El 11 de julio el emprendedor británico Richard Branson llegó al borde del espacio a bordo de un vahículo espacial fabricado por su propia compañía, Virgin Galactic.
En las primeras horas del día el avión espacial de la unidad VSS de Virgin Galactic despegó de Spaceport America en el desierto Moiave de California. El viaje sub-orbital dio a la tripulación de seis personas, Branson incluido, la posibilidad de experimentar la ingravidez durante unos minutos y de mirar la tierra desde una altitud de 86 kilómetros. Luego, el vehículo en que viajaban, el SpaceShipTwo planeó de vuelta a la Tierra y aterrizó en una pista en las instalaciones de Virgin Galactic en el desierto de Nuevo México.
Fue el cuarto vuelo de la SpaceShipTwo hasta el borde del espacio desde 2018 y Virgin Galactic, la compañía que fundó Branson en 2004, afirma que pronto comenzará a llevar regularmente pasajeros que pagan su pasaje para vuelos similares, con lo que se abrirá una nueva era en la exploración humana del espacio.
Hay otras dos compañías activas en la industria espacial comercial : Blue Origin de Jeff Bezos y SpaceX de Elon Musk. Todas han desarrollado aeronaves para llevar a ciudadanos privados al espacio y ya no a pilotos y científicos de la NASA.
Pero Virgin Galactic, que se propone realizar viajes turísticos al espacio para llevar a ciudadanos sin entrenamiento específico, no es la única compañía espacial de Richard Branson. La otra se llama Virgin Orbit y es parte de un movimiento para lanzar a la órbita terrestre constelaciones de pequeños satélites. Se propone ofrecer pequeños cohetes de 70 pies de largo para aprovechar la tecnología satelital reduce cada vez más los tamaños y baja los costos.
Este viaje, como así el próximo de Jeff Bezos y el de Elon Musk, marca un paso fundamental hacia convertir el viaje espacial en algo mucho más accesible que antes capaz de crear una nueva manera de hacer turismo.
