Luego del desastre ocurrido con sus 737 Max Boeing está intentando limpiar su marca, su reputación y sus finanzas.
Luego de dos accidentes fatales en cinco meses y a dos meses de tener todos sus aviones paralizados en tierra, muchos pasajeros juran no volver a subirse a un Max. Pero la compañía complicó aun más el panorama al no explicar con claridad los defectos que provocaron las caídas.
Algunos observadores comienzan a pensar si el problema no es demasiado serio y duradero como para salvar el futuro del modelo. Los accidentes en Indonesia y etiopía matarton a 346 personas.
Boeing está terminando una actualización del software responsable de los accidentes, que presentará ante la federal Aviation Administration, un paso clave para volver a poner los aviones en el aire. Pero la prioridad más urgente será recuperar la confianza de los pasajeros. También deberá ganarse a los pilotos y a todos slos miembros de la tripulación.