viernes, 27 de diciembre de 2024

Telecom Italia: se va Tronchetti Provera, vuelve Guido Rossi

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En forma sorpresiva, Mario Tronchetti Provera abandona la conducción de Telecom Italia y regresa Rossi. La cuestión TIM parece ya una crisis y ha llegado al parlamento.

”No sabía nada y todavía espero explicaciones”, había dicho, irritado, el primer ministro Romano Prodi. “Es precisa una salida nacional para Telecom Italia mobile”, opinó Paolo Gentiloni (comisión de comunicaciones), quizá para aventar la sombra de Murdoch.

La dimisión de Tronchetti se produjo mientras sesionaba el directorio, que optó por convocar nuevamente a Rossi. Vale decir, al letrado que acompañó la privatización de TI timoneaba por el renunciante. Al mismo tiempo, Prodi trataba de bloquear una propuesta de la derecha, en cuanto a llevar el lío al parlamento.

Hace algunos días y en un jiro inesperado, Tronchetti –presidente de la empresa y de Pirelli, la controlante-, resolvió escindir TIM, el máximo proveedor del servicio en la península. Eso era señal de problemas más complejos. En realidad, casi toda la actividad de telecomunicaciones en Italia afronta cambios muy veloces, marketing inadecuado y dificultades financieras. Pero este caso es especialmente patético: hace apenas dos años, el mismo directivo armaba un espectacular acuerdo por € 22.000 millones que fusionó TIM con Telecom Italia. Rossi estaba con él.

Ese anuncio, por otra parte, llegaba a una semana de la reunión entre Provera y Rupert Murdoch, el magnate ultraconservador que controla News Corporation (Fox). En su momento, el gobierno de Prodi vio con malos ojos ese acercamiento con el personaje, aplaudido por Silvio Berlusconi, ex primer ministro derechista. Ahora, Roma y la bolsa de Milán abrigan dudas sobre el nuevo plan de Provera, máxime tras su renuncia.

Gente allegada a la conducción de TIM cree que ya existe un potencial adquirente privado, aunque no necesariamente Murdoch. Tronchetti explicó que el nuevo objetivo era centrar Telecom en banda ancha, pero aún no identifica al posible comprador del negocio móvil.

Antes de que Tronchetti la uniese a Telecom Italia, la capitalización bursátil de TIM era € 46.000 millones. Hoy está lejos de ese valor -€ 32.000 millones- y refleja el fracaso del directivo. En cuanto a News Corp., hasta ahora las tratativas se refieren a contenidos. Tronchetti pretendía convertir la compañía remanente en un conglomerado de medios que distribuyese música, películas, video y programas de TV vía Internet. Más o menos, lo que ya hace Mediaset, la firma de Berlusconi.

Al cabo de tres horas de debate, el directorio le dio luz verde el lunes 11 a su entonces presidente para el jiro a multimedios y un acuerdo con Murdoch sobre contenidos. En el futuro, el canal Alice difundiría material de “20th century-Fox”. Según lo resuelto durante esa reunión, TIM volvería a separarse de Telecom Italia y tendría conducción autónoma. Ahora, las cosas no parecen tan seguras y el clima está espeso.

Hasta la súbita partida de Tronchetti, circulaban candidatos para los máximos cargos ejecutivos. Por ejemplo, Stefani Pileri para TI y Lucca Luciana para TIM. Por supuesto, ambas firmas calificaban de prematuro barajar nombres. Lo único cierto es que Tronchetti seguiría como presidente del directorio TI, junto con Riccardo Ruggiero y Carlos Buora en lo operativo. Pero la dimisión del primero muestra que se gestaba una crisis intestina de mayores proporciones.

La politización del tema puede forzar más cambios. Gentiloni, según Tronchetti, presionaba para acelerar la escisión de TIM. Pero la autoridad de comunicaciones negó interferir en el proceso aunque, no obstante, recordó que “el contexto en Italia está muy regulado, pese a los intentos durante el gobierno de Berlusconi. Comparto –subrayó Gentiloni- la sorpresa de Prodi, pero también creo que el país no puede substraerse a la convergencia de medios y redes”.

De acuerdo con varios funcionarios, Rossi mantendrá un compromiso de Tronchetti: la sucesora de TIM será controlada totalmente por Telecom Italia. Eso no tiene sentido a la luz de las conversaciones con Murdoch y potenciales adquirentes de la división móvil. Un miembro de la comisión, Pecoraro Scanio, instó a que el gobierno usase la “acción de oro” para bloquear eventuales decisiones de Rossi.

”No sabía nada y todavía espero explicaciones”, había dicho, irritado, el primer ministro Romano Prodi. “Es precisa una salida nacional para Telecom Italia mobile”, opinó Paolo Gentiloni (comisión de comunicaciones), quizá para aventar la sombra de Murdoch.

La dimisión de Tronchetti se produjo mientras sesionaba el directorio, que optó por convocar nuevamente a Rossi. Vale decir, al letrado que acompañó la privatización de TI timoneaba por el renunciante. Al mismo tiempo, Prodi trataba de bloquear una propuesta de la derecha, en cuanto a llevar el lío al parlamento.

Hace algunos días y en un jiro inesperado, Tronchetti –presidente de la empresa y de Pirelli, la controlante-, resolvió escindir TIM, el máximo proveedor del servicio en la península. Eso era señal de problemas más complejos. En realidad, casi toda la actividad de telecomunicaciones en Italia afronta cambios muy veloces, marketing inadecuado y dificultades financieras. Pero este caso es especialmente patético: hace apenas dos años, el mismo directivo armaba un espectacular acuerdo por € 22.000 millones que fusionó TIM con Telecom Italia. Rossi estaba con él.

Ese anuncio, por otra parte, llegaba a una semana de la reunión entre Provera y Rupert Murdoch, el magnate ultraconservador que controla News Corporation (Fox). En su momento, el gobierno de Prodi vio con malos ojos ese acercamiento con el personaje, aplaudido por Silvio Berlusconi, ex primer ministro derechista. Ahora, Roma y la bolsa de Milán abrigan dudas sobre el nuevo plan de Provera, máxime tras su renuncia.

Gente allegada a la conducción de TIM cree que ya existe un potencial adquirente privado, aunque no necesariamente Murdoch. Tronchetti explicó que el nuevo objetivo era centrar Telecom en banda ancha, pero aún no identifica al posible comprador del negocio móvil.

Antes de que Tronchetti la uniese a Telecom Italia, la capitalización bursátil de TIM era € 46.000 millones. Hoy está lejos de ese valor -€ 32.000 millones- y refleja el fracaso del directivo. En cuanto a News Corp., hasta ahora las tratativas se refieren a contenidos. Tronchetti pretendía convertir la compañía remanente en un conglomerado de medios que distribuyese música, películas, video y programas de TV vía Internet. Más o menos, lo que ya hace Mediaset, la firma de Berlusconi.

Al cabo de tres horas de debate, el directorio le dio luz verde el lunes 11 a su entonces presidente para el jiro a multimedios y un acuerdo con Murdoch sobre contenidos. En el futuro, el canal Alice difundiría material de “20th century-Fox”. Según lo resuelto durante esa reunión, TIM volvería a separarse de Telecom Italia y tendría conducción autónoma. Ahora, las cosas no parecen tan seguras y el clima está espeso.

Hasta la súbita partida de Tronchetti, circulaban candidatos para los máximos cargos ejecutivos. Por ejemplo, Stefani Pileri para TI y Lucca Luciana para TIM. Por supuesto, ambas firmas calificaban de prematuro barajar nombres. Lo único cierto es que Tronchetti seguiría como presidente del directorio TI, junto con Riccardo Ruggiero y Carlos Buora en lo operativo. Pero la dimisión del primero muestra que se gestaba una crisis intestina de mayores proporciones.

La politización del tema puede forzar más cambios. Gentiloni, según Tronchetti, presionaba para acelerar la escisión de TIM. Pero la autoridad de comunicaciones negó interferir en el proceso aunque, no obstante, recordó que “el contexto en Italia está muy regulado, pese a los intentos durante el gobierno de Berlusconi. Comparto –subrayó Gentiloni- la sorpresa de Prodi, pero también creo que el país no puede substraerse a la convergencia de medios y redes”.

De acuerdo con varios funcionarios, Rossi mantendrá un compromiso de Tronchetti: la sucesora de TIM será controlada totalmente por Telecom Italia. Eso no tiene sentido a la luz de las conversaciones con Murdoch y potenciales adquirentes de la división móvil. Un miembro de la comisión, Pecoraro Scanio, instó a que el gobierno usase la “acción de oro” para bloquear eventuales decisiones de Rossi.

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