En abril, mayo y junio Sony tuvo una pérdida neta equivalente a US$ 68 millones. Sus ventas de televisores cayeron 20,5% en el trimestre y se constituyeron en el principal responsable de la caída general de ventas de 3,3% (US$ 14.400 millones). La previsión anual de ganancias fue reducida, en consecuencia, a US$ 92.600 millones.
Esta mala noticia es la última señal de los desafíos que afronta el nuevo director ejecutivo, Sir Howard Stringer, que llegó a cargo con la misión de recuperar el bienestar de la más famosa empresa japonesa de electrónica y entretenimiento. Stringer asumió el control el 22 de junio y se puso un plazo de 100 días para idear un plan de reconversión. Hasta ahora, mantiene perfil bajo y no da entrevistas.
Sir Howard — un galés que se hizo ciudadano norteamericano – debe simplificar una empresa que actualmente ofrece demasiados productos disímiles y volverla a su origen, que es crear novedades electrónicas. “Antes fabricaba productos que sólo Sony podía hacer,” recuerda Yuki Sugi, analista de Lehman Brothers en Tokio. “Tiene que volver a eso.”
El desempeño de Sony contrasta con el de su rival Matsushita Electric Industrial, fabricante de la marca Panasonic, que registró un avance de 1,8% en sus ganancias netas merced a las fuertes ventas de televisores de plasma y cámaras digitales.
Sony fue más lenta en entrar al mercado de los televisores de pantalla plana. Igualmente, ambas empresas están acosadas por competidores baratos en Corea del Sur, Taiwán y China, que reducen hasta 30% al año el precio de televisores y reproductores de DVD.
En opinión de Katsumi Ihara, vicepresidente ejecutivo de la compañía, los televisores de panel chato que sacó Sony no fueron muy competitivos en precio, especialmente en Estados Unidos y Europa. Ihara, a quien se le ha encomendado la reconversión del negocio de televisores, cree que la compañía cerrará una fábrica en Gran Bretaña para reducir costos. Además, dijo, Sony consolidará en Tokio gran parte del diseño y producción de televisores, actualmente disperso por el mundo.
Los problemas financieros han mellado la marca, que supo ser símbolo de calidad y diseño. En otras épocas la empresa revolucionó la electrónica de consumo masivo con productos como la radio a transistores y la TV color. Pero desde que en 1979 sacó el Walkman portátil no ha tenido éxitos notables. Algunos creen que debería haber sido Sony y no Apple quien primero ideara el reproductor musical iPod.
Una gran esperanza para el año próximo es PlayStation 3, la nueva encarnación de la famosa consola de juegos de la marca, que saldrá con un microprocesador más rápido desarrollado por IBM y Toshiba.
En abril, mayo y junio Sony tuvo una pérdida neta equivalente a US$ 68 millones. Sus ventas de televisores cayeron 20,5% en el trimestre y se constituyeron en el principal responsable de la caída general de ventas de 3,3% (US$ 14.400 millones). La previsión anual de ganancias fue reducida, en consecuencia, a US$ 92.600 millones.
Esta mala noticia es la última señal de los desafíos que afronta el nuevo director ejecutivo, Sir Howard Stringer, que llegó a cargo con la misión de recuperar el bienestar de la más famosa empresa japonesa de electrónica y entretenimiento. Stringer asumió el control el 22 de junio y se puso un plazo de 100 días para idear un plan de reconversión. Hasta ahora, mantiene perfil bajo y no da entrevistas.
Sir Howard — un galés que se hizo ciudadano norteamericano – debe simplificar una empresa que actualmente ofrece demasiados productos disímiles y volverla a su origen, que es crear novedades electrónicas. “Antes fabricaba productos que sólo Sony podía hacer,” recuerda Yuki Sugi, analista de Lehman Brothers en Tokio. “Tiene que volver a eso.”
El desempeño de Sony contrasta con el de su rival Matsushita Electric Industrial, fabricante de la marca Panasonic, que registró un avance de 1,8% en sus ganancias netas merced a las fuertes ventas de televisores de plasma y cámaras digitales.
Sony fue más lenta en entrar al mercado de los televisores de pantalla plana. Igualmente, ambas empresas están acosadas por competidores baratos en Corea del Sur, Taiwán y China, que reducen hasta 30% al año el precio de televisores y reproductores de DVD.
En opinión de Katsumi Ihara, vicepresidente ejecutivo de la compañía, los televisores de panel chato que sacó Sony no fueron muy competitivos en precio, especialmente en Estados Unidos y Europa. Ihara, a quien se le ha encomendado la reconversión del negocio de televisores, cree que la compañía cerrará una fábrica en Gran Bretaña para reducir costos. Además, dijo, Sony consolidará en Tokio gran parte del diseño y producción de televisores, actualmente disperso por el mundo.
Los problemas financieros han mellado la marca, que supo ser símbolo de calidad y diseño. En otras épocas la empresa revolucionó la electrónica de consumo masivo con productos como la radio a transistores y la TV color. Pero desde que en 1979 sacó el Walkman portátil no ha tenido éxitos notables. Algunos creen que debería haber sido Sony y no Apple quien primero ideara el reproductor musical iPod.
Una gran esperanza para el año próximo es PlayStation 3, la nueva encarnación de la famosa consola de juegos de la marca, que saldrá con un microprocesador más rápido desarrollado por IBM y Toshiba.