<p>Se trata de Faber-Castell, empresa cuyos lápices han acompañado y acompañarán generaciones y generaciones de niños argentinos en su paso por la escuela a lo largo y lo ancho del país. El tradicional castillo que la familia Faber-Castell posee en Stein, cerca de la ciudad alemana de Nuremberg, ha identificado desde siempre las cajas de los lápices de color de madera que los niños utilizan para hacer sus primeros dibujos.</p>
<p>Sin embargo, a partir del próximo año escolar, cuando los chicos acompañen a sus padres a comprar sus primeros útiles, se encontrarán con una inesperada sorpresa. el castillo de los Condes Faber-Castell no aparecerá en el frente de la caja: habrá sido reemplazado por un edificio histórico emblemático y significativo para todos los argentinos. En efecto, el Cabildo histórico de Buenos Aires que se asoma a la Plaza de Mayo ha tomado el lugar del castillo. Para compeltar la celebración, debajo de él puede leerse "1810-2010 Bicentenario Argentina == Edición Especial. A la derecha de esta leyenda aparece nuestra Escarapela nacional.</p>
<p>En la prolongada historia de Faber-Castell, fundada en 1761, no se registra ninguna ocasiçon para la cual se haya decidido aportar tales modificaciones a la tradicional caja de lápices de color. Los niños que en 2010 utilicen estos lápices tendrán en sus manos la suma de la historia del país y la tradición de una empresa.</p>
Faber-Castell se suma a los festejos por el Bicentenario de la república
En un homenaje sin precedentes a la Argentina que el año entrante celebrará su Bicentenario, la más antigua empresa de producción de lápices próxima a cumplir su primer cuarto de milenio, ha tomado una decisión sin antecedentes en su larga historia.