lunes, 30 de diciembre de 2024

Unión Europea: acusa a la NASA de subsidiar a Boeing

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Mientras la entrega de aviones gigantes suma un récord de 2.700, Airbus supera al Dreamliner” de Boeing. A su vez, éste tiene problemas técnico y se recalienta la puja Bruselas-Washington.

Todo en el marco de una denuncia estadounidense de hace años ante la UE y la Organización Mundial de Comercio. “Varios miembros de la Unión asisten subrepticiamente a European Aeronautics, Space & Defence y transgreden normas internacionales”. Como se sabe, la francoalemana semiestatal EADS controla Airbus.

Ahora, Bruselas sostiene que todo es una cortina de humo, pues desde hace tiempo Boeing percibe subsidios ocultos o indirectos del gobierno norteamericano. En particular, provienen de la Administración Aeronáutica y Espacial (NASA).

La CE cita, por ejemplo, los US$ 10.400 millones entregados por el ente a Boeing. El pretexto es solventar la fabricación de aviones civiles subvencionando investigaciones técnicas y científicas. A su vez, Washington afirma que la suma no pasa de US$ 750 millones y no tiene relación con los ajustes que demoran entregas del 787 Dreamliner.

Otra fuente de distorsiones son algunos estados norteamericanos, cuya autonomía fiscal les permite subsidiar a Boeing sin intervención del gobierno federal. Más bien, con complacencia. Técnicos de la CE calculan en US$ 23.700 millones el total de asistencia directa e indirecta a la compañía de Seattle, entre 19909 y 2004. En cuanto al retraso del 787 (seis mese, se estima), afecta a un modelo diferente al A380 –que ha recobrado la delantera- y a un segmento de usuarios distinto.

Todo en el marco de una denuncia estadounidense de hace años ante la UE y la Organización Mundial de Comercio. “Varios miembros de la Unión asisten subrepticiamente a European Aeronautics, Space & Defence y transgreden normas internacionales”. Como se sabe, la francoalemana semiestatal EADS controla Airbus.

Ahora, Bruselas sostiene que todo es una cortina de humo, pues desde hace tiempo Boeing percibe subsidios ocultos o indirectos del gobierno norteamericano. En particular, provienen de la Administración Aeronáutica y Espacial (NASA).

La CE cita, por ejemplo, los US$ 10.400 millones entregados por el ente a Boeing. El pretexto es solventar la fabricación de aviones civiles subvencionando investigaciones técnicas y científicas. A su vez, Washington afirma que la suma no pasa de US$ 750 millones y no tiene relación con los ajustes que demoran entregas del 787 Dreamliner.

Otra fuente de distorsiones son algunos estados norteamericanos, cuya autonomía fiscal les permite subsidiar a Boeing sin intervención del gobierno federal. Más bien, con complacencia. Técnicos de la CE calculan en US$ 23.700 millones el total de asistencia directa e indirecta a la compañía de Seattle, entre 19909 y 2004. En cuanto al retraso del 787 (seis mese, se estima), afecta a un modelo diferente al A380 –que ha recobrado la delantera- y a un segmento de usuarios distinto.

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