La estrategia fue impulsada por trabajadores de la planta de Ford de Van Dyke (Michigan, EE.UU.) que conformaron un comité local para resolver un problema con 10 toneladas de desechos. La solución evitó que esas 10 toneladas de filtros de paño refrigerante fueran destinadas todos los meses al relleno sanitario, convirtiendo a la planta de Van Dyke en la primera planta de Ford en Estados Unidos en lograr el envío de cero desechos a relleno sanitario.
Esta estrategia incluye todos los aspectos de los planes de reducción de desechos de Ford, desde trabajar con proveedores globales para usar empaques más ecológicos hasta permitirles a los empleados, como los de la planta de Van Dyke, tomar un rol más activo a la hora de pensar cómo ayudar a Ford a alcanzar sus metas.
En línea con esta propuesta, en la planta Pacheco, en 2012 se logró superar el requerimiento corporativo para el manejo de desechos sólidos que exigía 10% de reducción en residuos a relleno sanitario respecto del año anterior, con el claro objetivo de minimizar también el impacto ambiental de sus operaciones de manufactura. Asimismo, en 2012, 94% del total de residuos generados en la planta fue destinado a reciclado.