Pronto, accionistas e inversores se dieron cuenta de que muy pocas habían cambiado. Luego de un alza algo apresurada a mediados de enero, los papeles empezaron esta semana bajando a US$ 23,20. Muy lejos del record absoluto (algo mas de US$ 40), logrado hace poco más de dos años.
No obstante, Michael Dell parece haber recobrado cierta confianza entre el personal, los accionistas y algunos analistas. No, claro, los de “Barron’s”. A menudo brusco y nunca bienquisto entre los empleados, empero es respetado. El problema no es él, sino su modelo de negocios.
Sin embargo, algunas reformas impuestas cuando Rollins era todavía CEO “quizá signifiquen mejoras en ventas y márgenes para el ejercicio contable que arranca en marzo”, presume Richard Gardner (Citigroup). “La acción puede rebotar 23,3 %, o sea a US$ 29. Pero retornar a los días de vino y rosas es otro cosa”.
Como lo ven ese experto y otros, “muchos problemas de Dell son estructurales. Pro ende, muy arduos de resolver por una sola persona”. La compañía hace esfuerzos para mejorar a la calidad de sus PC y recobrar la confianza del mercado. No obstante, aunque MD lo niegue hay señales de que busca un “superdirector operativo” para dar vuelta el otrora célebre sistema de venta directa.
Ese modelo hace agua por varios lados y sus métodos ya no funcionan. Dell se había habituado a la venta directa a grandes usuarios y ello redundaba en precios inferiores a los de sus rivales. Esta ventaja ha disminuido muy perceptiblemente.
Entretanto, el segmento hoy en expansión es el de usuarios individuales (caprichosamente llamados “consumidores”), no empresas ni instituciones. La fuerza de ventas orientada tantos años a esa clientela es dura de modificar, porque responde un modelo perimido. Por ende, Michael Dell tiene una ímproba tarea por delante y, seguramente, precisará alguien más audaz que Rollins.
Pronto, accionistas e inversores se dieron cuenta de que muy pocas habían cambiado. Luego de un alza algo apresurada a mediados de enero, los papeles empezaron esta semana bajando a US$ 23,20. Muy lejos del record absoluto (algo mas de US$ 40), logrado hace poco más de dos años.
No obstante, Michael Dell parece haber recobrado cierta confianza entre el personal, los accionistas y algunos analistas. No, claro, los de “Barron’s”. A menudo brusco y nunca bienquisto entre los empleados, empero es respetado. El problema no es él, sino su modelo de negocios.
Sin embargo, algunas reformas impuestas cuando Rollins era todavía CEO “quizá signifiquen mejoras en ventas y márgenes para el ejercicio contable que arranca en marzo”, presume Richard Gardner (Citigroup). “La acción puede rebotar 23,3 %, o sea a US$ 29. Pero retornar a los días de vino y rosas es otro cosa”.
Como lo ven ese experto y otros, “muchos problemas de Dell son estructurales. Pro ende, muy arduos de resolver por una sola persona”. La compañía hace esfuerzos para mejorar a la calidad de sus PC y recobrar la confianza del mercado. No obstante, aunque MD lo niegue hay señales de que busca un “superdirector operativo” para dar vuelta el otrora célebre sistema de venta directa.
Ese modelo hace agua por varios lados y sus métodos ya no funcionan. Dell se había habituado a la venta directa a grandes usuarios y ello redundaba en precios inferiores a los de sus rivales. Esta ventaja ha disminuido muy perceptiblemente.
Entretanto, el segmento hoy en expansión es el de usuarios individuales (caprichosamente llamados “consumidores”), no empresas ni instituciones. La fuerza de ventas orientada tantos años a esa clientela es dura de modificar, porque responde un modelo perimido. Por ende, Michael Dell tiene una ímproba tarea por delante y, seguramente, precisará alguien más audaz que Rollins.