La foodtech de origen belga Puratos convalidó una inversión de US$ 7 millones para su operación argentina. Con este aporte, la filial superó los US$ 15 millones invertidos en los últimos cuatro años, desde donde se gestiona el clúster de Argentina, Uruguay y Paraguay (APU).
Para los argentinos, esto significó un gesto por parte del grupo: “Argentina es un país muy grande, con un importante negocio de panes empacados, y desde Bélgica creen en el mercado”, explica Joaquín Garat, gerente General de Puratos para Argentina, Uruguay y Paraguay.
Incluso luego de un año donde el consumo corrió detrás la inflación –y en el que lo márgenes se exigieron al máximo-, la alimenticia belga cree que el potencial de la Argentina todavía prevalece. “En los últimos años venimos creciendo tanto en facturación como en kilos. Venimos generando un Ebitda mucho más atractivo y estamos dentro de una visión global mucho más interesante”, aporta Alejandro Axelrud, gerente de Finanzas, Administración e IT de Puratos Argentina, Paraguay y Uruguay.
Esto se suma al lanzamiento anunciado el año pasado por la compañía de una nueva línea con la que ampliaron su negocio e incluyeron nuevos productos como rellenos frutales. Puratos, cuya especialidad es proveer insumos y tecnología a la industria de la panificación, la repostería y el chocolate, apuesta a que este tipo de innovaciones les abra la puerta a nuevas oportunidades.
Más allá de la tradición panadera del país, los argentinos abrazan las nuevas tendencias en materia de alimentos. Según la edición 2023 de Taste Tomorrow –el reporte con información cualitativa y cuantitativa que elabora Puratos en base a datos de más de 50 países– el 69% de los consumidores argentinos compra alimentos de origen vegetal y 78% compraría más en panaderías donde todo se elabore con ingredientes naturales, por lo que aún hay una gran oportunidad para la firma, que se mantiene a la vanguardia de los cambios de hábito de los consumidores y sus exigencias.
“Claramente hoy la Argentina, por el tipo de consumo, por el país y por el tipo de sociedad, debería llegar a porcentajes de crecimiento similares a los de Chile o Costa Rica, dos de los mercados más relevantes que tiene Puratos en América junto con México”, analiza Axelrud. Y agrega que “Desde Bélgica, ven a la Argentina como un país atractivo e interesante para las inversiones, más allá de los contratiempos económicos”. Para el gerente, “el crecimiento constante de la Argentina se ve y se palpa”.
El potencial del país se complementa, también, con otros intangibles. El talento es uno de ellos. La carrera que los ejecutivos desarrollan en las corporaciones en Argentina se vuelve un entrenamiento bien visto y requerido en el mundo. En el caso de Puratos Argentina se vivió en primera persona: en el último año, cinco talentos pasaron a trabajar a las filiales de Estados Unidos, Chile y Bélgica.
En el mundo, Puratos emplea a más de 10.000 personas, y 120 de ellas trabajan en la Argentina. Dentro de los objetivos para 2024 también está seguir incorporando personal calificado.
Hoy desde Argentina se producen insumos que viajan con destino a Perú, Chile, Uruguay y Paraguay. Este año, y gracias a su nueva línea que ya está en funcionamiento, el objetivo es poner un pie en Brasil.
El valor agregado nacional también es una carta frente al mundo. Como parte de los proyectos asociados a la nueva línea, Puratos se encuentra en conversaciones con un productor de frambuesas de la Patagonia para desarrollar el concepto “field to fork” (del campo al tenedor) que garantiza la trazabilidad de las materias primas. Además, aprovecharán la denominación de origen para posicionarse internacionalmente.
También directo desde el sur argentino Puratos desarrolló el “topfil manzana”, un producto para que panaderos y pasteleros puedan acceder a la mejor fruta de la Patagonia lista para usar en sus rellenos y con calidad premium. Al día de hoy ya se vende en Argentina y pronto llegará a Uruguay.
“La denominación Patagonia es fuerte en el mundo, pero, sin ir más lejos, también lo es para el público de Argentina: lo local empieza a pisar muy fuerte. Además, bajo este concepto de ‘field to fork’, podríamos proponer que, con un QR en los productos, los consumidores puedan saber de dónde provienen sus alimentos y asegurar que se elaboraron de forma sustentable”, explica Garat.
Según el último informe de Taste Tomorrow, las tres tendencias más relevantes que darán forma a la industria panadera en 2024 tienen una clara orientación hacia la salud y el medio ambiente: por un lado, la creciente presencia de opciones de alimentos plant-based; en segundo lugar, se consolida el protagonismo de los productos de masa madre con especial foco en la salud gastrointestinal; y, por último, la preferencia por lo natural y lo orgánico.
“El consumidor está muy atento a todo lo relacionado con salud y bienestar”, menciona el gerente General. “La indulgencia va a seguir existiendo, y está bien que así sea, pero hoy nos encontramos con un consumidor cada vez más interesado en lo que come y muy exigente, con lo cual nos vemos desafiados como sector”, agrega.
Desde Puratos pueden acercarle estas tendencias a sus clientes, tanto a grandes compañías como a pequeñas panaderías. “Podemos colaborar para que estén a la vanguardia. Un panadero, siguiendo nuestras recetas, puede hacer fácilmente un budín vegano, con una buena vida útil y buen sabor. Puratos está integrado verticalmente hacia atrás, es decir, producimos nuestras enzimas y emulsionantes, que es lo que se transforma en tecnología de alimentos de lo que luego se beneficia el panadero”, menciona Garat.
Por último, puertas adentro, la compañía también tiene fuerte foco en la sustentabilidad. Están incrementando cada vez más, a través de inversiones, la aplicación de energía sustentable. Por otro lado, tienen objetivos concretos: al 2030, el 50% de la facturación deberá provenir de su categoría de productos de salud y bienestar. Además, como grupo –presente en 100 países–, se propusieron alcanzar la neutralidad de carbono para 2025.