La corrupción en el ámbito privado

El rechazo a las prácticas corruptas en el ámbito privado no obedece únicamente a convicciones éticas. Es un mal negocio: aumenta los costos y daña reputaciones de personas y marcas. Hace más difícil el acceso al crédito; repercute en productos de menor calidad o peligrosos para las personas; y genera daños no solo en la economía sino también en el medio ambiente.

23 diciembre, 2009

<p><br />
Por Manuel Garrido (*)</p>
<p>&nbsp;<img alt="" src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1100_6_1.jpg" /></p>
<p>Si bien es habitual referirse a la corrupci&oacute;n como una pr&aacute;ctica que involucra tanto a los funcionarios p&uacute;blicos que reciben una ventaja indebida como a los particulares que ofrecen o entregan esa ventaja o beneficio, las acciones contra la corrupci&oacute;n se han centrado tradicionalmente en la faz p&uacute;blica del problema.<br />
Solo recientemente se ha puesto especial &eacute;nfasis en la necesidad de adoptar medidas, predominantemente preventivas, que apunten al sector privado.<br />
Hace pocos d&iacute;as el G-20 manifest&oacute; la necesidad de incrementar los est&aacute;ndares que enmarcan el comportamiento de los bancos respecto del manejo de fondos originados por pr&aacute;cticas corruptas.<br />
Un poco antes, el Informe Global sobre la Corrupci&oacute;n 2009, presentado por la organizaci&oacute;n Transparencia Internacional en septiembre &uacute;ltimo, centr&oacute; su atenci&oacute;n &ndash;precisamente&ndash; en la realidad de la corrupci&oacute;n en el sector privado, sus efectos y las m&uacute;ltiples posibilidades, exploradas y por explorar, para combatirla en el seno mismo de las empresas.<br />
All&iacute; se informa que al menos la mitad de los hombres de empresa encuestados afirma que la corrupci&oacute;n representa al menos un incremento en el costo de sus emprendimientos de 10%.<br />
La corrupci&oacute;n aumenta el costo de hacer negocios; introduce riesgos para la reputaci&oacute;n de las empresas, que puede destruirse en caso de ser descubiertas; corroe la m&iacute;stica de sus integrantes; y propicia peores condiciones laborales.<br />
La corrupci&oacute;n en el sector privado repercute, por otro lado, en una menor calidad y legitimidad de la democracia y de la vida p&uacute;blica, devastando la confianza de la ciudadan&iacute;a en los actores principales del sistema pol&iacute;tico y econ&oacute;mico.<br />
La encuesta del Banco Mundial sobre el entorno de negocios y el desempe&ntilde;o empresarial del a&ntilde;o 2000 muestra que cuanto m&aacute;s peque&ntilde;a es la empresa es m&aacute;s f&aacute;cil que la corrupci&oacute;n la perjudique. Y tambi&eacute;n revela que las empresas peque&ntilde;as pagan un porcentaje m&aacute;s alto de sus ingresos anuales en sobornos a funcionarios p&uacute;blicos y hacen pagos adicionales con mayor frecuencia que las empresas grandes.</p>
<p><img alt="" src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1100_6_2.jpg" /><br />
Manuel Garrido</p>
<p><strong>Estrategias anti corrupci&oacute;n</strong><br />
La Convenci&oacute;n de la OCDE para combatir el soborno de los funcionarios p&uacute;blicos extranjeros en las transacciones comerciales internacionales fue, en 1997, el primer instrumento legal en abordar el llamado &ldquo;lado de la oferta de la corrupci&oacute;n&rdquo;, ante la evidente necesidad de involucrar al sector privado en las estrategias anticorrupci&oacute;n.<br />
El art&iacute;culo 12 de la Convenci&oacute;n de las Naciones Unidas contra la Corrupci&oacute;n inst&oacute;, a su vez, a los Estados parte a reforzar las medidas para prevenir la corrupci&oacute;n en el sector privado.<br />
En 2004, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, que es una iniciativa que llama a las empresas a hacer suyos, apoyar y llevar a la pr&aacute;ctica un conjunto de valores fundamentales en materia de derechos humanos, laborales y ambientales, a&ntilde;adi&oacute; un d&eacute;cimo principio sobre corrupci&oacute;n: &ldquo;Las empresas deben trabajar contra la corrupci&oacute;n en cualquiera de sus formas, incluidas la extorsi&oacute;n y los sobornos&rdquo;.<br />
Adem&aacute;s del abordaje basado en normas estatales, es menester una participaci&oacute;n activa de la comunidad empresaria en la lucha contra la corrupci&oacute;n.<br />
Esta idea se refleja en el desarrollo de principios de Responsabilidad Social Empresaria que implican adoptar medidas anticorrupci&oacute;n para preservar la reputaci&oacute;n y el cr&eacute;dito, desarrollando controles internos y tambi&eacute;n externos sobre el desenvolvimiento corporativo.<br />
