SCHOTT AG, grupo alemán con más de 130 años de experiencia en vidrios especiales, materiales y tecnologías avanzadas, cerró el último año fiscal con un crecimiento del 3% en las ventas a nivel mundial, representando cerca de US$ 2 billones. En Argentina lidera el mercado de producción de ampollas y viales de vidrio neutro Tipo I, cuya principal demanda está dada por el mercado de inyectables dentro del rubro farmacéutico.
En 2009, la compañía decide adquirir dos negocios locales y en 2011 instala una nueva fábrica en Munro, provincia de Buenos Aires. Posteriormente al proceso de compra, SCHOTT Envases Argentina comienza a invertir en modernas tecnologías, entrenamiento y certificación de normas. Para ello, la compañía desembolsó 10 millones de dólares y, actualmente, cuenta con 170 empleados y una moderna planta de 16.000 m². En cinco años, mediante la incorporación de innovación tecnológica, el cambio cultural, las buenas prácticas de manufactura y los procesos certificados logró consolidar y diferenciar su presencia en el mercado.
SCHOTT Envases Argentina se ha convertido hoy en un importante representante del mercado en la región, con foco en los procesos y en las nuevas tecnologías. Ha establecido una sólida cultura europea basada en calidad certificada para todos sus procesos, desde la fabricación de los productos hasta la capacitación de empleados, el cumplimiento en las entregas y el servicio pre y post venta.
Siguiendo los exigentes requisitos globales de SCHOTT, en Argentina se ha implementado un sistema de gestión integrado, certificado bajo las normas ISO 9001, ISO 14001, OHSAS 18001 y próximamente ISO 15378 (Buenas Prácticas de Manufactura para embalajes farmacéuticos primarios). Con la mejora continua como uno de los baluartes de su cultura, la planta ofrece hoy más de 300 millones de ampollas y viales de alto nivel de calidad y un amplio servicio de pre y post venta, que se transmiten en mejoras de rendimiento de los procesos de sus clientes.
“La calidad es un punto clave para nosotros, ya que es muy valorada por los clientes, principalmente por los laboratorios farmacéuticos con plantas locales con altas exigencias”, comenta en Ing. Cristian Schmidt, Director General de SCHOTT Envases Argentina. “Por otro lado, con las nuevas inversiones logramos la satisfacción de los clientes al cumplir 99% de las fechas de entrega pactadas. Esto permite a los clientes contar con un proveedor confiable reducir su necesidad de gestión y/o stock”.
Los próximos pasos para SCHOTT en Argentina son completar la certificación de la Norma ISO 15378 (BPM = GMP), mantener y reforzar la cultura GMP bajo la campaña global GMP Mindset, implementada en las 16 plantas de producción de envasado farmacéutico, y continuar invirtiendo en tecnología. El Ing. Schmidt señala: “Además, seguiremos incorporando nuevas máquinas para producir viales que nos permitirán aumentar la capacidad de producción, ampliar nuestra oferta al mercado y diversificar el negocio.”
El surgimiento de la fábrica en Argentina
SCHOTT se establece en Argentina en 1970 con una oficina comercial con fuerte dedicación al mercado óptico y artículos de vidrio borosilicato para laboratorios. Con el paso de los años, SCHOTT participó y ayudó a desarrollar algunos mercados en Argentina, trayendo, a medida que se producían, innovaciones propias de la compañía. Un ejemplo de esto son las vitrocerámicas, que permitieron el desarrollo local de cocinas eléctricas a radiación y a inducción por parte de productores de línea blanca locales, acompañando así la tendencia de innovación en construcción.
En 2009 se expande en el negocio de envases farmacéuticos mediante la adquisición de dos negocios locales e instala una nueva y moderna planta de producción, donde comienza a incorporar la cultura de la buena práctica de manufactura (BPM = GMP), metodologías y procesos de formación profesional basado en los pilares Lean, TPM y controles estadísticos de proceso Six Sigma.
“Implementar estas herramientas de alta gestión internacional nos permite estar a la altura de una planta de excelencia de nivel global, pero con presencia local. Le brindamos a los clientes la posibilidad de verificar nuestros controles de proceso y estabilidad del sistema, y proveemos un producto de alta confiabilidad entregado en tiempo y forma”, comenta el Ing. Schmidt.