Ética, autorregulación y libertad de expresión

Silencioso, paciente y contando como casi única arma con el prestigio de sus miembros, el trabajo del Comité de Autorregulación Publicitaria intenta proteger mucho más que las buenas formas o las costumbres.

16 noviembre, 2009

<p>Por Patricio Cavalli</p>
<p>Silencioso, paciente y contando como casi &uacute;nica arma con el prestigio de sus miembros, el trabajo del Comit&eacute; de Autorregulaci&oacute;n Publicitaria intenta proteger mucho m&aacute;s que las buenas formas o las costumbres.La estrategia es evitar que los avisos molesten por su contenido a personas o grupos sociales; que no ofendan la moral o el buen gusto; y que no violen ninguna ley. </p>
<p>Empecemos por la palabra en s&iacute; misma. Comit&eacute;. Lo &uacute;nico a lo que comit&eacute; nos puede remitir es al camello, &ldquo;un caballo creado por un comit&eacute;&rdquo;. La sola idea de que un comit&eacute; pueda crear algo que no sean trabas, bloqueos, intervenciones u obst&aacute;culos nos resulta a nosotros, Robinson Crusoes del siglo 21, individualistas y capitalistas, adalides de la libre iniciativa privada, un desatino total. <br />
Pero no. &ldquo;La misi&oacute;n del Comit&eacute; es generar una defensa para prevenir la intervenci&oacute;n del Estado &ndash;dice en una tarde di&aacute;fana y fr&iacute;a de Buenos Aires Miguel Daschuta, su presidente&ndash;. Lo que buscamos es evitar la posibilidad de que las instituciones gubernamentales vengan a cortar lo que consideramos es la libre expresi&oacute;n comercial, siendo m&aacute;s conscientes en nuestra actividad, cuidando los formatos. Ese es el principio de la historia, cuando lo formaron la Asociaci&oacute;n de Agencias de Publicidad y la C&aacute;mara de Anunciantes. Hoy, creemos que hay que dar un segundo paso, que es el que tiene que ver con la Responsabilidad Social Empresaria&rdquo;. <br />
La estrategia del Conarp es evitar, en la medida de lo posible, que los avisos publicitarios molesten por su contenido a personas, grupos sociales o entidades; que no ofendan la moral o el buen gusto; y que, obviamente, no violen ninguna ley. <br />
En este &uacute;ltimo caso, la cuesti&oacute;n es m&aacute;s bien simple. Si una pieza viola una ley &ndash;por ejemplo, muestra un ni&ntilde;o que corre desnudo a tomar el colectivo escolar para promocionar cereales (ver&iacute;dico)&ndash;, es sacada del aire y punto. Pero si un hombre anda ofreciendo morcillas en un <em>spot</em> de agua saborizada mientras le dice a su mujer &ldquo;la puntita no hace nada&rdquo;, &ldquo;vos ya tuviste anoche&rdquo; a una cu&ntilde;ada; o &ldquo;com&eacute;tela toda&rdquo; a su yerno o hijo, el tema se pone pantanoso.<br />
<br />
<strong>Buen y mal gusto</strong><br />
Sobre todo porque para peor, el comercial de H20 en cuesti&oacute;n termina con el padre d&aacute;ndole una porci&oacute;n a su hijita, sin comentarios procaces. Con lo que cualquier c&iacute;nico podr&iacute;a argumentar que en realidad, la pieza apuntala los valores familiares, la ternura y la uni&oacute;n filial padre-hija. Hasta que venga otro que interprete que en realidad el padre no le dice nada a la hija porque ya est&aacute; todo entendido entre ellos, ella tiene el Edipo mal resuelto y es Ana&iuml;s Nin almorzando en familia con su padre Joaqu&iacute;n. <br />
Y entonces alguien tiene que decir &ldquo;Se&ntilde;ores, esta pieza trae la posibilidad de que un d&iacute;a, un organismo estatal o un legislador empiecen a decirnos lo que podemos o debemos decir y lo que no&rdquo;. <br />
