La prueba, llamada “Waking Shark II”, fue conducida por consultores independientes y monitoreada por el Banco de Inglaterra, la entidad central del Reino Unido, el Tesoro y la Autoridad de Conducta Financiera, regulador del sector.
El ejercicio simula desde un gran hackeo que golpea la bolsa de valores hasta una irrupción en las redes sociales, para probar la efectividad de la defensa a los ataques y evitar, entre varias posibilidades, que falte dinero en los cajeros.
“Se plantean un número de escenarios distintos a lo largo del día, y será interesante ver cuáles son las respuestas”, explicó el experto en seguridad informática Graham Cluley a la cadena BBC.
Si bien los resultados no fueron divulgados, se informó que la prueba se realizó desde una sola sala y que busca testear también cómo las firmas comunican una emergencia entre ellas y con las autoridades bancarias.
“Nunca podrá ser un sustituto a un ataque de la vida real, pero obliga a la gente a pensar en la situación a la que se pueden enfrentan y en lo que harían en ese momento”, comentó David Emm, investigador de la compañía multinacional de informática Kaspersky Lab.
El simulacro imita uno similar realizado este año en Nueva York, otro distrito financiero clave, y llega en medio de temores sobre la amenaza de ataques cibernéticos.
Es que recientemente el Comité de Política Financiera del Banco de Inglaterra (FPC) advirtió a la City sobre su vulnerabilidad por poseer sistemas informáticos complejos y antiguos.
