<p>Ese nuevo factor “acabará resolviendo cuáles recortes fiscales se harán y cuáles no. Si no lo hace, en pocos meses sobrevendrá una poda automática”. Se pregunta Kennedy desde Yale si “la dirigencia advierte adónde lleva ese nuevo tope de US$ 16,4 billones en el endeudamiento federal. Para comenzar, el monto se acerca al producto bruto interno proyectado para este año”.<br />
<br />
Escéptico, el pensador liberal va más lejos. “Casi espero que Moody’s Investors Service y Fitch Ratings acompañen a Standard & Poor’s en la rebaja de grados. Eso podría obligar al supercomité a encarar un saneamiento de cuentas”. Obviamente, a Kennedy no lo ha sorprendido la medida de S&P.<br />
<br />
Por el contrario, él y algunos economistas sistémicos sostienen que “el déficit público norteamericano venía inflándose desde 1982. Fue obra de la revolución conservadora presidida por Ronald Regan y su receta ofertista: baja abrupta de tasas, especialmente a ricos, y alza desmedida de gastos militares, guerra de las galaxias inclusive”. <br />
<br />
A ambas orillas del Atlántico, empiezan a creer –junto con Kennedy, Paul Krugman, Joseph Stiglitz, Nouriel Roubini y hasta Kenneth Rogoff- que “estas dos crisis, la europea y la estadounidense, aceleran otro reordenamiento mundial”. Por ejemplo, apunta Joel Kurtzman, “se repite desde hace tiempo que el siglo XXI será de Asia oriental y meridional. De hecho, los problemas de Occidente pueden alterar los equilibrios de poder”.<br />
<br />
La actitud crítica adoptada por China, India, Brasil, Rusia, etc., cuestiona el liderazgo de EE.UU. y la Eurozona, si bien esa primacía tardará un tiempo en agrietarse en forma manifiesta. Pero, este domingo, nuevas críticas de Beijing suenan ominosas: “Washington es responsable de su propia crisis financiera y corresponsable de la europea. Se acabó la época cuando EE.UU. podía endeudarse sin límites”, afirma un comentario editorial de la agencia noticiosa Xihhua.<br />
<br />
Entretanto, los vaivenes del dólar marcan otro cambio en el escenario, perceptible asimismo en el manejo del euro por parte de Luxemburgo (Eurogrupo) y Francfort (Banco Central Europeo). Poco a poco, ambas instancias “ortodoxas” pasan a un intervencionismo que vulnera las políticas de libre mercado impuestas desde 1947, tras la muerte de John Maynard Keynes y el ascenso de Milton Friedman (universidad de Chicago). En el plano geopolítico, el fiel de la balanza abandona a Occidente rumbo a Asia oriental y Latinoamérica.</p>
<p> </p>
Para Paul Kennedy, Estados Unidos se merece esto
Según el historiador (Auge y declive de las grandes potencias), debiéramos alegrarnos por la baja de AAA a AA+ en las clasificaciones. Republicanos y demócratas no han cerrado un acuerdo financiero, sino un pacto político sujeto a un supercomité.