La multinacional Xerox, fabricante de fotocopiadoras, impresoras y equipos informáticos, anunció el despido de 5.200 empleados a un costo de US$ 625 millones en el primer trimestre de este año alegando que “no puede seguir operando la empresa como de costumbre”.
Debido a una creciente y dura competencia, y a la difícil reorganización de su equipo de ventas, Xerox dijo que, a partir de ahora, se concentrará en dos mercados principales: máquinas de oficina como fotocopiadoras, impresoras para hogar y pequeñas y medianas empresas, y sistemas de grandes documentos para empresas grandes.
El recorte de personal representa alrededor de 5% del total de trabajadores de la empresa en el mundo.
El presidente de Xerox, Rick Thoman, declaró que el mercado ha cambiado mucho con respecto a la época en la que su compañía era el líder en tecnología de fotocopiadoras.
“A pesar de que éstas son acciones muy difíciles para nuestra gente, Xerox no puede seguir operando su negocio como de costumbre, y esperar ganar”, indicó. “Estamos intensificando nuestra voluntad de convertirnos en una empresa más rápida y flexible”.
Pero los recortes no fueron una sorpresa para nadie. Xerox señaló en enero que se acercaba una reestructuración laboral y los analistas coincidieron en destacar esta semana que la compañía iba a reducir su personal y gastar entre US$ 500 y 900 millones en la reestructuración.
El anuncio del viernes es el cuarto mayor plan de reorganización de la firma en la última década. En 1998, la empresa gastó US$ 1.100 millones y despidió a 9.000 trabajadores.
Xerox destacó, sin embargo, que ninguno de los últimos recortes afectarán a sus ventas o a sus proyectos de investigación y desarrollo. En la reestructuración también se incluyen US$ 175 millones para el cierre de instalaciones y poder desechar algunos de sus inventarios.
La empresa señaló además que los despidos afectarán todos los niveles y zonas geográficas. Los detalles tendrán que ser negociados entre los grupos empresariales, los sindicatos y los gobiernos y líderes locales, expresó la dirección.
“Durante los últimos dos años, hemos realizado progresos en la mejora de la productividad y en la reducción de gastos tanto administrativos como generales. Pero necesitamos ir más allá”, declaró Thoman.
El portavoz de Xerox, Jedd Simek, especificó que algunos de los puestos que desaparecerán serán en la sede de la empresa en la ciudad estadounidense de Stamford. No preciso, sin embargo, ese número de despidos. En la actualidad, Xerox emplea a unas 600 personas en la sede, más otros 400 trabajadores en las oficinas de las ciudades cercanas de Hartford y Windsor.
Los beneficios de la empresa cayeron 52% en el cuarto trimestre del año 1999, a US$ 294 millones y 41 centavos de beneficio por acción, frente a US$ 615 millones de y 84 centavos el año anterior.
La multinacional Xerox, fabricante de fotocopiadoras, impresoras y equipos informáticos, anunció el despido de 5.200 empleados a un costo de US$ 625 millones en el primer trimestre de este año alegando que “no puede seguir operando la empresa como de costumbre”.
Debido a una creciente y dura competencia, y a la difícil reorganización de su equipo de ventas, Xerox dijo que, a partir de ahora, se concentrará en dos mercados principales: máquinas de oficina como fotocopiadoras, impresoras para hogar y pequeñas y medianas empresas, y sistemas de grandes documentos para empresas grandes.
El recorte de personal representa alrededor de 5% del total de trabajadores de la empresa en el mundo.
El presidente de Xerox, Rick Thoman, declaró que el mercado ha cambiado mucho con respecto a la época en la que su compañía era el líder en tecnología de fotocopiadoras.
“A pesar de que éstas son acciones muy difíciles para nuestra gente, Xerox no puede seguir operando su negocio como de costumbre, y esperar ganar”, indicó. “Estamos intensificando nuestra voluntad de convertirnos en una empresa más rápida y flexible”.
Pero los recortes no fueron una sorpresa para nadie. Xerox señaló en enero que se acercaba una reestructuración laboral y los analistas coincidieron en destacar esta semana que la compañía iba a reducir su personal y gastar entre US$ 500 y 900 millones en la reestructuración.
El anuncio del viernes es el cuarto mayor plan de reorganización de la firma en la última década. En 1998, la empresa gastó US$ 1.100 millones y despidió a 9.000 trabajadores.
Xerox destacó, sin embargo, que ninguno de los últimos recortes afectarán a sus ventas o a sus proyectos de investigación y desarrollo. En la reestructuración también se incluyen US$ 175 millones para el cierre de instalaciones y poder desechar algunos de sus inventarios.
La empresa señaló además que los despidos afectarán todos los niveles y zonas geográficas. Los detalles tendrán que ser negociados entre los grupos empresariales, los sindicatos y los gobiernos y líderes locales, expresó la dirección.
“Durante los últimos dos años, hemos realizado progresos en la mejora de la productividad y en la reducción de gastos tanto administrativos como generales. Pero necesitamos ir más allá”, declaró Thoman.
El portavoz de Xerox, Jedd Simek, especificó que algunos de los puestos que desaparecerán serán en la sede de la empresa en la ciudad estadounidense de Stamford. No preciso, sin embargo, ese número de despidos. En la actualidad, Xerox emplea a unas 600 personas en la sede, más otros 400 trabajadores en las oficinas de las ciudades cercanas de Hartford y Windsor.
Los beneficios de la empresa cayeron 52% en el cuarto trimestre del año 1999, a US$ 294 millones y 41 centavos de beneficio por acción, frente a US$ 615 millones de y 84 centavos el año anterior.