Este 16 de octubre, Día Mundial del Pan, Boûlan rinde homenaje a este alimento esencial que ha sido pilar de la cultura gastronómica mundial durante milenios.
La panadería artesanal, conocida por combinar técnicas tradicionales europeas con un enfoque moderno, invita a los amantes del pan a redescubrir la magia del pan hecho con masa madre, un proceso ancestral que ha vuelto a ser tendencia. Este método no solo aporta un sabor profundo y una textura especial, sino que también ofrece beneficios para la salud, siendo más fácil de digerir y más nutritivo.
Boûlan ha sido pionera en incursionar en la milenaria técnica de la masa madre. La panadería tiene una amplia variedad de productos elaborados con masas madre, como los panes integrales, con salvado y multicereales; hasta las distintas variedades orgánicas y la clásica baguette parisina, con su corteza crocante y miga esponjosa.
Diego Muscat, Chef Boûlanger y fundador de Boûlan junto a su hermanoLeandro, recuerda sus comienzos: “En 2013, cuando poco se hablaba de la masa madre en Argentina, nosotros abrimos el juego hacia un nuevo concepto de calidad y nobleza en el proceso de elaboración y en las materias primas”.
Tendencias actuales: La masa madre y las técnicas del pasado
Se calcula que el pan forma parte de nuestras vidas desde hace al menos 10.000 años. Durante la mayor parte de la historia, su producción era una actividad familiar, algo que se revitalizó durante la cuarentena de 2020, cuando muchas personas comenzaron a experimentar con la masa madre en sus hogares.
La masa madre ha resurgido como una opción saludable y deliciosa para quienes buscan productos de calidad. Boûlan utiliza esta técnica para elaborar panes con un sabor profundo y complejo, ideales para quienes valoran lo natural y artesanal. “En Boûlan seguimos un concepto de panadería inspirado en la de hace 200 años, donde el futuro está en volver a los orígenes: técnicas tradicionales, menos ingredientes y más respeto por el tiempo de fermentación”, comenta Muscat.
“Nuestros panes, como la clásica rechessa, también conocida como el Pan del Marinero, son un ejemplo de cómo rescatamos recetas tradicionales con técnicas que preservan tanto el sabor como la durabilidad del pan”, concluye.
La rechessa es un pan tradicional de Liguria, Italia, conocido por su alto porcentaje de masa madre y aceite de oliva extra virgen, que garantiza una vida útil de 4 a 5 días después del horneado. Este pan, utilizado por los marineros de Génova durante sus travesías, es un símbolo de la dedicación de Boûlan a las recetas ancestrales.
Panes orgánicos y artesanales
Boûlan se distingue por ofrecer más de 40 variedades de panes, incluyendo una línea de panes orgánicos elaborados con masa madre, otra de panes saludables integrales y con semillas, además de sus panes especiales y tradicionales.
En Boûlan, la calidad es el pilar de cada producto. Para su línea orgánica, se seleccionan ingredientes naturales que respetan el medio ambiente, garantizando una experiencia gourmet. Entre las especialidades de esta línea destacan el Baguette ancienne, el Pain rustique y el Pan de molde orgánico, todos elaborados con harina integral orgánica de trigo molido a piedra, aceite de oliva extra virgen y sal marina. También sobresalen el Petit Moule de lino y miel y el de nueces y pasas, todos hechos con masa madre y horneados a diario para asegurar su frescura y sabor inigualable.
“Ofrecemos panes elaborados con distintos pre fermentos como BIGA, Poolish y Levain, utilizando harinas de diferentes orígenes”, menciona Muscat.
La historia detrás de Boûlan
Diego Muscat descubrió su pasión por la panadería desde joven, influenciado por las recetas familiares de su abuela. Para perfeccionar sus habilidades, viajó a Italia y Francia, donde aprendió las técnicas de la panadería artesanal y la masa madre, que en ese momento era desconocida en Argentina. Junto a su hermano Leandro, decidió continuar el legado familiar, lo que los llevó a recorrer más de 40 ciudades y 100 panaderías alrededor del mundo, observando modelos de panadería artesanal inexistentes en su país.
Así nació Boûlan en 2013. La panadería se destaca por el uso de ingredientes como el chocolate belga, semillas seleccionadas, sal marina de la Patagonia y aceite de oliva extra virgen de Mendoza. Otro diferencial es que sus panes son horneados en el día y rebanados en el momento de la compra.