<p>Yunus y el banco fueron víctimas de la politiquería local merced a sus propios excesos. Pretextando la edad del dirigente (70), se montó un ataque a la institución microfinanciera bengalí. Por cierto, el economista había superado con creces el límite legal, 60 años. De pronto, en marzo el primer ministro, jeque Hasina Wazed y el banco central “descubrieron” una irregularidad de público conocimiento.<br />
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“Pero, como sucede a menudo en el volátil mundillo de las microfinanzas –apunta Knowledge@Wharton-, este golpe interno tiene su vericuetos”. Como se sabe, el Grameen, banco de pobres (se pronuncia “gramín”) provee minicréditos y otros servicios a gente de bajos recursos alrededor del mundo.<br />
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Fundamentalmente, los tropiezos de las instituciones se originan en “malos momentos” del Grameen. Así explica May Ellen Iskenderian, presidente de otra entidad sin fines de lucro, Women’s World Banking (WWB o sea “banca femenina mundial). Durante los últimos catorce meses, una serie de reveses puso en tela de juicio la confianza del público en un banco que maneja US$ 60.000 millones en activos internacionales. <br />
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Otrora celebrado por aplicar al segmento microfinanciero su esquema para paliar la pobreza proveyendo capital a millones de no bancarizados, hoy esa imagen zozobra. Agencias microfinancieras “han sido acusadas de explotar y usufructuar tácticas agresivas de venta desde Marruecos hasta México y la propia Bangladesh. <br />
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También suelen cobrar a sus clientes intereses usurarios que a veces desbordan los dos dígitos anuales”. <br />
A los enemigos bengalíes de Yunus les sobra tela para cortar. Entre las más dramáticas, varias ciudades indias fueron escenario de cincuenta suicidios, cometidos por deudores incapaces de pagar durante 2010. La mayoría ocurrió en la populosa provincia de Andhra pradesh, sudeste del país. Ese estado alberga muchas agencias microfinancieras privadas crecientemente rentables.<br />
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La tragedia subraya tanto las tácticas agresivas para captar clientes cuanto las de recaudar y cobrar deudas. En verdad, su sistema hacer aparecer a Yunus como un Scrooge victoriano, pero sin nochebuena que lo redima. Naturalmente, todo esto agría las relaciones con varios gobiernos. Según Iskenderian, los suicidios les dieron a Andhra Pradesh y Bangladesh pretextos para inmiscuirse en las microfinancieras y esmerilar la imagen de Yunus. <br />
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“¿Cómo deja esto al sector microfinanciero?” se pregunta K@W. “En muchos respectos Grameen no es como otras bancas micro ni Yunus es como sus ejecutivos. El segmento abarca dirigentes carismáticos tipo Yunus. <br />
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Por ejemplo, su compatriota Shafiqal Chouydhurí (ASA) o Ela Bhatt, india fundadora de la asociación de mujeres autónomas (SEWA en inglés)”. Pero, hasta este escándalo, nadie rayaba a la altura de Yunus, cuyos contactos de alto nivel llegaban a Barack Obama, Luiz Inácio da Silva o Nelson Mandela.</p>
{Finanzas} Yunus: ¿la politiquería puede destruir su banco?
Desestimado. Hace un mes, la corte suprema de Bangladesh bloqueó reclamos jurídicos interpuestos por Muhammad Yunus, premio Nobel de la paz 2006. Días atrás le pidieron disculpas, pero el escándalo ya golpeaba a su creación, el Grameen Bank.