<p>Hasta hace horas, la firma cumplía 72 años con los días contados. Ahora, se espera que en febrero el estado garantice la operación entre GM, Spyker y el BEI, para revertir la liquidación en forma ordenada. Los holandeses aceptaron pagar € 50 millones en efectivo y 225 millones en acciones preferidas (en total, unos € 275 millones).<br />
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Una vez finiquitado el proceso, surgirá una sociedad llamada Saab Spyker Automobiles (SSA), anticipaban analistas en Estocolmo. Saab era la marca de mayor prestigio entre las cuatro que GM debía sacarse de encima para centrarse en Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC. Las restantes ya no eran rentables: Saturn, Pontiac, Hummer (la 4×4 más fea del mundo).<br />
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Ese esquema se había resuelto al salir GM de la bancarrota, el 10 de julio. En lo tocante a Saab, su venta evitará despedir gran parte de los 3.500 trabajadores de su planta clave en Trollhättan, sudoeste del país.<br />
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Pero no todo parece tan claro y el porvenir de Saab es todavía incierto. Spyker la salva por ahora, pero quedan por resolver dos problemas: falta de escala y rentabilidad. En rigor, las primeras negociaciones con Spyker se suspendieron en diciembre por otro motivo e hicieron que GM decidiera cerrarla. En efecto, los norteamericanos pretendían que el ruso Vladyímir Antonov –presidente y accionista mayor de Spyker- dejase la empresa.</p>
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Spyker finalmente compra Saab y la salva del cierre
Cuando todo parecía terminado para la sueca Saab, General Motors logró acuerdo con la holandesa Spyker Cars. Esto puede evitar la extinción de una firma septuagenaria. Pero aún falta un crédito por 400 millones del Banco Europeo de Inversión.