La experiencia de los &uacute;ltimos a&ntilde;os, al menos en el &aacute;mbito internacional, revela una intensa actividad regulatoria a trav&eacute;s del establecimiento de c&oacute;digos de conducta empresarial. Sin embargo, su efecto es limitado si no se los abona con una decidida y aut&eacute;ntica convicci&oacute;n de los valores que encarnan, expresada a trav&eacute;s de capacitaci&oacute;n, insistencia, aplicaci&oacute;n y seguimiento, y verificaci&oacute;n independientes, sancionando a quienes los infrinjan y premiando a los que los que los cumplan adecuadamente.<br />
Vale la pena prestar especial atenci&oacute;n, por otro lado, al protagonismo que deben adquirir en estas iniciativas los <em>stakeholders</em>, accionistas, inversores, medios de comunicaci&oacute;n, trabajadores y sus organizaciones, as&iacute; como la sociedad civil.<br />
Nada de esto tendr&aacute; mayor &eacute;xito si no sintoniza con un liderazgo comprometido que ubique a la integridad como una de las metas esenciales de la empresa. <br />
Debe pensarse, adem&aacute;s, en incentivos para aquellos l&iacute;deres empresariales que sostengan firmemente estas metas de integridad, as&iacute; como tambi&eacute;n en garantizar protecci&oacute;n a los empleados que den a conocer pr&aacute;cticas irregulares.<br />
Los empleados son los actores m&aacute;s importantes en la detecci&oacute;n y revelaci&oacute;n de los fraudes corporativos y, por tanto, constituyen un pilar esencial en el combate a la corrupci&oacute;n en el sector privado: distintos estudios y an&aacute;lisis revelan que un importante porcentaje de los casos conocidos surge a partir de denunciantes y datos internos de las empresas.<br />
Ello ha hecho que en varios pa&iacute;ses las empresas adoptasen mecanismos para favorecer las denuncias &ndash;como por ejemplo a trav&eacute;s de atenci&oacute;n telef&oacute;nica adecuada&ndash; los que han demostrado ser eficaces y contribuyeron notablemente. Varios pa&iacute;ses, como Estados Unidos, Reino Unido, Sud&aacute;frica, Nueva Zelanda y Jap&oacute;n, establecen mecanismos de protecci&oacute;n legal de los <em>whistleblowers</em>, a quienes en algunos casos llegan incluso a recompensar con un porcentaje del dinero defraudado.<br />
Lamentablemente, la Argentina viene incumpliendo las obligaciones que adopt&oacute; internacionalmente mediante la ratificaci&oacute;n de la Convenci&oacute;n de las Naciones Unidas contra la corrupci&oacute;n, ya que no ha adoptado ninguna norma que proteja a los denunciantes de buena fe de hechos de corrupci&oacute;n, pese a la existencia de un proyecto que elabor&oacute; la Oficina Anticorrupci&oacute;n en 2003.<br />
Tampoco contamos con normas claras que regulen la actividad de <em>lobby</em>, que apunten a enmarcar la gesti&oacute;n de intereses dentro de los marcos de la legalidad y otorguen mayor visibilidad y control a quienes la desempe&ntilde;an.</p>
<p><strong>Informalidad y escasa transparencia</strong><br />
Un estudio del a&ntilde;o 2006 realizado por CIPPEC recogi&oacute;, a trav&eacute;s de m&aacute;s de 40 entrevistas en profundidad con diversos actores, las caracter&iacute;sticas de las pr&aacute;cticas del <em>lobby</em> empresarial prevalecientes en la Argentina, las que se demostr&oacute; que se desarrollan en un ambiente de alta informalidad y poca transparencia. All&iacute; se evidenci&oacute; la importancia del poder econ&oacute;mico y de los contactos personales de la empresa como activos decisivos en cuanto a la capacidad de incidencia de las compa&ntilde;&iacute;as, factores que facilitan un acceso desigual y discrecional de los empresarios a los espacios de toma de decisiones.<br />
Si se parte del supuesto de que la calidad de las pol&iacute;ticas p&uacute;blicas aumenta en la medida en que el proceso de su formulaci&oacute;n cuente con la voz de todos los afectados, la situaci&oacute;n en nuestro pa&iacute;s no ofrece un escenario propicio al respecto.<br />
Las pr&aacute;cticas reflejaron, adem&aacute;s, la debilidad de muchos espacios institucionales de participaci&oacute;n y consulta, y la preferencia que se da al contacto bilateral por sobre la gesti&oacute;n colectiva a trav&eacute;s de las asociaciones empresariales. <br />
En ese contexto, el Poder Ejecutivo Nacional se limita a cumplir con las exigencias de publicidad de agendas de los funcionarios, pero muchas veces esa registraci&oacute;n es deficiente, ritual y de utilidad relativa.<br />
