Por Sebastián Stranieri, CEO de VU Security
La relevancia de Internet en el mundo nunca antes había sido mayor que durante 2020, ya que el confinamiento causado por la pandemia y los cambios de hábitos con relación al consumo, trabajo, estudios y relaciones interpersonales se enfocaron en utilizar la red para satisfacer las necesidades de las personas en todo el planeta. El número de usuarios de Internet en el mundo creció un 7,3% el pasado año con relación al 2019, y ya alcanza los 4.660 millones a enero de este 2021.
En América Latina, Brasil es el país con el mayor número de usuarios en la red, con 160 millones. México se ubica en el segundo lugar de la región, con 92 millones de usuarios online. Lo siguen Argentina con 36,32 millones de usuarios y Colombia, con 34,32 millones. Luego se ubican Venezuela con 20,57 millones y Perú con 19,9 millones. Más lejos están Chile con 15,78 millones, Guatemala con 11,75 y Ecuador con 10,17 millones.
El próximo 17 de mayo se celebra el Día Mundial de Internet, promovido por la Asociación de Usuarios de Internet española en varios países del mundo. Motivos para celebrarlo sobran: la pandemia demostró que Internet es un servicio de primera necesidad para todas las comunidades y sociedades del mundo. Gracias a Internet, en mayor o menor medida, gran parte de la población del mundo pudo continuar con sus actividades cotidianas, readaptarlas, migrarlas al formato online.
Estamos en un fuerte proceso de digitalización en el que se exige cada vez mayor rapidez en los procesos de transformación digital así como la universalización del acceso a las tecnologías digitales. Y es cierto, es muy importante que haya una democratización de la tecnología y que la brecha digital sea cada día más corta entre las comunidades, los países y las regiones. Este es uno de los aspectos clave que involucra la celebración del Día Mundial de Internet: “reducir la brecha digital”.
Todavía hay mucho trabajo por hacer. De acuerdo con el Observatorio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, desde que comenzó la pandemia se logró conectar a Internet a dos tercios de su población, sector en el que predomina la banda ancha móvil (67,5%). Las mayores brechas se dan entre zonas urbanas y rurales; unos 40 millones de hogares no están conectados; 32 millones (46%) de los niños de entre 5 y 12 años no pueden hacer teleducación; el 79% de los ocupados se desempeña en actividades que no pueden hacerse vía teletrabajo; entre otros datos relevantes que marcan una profunda desigualdad que necesita de más inversión de parte del sector público y privado.
Al mismo tiempo que se aceleraron los procesos de penetración y transformación digital, permitiendo que muchas personas accedan a Internet para realizar actividades que antes eran presenciales, también aumentaron los peligros. La falta de conocimiento en el uso de los dispositivos y de los peligros que significa estar conectados a la red puso al descubierto la ausencia de un adecuado proceso de maduración de los nuevos usuarios.
Recomendaciones para un uso más seguro de Internet
Al ser un medio de comunicación accesible a todo tipo de público, el uso de Internet también puede convertirse en un serio peligro, sobre todo para los niños, jóvenes y adultos mayores. Es importante aprender algunas estrategias que permitan estar más atentos, prevenidos y, en definitiva, más seguros a la hora de navegar por Internet.
Conexión segura. Lo recomendable es utilizar una red hogareña y evitar las conexiones a wifi en lugares públicos, ya que cualquier persona podría averiguar nuestros datos personales con mayor facilidad.
Al momento de usar las redes sociales a través de Internet, evitar el contacto con personas extrañas, como sucede en la vida real. No aceptar invitaciones de personas desconocidas que no forman parte de tu círculo familiar o social.
Evitar dar información confidencial, como dirección, teléfonos, fotografías, claves, etc. Todo lo que subimos a Internet pasa a ser público.
Eliminar de inmediato correos sospechosos o vínculos maliciosos. Los hackers están a la orden del día y siempre atentos a cualquier vulnerabilidad que puedas tener.
Especialmente para los niños, lo más recomendable es pedir orientación a las personas mayores, especialmente los familiares más cercanos, quienes podrán dar los consejos más adecuados del correcto uso de Internet.
En adultos mayores, siempre es mejor que las operaciones y transacciones se hagan acompañados de algún familiar que puedan guiarlos. Cada vez son más los casos de estafas y fraudes financieros online desde que comenzó la pandemia.
