Pero hay un dato llamativo: la nueva firma se centrará en Montreal, la sede de Alcan (Aluminium of Canada), y la presidirá el actual número uno de ésta, Richard Evans. No obstante, quién promovió el matrimonio es Tommaso Albanese, que ocupaba la dirección ejecutiva de Río Tinto group recién desde mayo.
Tambièn hay una gran diferencia de tamaño. En 2006, las utilidades de RTG asecendían a US$ 7.480 millones –debido a precios récords para minerales de hierro y cobre- y triplicaban las de Alcan. Tercer detalle sugestivo: el 22 de mayo, la empresa canadiese habia rechadas una oferta hostil de Alcoa, luego de negociaciones que tomaron dos años.
El facto decisivo de este casamiento reside en la necesidad de consolidar el negocio aluminero de RTG. Entretanto, algunos analistas no descartan otra intentona de Alcoa, esta vez asociada con otros jugadores. Pero el tiempo apremia.
Tampoco queda claro si esta fusión genera una empresa más grande que el conglomerado moscovita Rusal, líder en insumos para aviones y latas de bebidas. RTG incorpora una firma que emplea 68.000 personas en sesenta países (inclusive los que permiten mano de obra menor de edad) y vende por US$ 23.600 millones anuales.
La fusión cuadruplica la capacidad productiva de RTG, cuyos ingresos netos subieron 47% en 2006. La toma de Alcan generará 300 millones de ganancias adicionales por año.
Pero hay un dato llamativo: la nueva firma se centrará en Montreal, la sede de Alcan (Aluminium of Canada), y la presidirá el actual número uno de ésta, Richard Evans. No obstante, quién promovió el matrimonio es Tommaso Albanese, que ocupaba la dirección ejecutiva de Río Tinto group recién desde mayo.
Tambièn hay una gran diferencia de tamaño. En 2006, las utilidades de RTG asecendían a US$ 7.480 millones –debido a precios récords para minerales de hierro y cobre- y triplicaban las de Alcan. Tercer detalle sugestivo: el 22 de mayo, la empresa canadiese habia rechadas una oferta hostil de Alcoa, luego de negociaciones que tomaron dos años.
El facto decisivo de este casamiento reside en la necesidad de consolidar el negocio aluminero de RTG. Entretanto, algunos analistas no descartan otra intentona de Alcoa, esta vez asociada con otros jugadores. Pero el tiempo apremia.
Tampoco queda claro si esta fusión genera una empresa más grande que el conglomerado moscovita Rusal, líder en insumos para aviones y latas de bebidas. RTG incorpora una firma que emplea 68.000 personas en sesenta países (inclusive los que permiten mano de obra menor de edad) y vende por US$ 23.600 millones anuales.
La fusión cuadruplica la capacidad productiva de RTG, cuyos ingresos netos subieron 47% en 2006. La toma de Alcan generará 300 millones de ganancias adicionales por año.