<p>Lo que no mejora es el panorama para la obesidad y la diabetes. “Los índices parecen estar deteriorándose más que mejorar con el tiempo”, dice Vaupel. El trabajo afirma que “la obesidad es un factor ampliamente discutido de riesgo que hace peligrar otros avanzes en salud y viene aumentando en casi todas las poblaciones…. La obesidad se relaciona con varias enfermedades: diabetes, artritis e infarto cerebral. Se calcula que el número de casos de diabetes se va a duplicar en el mundo debido al envejecimiento de la población, con la mayor incidencia de casos entre personas de más de 65. <br />
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El estudio comprende también datos existentes sobre discapacidad, movilidad, problemas auditivos y otras enfermedades relacionadas con la edad, pero señala que “se sabe poco sobre tendencias en funciones cognitivas y demencia”, un área que necesita mucha más investigación. “Hay indicios de que estamos viviendo más y mejor en términos de funciones físicas, pero la evidencia es menos clara cuando se trata de funciones cognitivas. Hacen falta más estudios para averiguar “lo que la gente puede hacer para mantener sus funciones cognitivas al envejecer, dice Vaupel. También recomienda aumentar la medicina geriátrica. El sistema actual está organizado alrededor de especialistas – cáncer, corazón, cerebro, etc – pero la gente mayor, incluso la más sana, generalmente tiene problemas diferentes. Como tema de política pública, debe haber mejor coordinación para asegurar que los médicos no prescriban medicamentos que interfieran entre sí. Necesitamos tratar a la persona en forma holística." <br />
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Como dice Olivia Mitchell, "a los economistas les gusta decir que la salud es otro componente de nuestro capital humano – la fuente de nuestra fuerza y versatilidad para tratar el futuro. No se trata solamente de estar en las mismas buenas condiciones de un niño o adulto joven, sino de hacer una inversión en buena salud durante toda nuestra vida para llegar a ser una persona centenaria en buenas condiciones físicas y mentales.</p>
<p>Según Andy Abel, profesor de finanzas en Wharton, tres factores determinan el número de personas en edad de trabajar: 1) la cantidad de nacimientos hace 20 años, lo cual indica cuántas personas de 20 años están en la fuerza laboral; 2) la inmigración, tanto legal como ilegal y 3), las tasas de mortalidad. <br /><br />Ahora bien. Dado que el estudio de The Lancet sugiere una importante reducción de la mortalidad por edad, ¿significa esto que habrá más gente trabajando más años y compitiendo por menos empleos? “No necesariamente”, dice Abel. “Aquí entra la macroeconomía porque hay más gente que está pidiendo más servicios de salud, más instalaciones recreativas y más de todo tipo de bienes y servicios. De modo que no deberíamos pensar que hay un número fijo de empleos. La demanda total de bienes va a subir y eso ayudará a crear una creciente demanda de empleo. El impacto sobre la remuneración dependerá de qué sube más, si la oferta de trabajo o la demanda de trabajo." <br /><br />Smetters ve dos efectos en términos de crecimiento de empleo. "Si las personas viven más y si pueden mantener su productividad, aumentarán sus años de trabajo. Si algún día vivimos hasta los 150, obviamente no nos vamos a jubilar a los 65. Segundo, es cierto que si uno tiene mucha gente compitiendo por los mismos empleos, habrá c reación de empleo porque hay una fuerza laboral experimentada y posiblemente barata." Si de veras hay exceso de personas, podría también significar que los sueldos que se paguen serán más bajos. “Pero hay que tener en cuenta que no todos lo harán por dinero”, advierte Smetters, “pues la gente grande también se une a la fuerza laboral para socializar y mantenerse activa”. <br /><br />En Europa, a diferencia de Estados Unidos, habrá una declinación en la fuerza laboral, lo que significa que habrá empleos disponibles”, dice Doblhammer-Reiter. "Habrá que encontrar los recursos. La gente de edad son un recurso posible; otro son las mujeres. En muchos países europeos, las mujeres no trabajan cuando tienen hijos y crían una familia. Un tercer recurso son los inmigrantes. <br /><br /><strong>Tendencias en salud<br /></strong><br />Los investigadores del estudio analizaron también una serie de estudios sobre tendencias en salud entre las poblaciones viejas: algunos negativos, otros positivos, dice Vaupel, aunque en general, probablemente podría decirse que las cosas están mejorando. En lo positivo, se observa un rápido progreso en reducir los ataques cardíacos y otras enfermedades cardiovasculares; también se está avanzando contra el cáncer, aunque con menor rapidez y hay algunos indicios de que se está comenzando a entender mejor la enfermedad de Alzheimer, dice. <br /><br /> </p>
<p>Según Kent Smetters, profesor en Wharton, tanto Social Security como Medicare ya están incorporando el aumento de la longevidad al planificar sus pagos a la gente mayor. Lo cuestionable, tal vez, es que la previsión no sea suficiente. <br /><br />El panorama de jubilaciones es diferente en Europa, donde tienen edades muy estrictas para el retiro”, dice Doblhammer-Reiter. "Hoy la edad de jubilación es 65 años, y en muchos países aumentará a 67 en los próximos años. Pero en la realidad la gente se está jubilando poco después de cumplir los 60. Nadie trabaja hasta los 65, en parte porque los trabajadores más viejos son más caros y menos flexibles, lo que significa que en tiempos de alto desempleo se los despide con más frecuencia que a los otros grupos. En Europa, los países con más expectativa de vida tienen edades de jubilación más bajas. Italia es un ejemplo. Esto no es sostenible. El sistema de jubilaciones no se puede financiar si no se cambia. Hay que elegir entre dos opciones: o se recorta el monto de la jubilación o se eleva la edad de retiro. <br /><br />¿Cuál debería ser la edad de jubilación si la gente va a vivir hasta los 100 años? “Depende de la ocupación” opina Doblhammer-Reiter, lo cual significa que probablemente necesitemos edades flexibles para el retiro. En Europa ya hay varios países revisando la cláusula de la edad obligatoria. Pronto la gente va a poder elegir cuándo se retira, en varios de los países de Europa occidental. <br /><br />Aunque el estudio de The Lancet no comprendió al mundo en desarrollo, en parte por la dificultad de obtener información consistente sobre salud y temas de envejecimiento – esos países también están experimentando aumentos en la expectativa de vida. <br /><br /><strong>¿Mucha gente tras pocos empleos?