<p>A esta estrategia la llaman <em>Defense Strategic Guidance</em>, DSG , y es el primer paso en el ajuste de un presupuesto de defensa inmenso. Por un lado consiste en buscar que otros estados hagan más por su propia seguridad (para que EE.UU. haga menos) y por otro concentrar recursos aéreos y navales (no tropas de ejército) en controlar los mares que dan acceso – y salida- a China.</p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt"><span lang="ES">La nueva orientación atiende a dos circunstancias. La primera es que EE.UU está en una situación económica complicada con posibilidades de una serie crisis fiscal para el final de esta década. Síntomas evidentes de esta crisis es que la producción china de productos industriales superó <st1:personname productid="la de Estados Unidos" w:st="on">la de Estados Unidos</st1:personname> y representa entre 18% y 19% de la producción mundial. Con respecto al PBI, virtualmente todos los pronósticos económicos coinciden en que, medido por tasa de intercambio mercantil, el PBI chino superará el de Estados Unidos para finales de la década actual.</span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt"><span lang="ES">La segunda, es el giro en riqueza y poder del mundo Euroatlántico hacia Asia. A medida que van surgiendo grandes potencias como China y eventualmente India, otras potencias regionales importantes como Rusia, Japón, Turquía, Corea, Sudáfrica y Brasil asumirán papeles importantes en la política internacional. De esa forma, el “momento unipolar” de <st1:personname productid="la post Guerra Fr￭a" w:st="on">la post Guerra Fría</st1:personname>, cuando Estados Unidos dominaba la escena mundial como la única superpotencia restante, será reemplazado por un sistema internacional multipolar.</span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt"><span lang="ES">En consecuencia, esta estrategia de reducción, “<i>offshore balancing</i>” como la llaman, apunta a dar relieve a ventajas comparativas de Estados Unidos que radican en su poder naval y aéreo, no en enviar tropas a pelear guerras terrestres en Eurasia. Por eso, debería optar por los preceptos estratégicos de Alfred Thayer Mahan (la primacía del poder de mar y aire) y no – como era antaño- por los de Sir Halford Mackinder (la primacía del poder terrestre).</span></p>
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<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><b><span lang="ES">Estados Unidos: dificultades de presupuesto<o:p></o:p></span></b></p>
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<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">El Pentágono se vio obligado a recortar US$ 485.000 millones de lo que proyectaba gastar en la próxima década, lo que provocó demoras o cancelaciones en 60 proyectos. Aparentemente, los planes sobre el Pacífico asiático quedaron en pie. Es clave mantener poder aéreo y naval en Asia, de modo que es el ejército el que soporta los mayores recortes. “El presupuesto protege y hasta aumenta en algunos casos, inversiones clave para la capacidad para proyectar poder en Asia”, dijo León Panetta, secretario de defensa. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">La marina mantendrá la totalidad de sus 11 portaaviones, que son la principal plataforma para proyectar poder sobre grandes distancias de la región pacífica. También invertirá en barcos de guerra y de alta velocidad para operar cerca de las costas (algunos estarán basados en Singapur). Mantiene el proyecto de desarrollar un nuevo bombardero de largo alcance y proyecta ampliar la inversión en submarinos de ataque. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Desde la óptica de muchos observadores estadounidenses, Estados Unidos debe mantener su dominio de los mares en el Pacífico occidental. Mientras China continúa invirtiendo en sus propias fuerzas militares, se hace necesario que Estados Unidos invierta en armas y tecnologías que necesita para contrarrestar misiles chinos. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">“Si el objetivo es simplemente impedir la expansión territorial, la estrategia estadounidense podría funcionar,” dice un académico australiano. “Pero lo que EE.UU. está diciendo es que quiere negar a China la capacidad para controlar hasta sus propias regiones marítimas. Eso es mucho más caro. Se han fijado una meta demasiado alta”. Falta ver si Washington puede afrontar ese gasto. El otro punto es cómo reaccionará China. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Mucho antes de que Obama iniciara su escalada en Asia, era común escuchar en círculos políticos y sociales chinos que Estados Unidos estaba empeñado en rodear a China. Con las decisiones norteamericanas de los últimos dos años, la paranoia aumentó Según dijo elegantemente el vice canciller chino, Cui Tiankai, entre China y Estados Unidos hay un “déficit de confianza”. