2010 recalienta la puja mundial por suelos fértiles

spot_img

Los campos arables vuelven a ser activos estratégicos. Lo probó en 2009 una decisión china: alentar a fondos soberanos a comprar tierras en el exterior, sin consultar con la FAO. Hoy, los desastrosos monzones en Pakistán y aledaños lo confirman.

<p>En Beijing, el ministerio agrario desarrolla desde hace tres a&ntilde;os un esquema para financiar la adquisici&oacute;n de &aacute;reas explotables en el &Aacute;frica subsahariana y Latinoam&eacute;rica. El objeto es asegurarse el abasto de alimentos, al menos en el lapso 2011/40. Cabe recordar que ese gobiernos promov&iacute;a ya compras en el exterior por cuenta de petroleras, bancos e industrias. Todo mientras occidente ve con aprensi&oacute;n la volatilidad de fondos soberanos manejado por emiratos del golfo P&eacute;rsico, empezando por Dubai.<br />
<br />
En principio, esos planes no debieran encontrar obst&aacute;culos. Pero Beijing teme que muchos gobiernos no est&eacute;n dispuestos a enajenar grandes superficies. Estas cosas fueron hist&oacute;ricamente comunes en Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Per&uacute;, Ecuador y Centroam&eacute;rica. Por otro lado, desde los a&ntilde;os 60 Australia funciona como &ldquo;f&aacute;brica de carnes&rdquo; para Jap&oacute;n,&nbsp; una simbiosis que el cono sur americano nunca comprendi&oacute;.<br />
<br />
En tiempos de escasez y volatilidad de alimentos, China no estar&aacute; sola. En Levante, uno de los m&aacute;ximos importadores netos de productos agr&iacute;colas, Saudiarabia, invierte en ganader&iacute;a africana, india y latinoamericana. Al oeste, Libia negocia con Ucrania posibilidades de cultivar sus propios cereales en sus legendarias tierras negras. <br />
<br />
Estas combinaciones de intereses entre la pen&iacute;nsula ar&aacute;biga y uno de los mayores productores mundiales de trigo puede revivir teor&iacute;as formuladas hace m&aacute;s de un siglo por el ge&oacute;grafo Halford Mackinder. Seguidor de Thomas Malthus (1766/1834), su idea era que controlar las ricas tierras de Europa oriental (Ucrania, Polonia) era clave para dominar Eurasia. Ahora, un grupo de &ldquo;nacionalsocialistas&rdquo; rusos emplea el topon&iacute;mico para promover la recreaci&oacute;n del imperio en sus fronteras anteriores no a 1918, sino a 1990<br />
<br />
Las iniciativas china y &aacute;rabes, de paso, quiz&aacute; promuevan resistencias en la Uni&oacute;n Europea, Estados Unidos y Jap&oacute;n a pactos globales que los hagan reducir sus cuantiosos subsidios agr&iacute;colas. Aunque los precios internacionales var&iacute;en, las tres potencias creen que deben protegerse de pa&iacute;ses que producen m&aacute;s barato. Estos debates probablemente suenen m&aacute;s que en los d&iacute;as de Malthus o Mckinder. <br />
&nbsp;</p>

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO