<p>No es, claro, un colapso, pero genera preocupaciones. Naturalmente, los exportadores estadounidenses –no los canadienses- se tornan más competitivos. En particular, contra los de Europa occidental. Esto los hace felices.</p>
<p>Por lo mismo, la producción local se ve beneficiada por el encarecimiento de importaciones. También los turistas encuentran precios más bajos respecto de la Eurozona y, por ello, prosperan los paseos de compras en fin de semana, un golpe de suerte para las aerolíneas económicas.</p>
<p>No obstante, una ulterior declinación de la divisa referencial puede acentuar inquietudes en China, Japón, Taiwán, Brasil o Rusia. Al tener sus reservas mayormente en dólares y bonos norteamericanos, para ellos será fuerte la tentación de diversificarlas. A ello apuntaba, ya en septiembre, un proyecto originado la Unión de Emiratos Árabes (UEA) e inspirado por Saudiarabia, Kuwait y Qatar: pasar a una canasta dólar-euro-yen.</p>
<p>La semana pasada, Brasil imponía un gravamen de 2% ad valorem sobre ingreso de capitales especulativos. Por supuesto, las inquietudes sobre un dólar vulnerable no son novedad. En 2007, antes de la crisis crediticia occidental, muchos temían un colapso del dólar y una paralela alza de rindes en letras de tesorería.</p>
<p>Antes, entonces, el horizonte incluía un desmesurado déficit fiscal y su correlativa explosión inflacionaria. Ahora, el colapso hipotecario, el apalancamiento financiero y la crisis sistémica pueden prolongar lo que ya es la mayor recesión desde los años 30.</p>
<p>En el presente caso, esa recesión afecta el bolsillo de la gente, reduce importaciones y mejora los balances comercial o de cuenta corriente. Pero, irónicamente, acentúa le debilidad del dólar. Otro contrasentido: desde marzo, la divisa cede pero el mercado bursátil vive un auge similar al de 1995/99, aunque el Dow Jones 30 siga lejos de los 14.200 puntos marcados en enero de 2000 o los 13.000 de mayo pasado. Por otra parte, son valores corrientes y, desde hace un tiempo, Wall Street (y Londres) van perdiendo protagonismo a manos de Shanghai, San Pablo o Singapur. <br />
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¿Por qué el euro pasa ya de 1,50 vulnerables dólares?
A mediados de marzo, el valor del dólar contra seis monedas relevantes rozaba 89,1 puntos, máximo del año. Por el contrario, el euro cedía a US$ 1,255 y el dólar costaba 0,797 euros. Días atrás, los precios eran US$ 1,505 y 0,664, con índice 75,2.