CIPPEC est&aacute; impulsando en este momento una investigaci&oacute;n y consecuente propuesta para regular la gesti&oacute;n de intereses en el Poder Legislativo Nacional, corrigiendo las fallas que se han observado en el sistema aplicado por la administraci&oacute;n p&uacute;blica y dando pie a un debate acerca del equilibrio necesario de voces con intereses contrapuestos en los momentos previos a la toma de decisiones pol&iacute;ticas y, m&aacute;s espec&iacute;ficamente, legislativas, que puedan afectar intereses empresarios, de la ciudadan&iacute;a o de minor&iacute;as con acceso limitado al debate p&uacute;blico. <br />
El Poder Legislativo no ha tomado medidas importantes para bloquear los previsibles riesgos de corrupci&oacute;n que entra&ntilde;a una actividad de <em>lobby</em> que puede mutar f&aacute;cilmente en inadmisibles tr&aacute;ficos de influencia y conflictos de intereses, como las acusaciones cruzadas posteriores a los m&aacute;s importantes debates parlamentarios de los &uacute;ltimos tiempos dejan entrever. <br />
La &uacute;ltima evaluaci&oacute;n realizada sobre la Argentina por el Grupo de Trabajo de la OCDE sobre el soborno en las transacciones comerciales internacionales hizo hincapi&eacute; en la falta de conocimiento por parte del sector privado, tanto de las empresas como de las propias asociaciones empresarias, acerca de las normas anticorrupci&oacute;n globales, se&ntilde;alando la falta de c&oacute;digos de conducta y de otras pr&aacute;cticas de prevenci&oacute;n, como <em>hotlines</em>, adopci&oacute;n de cl&aacute;usulas antisoborno en los contratos, comisiones de monitoreo u otros mecanismos de evaluaci&oacute;n de riesgos de esta naturaleza. All&iacute; tambi&eacute;n se destac&oacute; la debilidad de los mecanismos de control de la contabilidad y de la supervisi&oacute;n estatal sobre el devenir de las empresas.<br />
El Informe de Transparencia Internacional muestra c&oacute;mo diversas organizaciones de la sociedad civil han contribuido a revelar casos de falta de transparencia en la actividad corporativa y a resaltar las ense&ntilde;anzas m&aacute;s importantes de la experiencia real de las empresas.<br />
En nuestro medio se ha constituido recientemente el Centro ALAC, oficina integrante de Fundaci&oacute;n Poder Ciudadano, que tiene como objeto asesorar a los testigos o v&iacute;ctimas de hechos de corrupci&oacute;n en el &aacute;mbito de la Ciudad de Buenos Aires.<br />
Otra organizaci&oacute;n, Fundaci&oacute;n Soporte, brinda ayuda, asesoramiento y contenci&oacute;n a aquellos testigos de buena fe o arrepentidos de hechos de corrupci&oacute;n que deseen colaborar con las investigaciones de corrupci&oacute;n.<br />
En ese contexto, CIPPEC cree que la sociedad civil debe fortalecer alternativas que vayan m&aacute;s all&aacute; de la formulaci&oacute;n de denuncias y, en consecuencia, se halla embarcado en generar un espacio en el que el sector privado pueda revelar aquellos aspectos m&aacute;s significativos de esa experiencia sin estar sometido a represalias o riesgos para el desarrollo de su actividad pero, a la vez, contribuyendo a generar informaci&oacute;n relevante para revertir las pr&aacute;cticas irregulares que minan la actividad econ&oacute;mica de nuestro pa&iacute;s, su competitividad y su credibilidad global.<br />
Entendemos que la adopci&oacute;n de acciones protag&oacute;nicas en la lucha contra la corrupci&oacute;n es fundamental para poder afirmar la existencia de un necesario comportamiento socialmente responsable por parte de las empresas.</p>
<p>(*) Manuel Garrido es, director de Justicia y Transparencia de CIPPEC (Centro de Implementaci&oacute;n de Pol&iacute;ticas P&uacute;blicas para la Equidad y el Crecimiento).</p>
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<p><font color="#dd5d3f"><strong>Grandes temas pendientes de la Argentina</strong></font></p>
<p>Con el objetivo de contribuir al desarrollo del pa&iacute;s y mejorar la calidad del debate p&uacute;blico a 25 a&ntilde;os del retorno de la democracia, <em>Mercado</em> y CIPPEC (Centro de Implementaci&oacute;n de Pol&iacute;ticas P&uacute;blicas para la Equidad y el Crecimiento) acordaron crear la secci&oacute;n &ldquo;Grandes temas pendientes de la Argentina&rdquo; y publicar&aacute;n una serie de 12 art&iacute;culos que abordar&aacute;n asuntos clave y ayudar&aacute;n a reflexionar sobre los principales desaf&iacute;os del pr&oacute;ximo cuarto de siglo. Esta, la und&eacute;cima entrega de la serie, analiza la importancia de la participaci&oacute;n en la democracia.</p>
</td>
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