Ese decir para prevenir, explica Daschuta, es lo que pretende el Conarp. <br />
&ldquo;Primero se recibe una denuncia, o a veces se trabaja de oficio. Luego se re&uacute;ne la comisi&oacute;n directiva y decide si el caso amerita o no la intervenci&oacute;n. Y si lo amerita, entonces se re&uacute;ne el consejo a tratar el tema. Se invita a los interesados y se hace una recomendaci&oacute;n&rdquo;. El consejo tiene 20 miembros, 10 de la AAM y 10 de la CAA y en caso de empate, el presidente ejerce de Gran Elector. <br />
El Consejo no tiene ning&uacute;n poder de polic&iacute;a efectivo. No exige ni demanda, no saca del aire piezas o ejerce presiones. Y evita sancionar socialmente. Solo cuenta con la recomendaci&oacute;n de sus miembros y su prestigio como <em>primus inter </em>pares. <br />
&ldquo;Tenemos un recurso que tratamos de no usar: un reclamo por parte de las entidades a uno de sus miembros que no acata una recomendaci&oacute;n del Comit&eacute;&rdquo;, dice Daschuta. <br />
<br />
<strong>Entre pares</strong><br />
Flanqueado por su vicepresidente Luis Ibarra Garc&iacute;a &ndash;ver columna aparte&ndash; y el coordinador del Conarp Diego Toloza, Daschuta aclara su posici&oacute;n en el mercado: &ldquo;No estamos subidos a ning&uacute;n caballo. Hablamos como pares. Y cada uno motiva a su par a acatar un criterio y un consenso. Le decimos al interesado: &lsquo;Si no pod&eacute;s decir esto sin ofender el buen gusto, no podemos hablar del tema; porque los 20 que estamos ac&aacute;, entendemos que esto s&iacute; ofende el buen gusto&rsquo;&rdquo;. <br />
As&iacute; se evita la discusi&oacute;n filos&oacute;fica sobre qu&eacute; es y qu&eacute; no es el buen gusto. <br />
&ldquo;Tambi&eacute;n tratamos de evitar la discusi&oacute;n sobre si son buenos o no los contenidos de la TV &ndash;explica&ndash;. Eso es otro terreno. Es cierto que la cultura va cambiando. Pero hay palabras que ya son de todos los d&iacute;as, que seguimos resistiendo. Se ha hablado mucho sobre un comercial que apela a una parte del cuerpo humano, con una banda que dice &lsquo;culo&rsquo;. Y no es un insulto, es una palabra que se usa en todos lados. Pero, &iquest;qu&eacute; pasa ma&ntilde;ana? Ma&ntilde;ana puede aparecer &lsquo;cl&iacute;toris&rsquo;, o &lsquo;pene&rsquo;. Por eso hay que cuidarse de entrada&rdquo;. <br />
&iquest;Es esa una campa&ntilde;a observada por el Conarp, entonces? Prefieren no responderlo (ver aparte). Pero queda claro que el umbral no es el uso intensivo o cotidiano de una palabra, sino si el t&eacute;rmino es o no un t&eacute;rmino tab&uacute;. <br />
&ldquo;&iquest;Qu&eacute; pasa si detr&aacute;s de &lsquo;a mover el c…&rsquo; viene alguien a decir &lsquo;a mover las b…&rsquo;?&rdquo;, preguntan. <br />
<br />
<strong>El futuro</strong><br />
Y la pregunta es v&aacute;lida, sobre todo cuando generaciones de j&oacute;venes creativos aparecen en el mercado con dos palabras como gu&iacute;as: irreverencia y transgresi&oacute;n. <br />
Dos t&eacute;rminos inevitables cuando se habla de creatividad, pero que deben encontrar tambi&eacute;n un l&iacute;mite. De ah&iacute; la importancia del acercamiento &ndash;o reacercamiento tras un largo alejamiento&ndash; con el C&iacute;rculo de Creativos y su presidente Carlos P&eacute;rez (ver nota aparte). <br />
