<p>En efecto, desde que Merck (Estados Unidos) y AstraZeneca (Gran Bretaña) encaran estos esfuerzos (2009), que llegan ya a las primeras pruebas de eficacia, no menos de ocho competidoras recorren el mismo camino. Así lo revela un informe del sitio Bloomberg/Business Week, a difundirse el lunes 20.<br />
En el pretérito, “las farmoquímicas en busca de terapias complementarias tomaban años para desarrollarlas puertas adentro”, explica Gary Gilliland, jefe de oncología en Merck. En la actualidad, recurren cada vez más a alianzas externas para coordinar acciones contra tumores y hacerlas llegar al mercado lo antes posible.<br />
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Muchos medicamentos nuevos dan resultado un breve lapso y se tornan inocuos en meses, no años. “Sólo atacando un cáncer desde diversos ángulos es posible mantenerlo controlado más tiempo”, afirma George Sledge, del centro universitario contra el cáncer, Indianápolis.<br />
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A su criterio, “los médicos precisan una pistola con varias balas de plata, capaz de seleccionar un conjunto de objetivos, no uno solo”. El especialista disertaba al respecto ante la sociedad nacional de clínica oncológica (ASCO en inglés).<br />
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Días antes,, la norteamericana Bristol-Myers Squibb y la suiza Roche Holding anunciaron que colaboran en terapias contra el cáncer dérmico y proyectar iniciar estudios en conjunto para desarrollar una combinación efectiva antes de diciembre.<br />
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En 2010, la francesa Aventis-Sanofi descubrió que una droga suya, orientada a la molécula P13K funcionaría mejor junto con un inhibidor, MEK, de la Merck alemana. A fin de año, ambas compañías resolvieron desarrollar los dos elementos combinados. Los estudios clínicos empezaron en mayo pasado.<br />
También la británica GlaxoSmithKline y la helvética Novartis se hallan ensayando desde abril de 2010 una combinación anticancerígena. Se trata de pacientes con tumores sólidos avanzados.</p>
{Industria farmacéutica} Merck y AstraZeneca, aliadas contra el cáncer
Las dos farmoquímicas cooperarán para ensayar la misma terapia contra tumores. Esto llevará a una ola de convenios entre rivales, basada en evidencias de que una multiplicidad de gatillos genéticos puede fomentar células cancerígenas similares.