Las empresas de todo el mundo están adoptando un enfoque más activo hacia la sostenibilidad, dejando atrás las palabras y actuando en consecuencia. Esto se traduce en el desarrollo de productos y servicios sostenibles, así como en prácticas cuidadosas de la cadena de suministro para proteger el medio ambiente.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP27 en Egipto y la Conferencia de Biodiversidad de las Naciones Unidas COP15 en Montreal enfatizaron la necesidad de que las empresas creen planes de acción para mitigar la influencia humana en el clima y la naturaleza.
El legado para las próximas generaciones, bajo la pregunta concreta acerca de “qué planeta les dejaremos” está, precisamente, en el centro de la visión sobre la sustentabilidad que tiene Puratos, compañía de origen belga especializada en proveer de insumos, conocimiento y tecnología a la industria de la repostería, la panificación y el chocolate.
Erika Fernández, responsable de Medio Ambiente, Seguridad e Higiene para Argentina, Paraguay y Uruguay de Puratos (APU), destacó la importancia de alinear, con sus especificidades y aportes, a la filial local con las metas globales de la empresa: “Puratos tiene una filosofía muy fuerte en lo que respecta a la sostenibilidad. Nosotros queremos hacer negocios de una manera responsable, y eso significa ser socialmente responsables, ser ambientalmente responsables y ser económicamente responsables”.
El primer desafío de Puratos Argentina es ser carbono neutral para el año 2025. Para lograrlo, la compañía tiene previsto instalar una planta de energía solar de producción propia en su planta en Argentina. En Uruguay, donde Puratos ya tiene paneles solares instalados, la producción de energía solar representa el 70% de su abastecimiento energético.
“Para el año que viene, tenemos que alcanzar en Argentina ese mismo 70% de producción propia de energía que tiene Uruguay”, afirmó Fernández.
El segundo desafío se enfoca en el uso equilibrado del agua. A nivel grupal y global, Puratos busca tener un uso equilibrado del agua para el año 2030 en todas sus unidades productivas.
“Nuestro vertido de agua a los ríos locales es seguro para los peces y bueno para el medio ambiente. Para demostrarlo, hemos construido varios estanques piscícolas en todo el mundo, para probar la calidad de nuestra agua, tras el tratamiento de las aguas residuales, y antes de su vertido a los ríos”, suma el documento.
El tercer desafío tiene que ver con la eliminación de residuos. A escala global, el grupo tiene como meta dejar de enviar residuos a vertederos entre 2025 y 2030. En Puratos Argentina, desde el año pasado, no se envían residuos al vertedero.