&ldquo;&iquest;Los creativos j&oacute;venes? Conseguir&iacute;a un <em>transformers</em> y los agarrar&iacute;a a pi&ntilde;as &ndash;dice Daschuta riendo&ndash;. En serio, lo que queremos hacer no es poner l&iacute;mites sino cuidar la actividad. Es un tema b&aacute;sico, de educaci&oacute;n, un lavado de cerebro y un trabajo tit&aacute;nico. Pero no bajamos los brazos&rdquo;.<br />
Hay, aparentemente, mucho m&aacute;s que una cuesti&oacute;n de buen gusto en juego. A fin de cuentas, como dijo Thomas Jefferson, el precio de la libertad es la eterna vigilancia.</p>
<table width="500" cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" bgcolor="#eeecda">
<tbody>
<tr>
<td>
<p><font color="#dd5d3f"><strong>Qui&eacute;n es qui&eacute;n en el Conarp</strong></font></p>
<p><strong>Comisi&oacute;n Directiva:</strong><br />
<strong>Presidente: </strong>Miguel Daschuta (AAAP)<br />
<strong>Vicepresidente: </strong>Luis O. Ibarra Garc&iacute;a (CAA)<br />
<strong>Secretario: </strong>Hugo Cucarese (CAA)<br />
<strong>Prosecretario:</strong> Santiago Olivera (AAAP)<br />
<strong>Tesorero:</strong> Jorge A. Pettinato (AAAP)<br />
<strong>Protesorero:</strong> Fernando Hofmann (CAA)</p>
<p><strong>Integrantes del Comit&eacute;:<br />
Por la AAAP:</strong><br />
Carlos Barreiro (Log&iacute;stica SA de Publicidad)<br />
Jorge Carbonell (SCA / TAAN)<br />
Juan Carlos Colonnese (federicohelman.com)<br />
Miguel Daschuta (MGD Comunicaciones SA)<br />
Omar Dinardo (Young &amp; Rubicam)<br />
Miguel &Aacute;ngel &Eacute;mery (AAAP Consultor Legal)<br />
Alejandro Manzanares (ADV V&aacute;zquez)<br />
Santiago Olivera (DRAFTFCB)<br />
Jorge A. Pettinato (AAAP Miembro Honorario)<br />
Daniel Reynoso (Di&aacute;logo Publicidad)<br />
<br />
<strong>Por la CAA:</strong><br />
Horacio J. Caffieri (Telef&oacute;nica)<br />
Hugo Cucarese (Nestl&eacute;)<br />
Luis De la Fuente (Bag&oacute;)<br />
Enrique Eiras (Arcor)<br />
Jos&eacute; Mar&iacute;a Garc&iacute;a Cozzi (PepsiCo)<br />
Fernando Hofmann (Kimberly-Clark)<br />
Luis O. Ibarra Garc&iacute;a (Grupo Acadia SA)<br />
Alberto Scopesi (Alberto Scopesi y C&iacute;a SA)<br />
Jack Smart (Unilever)<br />
Silvia Tripoloni (L&rsquo;Or&eacute;al)</p>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
<p>&nbsp;</p>
<table width="500" cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" bgcolor="#eeecda">
<tbody>
<tr>
<td>
<p><font color="#dd5d3f"><strong>La casu&iacute;stica</strong></font></p>
<p><em>Mercado</em> pudo acceder al menos a dos casos confirmados por fuentes ajenas al Conarp &ndash;que pidieron proteger su identidad por divulgar informaci&oacute;n empresaria privilegiada&ndash; que motivaron la intervenci&oacute;n del organismo. Uno de ellos es el <em>spot</em> &ldquo;Morcilla&rdquo; del agua H20 y el otro la campa&ntilde;a &ldquo;A mover el culo&rdquo; de Budweiser. Seg&uacute;n indicaron los responsables de la entidad a <em>Mercado</em>, las normas estatutarias en vigencia les impiden comentar por s&iacute; o por no sobre el tema. La cuesti&oacute;n se modificar&aacute; durante los pr&oacute;ximos meses, cuando una reforma al estatuto elimine la cl&aacute;usula de confidencialidad sobre los casos tratados y estos sean publicados tras un tiempo prudencial, luego de haber sido tratados por el Comit&eacute;.</p>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
<p>&nbsp;</p>
<p>Por Patricio Cavalli</p>
<p>La visi&oacute;n de los anunciantes<br />
<br />
<strong>Conarp: los padres de la idea</strong><br />
<br />
