viernes, 27 de diciembre de 2024

Caen los dictadores y al-Qaeda se va con ellos

spot_img

Durante casi dos décadas, la organización ha estado denunciando como herejes o títeres de Occidente a muchos tiranos musulmanes. Pero, con un régimen tras otro en colapso –depuesto por la gente-, al-Qaeda no ha desempeñado papel relevante alguno.

<p>De hecho, los variopintos movimientos opositores tan s&uacute;bitos como fuertes (fatales para Zin ben Al&iacute;, Hosni Mubarak o Muhammar Ghadafi) dejan al margen dos puntales del credo sostenido por Osama bin Laden y Aim&aacute;n az-Zawahir&iacute;. A saber, violencia gratuita y fundamentalismo. <br /> <br /> Los j&oacute;venes manifestantes a lo largo del arco rebelde &ndash;desde Marruecos hasta el golfo P&eacute;rsico- apelan a la fuerza en forma defensiva, predican democracia o reformas y ponen el Islam en segundo, tercer plano. Lo contrario de la sunn&iacute; al-Qaeda o los aya tollas shi&iacute;tas. Tanto para esos dos sectores como para una pol&iacute;tica internacional estadounidense atada a amenazas nunca cristalizadas, estas revoluciones (y su uso de redes sociales) plantean dilemas.<br /> <br /> &iquest;Acabar&aacute;n las redes terroristas sumi&eacute;ndose en la irrelevancia? &iquest;O encontrar&aacute;n maneras de explotar el caos (Bahrein), la guerra civil (Libia) o las inevitables desilusiones que producen las revoluciones cuando no deparan los resultados que se esperan al principio? Una mayor&iacute;a de especialistas en Levante afirma que los actuales acontecimientos son un desastre sin atenuantes para al-Qaeda (y los pasdar&aacute;n iran&iacute;es). Los corifeos de la jihad se han reducido a meros espectadores, mientras las juventudes musulmanas escriben una historia que excluye al terrorismo.<br /> <br /> &ldquo;Por ahora, al menos &ndash;se&ntilde;ala Paul Pillar, ex experto de la CIA en la regi&oacute;n-, el panorama para bin Laden es desalentador. Los contextos abiertos, fluidos o democr&aacute;ticos son letales para estas organizaciones. Cuanto m&aacute;s pac&iacute;ficos sean los canales que la gente elija para expresarse y protestar, habr&aacute; menos proclividad a la violencia&rdquo;<br /> <br /> Si la conducci&oacute;n terrorista pretend&iacute;a aprovechar el momento, &ldquo;ha tenido reacciones lentas, fuera de lugar. Bin Laden opt&oacute; por el silencio, en tanto su ladero egipcio az-Zawahir&iacute; difund&iacute;a tres declaraciones confusas desde el reducto en la faja fronteriza Afganist&aacute;n-Pakist&aacute;n&rdquo;. Ni siquiera mencion&oacute; la ca&iacute;da de Mubarak, que lo hizo torturar en los 90.</p>

<p>&ldquo;Liquidar al aut&oacute;crata fue casi una obsesi&oacute;n durante veinte a&ntilde;os&rdquo;, recuerda Brian Fishman, experto de la New American Foundation. &ldquo;Ahora, un movimiento no violento, no religioso y prodemocr&aacute;tico la manda al exilio interno en un par de semanas&rdquo;. Por supuesto, estos analistas no advierten que, junto con al-Qaeda o Ir&aacute;n, han quedado malparadas la CIA y otras agencias que mantienen a tantos analistas adictos.<br />
<br />
Naturalmente, las &ldquo;revoluciones &aacute;rabes&rdquo; contin&uacute;an siendo procesos en marcha. Lo muestran la tozudez de Ghadafi, su colega yemenita Al&iacute; Abdull&aacute; Saleh, el sult&aacute;n de Om&aacute;n (Qabb&uacute;s as-Sa&iacute;d) y las desprolijidades en T&uacute;nez. Pero, por sobre todo &ndash;subraya Steven Simon (NAF)-, la actual escena musulmana representa una derrota estrat&eacute;gica para el concepto mismo de guerra santa. Como suced&iacute;a o sucede bajo aut&oacute;cratas laicos estilo libio, sirio, egipcio, tunecino, iraqu&iacute; o argelino, la religi&oacute;n viene en declive y los nuevos rebeldes profundizan ese sesgo&rdquo;.</p>
<p>Pero quienes tratan de mantener en vigencia el espectro fundamentalista no se quedan quietos. As&iacute;, Michael Scheuer &ndash;jefe en los 90 de la divisi&oacute;n al Qaeda, CIA- sostiene que el entusiasmo revolucionario no descarta brotes terroristas. A su juicio, &ldquo;muchos especialistas occidentales se equivocan al cifrarlos</p>

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO