China tiene un vasto proyecto globalizador que pivotea sobre Ãfrica

En una amplia estrategia sinoafricana, la nueva pieza del tablero es Nigeria, donde Beijing presenta ofertas por veintitrés concesiones, de las cuales dieciséis vencen. Esto implica chocar con Royal Dutch/Shell, Chevron-Texaco, Exon Mobil, Total y ENI.

6 octubre, 2009

<p>En realidad, esta movida y otras reflejan una necesidad objetiva: colocar los excedentes financieros de una econom&iacute;a cuyo producto bruto interno superar&aacute; 7,8% este a&ntilde;o y 9% en 2001. Pero ello tambi&eacute;n implica buscar recursos naturales no renovables. En el caso de Nigeria, el conjunto de inversiones propuestas oscila entre US$ 40.000 y 50.000 millones (esta segunda cifra proviene del Financial Times).</p>
<p>El alfil es China National Offshore Oil Corporation, la ya c&eacute;lebre CNOOC y ariete de las &ldquo;hermanas estatales&rdquo;. Los chinos &ldquo;ofrecen bastante m&aacute;s que los contratistas actuales y esta clase de competencia nos encanta&rdquo;, se&ntilde;ala Tanimu Yakubu, asesor del presidente Umaru Yar&rsquo;Adua. Si el asunto marcha, Beijing se asegurar&aacute; 6.000 millones de barriles, casi un sexto de las reservas nigerianas.</p>
<p>Por supuesto, el r&eacute;gimen de Abuja no desea enajerarse a las compa&ntilde;&iacute;as occidentales, en especial las de Estados Unidos, su principal cliente. Pero China, por ejemplo, no objeta la corrupci&oacute;n sist&eacute;mica ni los abusos de los militares en la interminable guerra &eacute;tnica (delta del N&iacute;ger). En un plano m&aacute;s amplio, el gigante oriental no afronta las graves problemas de inmigraci&oacute;n il&iacute;cita entre parte de &Aacute;frica &ndash;inclusive Libia, socia de los chinos- y varios pa&iacute;ses europeos.</p>
<p>La lista de cabezas de puente es larga. En el bloque isl&aacute;mico, incluye adem&aacute;s Sud&aacute;n (cubre 5% de importaciones petroleras chinas), N&iacute;ger (uranio) y Chad (oleoducto entre Nigeria y Sud&aacute;n). En la faja central del continente, aparecen Gab&oacute;n -20% de sus crudos va a Beijing, adem&aacute;s de madera y hierro-, Congo &ndash;hidrocarburos y obras p&uacute;blicas-, Congo-Kinshasa (paga obras p&uacute;blicas entregando cobre y cobalto), Uganda &ndash;pesca, caf&eacute;-, Kenya (telecomunicaciones), Rwanda &ndash;obras viales- y Burundi (n&iacute;quel).</p>
<p>En la zona meridional, los negocios chinos cubren Angola (acaba de firmar contrato por US$ 1.300 millones en crudos), Sud&aacute;frica -donde explota oro y carb&oacute;n- y Zimbabwe (grandes inversiones en la infraestructura del pa&iacute;s m&aacute;s impresentable del continente). Este honor lo comparte con Sud&aacute;n, Gab&oacute;n, las tres divisiones de Somal&iacute;a, Guinea y Malawi.</p>
<p>En suma, hay inversiones, proyectos y comercio con China en cuarenta de 49 pa&iacute;ses africanos. El intercambio mutuo subi&oacute; 32% en 2008 y lleg&oacute; a US$ 107.000 millones. Al respecto, durante una reciente conferencia sinoafricana en Shanghai, He Liehui &ndash;su presidente- fue claro: &ldquo;No todos estos estados son pobres. Algunos de ellos tienen PB por habitante superior al nuestro&rdquo;.</p>
<p>&iquest;Cu&aacute;les con las lecturas geopol&iacute;ticas del proceso? La primera, que Nigeria es clave para que una nueva aristocracia petrolera &ndash;abarca tambi&eacute;n la Comunidad de Estados Independientes, ex URSS- reemplace a la occidental. La segunda, que eso presupone un shock psicol&oacute;gico para las empresas tradicionales, agravado por heterodoxias como las de Venezuela o Brasil. En cuanto al papel de CNOOC al frente del avance chino, parece una venganza: en 2005, un brote patri&oacute;tico hizo que el congreso norteamericano vetase la venta de UnoCal a esa firma, con argumentos nacionalistas luego copiados por Hugo Ch&aacute;vez.</p>
<p>Hoy, Petrochina va en pos de una pata latinoamericana: YPF, la joya de Repsol en Argentina y otros mercados. &Eacute;sta es, en s&iacute;ntesis, una nueva globalizaci&oacute;n, donde los nuevos ricos fastidian a los viejos. Pero no es tan simple. China, clave de la flamante oligarqu&iacute;a, lo es tambi&eacute;n del grupo de los 20, a la par de EE.UU. y una difusa Uni&oacute;n Europea, en tanto parte de Latinoam&eacute;rica mira a Asia oriental y central.</p>

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