciben los beneficios de estas acciones.
Sin embargo, la sustentabilidad es puesta a prueba constantemente y aparecen nuevas formas de pensar sus desafíos, que implican capacidad de adaptación y acciones para amortiguar los cambios y las crisis.
En tiempos de escasez creciente de recursos las empresas que son responsables, que piensan y tienen vínculos estrechos con su comunidad, van desarrollando una entereza frente a las dificultades que les asegura parte de su supervivencia.
Ante la crisis
En este marco de crisis, la articulación cobra un rol primordial a la hora de rediseñar los negocios a la luz del desarrollo sostenible. Compañías, Gobiernos y organizaciones sociales articuladas pueden realizar un trabajo para anticiparse a las turbulencias que vendrán, incluyendo problemas climáticos, de administración de desechos, de movilidad y accesibilidad.
En línea con estos escenarios, desde hace 15 años en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham) comenzamos a recorrer el camino de lo que hoy llamamos sustentabilidad. En ese entonces decidimos encarar un proceso de reflexión para plantearnos cómo colaborar con el desarrollo de empresas cada vez más comprometidas con las comunidades y el crecimiento del país.
Es así que creamos el Premio Ciudadanía Empresaria, que este año celebra su 15º aniversario, con el fin de reconocer el trabajo de quienes han orientado su modelo de negocio a la sustentabilidad y generan prácticas innovadoras en este sentido.
Para esto, en su momento nos pusimos en contacto con nuestros pares en Brasil quienes habían transitado un camino similar al nuestro. Aprender de quienes tienen más experiencia es una tarea enriquecedora y luego plantea el desafío de la implementación local.
El proyecto dio resultado y este año celebramos 15 años. En estos años hemos recibido más de 1.200 presentaciones de grandes empresas y Pyme de todo el país; premiado a más de 70 compañías; e interactuado con más de 200 personalidades del ámbito académico y líderes reconocidos del tercer sector que se han desempeñado voluntariamente como jurados garantizando la transparencia y la ecuanimidad en su otorgamiento.
* Florencia Salvi es gerente de Sustentabilidad y Comunidad de AmCham
Una práctica de negocios inteligente
La ciudadanía corporativa y los negocios se encuentran
Una característica distintiva de nuestros días es que se están desafiando las convenciones tradicionales, y resulta alentador que las organizaciones comprendan que las cuestiones vinculadas a lo ambiental, lo social y su gobierno corporativo pasan a ser vitales a la hora de tomar decisiones tendientes a generar valor.
Por Alfredo Pagano (*)
Alfredo Pagano
Hoy en día, al hablar con los responsables de conducir las empresas (directores, gerentes, responsables financieros, etc.), todos reconocen que en su agenda diaria tienen que considerar estos aspectos al momento de tomar decisiones relevantes. Más aún, se espera que el management de las compañías tenga un papel cada vez más proactivo en involucrarse en las cuestiones inherentes al gobierno corporativo, ambientales y sociales.
Esta visión nos conduce a inferir que el ser una “empresa responsable” es visto cada vez más como una práctica de negocio inteligente, en donde la ciudadanía corporativa y el negocio se encuentran.
Las principales empresas están abordando proactivamente las cuestiones relativas a lo ambiental, lo social y temas de gobernanza, ya que perciben el valor que esta actitud refleja en la integración de las acciones asociadas a la buena “ciudadanía corporativa” sobre las actividades regulares de negocio. Por supuesto que hay camino por recorrer; en nuestro ámbito, las urgencias de la coyuntura ponen muchas veces en riesgo la importancia asignada a estas iniciativas.
Al momento de afrontar la gestión de nuestras organizaciones, se debe tener muy en cuenta no solo la generación de valor económico, sino que las decisiones de negocio deben estar orientadas también a:
• Reforzar la reputación corporativa y proteger la marca;
• Afrontar cuestiones regulatorias cada vez más exigentes;
• Atender activamente las demandas de la comunidad y los clientes.
Estos temas impactan con mayor fuerza cuanto más grande y diversificada sea la empresa. No es lo mismo si la organización actúa en el mercado local exclusivamente, a que si opera en varias industrias y geografías donde los temas sociales y ambientales son más agudos o visibles.
Enorme desafío
Una nueva era de interés acelerado en los temas mencionados ha llegado, y bienvenido sea. Esto representa un gran desafío para la alta gerencia de las organizaciones, en términos de lograr alinear su misión principal y la estrategia con los objetivos vinculados a lo social, lo ambiental y el buen gobierno corporativo. Las siguientes son algunas acciones que las empresas deben considerar encarar:
• Identificar y mitigar los riesgos vinculados a lo ambiental, social y de gobierno corporativo. Adoptar una actitud proactiva en la gestión de tales riesgos;
• Mejorar la calidad de la información disponible asociada a los riesgos antes mencionados, de forma tal de contar con datos confiables a la hora de tomar decisiones relevantes para el negocio.
• Alinear los modelos de negocio con los objetivos ambientales y sociales.
Si quienes tienen la responsabilidad de conducir las organizaciones deciden tratar los temas vinculados a la dimensión social, ambiental y de gobierno simplemente para dar cumplimiento a eventuales regulaciones o al solo efecto de manejar las relaciones públicas, perderán una enorme oportunidad de ser recompensados por el buen trabajo que hagan.
Por tal motivo, resulta de vital importancia que la organización disponga de un modelo de gestión transversal a toda la empresa, y que utilice sistemas de información y control fiables en todas las dimensiones aludidas precedentemente.
No cabe duda de que hoy el concepto de sostenibilidad para las organizaciones ha pasado de ser un medio pensado para aumentar ganancias, a ser un medio utilizado para resolver problemas como parte integral del negocio. Los desafíos que hay por delante no son para nada menores: se hace imperativo gestionar los negocios, al mismo tiempo que atender las cuestiones socio-ambientales y no en forma excluyente una categoría de otra.
(*) Alfredo Pagano es socio líder de la práctica de sostenibilidad de Deloitte.
Telefónica
Un socio estratégico para el desarrollo tecnológico
La aspiración central de la empresa de telecomunicaciones es impulsar el crecimiento, la generación de más conocimiento, simplificar el acceso a Internet y acortar la denominada brecha digital. Además de la misión de contribuir a transformar la sociedad en la cual se opera, y de mantener el compromiso con el medio ambiente.
Eduardo Bonal
En la visión de Eduardo Bonal, director de Asuntos Públicos y Responsabilidad Corporativa de Grupo Telefónica en la Argentina, es destacable la estrategia de comunicación con todos los públicos interesados y la transparencia como surge del informe anual sobre sostenibilidad.
–Las empresas necesitan la fidelidad de los client