Nescafé fue creada en 1938 como una solución creativa al problema del excedente de café. Tras la caída de Wall Street, los precios se desplomaron y muchos granos quedaron estancados en los almacenes de Brasil. Así fue como se creó el café soluble, una manera de extender la vida útil del café.
Hace décadas que Nescafé trabaja en el vínculo con los agricultores que cuidan los granos del café rojo que utilizan para sus bebidas. En 1962, la marca contrató a su primer ingeniero agrónomo, experto en ciencia y tecnología, para que ayude a los agricultores a producir con el mejor rendimiento posible.
Ahora, ya cuenta con 115 agrónomos y 249 colaboradores que ayudan a 175.000 productores que pueden volver a sentirse orgullosos de su profesión. A lo largo del tiempo, en su centro de investigación y desarrollo de cultivo de café en Francia, los científicos de la marca fueron desarrollando nuevas maneras de cultivar árboles de café más productivos y resistentes a las enfermedades para lograr una mejor cosecha y consecuentemente mejores costos para los productores. Para asegurarse de que los plantines prosperen en las condiciones locales, crearon plantaciones de prueba para descubrir aún mejores prácticas agrícolas.
Como parte de la iniciativa global del Nescafé Plan, se comprometió a distribuir 220 millones de plantines resistentes a enfermedades a los productores de café de 2010 a 2020.
Son miembros fundadores del “Código Común para la Comunidad del Café”, que establece altos estándares para la correcta producción, y también nos asociamos con “Rainforest Alliance” y con la “Red de Agricultura Sustentable” que comparte su misión de proteger el futuro del café.
Los esfuerzos ya están dando sus frutos. En todo el mundo, los agricultores pudieron redescubrir su pasión por el cultivo del café. Los miembros de cada familia, que alguna vez planearon irse a nuevas industrias y grandes ciudades, prefieren quedarse en casa, reencontrando el orgullo por el negocio familiar.
De acuerdo a voceros de la empresa, su fin es ser la compañía de café más social y ambientalmente responsable; por ello, invertirá al 2020, 350 millones de francos suizos para hacer el suministro de café más sustentable y distribuir 220 millones de plantines.