Luis Mario Castro es el presidente de la C&aacute;mara Argentina de Anunciantes (CAA) y, junto con el ex presidente de la Asociaci&oacute;n Argentina de Agencias de Publicidad Patricio Bonta, uno de los padres fundadores de la entidad de regulaci&oacute;n publicitaria. Aqu&iacute;, la historia y la ideolog&iacute;a que los motivaron y lo que piensa para el futuro.</p>
<p>&ldquo;Soy el padre putativo del Conarp &ndash;se presenta Castro&ndash;, pero confieso que no fue idea nuestra&rdquo;. El ex presidente de Unilever y actual presidente de Kimberley Clark, una de las figuras m&aacute;s prestigiosas y reconocidas del <em>management</em> local, ha desarrollado siempre intensa actividad en la C&aacute;mara de Anunciantes.<br />
La entidad tiene antecedentes hist&oacute;ricos, cuenta, pero fueron Bonta y &eacute;l quienes le dieron su giro definitivo. <br />
Est&aacute; claro que la idea del Conarp es la de auto-regular la actividad para evitar las injerencias externas. Pero detr&aacute;s de la funci&oacute;n, al igual que detr&aacute;s de la ley y las normas, anida el esp&iacute;ritu.<br />
&ldquo;Inicialmente ten&iacute;amos una ambici&oacute;n no cumplida &ndash;dice Castro&ndash;. Que al Conarp lo formaran las agencias, los anunciantes y los medios. Claramente, los terceros no est&aacute;n. &iquest;Argumentos? Muchos dijeron sentir que cualquier tipo de regulaci&oacute;n podr&iacute;a afectar sus contenidos, otros argumentaron cuestiones relacionadas con la libertad de prensa. Los m&aacute;s c&iacute;nicos han dicho que lo que quer&iacute;an era evitarse problemas con sus clientes&rdquo;.</p>
<p><strong>&ndash;Lo cual es complicado, dado que esos mismos clientes, los anunciantes forman parte del Conarp, v&iacute;a la CAA. </strong><br />
&ndash;Claramente los anunciantes creemos que tenemos una obligaci&oacute;n de regular lo que dicen los anuncios. La idea motivante es simple: generar publicidad responsable. Debemos sumar a las instituciones del estado de derecho lo que dicen nuestros c&oacute;digos de &eacute;tica. Y debemos lograr que estos superen esa marca. <br />
La ley y las instituciones del Estado se mueven m&aacute;s lentamente que el mundo de los negocios, por naturaleza m&aacute;s din&aacute;mico. La ley es el piso, y nuestro marco &eacute;tico debe funcionar como un techo que suba y se mueva a medida que se mueve el mercado. Lo que tratamos de establecer es el concepto de verdad publicitaria, que sirva como gu&iacute;a conceptual a ese techo, bajo el cual se agrupan y con el que se retroalimentan los distintos c&oacute;digos de cada c&aacute;mara empresaria: el juguete, el calzado, la alimentaci&oacute;n, etc.</p>
<p><strong>Verdad y publicidad<br />
&ndash;No es precisamente un concepto sencillo de establecer el de la verdad. </strong><br />
&ndash;Es correcto. En t&eacute;rminos pr&aacute;cticos digamos que la gu&iacute;a es no enga&ntilde;ar al consumidor, no mentirle. Pero el escenario intelectual que nos apoya es el de la deontolog&iacute;a. En nuestro caso podr&iacute;amos dividir el espectro, el <em>caveat [NdA: paradigma, preocupaci&oacute;n primaria, inter&eacute;s esencial] </em>de la oferta y el <em>caveat</em> del consumidor. De all&iacute; se elaboran teor&iacute;as muy diversas, y una de las m&aacute;s interesantes para nosotros es la de la soberan&iacute;a del consumidor. Las regulaciones trabajan en el medio de ese arco, y nosotros tratamos de pararnos en el medio, gestionando esa tensi&oacute;n. Pero debajo de ese esquema funciona un elemento clave en el mundo, empresario y general: la codicia.</p>