<br /><br /></strong>Mientras tanto, si la gente vive más y con más salud, y si están optando por trabajar más años en la vida, la pregunta es ¿habrá suficientes trabajos para mantenerlos empleados? "No se sabe," dice Mitchell. "Lo que se puede hacer es mirar algunos países que han envejecido más rápido que Estados Unidos, como Japón y Singapur. Sabemos que hay mucha presión sobre los empleadores para que apliquen acuerdos más flexibles de trabajo. En Japón tienen jubilación obligatoria, a menudo a los 60 o 65 años, pero un empleado puede trabajar hasta el viernes, jubilarse, y aparecer al lunes siguiente en la misma compañía en un nuevo trabajo por la mitad del sueldo. Entonces, todo el tema de la responsabilidad laboral y la indemnización se renegocia, y el rol del empleado en la compñía es totalmente diferente. Puede ser mentor o consultor, con lo cual aporta la sabiduría que ha adquirido con los años y la empresa se beneficia con la continuidad del conocimiento que los empleados viejos tienen para ofrecer. Y también permite a las nuevas generaciones aprovechar ese conocimiento. <br /><p> </p></p>
<p>Desde el punto de vista social y laboral este hecho – si se hace realidad – implicará una revolución demográfica sin precedentes que necesariamente exigirá una modificación radical de las políticas públicas. “Si la gente supiera que va a vivir cien años planearía su vida de otra manera”, dice James W. Vaupel, uno de los autores del estudio.<br />
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Por empezar, van a trabajar más tiempo. Habrá que lograr que los ambientes de trabajo sean más receptivos a los empleados más viejos, opina Peter Cappelli, director del centro de recursos humanos de Wharton y coautor del trabajo publicado en The Lancet. “Ya es más fácil trabajar a distancia, desde la casa, ya se tercerizan muchas cosas y se recurre mucho al contrato con plazo fijo. Todo eso facilita las cosas para la gente de edad… al menos en teoría. El tema es hasta qué punto los empleadores los tomarán y adaptarán sus modos de trabajo en cuanto a horarios, supervisión y demás”. <br />
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Pero si los mayores trabajan durante más años, lo más probable es que pasen a ser supervisados por gerentes más jóvenes que ellos, quienes muchas veces tienen dudas sobre cómo hacer para dar órdenes a gente con más experiencia que ellos”, dice Cappelli. Esa es una preocupación a tener en cuenta. <br />
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Vaupel agrega que a medida que la gente trabaja durante más años de su vida, reduce las horas por semana. Eso significa que el lugar de trabajo deberá aceptar esos deseos y tratar de cambiar actitudes posiblemente hostiles hacia los empleados más viejos. Se ha comprobado, dice, que en muchos lugares los jóvenes tratan de expulsar a los mayores. <br />
Kaare Christensen, profesora del Centro de investigación del envejecimiento en la Universidad de Dinamarca del Sur y jefa del equipo investigador, hace otro razonamiento. Si la gente va a vivir más años y con mejor salud, tiene que seguir siendo capaz de contribuir a su mantenimiento económico. Como muy probablemente va a preferir trabajar medio tiempo, el mercado laboral tendrá que ofrecer esa modalidad de trabajo. A su vez, si la oportunidad del medio tiempo existe para la gente de edad, podría abrirse también para los jóvenes, que tanto la necesitan cuando forman familia. “Si el siglo 20 fue el siglo de la redistribución del ingreso, el 21 será el de la redistribución del trabajo”, en el cual el empleo se distribuirá en forma más pareja entre la población en distintas etapas de la vida. Las personas podrán combinar trabajo, educación, ocio y crianza de los hijos en diferentes proporciones y diferentes edades”, dice el documento. <br />
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<strong>Elevar o eliminar la edad de jubilación <br />
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Si la gente vive hasta los 100, ¿cómo afectará eso los sistemas jubilatorios y de seguridad social pensados para asistirlos en las últimas décadas de su vida? <br />
En la actualidad, diferentes países tienen diferentes políticas jubilatorias. En Estados Unidos no hay un retiro obligatorio, con algunas excepciones, como el caso de los pilotos aéreos y algunos jueces. Es ilegal obligar a la gente a que se retire. Pero en la realidad hay muchas señales que actúan como factores que inducen al retiro, dice Mitchell. El sistema norteamericano de seguridad social ha definido como edad de retiro “normal” entre un mínimo de 62 (cuando se obtienen los beneficios acumulados pero con una quita) y 65 (cuando los beneficios se obtienen completos). Esos años, de hecho, han pasado a ser la edad en que se supone que la gente se retira. Pero esa franja fue fijada en los años 30, cuando la expectativa de vida era mucho menor. En el futuro esa edad va a tener que subir notablemente. <br />
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