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Para algunos, la rivalidad ya se ha convertido en una carrera armamentista, con inversión en armamento y tecnología de ambas partes.<o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Varios gobiernos asiáticos – incluso los que han sellado alianzas con Estados Unidos – ya le reclaman al país del norte que suavice sus palabras. En Estados Unidos el debate ya es público. Algunos temen que este nuevo interés se convierta en excusa para mantener niveles de gasto militar que de otra manera se recortarían luego de las guerras en Irak y Afganistán. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Otros recuerdan que esta escalada no ocurrió en el vacío sino que fue respuesta a acciones chinas. O que Estados Unidos no obligó a Australia a darle una base, sino que fue invitado. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">En palabras del ex diplomático Richard Bush, “Washington necesita que China entienda que Estados Unidos reaccionó ante la propia respuesta de los países asiáticos ante las acciones de China. Pretende lograr que China use la diplomacia y no la coerción.”<o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Washington también insiste en que su nueva estrategia es parte de una agenda para fomentar mayor cooperación multilateral en la región. Luego de mantenerse al margen durante gran parte de la última década, estados Unidos participó el año pasado de la Cumbre del sudeste asiático, un importante foro regional para temas de economía, política y seguridad (donde China también es miembro). La administración Obama también reavivó su agenda comercial en la región, haciendo especial hincapié en la asociación trans-pacífico, un acuerdo de libre comercio que están negociando nueve países. <br />
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<h1 style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt"><b><span lang="ES">El presupuesto de defensa<o:p></o:p></span></b></h1>
<h1 style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt"><b><span lang="ES"> </span></b></h1>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Por lo pronto, en Beijing se habla de casi duplicar el presupuesto de defensa para 2015. El gasto militar del país – especialmente por compra de aviones caza y equipos – aumenta a razón de dos dígitos desde hace 23 años (con la sola excepción de un año). Eso provoca preocupación entre sus vecinos asiáticos. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Beijing los justifica diciendo que están de acuerdo con el ritmo de su crecimiento económico. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Pero analistas del IHS Jane’s Defence (una entidad internacional que brinda inteligencia en defensa y seguridad, calculan que el gasto chino en defensa se acelerará sustancialmente en los próximos tres años, lo cual pondría en duda el argumento de que el presupuesto de defensa va ligado al crecimiento. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Creen, más específicamente, que China gastará US$ 120.000 millones en defensa este año y que eso crecerá a US$ 238.000 millones en 2015, un aumento anual combinado de 18,75% y más que el total de los principales ocho miembros de la OTAN, exceptuando Estados Unidos. La economía china creció a una tasa anual de 9,2% en 2011. Para estar de acuerdo con ese crecimiento, el gasto de defensa debería pasar de 1,51% en <st1:metricconverter productid="2011 a" w:st="on">2011 a</st1:metricconverter> 2,18% del PBI para 2015, un aumento de 2,18%. Los cálculos son de IHS Jane. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Beijing declara que su presupuesto de defensa en 2011 fue de US$ 91.500 millones, pero el Departamento de Defensa de Estados Unidos y el IHS Jane creen que las cifras oficiales subestiman los totales. <o:p></o:p></span></p>
<p style="margin:0cm;margin-bottom:.0001pt;background:white"><span lang="ES">Cuando el año pasado el gasto militar creció 12,7%, un analista militar dijo que el menor crecimiento en 2010 se debía a la crisis económica global. Pero que el mayor crecimiento de 2011 reflejaba un retorno al crecimiento del PBI. <o:p></o:p></span></p>
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EE.UU y China tras el control de mares y cielos
Hay un profundo cambio en las relaciones de poder en la política internacional, que obliga a repensar el papel estadounidense en el mundo. Eso explica la nueva estrategia de defensa de Obama con una economía que no lo puede sostener .
