El cáncer de cuello uterino se mantiene como una de las amenazas principales para la salud de las mujeres en Argentina, con más de 4.600 diagnósticos y cerca de 2.500 muertes anuales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el informe “Reducir la brecha de equidad” realizado por Economist Impact y respaldado por MSD, la prevalencia de este cáncer alcanza 463,5 casos por cada 100.000 personas, cifra que supera ampliamente el promedio latinoamericano de 148. El estudio señala que las desigualdades en atención médica afectan especialmente a mujeres con bajo nivel socioeconómico, distintos grupos étnicos y residentes en áreas vulnerables del país.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) está vinculado al 99% de los casos, siendo un agente frecuente y transmisible por contacto sexual. La OMS estima que el 80% de la población lo contraerá en algún momento de su vida. Las estrategias de prevención incluyen la inmunización, el testeo regular —como el Papanicolaou y el test de VPH—, y el acceso oportuno al tratamiento, considerados por las sociedades médicas como los instrumentos más eficaces para disminuir la mortalidad.
Los objetivos internacionales fijados por la OMS apuntan a vacunar al 90% de las niñas antes de los quince años, testear al 70% de las mujeres entre treinta y cinco y cuarenta y cinco años, y tratar al 90% de quienes presentan lesiones. Sin embargo, barreras como costos de traslado, pérdida de ingresos y falta de cobertura dificultan la detección precoz y el tratamiento, generando que el 18% de las mujeres de bajos recursos nunca accedieron a controles, frente al 6% en sectores de mayores ingresos.
Gabriela Bugarín, directora médica de Oncología de MSD Argentina, destaca: “Concientizar sobre el VPH tanto en mujeres como en hombres es clave para la prevención de diversos tipos de cáncer, especialmente el de cuello uterino. Es fundamental que toda la comunidad cuente con recursos educativos para priorizar la salud y romper con los mitos”.
