<p>La petrolera anunció desde Londres que planea establecer una empresa conjunta con la local Cosán para producir y vender etanol. Este combustible “limpio” se refina a partir de azúcar de caña. La alianza implica una estrategia totalmente innovadora para RD/S, hasta ahora una petrolera casi pura.<br />
<br />
El aporte irá efectivizándose en el curso de dos años. Pero no será la primera iniciativa de este tipo en Brasil, aunque sí la mayor. En 2008, British Petroleum compró una participación en otra brasileña, Tropical BioEnergia. Excepto ambos casos, pocas firmas occidentales han incursionado en el gigante sudamericano.<br />
<br />
Sin duda, este acuerdo le permite a Shell ingresar a uno de los principales mercados de biocombustibles. Por ejemplo, todos los vehículos nuevos vendidos en Brasil están adaptados para funcionar con flexfuel, una mezcla de etanol y nafta. La alianza con Cosán involucra uno de los principales distribuidores de carburantes en el país, con 4.500 estaciones de servicio.<br />
<br />
La industria del etanol, respondiendo a una política de estado –eludir los altibajos internacionales del petróleo-, es la envidia de muchas multinacionales del ramo. Hasta ahora, la consolidación de la actividad se daba especialmente adquiriendo pequeños ingenios azucareros y Cosán lideraba la tendencia. Pero, desde hace un tiempo, grandes compañías alimentarias internacionales vienen haciendo compras selectivas en Brasil.<br />
<br />
Por ejemplo, el conglomerado agrícola Bunge (Estados Unidos, Benelux) tomó en diciembre Usina Moema, otro productor de etanol. Meses antes, su competidor Louis Dreyfus había adquirido otra refinería importante.<br />
<br />
Cosán-Shell y las demás tienen un propósito ulterior: vender etanol por el mundo. Saben, empero, que el desmesurado proteccionismo agrícola en EE.UU., la Unión Europea y Japón –en el primer caso coadyuva el “lobby” petrolero- bloquea importaciones del biocombustible. No obstante, el tiempo corre contra esas políticas.<br />
</p>
Royal Dutch/Shell tiene una nueva estrategia brasileña
En un inesperado cambio de política, la compañía privada angloholandesa colocará US$ 1.650 millones en la industria local del etanol. Se trata justamente de la mayor inversión extranjera en una actividad donde Brasil es dominante.