<p><strong>&ndash;Una virtud moralmente neutra, que puede movilizar para bien como para mal. &iquest;Qu&eacute; ocurre ahora, en este caso?</strong><br />
&ndash;Suele funcionar como una enemiga de una estrategia responsable. Pero las acciones de responsabilidad, que en mi opini&oacute;n deben superar a la ahora conocida RSE, nos ayudan a generarnos un beneficio: evitar la injerencia del Estado. Por eso insistimos con ese dinamismo, que nos da ese techo m&oacute;vil.</p>
<p><strong>Casu&iacute;stica </strong><br />
Generalmente admirado por su calma frente a los desaf&iacute;os que su gesti&oacute;n le ha impuesto, Castro reconoce haberse indignado y enojado frente a casos que durante su gesti&oacute;n en el Conarp le hicieron &ldquo;hervir la sangre&rdquo;. <br />
&ldquo;Seamos sinceros &ndash;aclara&ndash;, la gesti&oacute;n se hace por suerte sobre muy pocos casos, cerca de 1% son observados. Y de esos en general no hay cuestiones graves. Pero s&iacute; ha habido algunos. Son los casos donde se atenta contra la vida, o se sugieren transgresiones que atentan contra esta&rdquo;.<br />
Hubo uno, comenta, de una automotriz donde un grupo de j&oacute;venes enga&ntilde;aba con un ardid a un agente de polic&iacute;a, mientras sus amigos aprovechaban la distracci&oacute;n para practicar una serie de maniobras con sus autos, peligrosas para ellos y para los dem&aacute;s, y violatorias de las leyes de tr&aacute;nsito. <br />
&ldquo;Hay otras cosas que ocurren muy serias, como el caso de los virales. No puedo mencionar los casos por cuestiones de conocimiento p&uacute;blico, y porque no puedo entrar en temas del &aacute;mbito judicial, pero ha habido virales donde la reputaci&oacute;n de algunas marcas ha quedado seriamente comprometida. Y lo grave es que no hay marco legal para esos casos, la ley no lo tiene previsto&rdquo;, explica.</p>
<p><strong>Hacia ma&ntilde;ana <br />
&ndash;Eso nos lleva al debate sobre el futuro, las nuevas generaciones y el rol de la regulaci&oacute;n. Cuando miran hacia adelante, &iquest;qu&eacute; es lo que ven, y lo que quieren lograr, hacia d&oacute;nde van?</strong><br />
&ndash;Citando a un soci&oacute;logo, creo que lo m&aacute;s importante es que el Conarp no se haga l&iacute;quido. Vivimos, dice este autor, en una sociedad que tiende hacia la liquidez de los v&iacute;nculos, como contrapuesto a la solidez. Y lo que nos interesa es que los modelos organizativos de las empresas no se transformen en l&iacute;quidos tampoco.</p>
<p><strong>&ndash;Pero eso claramente excede la funci&oacute;n del Conarp, al menos en lo publicitario exclusivamente. Porque implica hablar tambi&eacute;n de la esfera de los negocios. </strong><br />
&ndash;S&iacute;. El mundo de los negocios tampoco debe hacerse l&iacute;quido. Pero los modelos de las organizaciones hoy tienden a eso. Los conflictos naturales de las organizaciones, las tensiones naturales se est&aacute;n transformando en problemas serios, que llevan a y son creados por una disfunci&oacute;n organizativa. Los ejes &eacute;ticos y est&eacute;ticos de las empresas est&aacute;n cruz&aacute;ndose y eso es riesgoso. Claramente, excede el marco de la publicidad, que es nuestra &aacute;rea de aplicaci&oacute;n espec&iacute;fica, pero la publicidad tampoco ocurre por s&iacute; misma, es parte de un esquema.</p>
<div class="esp_ver_20">&nbsp;</div>

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