La partida de debe al plan de Stringer para sacar a flote Sony, tras un año de malos números. Como es común en Japón, el ejercicio contable va de abril a marzo del año siguiente.
Con 56 años y media vida en la firma, Kutaragi encabezaba la división entretenimientos y se marcha en junio. Como premio consuelo, pasa a presidir la junta directiva, un puesto honorario, y será asesor técnico del CEO. Aunque por el momento –dicen las malas lenguas- no se dirijan la palabra entre sí.
Sea como fuere, el producto clave en varios años, PlayStation 3, no ha encontrado la respuesta que se esperaba en los mercados. Especialmente, en el japonés. Xbox 360 y Wii (Nintendo) le han sacado apreciable delantera. Por el contrario, PS3 se demoró en la presentación y optó por un precio por demás elevado.
En síntesis, los videojuegos depararon pérdidas por US$ 2.000 millones en el ejercicio 2006/7, el doble de lo calculado. Pese al avance en televisores, eso afectará los resultados generales, pendientes de difusión. Con dos años en el cargo, Stringer ha tratado de lograr que las indisciplinadas divisiones de Sony actúen de consuno. PlayStation era la más levantisca pero, como recuerdan expertos norteamericanos, el nombre Sony oculta un agregado de actividades demasiado disímiles para crear sinergias estables.
La partida de debe al plan de Stringer para sacar a flote Sony, tras un año de malos números. Como es común en Japón, el ejercicio contable va de abril a marzo del año siguiente.
Con 56 años y media vida en la firma, Kutaragi encabezaba la división entretenimientos y se marcha en junio. Como premio consuelo, pasa a presidir la junta directiva, un puesto honorario, y será asesor técnico del CEO. Aunque por el momento –dicen las malas lenguas- no se dirijan la palabra entre sí.
Sea como fuere, el producto clave en varios años, PlayStation 3, no ha encontrado la respuesta que se esperaba en los mercados. Especialmente, en el japonés. Xbox 360 y Wii (Nintendo) le han sacado apreciable delantera. Por el contrario, PS3 se demoró en la presentación y optó por un precio por demás elevado.
En síntesis, los videojuegos depararon pérdidas por US$ 2.000 millones en el ejercicio 2006/7, el doble de lo calculado. Pese al avance en televisores, eso afectará los resultados generales, pendientes de difusión. Con dos años en el cargo, Stringer ha tratado de lograr que las indisciplinadas divisiones de Sony actúen de consuno. PlayStation era la más levantisca pero, como recuerdan expertos norteamericanos, el nombre Sony oculta un agregado de actividades demasiado disímiles para crear sinergias estables.
